En torno a la PSU: Innovaciones y Críticas
Diciembre 18, 2011

logo_equitas12.png Se estrena el sititio de Fundacion Equitas turanking que permite a los jóvenes postulantes a la educación superior establecer la posición (de ranking) ocupada en su colegio durante los cuatro años de su educación media, criteriuon que se busca incoporporar de manera cada vez más explícita cokmo un criterio de selección para el ingreso a las universidades. Según los creadores del sitio:
Este sitio sirve a los estudiantes de educación media para conocer cuál es el promedio de notas que necesitan si quieren obtener un buen puntaje ranking. Sirve a las instituciones de educación superior para identificar estudiantes motivados, capaces y estudiosos. Busca ser un aporte concreto para la construcción de un Chile más justo“.
Más abajo, opiniómn del Presidente de la FEUC, Noam Titelman, sobre la PSU.
Acerca del ranking
(1) El ranking de las NEM
¿Por qué?
Porque mediante el ranking de las notas se puede identificar a quienes han demostrado ser estudiantes con extraordinarios hábitos por el estudio, sentido de la responsabilidad y motivación, independientemente de sus respectivos entornos socioeconómicos.
Porque el ranking de las notas permite conocer la potencialidad académica de cada estudiante respecto de sus compañeros de un mismo entorno educacional, profesorado, biblioteca, plan de estudio y otros medios educacionales en general.
Porque los resultados en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) dependen fundamentalmente de la situación socioeconómica del postulante y su entorno. Y porque las notas de enseñanza media de distintos colegios no son comparables, mientras que los ranking si lo son, en mucho mayor medida.
Porque el ranking permite identificar y seleccionar a estudiantes que durante los cuatro años de educación media aprovecharon al máximo las oportunidades de aprendizaje que se les ofrecieron en sus respectivos colegios.
Porque el ranking es un excelente predictor del rendimiento académico en la educación superior.
Porque los resultados en la PSU dependen fundamentalmente de la situación socioeconómica del postulante y su entorno.
Porque las notas de enseñanza media de distintos colegios no son comparables, mientras que los ranking si lo son, en mucho mayor medida.
¿Para qué?
Para promover el uso generalizado y prudente del ranking de las notas especialmente en el acceso a la educación superior; y también para su utilización por parte de investigadores, autoridades ministeriales, directivos de Universidades, Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales.
Para permitir que los estudiantes comprendan la necesidad de educarse hasta alcanzar el desarrollo pleno del proyecto de vida de cada cual, y que también lo comprendan los padres y apoderados. Desde otro punto de vista, que la educación sea una herramienta para la movilidad social y al alcance de todos.
Para hacer llegar al interior de las salas de clases de todos los colegios del país un motivo concreto por el cual estudiar y enseñar.
(2) Nuestras expectativas
Que todos los estudiantes con mérito académico -determinado por el ranking de las notas- puedan acceder a la Educación Superior y que de este modo tengan la oportunidad de continuar desarrollando sus respectivos proyectos de vida en una institución de educación terciaria de calidad. Todos sin exclusión.
Que el uso generalizado y prudente del ranking de las notas en la batería de indicadores para ingresar la Educación Superior chilena mejore las tasas de retención y titulación de las Universidades, IPs y CFTs, así como la calidad de los aprendizajes de los futuros profesionales.
Que el MINEDUC considere el ranking para otorgar las ayudas estudiantiles -becas y créditos- y también para asignar el Aporte Fiscal Indirecto (AFI).
Que la calidad de la educación primaria y secundaria mejore porque el uso generalizado y prudente del ranking de las notas, incentivará, motivará y dará una nueva esperanza de un futuro mejor para todos los estudiantes del país.
(3) Nuestros principios orientadores
Los talentos están igualmente distribuidos entre ricos y pobres, por lo que en todos los colegios hay jóvenes que tienen los méritos académicos que se requieren para cursar con éxito estudios universitarios y esos son (salvo excepciones) los estudiantes mejor evaluados de cada establecimiento.
El acceso a la educación terciara debe ser en base a los méritos académicos respectivos.
La pobreza no es un mérito académico. Ser estudiantes con las mejores notas de sus respectivos colegios, especialmente de establecimientos de contextos vulnerables, sí lo es.
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Preguntas frecuentes
(1) Para qué sirve el ranking?
Para conocer un antecedente escolar relevante de un estudiante, o de todo el estudiantado de una Universidad, Facultad o Carrera; Centro de Formación Técnica o Instituto Profesional.
(2) Hay que pagar por la información?
No. Esta información es gratuita.
(3) Cómo se puede hacer el cálculo para un gran número de estudiantes?
En el menú principal se explica paso a paso cómo se calcula el puntaje ranking. No obstante con gusto cooperamos con instituciones que requieran hacer cálculos masivos de puntajes ranking de su estudiantado.
(4) Es posible conocer el puntaje ranking mínimo que se necesita para ganarse una beca de excelencia académica (BEA)?
No. El 7,5% que se exige para acceder a la BEA se obtiene por un procedimiento diferente al usado para la determinación del puntaje ranking. No obstante, una buena aproximación es superar los 780 puntos ranking.
(5) Qué instituciones usan hoy el puntaje ranking, en Chile?
La Universidad Católica Silva Henríquez -que fue pionera el año 2010- y la Universidad de Viña del Mar que comenzó este año, usan el ranking para calcular el puntaje ponderado de postulación. Las universidades adscritas al sistema de admisión del Consejo de Rectores están en proceso de evaluación para usar el puntaje ranking a partir del proceso 2012. Las nueve universidades de la red de Propedéuticos-UNESCO usarán el ranking para hacer sus respectivos análisis institucionales.
(6) Se usa el ranking en otros países?.
Si. En varios. Por ejemplo, en las universidades de USA el ranking de las notas del estudiantado de pregrado se utiliza como indicador de calidad. En los estados de Texas y California, USA, los estudiantes con más altos ranking son eximidos de las pruebas estandarizadas de selecciona.
(7) La capacidad predictiva del ranking se mantiene para siempre?
No. Se mantiene los dos primeros años y luego decrece paulatinamente.
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¿Quiénes somos?
Somos personas que trabajamos para lograr que todos los estudiantes de alto rendimiento académico en cualquier establecimiento educación secundaria del mundo, puedan acceder a una educación terciaria de alta calidad, mediante sistemas de admisión basados en el mérito académico en contexto, especialmente en contextos vulnerables.
Trabajamos por contribuir a la creación de estos sistemas admisión justos, transparentes y exigentes. Buscamos impactar significativamente en la motivación por el estudio, tanto en los contextos de la educación secundaria como terciaria. Las propuestas que estamos promoviendo gozan de credibilidad en medios académicos, políticos y de la sociedad civil.
Fundadores de este sitio:
Fco. Javier Gil Llambías
Caupolicán Catrileo Cuitiño
Claudio Castro Salas
Karla Moreno Matus
Jan Stillfried Schmitz
Boris de los Ríos Bravo
Jaumet Bachs Alarcon.
Soledad Ureta Zañartu
Magdalena Gil Ureta
Francisca Gil Ureta
Vladimir Glasinovic Peña


PSU: los intereses que mantienen viva a una prueba que discrimina
Por : Noam Titelman en Opinión, CIPER, 16.12.2011
El nuevo presidente de la FEUC ondea en este texto una cifra que debiera remecer a la sociedad chilena: la PSU deja afuera de las mejores universidades a 12 mil estudiantes de excelencia de la educación municipal, pues selecciona postulantes con sesgo económico. Para Titelman, no es aceptable esperar que otra generación sea sacrificada en esa pira, habiendo mecanismos para reconocer el talento. Añade que el efecto de la PSU no es solo su injusticia inmediata. También genera, y eso es aún más perverso, la convicción de que el pobre no tiene el talento necesario y por eso está bien que se quede afuera.
Al día siguiente de que miles de estudiantes de Chile rindieran la vilipendiada Prueba de Selección Universitaria (PSU), en un pequeño liceo municipal de Maipú, se lanzó un nuevo proyecto, www.turanking.cl. Una iniciativa proveniente de un grupo de personas que creen en un mecanismo distinto de selección para el ingreso a la educación superior: el ranking.
El ranking entrega una manera de reconocer las capacidades del estudiante para desempeñarse en su escuela, dada la realidad que le tocó enfrentar. A grandes rasgos, lo que se hace es comparar el promedio de Notas de Enseñanza Media (NEM) del alumno con la distribución de notas de la escuela para las últimas tres generaciones del establecimiento. De este modo, se subsana la posible arbitrariedad de las calificaciones de cada escuela. En definitiva, se evita que se “inflen” las notas.
¿Qué es lo que lleva a varios profesionales y voluntarios a realizar la titánica empresa de ingresar y calcular el ranking de miles de colegios sin un peso de retribución? Quizás la respuesta la haya dado una de las estudiantes que asistió al evento y resumió su experiencia de ingreso a la universidad con esta certera reflexión: “el talento está, lo que falta son oportunidades”.
Hace pocos días, cerca de 270 mil jóvenes rindieron una prueba que podría determinar el curso de sus vidas. En dos días se definió quienes no solo tendrán la posibilidad de sobrepasar los requerimientos para entrar a las distintas casas de estudio, sino también las barreras que impone el gobierno para la entrega de financiamiento. La presión sobre los evaluados es atmosférica. Sólo esto pareciera ser tremendamente injusto cuando se considera que el estudiante promedio habrá dado alrededor de 300 evaluaciones previas a la PSU y que ya ha sido reflejado su desempeño en su NEM.
“Son 12 mil los estudiantes de excelencia de la educación municipal que hoy no podrán cumplir sus sueños gracias a la PSU”
Pero las injusticias, como ya sabemos, no terminan allí. Si la PSU busca medir mérito, tiene un sesgo socioeconómico notorio y eso no hay quien lo pueda negar. Ni siquiera es necesario grandes estudios empíricos y econométricos para demostrar (aunque se han hecho y lo confirman). Quién puede negar el mérito de miles de jóvenes que se despiertan cuando no ha salido el sol, recorren distancias maratónicas en el frío matinal y, con el esfuerzo de sus padres y el propio, logran terminar sus estudios secundarios, muchas veces siendo los primeros de su familia, a pesar de todas la adversidad que trae hoy estudiar en nuestro famélico sistema de educación municipal. El mérito está allí; qué duda cabe.
Son 12 mil los estudiantes de excelencia de la educación municipal que no podrán cumplir sus sueños gracias a la PSU. Ni hablar de los liceos técnico profesionales que derechamente no ven la materia que se pregunta en esta evaluación nacional. Establecimientos que año a año han ido empeorando sus resultados en una prueba que, de modo absolutamente discriminatorio, se nutre solo de contenidos científico-humanistas.
A estas alturas probablemente pensarán que si bien en lo que mérito concierne efectivamente existe un sesgo, no se le puede pedir a una prueba que haga lo que todo un sistema de educación previo no pudo hacer. La PSU no medirá mérito, pero es sesgada al predecir el futuro desempeño del postulante en la educación superior. Pues cada día se está encontrando más evidencia que plantea lo contrario. Como demuestran los estudios de los académicos de la UC (Mónica Silva y Mladen Koljatic). El resultado es escalofriante. Bajísimo poder de predicción, pero, más importante un sesgo creciente en contra de los establecimientos municipales y los estudiantes provenientes de los quintiles más pobres.
Las experiencias y las investigaciones que defienden la validez del ranking como mecanismo de selección y que advierten del sesgo de la PSU son muchos y de fuentes muy variadas. No solo es un tema de justicia y equidad. El sistema actual es ineficiente pues no es capaz de recoger a los que más se beneficiarían del ingreso a la educación superior y que con mayor probabilidad terminarán sus estudios. Ciertas investigaciones demuestran que considerar el ranking al momento de seleccionar aumenta la tasa de titulación. Esto no sorprende cuando se considera que este instrumento mide, precisamente, su nivel de motivación y capacidad para comprometerse con sus estudios.
Entonces, si el diagnóstico es tan contundente, cómo explicar que sigamos teniendo un sistema como el que tenemos. La respuesta no es fácil y sin duda combina factores socioculturales, prejuicio altamente extendidos de que lo que refleja la PSU es el fiel reflejo de la realidad. Esto es, que los talentos no están homogéneamente distribuidos por la población. Un prejuicio tan establecido que incluso ha penetrado a los mismo estudiantes y profesores perjudicados. En esto hay que ser enfático. Si un profesor no cree que sus estudiantes podrán ingresar a la universidad, lo más probable es que esté en lo correcto. Es el reconocido fenómeno de la profecía autocumplida. Del mismo modo si un país y un gobierno (por mucho que en los bellos discursos se diga lo contrario) creen que la educación es un bien de consumo y hay sectores de la población que no pueden estudiar…la profecía lleva muchas décadas cumpliéndose.
Sin embargo, los prejuicios no lo explican todo. En prácticamente todos los colegios hay profesores de una excelencia profesional y humana destacable. Verdaderos misioneros de la esperanza que con un esfuerzo sobrehumano logran sacar adelante a sus estudiantes. Los sacan adelante, solo para enfrentarse al muro infranqueable de la PSU.
“Los cambios en el mecanismo de selección representan un peligro para los que están contentos con mantener las cosas tal como están”
Hay otra razón por la que la PSU sigue allí. No debemos ser ingenuos. Están quienes quieren que permanezca sin mayores cambios. Ya en el 2007, la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica exigió que se realizara una evaluación, por parte de un organismo independiente, de esta evaluación nacional. El 2010, después de mucho insistir, el gobierno de Sebastián Piñera anunció que se realizaría la evaluación. A pesar de esto, la licitación para encontrar el organismo a cargo de ningún modo satisface los requisitos mínimos exigibles. Las bases de ésta se hicieron bajo el asesoramiento de los mismos creadores de la PSU.
Tal como lo confirmó Jorge Manzi a CIPER, gran parte del contenido de estas bases de licitación surge de un documento hecho en 2007 por el Comité Técnico Asesor, en donde participa él y David Bravo, el otro autor de la PSU. No solo eso, Jorge Manzi incluso ha reconocido que los rectores de la Universidad de Chile y de Santiago, que integraban el grupo que evaluaría técnicamente las propuestas de la licitación, le pidieron al Comité Técnico (al que pertenece Manzi) su opinión sobre las ofertas que se presentaron. Finalmente, se adjudicó la licitación a Pearson Education. La principal razón para que esta empresa ganara la licitación fue su oferta económica: $176.153.458, casi la mitad que ofertó Australian Council for Educational Research Limited (ACER), una empresa sin fines de lucro.
Debido a la bases de la licitación, la oferta económica era sustituto a la propuesta técnica. Es decir, se optó por lo barato y no por lo mejor. El 26 de agosto pasado, la FEUC le manifestó sus dudas sobre la transparencia del proceso al Ministerio de Educación. Como manifiesta CIPER, Pearson ha estado involucrada en más de una decena de escándalos por mal evaluación de pruebas, errores en asignación de puntajes y desorganización en la aplicación de los exámenes que incluyen importantes atrasos en la entrega de resultados y errores de cálculo de puntajes. Las irregularidades en éstos suman y siguen, como lo publicó The Washington Post.
Muchas malas noticias. La verdad es que no pareciera haber una solución cercana. Si bien recientemente José Joaquín Ugarte, Jefe de Educación Superior del MINEDUC, anunció por la prensa la incorporación del ranking como criterio de selección para el próximo año, en aquel liceo de Maipú hay poca confianza. Los defensores del ranking me cuentan que ya llevan varios años escuchando que “el próximo año sí”, que el próximo año será el año en que llevaremos las palabras bonitas -como “justicia” y “equidad”- a la acción, pero nada pasa. Sin embargo, no todo es oscuro. Hay poca confianza, pero lo que hay de sobra es esperanza, voluntad y persistencia. Los cambios en el mecanismo de selección representan un peligro para los que están contentos con mantener las cosas tal como están. Está claro, no hay nada más peligroso que una persona con persistencia. Ojalá el próximo año en Chile haya suficientes “personas peligrosas” para que no se repita otro año la misma historia.

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