Columna de Juan Carlos TEDESCO sobre agenda educacional 2012
Diciembre 2, 2011

tedesco.jpg Publicada en El Cronista Comercial, edición especial ” La Visión de los Líderes 2012″, del 30/11/2011.
LA AGENDA EDUCATIVA DEL 2012
La agenda educativa del 2012 combina temas de coyuntura con otros de mediano y largo plazo. La articulación entre ambos es muy importante ya que es necesario asumir que es ahora cuando hay que tomar decisiones de largo plazo.
El año próximo comenzará, como es habitual, con la discusión sobre el piso salarial docente. Más allá de la cifra que finalmente se acuerde, sería muy importante que la paritaria avance en un tema fundamental: la definición de las bases de la carrera docente, tal como lo fija la Ley Nacional de Educación. Dicha ley establece que la carrera docente tendrá dos posibilidades: el ascenso a puestos de dirección y la posibilidad de ascender en el ejercicio mismo de la docencia. Reglamentar esta disposición legal permitirá salir del esquema actual donde casi la única variable para el aumento salarial de un maestro o profesor es la antigüedad. En este contexto será más legítima la discusión sobre las metodologías de evaluación del desempeño docente que algunas jurisdicciones (como la ciudad de Buenos Aires) están postulando.
Además del tema salarial y sindical, el año 2012 estará signado por la continuidad de una serie de programas ya iniciados y la necesidad de enfrentar con energía otros problemas que reclaman acciones urgentes. Será necesario continuar con la distribución de computadoras en la escuela media y las acciones complementarias que exige este programa: conectividad a Internet, capacitación de los docentes y diseño de materiales. En el mismo sentido, será preciso mantener el programa de construcción de escuelas, de manera tal que sea posible garantizar la obligatoriedad de la escuela secundaria, la obligatoriedad de una oferta pública de educación inicial y pre-escolar así como el gran desafío de aumentar la cantidad de escuelas de jornada extendida.
Con respecto a los problemas que reclaman acciones urgentes será necesario demandar el diseño y aplicación de programas integrales de emergencia social para las numerosas localidades del país donde se concentran carencias de empleos dignos, de vivienda, de condiciones sanitarias y, por supuesto, de una oferta educativa de calidad no solo para los niños y jóvenes sino para sus padres.
Con respecto al largo plazo, en el año 2012 será necesario debatir dos leyes muy importantes: la ley de educación superior y una ley que defina metas educativas para la próxima década y que establezca los mecanismos financieros para que dichas metas puedan cumplirse.
Con respecto a la educación superior, existe un consenso general acerca de la necesidad de disponer de un instrumento legal que reemplace la actual ley aprobada en la década de los años ’90. El marco político nacional ha cambiado profundamente y necesitamos una ley que responda a las exigencias de un proyecto nacional basado en la incorporación de progreso técnico a la producción, la innovación científica y la formación de profesionales con una fuerte conciencia ética acerca de la responsabilidad social que hoy adquiere el uso de los conocimientos. Desde este punto de vista, una posibilidad es que la nueva ley establezca la obligatoriedad de actividades de servicio social en todas las carreras.
Esta ley, asimismo, deberá incorporar dispositivos que permitan planificar la expansión de la educación superior tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. La obligatoriedad de la escuela secundaria, la expansión económica y las mejores condiciones de vida de los sectores populares permiten predecir una fuerte expansión de la matrícula de la educación superior. Planificar la expansión de la educación superior supone introducir mecanismos que garanticen mayores niveles de responsabilidad al uso de la autonomía universitaria, establecida por la constitución nacional.
La otra ley de mediano y largo plazo se refiere al tan ansiado objetivo de transformar las políticas educativas en políticas de Estado. Nuestro país hizo un primer ejercicio exitoso con la sanción y aplicación de la ley de financiamiento educativo, que estableció metas al año 2010. La Ley Nacional de Educación incorporó la obligación de destinar 6% del PIB a la inversión educativa. Hoy, por lo tanto, no se justifica tener una ley de financiamiento de la educación. Es necesario, en cambio, dictar una ley que fije metas y que establezca los montos y mecanismos financieros para se cumplan dichas metas. El plazo de una década es el más adecuado para este momento de cambios acelerados, ya que supera los plazos gubernamentales pero no crea una expectativa indefinida en el tiempo. La ley del Plan Decenal de Educación debería establecer mecanismos de monitoreo y la posibilidad de una revisión al cabo del primer quinquenio.
Desde el punto de vista del contenido de las metas educativas, estimo que existen diez puntos fundamentales: (i) universalizar una educación inicial de buena calidad desde los 45 días hasta los 5 años de edad, (ii) avanzar rápidamente en cumplir con la obligatoriedad de la escuela secundaria, (iii) mejorar en forma significativa los resultados de aprendizaje en lengua, matemática y ciencias, introducir la enseñanza de una segunda lengua desde la escuela primaria y fortalecer la formación ciudadana democrática de nuestros jóvenes, (iv) lograr la jornada escolar extendida para las escuelas de gestión estatal, (v) garantizar el acceso de los estudiantes con necesidades educativa especiales a escuelas inclusivas, (vi) disponer de un plan de construcciones escolares que satisfaga las necesidades de acceso y permanencia en la educación obligatoria, (vii) avanzar en la profesionalización de los docentes a través de políticas de formación inicial y continua, de definir las bases de una carrera docente y mejoras en las condiciones de trabajo, (viii) universalización del acceso a las tecnologías de la información, (ix) planificación de la expansión de la educación superior con mayores niveles de equidad y articulación con las necesidades del desarrollo productivo y (x) una activa política de formación profesional.
Si pudiéramos cumplir con esta agenda de trabajo, el año 2012 puede ser un año trascendental en la historia de la educación argentina.
Juan Carlos Tedesco

0 Comments

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

PUBLICACIONES

Libros

Capítulos de libros

Artículos académicos

Columnas de opinión

Comentarios críticos

Entrevistas

Presentaciones y cursos

Actividades

Documentos de interés

Google académico

DESTACADOS DE PORTADA

Artículos relacionados

Share This