Visiones y revisiones del nuevo Ministro de Educción
Julio 24, 2011

IMG_7845.JPG Planteamientos del nuevo Ministro de Educación, Felipe Bulnes (en la foto, diario El Corresponal), a pocos dias de asumir su cargo: positivo énfasis en ánimo de dialogo y búsqueda de acuerdos, discurso por ahora puramente táctico frente a la coyuntura, y ausencia de una agenda propia del gobierno.
¿Nada nuevo bajo el sol?
Trayectoria del conflicto educacional y cambio de mando en el Ministerio: Recursos a la mano en este Blog
(Al final de los Recursos, planteamientos del Ministro bulnes)
Manifiesto sobre la Educación Superior: Apuntes acerca de la universidad en tiempos de conflicto, 24 de julio de 2011
Un acuerdo para la educación superior, 24 de julio de 2011
El conflicto de las universidades: entre lo público y lo privado, 24 de jluio de 2011
Primeros pasos del nuevo Ministro de Educación, 22 de julio de 2011
La educación como bien de consumo, 21 de julio de 2011
El giro del conflicto hacia el nuevo Ministro de Educación, 21 de julio de 2011
Declaración del Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, sobre la crisis educacional, 20 de julio de 2011
Declaración del Rector de la USACH, 20 de julio de 2011
La protesta, ¿continua o se debilita?, 17 de julio de 2011
La negociación educacional y las voces del movimiento estudiantil, 14 de julio de 2011
Lucro: continua el debate…., 13 de julio de 2011
Más sobre el lucro: argumentos en el foro de la prensa, 12 de julio de 2011. Sobre el conjunto de temas de la reforma en discusión, ver:
Notas para un análisis de la coyuntura de la educación superior, 11 de julio de 2011
Tres entrevistas a propósito del debate sobre la educación superior, 9 de julio de 2011
Sigue los arguementos en torno a la reforma de la educación superior, 9 de julio de 2011
Propuesta del gobierno para la educación superior: Reacciones, 6 de julio de 2011
Expectativas desfraudadas, 3 de julio de 2011
— — El Gobierno no ha conducido el proceso y hoy día está más bien a la defensiva, arrinconado, 2 de julio de 2011
Giro: Ahora Gobierno explicitaría una política para la educación superior, 1 de julio de 2011
Estudiantes secundarios y terciarios rechazan propuestas del MINEDUC, 28 de junio de 2011
Mas sobre el lucro y los argumentos en el campo educacional, 26 de junio 2011
Oferta y demanda para soluciones en el campo educacional, 26 de junio 2011
Rector Fernando Montes S.J. y otros argumentos en torno al lucro en las universidades, 24 de junio 2011
Demandas y respuestas: el conflicto educacional, 23 de junio 2011
Respuesta del Ministro de Educación a peticiones universitarias, 22 de junio 2011
Argumenos para el debate sobre el lucro, 19 de junio 2011
De cara al paro de mañana en educación: posicionamiento de actores relevantes, 16 de junio 2011
Evolución de las demandas estudiantiles de la enseñanza secundaria, 13 de junio 2011
Malestar universitario, 13 de junio 2011
Opiniones y demandas sobre la política de educación superior, 12 de junio 2011
Planteamientos en torno al Paro Nacional del 16 de junio convocado por actores de la educación, 11 de junio 2011
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A continuación, los planteamientos del Ministro Bulnes
Ministro de Educación:
Felipe Bulnes: “Viene un ciclo en que gobierno y oposición nos vamos a entender”
Secretario de Estado plantea que las encuestas muestran que la opinión pública espera que la clase política reaccione con mayor entendimiento.
por M.J. Pavez y C. Araya, La Tercera, 24v de julio de 2011
El ministro Felipe Bulnes guarda en el nuevo escritorio una carta de Sergio Bitar. El ex secretario de Estado, que dirigió Educación en la administración de Michelle Bachelet, cuenta en su misiva los detalles de su gestión y le recomienda leer algunos libros útiles para dirigir la cartera. Se trata de una de las decenas de contactos que ha mantenido Bulnes con dirigentes de la Concertación desde que el lunes pasado dejó Justicia y el Presidente Sebastián Piñera le encomendó suceder a Joaquín Lavín, en medio de las movilizaciones estudiantiles.
Bulnes fue uno de los candidatos para ingresar al comité político de La Moneda y, para muchos, su desembarco en Educación es una prueba de que entró a las “ligas mayores” de la política. Del cambio de gabinete parte elogiando la gestión de Lavín, defiende la designación de senadores en el Ejecutivo y afirma, una y otra vez, que él no es un potencial presidenciable, como se señaló esta semana desde el propio gobierno.
¿Cómo espera relacionarse con la Concertación en su nueva cartera?
Como en todo tema, vamos a tener diferencias, pero a mí no me asustan. Lo que me motiva es descubrir cómo vamos a construir consensos y para eso ayudan relaciones de lealtad, confianza y franqueza. Ellos saben que, diferencias aparte, por lo menos vamos a disentir en lo que vale la pena, que son las grandes ideas, pero no en la discusión chica, porque no es mi ánimo y en ellos tampoco he encontrado una conducta que pueda criticar. Estamos ante una posibilidad histórica y esto nos obliga a actuar con poco dogmatismo y visión de saber descubrir en qué punto intermedio nos encontramos para realizar esos cambios, más que hacer profecías de nuestras propias convicciones e ideologías. Haré lo que en el pasado hice en Justicia, no voy a cambiar el modus operandi.
¿Está abierta la Concertación para acercar posiciones en Educación?
Espero que sí. No quiero hablar por ellos, porque no me corresponde y sería una falta de respeto decir que me han comprometido ningún apoyo, porque no ha sido el caso, pero sí he visto una disposición de sentarse a discutir en serio cómo mejoramos la educación. Creo que es un buen comienzo.
¿Ve viabilidad política para iniciar una etapa de grandes acuerdos?
Todas las relaciones políticas de gobierno y oposición pasan por ciclos donde en algunos se vuelve más fácil gestar los acuerdos y en otros ciclos se vuelve más difícil. Estoy convencido de que va a venir un ciclo donde gobierno y oposición vamos a ser capaces de entendernos con especial fuerza. Las encuestas son termómetros de que la gente tiene expectativas de que la clase política reaccione con mayor velocidad, más entendimiento y menos conflicto para solucionar sus problemas.
Algunos ministros han señalado que usted es un presidenciable.
Derechamente, no tengo ninguna aspiración de correr la carrera presidencial. Yo no digo esto como un no, pero sí. En cosas como candidaturas me siento completamente soberano de mis decisiones.
Lavín se descapitalizó en Educación. ¿Le preocupa pasar por lo mismo?
Por supuesto que es algo que uno se plantea. Pero no me preocupa para nada perder capital político, porque no estoy construyendo una carrera política. Eso va en línea con lo que señalaba, por lo tanto tengo una libertad, en ese sentido, total. Entiendo que este es un trabajo y una cartera complicada, con desafíos gigantescos y que, además, me toca asumirla en un momento muy convulsionado. Dentro de los ministros soy una persona relativamente poco conocida y no me siento cargando el estandarte de candidato. Que no se lea en eso que aquellos que tienen servicio público y, además, aspiraciones de carrera política sería algo que me parece negativo, porque me parece muy positivo.
¿A qué presidenciable ve con más posibilidades en el gabinete?
A Rodrigo Hinzpeter, Laurence Golborne, Andrés Allamand, Pablo Longueira, Evelyn Matthei. El destino dirá cuál es el llamado, pero creo que el gobierno presenta extraordinarias cartas para enfrentar la próxima candidatura presidencial.
¿Es de los que piensan que la Alianza podrá continuar en el gobierno en el próximo período?
Creo que sí. Ninguno de los dos bloques políticos están particularmente populares. Creo que la Alianza ganará un próximo gobierno porque se están haciendo cambios muy relevantes y se van a empezar a notar con especial fuerza. Ha habido cosas negativas y uno tiene que tener humildad, como lo dijo el Presidente, en algunas cosas nos hemos equivocado y a lo mejor en el futuro también nos vamos a seguir equivocando. Pero errores aparte, la tendencia va a dejar un saldo muy positivo y esa va a ser la plataforma
¿Cree que el ingreso de Andrés Chadwick y Pablo Longueira al gabinete pondrá término a las críticas UDI?
Es una mirada muy miope creer que ambos entran para hacer un contrapeso. Aquí se está buscando a dos figuras potentes para este segundo tiempo. Tampoco hay que extrañarse que se tenga que recurrir al Senado cada vez que se necesitan figuras talentosas, porque la Alianza sólo tuvo ese espacio de participación política durante los últimos 20 años, porque la Concertación era gobierno. Es natural que los talentos estén mayoritariamente concentrados ahí.
El fin de las movilizaciones
¿Qué estrategias impulsará para resolver el conflicto estudiantil?
Corresponde reconocer el mérito que tuvieron los estudiantes de levantar la voz e instalar al centro del debate la necesidad de implementar reformas profundas a nuestro sistema de educación. Particularmente, al sistema de educación superior. Eso no lo veíamos hace mucho tiempo y lo destaco. Pero también hay que entender que hay tiempos y tiempos, y lo que ha sido un movimiento virtuoso y democrático, corre el riesgo de transformarse en un movimiento intransigente y antidemocrático y, por lo tanto, lo que corresponde ahora es sentarse. Los diagnósticos están compartidos, hay un consenso respecto de los problemas de calidad, de equidad, de endeudamiento, de falta de regulación que afecta al sistema de educación superior, pero ahora lo que se necesita es dialogar. Decidí iniciar una ronda con todos los actores.
No mencionó a los secundarios, ¿qué hará al respecto?
Se está trabajando en materia de educación escolar y eso es parte de una agenda que es importante. El año pasado se introdujeron reformas sustantivas al Estatuto Docente. Son cosas que van a producir cambios en el mediano y largo plazo. También estamos tramitando, y yo creo que vamos a llegar a acuerdo, en el aumento de la subvención escolar preferencial. El Presidente ha anunciado incrementos importantes en la subvención escolar para los años que vienen. Hay que trabajar en todos los ámbitos de la educación: preescolar y escolar y la educación universitaria.
En términos de las demandas actuales, ¿hay respuestas para la desmunicipalización y que la tarjeta estudiantil funcione todo el año?
La desmunicipalización se adoptó, hay un compromiso ya por ley de presentar en septiembre alternativas a los colegios municipalizados, por lo tanto, ahí también hay una propuesta y en su momento se irá viendo, pero esto no puede quedar reducido a una negociación chica cuando estamos discutiendo de reformas grandes.
¿Cómo negociar con los estudiantes movilizados?
Estamos en una sociedad de derechos y deberes. Aquí hay que empezar a enfatizar y yo lo voy a hacer más allá de mi disposición al diálogo real y genuina, que también tenemos deberes. Es deber de los alumnos ir a clases, porque se hace una paradoja que protestando por mejoras en la educación, la forma de implementar esta protesta sea no asistiendo a clases. Hay una responsabilidad también de los padres, de preocuparse de que sus hijos logren asistir a clases, y tener presente que hay muchos alumnos que hoy día están siendo, de alguna manera, esclavos de la decisión de otros que no quieren que vaya a clases. Cada uno tiene su cuota de responsabilidad.
¿Cómo va a enfrentar las protestas, que ya llevan más de dos meses?
Es relevante señalar que se está poniendo en riesgo severamente el año escolar y que esto va a afectar las subvenciones que van a recibir los municipios. Todos aplaudimos la creatividad en las manifestaciones, el vigor con que se han expresado, pero no estamos viendo que hay una contracara y que son costos. Esta generación, y sobre todo los alumnos que están en toma, está perdiendo días de clases; están de alguna manera comprometiendo su capacidad de educarse y eso no es irrelevante. Llegó el tiempo de sentarse, dialogar y de empezar a trabajar. El tiempo de las manifestaciones fue virtuoso, pero llegó a su fin.
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El flamante ministro Felipe Bulnes:
“Yo no vengo a Educación a cuidar una carrera política ni una aspiración presidencial”

El sucesor de Lavín en una de las carteras más complejas del actual gabinete analiza las modificaciones del equipo ministerial, afirma que no se siente “ascendido”, que no les teme a las bajas de popularidad y que una de las medidas más urgentes es bajar la tasa del crédito con aval del Estado a 4% y renegociar la deuda de los morosos del crédito solidario.
Gabriel Pardo, El Mercurio, 24v de julio de 2011
Felipe Bulnes Serrano (41 años, casado, un hijo) es de esos tipos que llevan la corbata bien puesta, la camisa impoluta, el zapato bien lustrado, el pelo cuidadosamente cortado mes a mes. Un abogado enérgico que sube de dos en dos las escaleras, pero que a la hora de las fotos parece un niño en primer día de colegio. Ríe poco, se le ve apurado, frunce el ceño. No se sabe del todo si es por su personalidad o porque el Presidente Piñera el domingo pasado le pidió hacerse cargo de una de las carteras más complejas del gabinete.
Se dice de él que comenzó a militar en RN a los 17 años, que es un destacado abogado litigante, que hizo un master en derecho en Harvard, que el Mandatario le tiene mucha confianza. También se suele decir de él que es descendiente de tres ex presidentes (Francisco Antonio Prieto, Manuel Bulnes Prieto y Juan Luis Sanfuentes), cuestión que nunca se encarga de recordar.
Y ahora, aunque él dice que no lo busca, aparece en los medios en las listas de presidenciables del gabinete.
-Educación es una cartera “mataministros”. ¿Cómo espera defenderse de una posible caída?
-Lo que tengo claro es que yo no vengo a Educación a cuidar una carrera política, porque no tengo ninguna aspiración presidencial. Lo que yo vengo a hacer es a sacar adelante una reforma que le puede cambiar la cara a la educación de Chile. Por lo tanto, tengo la total libertad para tomar las decisiones que en su momento puedan ser más o menos populares. Además, ya tenemos potenciales candidatos que son muy buenos.
-Por otro lado, se ha dicho en los análisis políticos que había que “cuidar a Lavín” como presidenciable cambiándolo de Educación y potenciándolo en el Ministerio de Desarrollo Social.
-Yo creo que eso está fuera de la ecuación. Joaquín Lavín hizo un gran trabajo en el Ministerio de Educación, generó reformas y acuerdos y realizó una normalización en el sistema educacional después del terremoto.
-¿Cree que complicó al ministro haber sido accionista de la Universidad del Desarrollo para futuras negociaciones?
-Mi impresión es que él había avanzado en los temas de la cartera de Educación y estaba, digamos, pudiendo empezar a perder eficacia para las etapas que venían. Por lo tanto, es razonable pensar que su aporte podía ser mucho más potente hoy día desde el Ministerio de Desarrollo Social. Pero si fue ese factor u otro, como puede ser el desgaste mismo de la movilización y el paro, entraría a especular.
-Se comenta que usted pudo llegar incluso al equipo político, a Interior o a la Segpres…
-La única conversación que yo tuve con el Presidente respecto de eventuales designaciones fue cuando hablamos para que yo asumiera Justicia y cuando me llamó para que asumiera Educación. No he tenido ninguna otra conversación con él sobre asumir una cartera distinta.
-Una de las interpretaciones de este cambio de gabinete es que el Presidente Piñera tuvo que pagar un costo alto ante la UDI para mantener al ministro Hinzpeter.
-Yo no veo el cambio de gabinete como una especie de mecanismo de compensación. ¿Quién puede discutir que Pablo Longueira tiene un liderazgo y una trayectoria de servicio público que van a ser especialmente útiles para el Gobierno o, en el caso de Andrés Chadwick, quién discute que es una persona extraordinariamente talentosa?
-También se ha dicho que a Laurence Golborne se le está “protegiendo” como presidenciable llevándolo a Obras Públicas.
-En su momento, cuando se le entregó el Ministerio de Energía, se decía que se le estaba poniendo en un lugar muy difícil… En realidad, su talento lo está llevando a tomar cada vez responsabilidades de mayor envergadura.
-¿Y en el caso de Felipe Bulnes también es así?
-En el caso de Felipe Bulnes… no, no voy a hablar como los futbolistas (dice riéndose al darse cuenta que usó la tercera persona). En mi caso sería completamente pretencioso hacer esa lectura. Lo que creo es que el Presidente vio que tenía las aptitudes precisas para la etapa correcta. Pero no me siento promovido, ni ascendido.
-Uno de los argumentos que se han planteado es su capacidad negociadora con la Concertación con miras a un acuerdo en Educación.
-No voy a hacer una especie de apología de cuáles son mis virtudes. Lo que sí puedo decir es que durante el año y medio de gestión que he llevado en Justicia, logré establecer relaciones de confianza, de franqueza y de sinceridad con varios representantes de la Concertación, y eso por supuesto siempre ayuda a gestar acuerdos.
“No les tengo miedo a los movimientos ciudadanos”
-¿Una de sus misiones es lograr neutralizar los paros y las tomas?
-Yo no asumí el Ministerio de Educación para ponerle término a un paro, ni para desmovilizar las tomas, ni mucho menos.
-Pero ha señalado que ya no es el tiempo de paros y tomas.
-Los estudiantes han tenido el mérito de haber sacado la voz y haber instalado, con mucho mayor apuro de lo que lo venía haciendo la clase política, la necesidad de implementar reformas que son urgentes. Yo no les tengo miedo a los movimientos ciudadanos, no es algo que me genere inquietud. Pero también llega un momento en que los movimientos que se eternizan y no saben darse cuenta de que han sido muy exitosos, empiezan a conspirar contra sus propios objetivos. Hoy día los movimientos ya se están transformando en una dificultad para que empecemos a dialogar y trabajar.
-¿Cuál diría que es una de las medidas más urgentes que hay que afrontar hoy en su cartera?
-La medida más urgente es ir a atacar a la vena la situación de aflicción en la cual se encuentran muchos estudiantes y familias respecto del tema del endeudamiento. Tenemos que reducir la tasa del Crédito con Aval del Estado al 4% y renegociar los deudores que están morosos en el Crédito Solidario. Eso tenemos que hacerlo ya. Y es algo a lo que estoy abocado. Pero reducir el tema de la educación simplemente a un problema de plata y endeudamiento sería miope. Los problemas son múltiples y también hay que actuar rápidamente en materia de la calidad de sistema, en mejorar los sistemas de acreditación y la regulación a través de instancias como la Superintendencia de Educación.
Lucro: “No está en la prioridad de mi agenda”
-El debate sobre el lucro en la educación superior está abierto y ha generado amplia polémica. ¿Cuál es su opinión personal sobre el lucro en la educación?
-Yo soy abogado, y por lo tanto, mi primera guía en este tema es hacer cumplir la ley. Si la ley dice que las universidades no pueden tener fines de lucro, lo que me corresponde es fiscalizar que eso se cumpla. Ahora, ¿estaremos disponibles para aceptar universidades con fines de lucro? No está en la prioridad de mi agenda. No tengo claro exactamente cuáles serían las ventajas y desventajas de aceptar ese modelo, y si esa discusión el día de mañana se quiere promover, será responsabilidad de aquellos que están convencidos de que es algo bueno y demuestren sus beneficios.
-¿Cree que las críticas que han recibido las universidades privadas en este sentido puede afectarlas?
-Me preocupa que se empiece a estigmatizar a las universidades privadas, porque han tenido un rol en aumentar la cobertura en materia educacional. Pero eso no puede ir aparejado de ninguna de las dos siguientes cosas: que se entienda que eso lleva aparejada la licencia para lucrar cuando las reglas del sistema son sin lucro. Y en segundo lugar, que la cobertura tiene un valor en sí misma, porque si no va acompañada de calidad, no sirve.
-El Consejo de Rectores durante las negociaciones ha sido crítico del gobierno e incluso en el oficialismo se les calificaba como un “obstáculo” para avanzar en un acuerdo.
-Yo me junté con el Consejo de Rectores para dar continuidad a las conversaciones que habíamos sostenido con el Presidente y el ministro Lavín y tenemos un entendimiento muy claro de cómo avanzar. En ningún caso lo etiquetaría de un obstáculo o una dificultad. Hay que entender que legítimamente todos los actores defienden intereses muy atendibles.
-¿Cuál diría que es la principal falencia que dejaron los gobiernos de la Concertación en materia educacional?
-Yo no voy a empezar a apuntar con el dedo a gobiernos anteriores. Sería una torpeza política que no corresponde.
-Usted está a cargo del área que está peor evaluada en el gobierno y que ha enfrentado las movilizaciones más masivas. ¿No teme que la popularidad de la administración piñerista siga bajando?
-Hoy día estamos en una sociedad más impaciente, que demanda soluciones más inmediatas. Pero nosotros no estamos bajo el yugo de la popularidad de las encuestas, porque al final así es imposible construir una agenda de largo plazo. Yo como ministro de Justicia, no me preocupé, ni tenía la inquietud de ser un ministro popular, sino de hacer bien mi trabajo.
“Quedamos bien avanzados en la reforma procesal civil”
-¿Tenía alguna relación con su sucesor en Justicia?
-A Teodoro Ribera yo lo ubicaba. Había estado con él varias veces. Es un abogado de gran prestigio y además fue diputado así que conoce muy bien el mundo político.
-Respecto del balance de su gestión en el Ministerio de Justicia, ¿cuáles fueron las metas cumplidas?
-En un año y medio es imposible dejar metas completamente cumplidas, pero vamos muy bien avanzados en la reforma procesal civil. También logramos implementar los pilotos de justicia vecinal, que es una experiencia que está en evaluación, pero ya en los meses que llevaba se demostraba muy exitosa. En materia carcelaria yo creo que logramos instalar con especial fuerza algo que se echaba de menos, que era el concepto de dignidad del preso. Además de impulsar las medidas alternativas a la cárcel, que van a ser vitales para la coherencia del sistema. Por otra parte dejamos en avance reformar el sistema de notarios y conservadores. Sé que quien me sucede tiene tanto o más talento que yo para llevar a puerto esas medidas.
-¿La tragedia de la cárcel de San Miguel fue la experiencia más dura que vivió como ministro?
-Es de los momentos más duros que he vivido como persona, no sólo como ministro.
La tranquilidad que tengo es que, a pesar de lo duro que fue y de vivir todo el dolor de las familias de los 81 fallecidos, es que el tema carcelario no apareció en mi agenda producto de lo de la cárcel de San Miguel. Yo estaba trabajando mucho antes en eso y esa fue la gran tranquilidad moral que tuve para enfrentar un momento así de difícil.

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