Chile 2010: lecturas de la ruptura ideológica
Marzo 10, 2010

NAC_INT_web_38.jpg Jorge Edwards y yo, junto con el Embajador Martínez de Villarreal, participamos ayer en una converscaión debate sobre el cambio de gobierno en Chile, en el marco de actividades de la Casa de América en Madrid. A continuación opiniones de los participantes publicadas por la prensa de España en el día de hoy.
Un mandato presidencial marcado por la tragedia
El PAÍS orquesta un diálogo entre el escritor Jorge Edwards y el sociólogo José Joaquín Brunner
ANNA-MARIA HOLLAIN – Madrid – El País, 10/03/2010
Dos pensadores chilenos, el escritor y periodista Jorge Edwards, premio Cervantes de Literatura en 1999, y el sociólogo José Joaquín Brunner, que fue ministro en el Gobierno de Eduardo Frei (1994-1998), visitaron ayer la Casa de América de Madrid para hablar sobre los retos del futuro político chileno. A 10 días del devastador terremoto que destrozó gran parte de la infraestructura del país y a dos días de la toma de posesión de Sebastián Piñera, en una entrevista concedida a EL PAÍS ambos insistieron en la importancia de grandes alianzas para poder afrontar un largo periodo de reconstrucción.
Pregunta. ¿Cuáles son las causas del fin del Gobierno de la Concertación?
Jorge Edwards. Han sido 20 años de Concertación y el balance es muy bueno. Pero, a mi juicio, en el último tiempo ha habido un desgaste notorio de la Concertación. Aposté por el cambio en este Gobierno, es decir, por el voto a otra alternativa, porque pienso que para que Chile llegue a ser una democracia moderna, liberal, normal, es necesario que pueda haber alternancia y que la derecha o el centroderecha no estén satanizados o culpabilizados.
José Joaquín Brunner. Creo que el factor principal es la paradoja que se produjo en Chile: un alto apoyo a la presidenta que se va a ir, con alrededor del 80% de popularidad, una cifra absolutamente desconocida, y un apoyo decreciente a la Concertación como coalición de Gobierno. La coalición de centroizquierda tiene una responsabilidad enorme: con el tiempo fue perdiendo su principal capital político, que era un enorme sentido de la responsabilidad gubernamental.
P. ¿Se puede decir, entonces, que el tiempo de la Concertación ya se ha acabado?
J. E. La derecha tiene que conquistar el centro para poder ser Gobierno en una situación así, pero la izquierda también tiene que conquistar el centro. La derecha hizo un buen esfuerzo para conquistar el centro en esta elección. Y, en cambio, el centroizquierda se equivocó: incorporó a sectores de extrema izquierda y descuidó el centro. Y eso fue decisivo, a mi juicio, en el resultado.
J. J. B. Si el centroizquierda en Chile ha de tener alguna posibilidad próxima de retornar al Gobierno, es solamente en la medida en que logre mantenerse algún tipo de coalición semejante a la Concertación, donde esté la vertiente cristiana y la vertiente socialista laica, que satisfaga a los sectores de centro liberales que creen en el mercado. En fin, ése es el tipo de coalición que puede realmente competir con la derecha o el centroderecha en Chile. Necesitamos grandes alianzas.
P. ¿Cómo determinará el seísmo del 27 de febrero los primeros pasos de la nueva Administración?
J. E. El primer problema después de un terremoto ?y eso lo sentí en carne propia? es la incomunicación. Lo primero que quise hacer fue llamar a una hija mía y no tenía teléfono. Imagino que todos los planes cambiarán a partir de ahora, porque la prioridad número uno es la reconstrucción del país.
J. J. B. Esto tiene dos consecuencias en el plano estrictamente político. Una, no cabe ninguna duda de que el Gobierno va a tener que reformular sus planes, en un escenario completamente distinto al escenario real en que ahora va a asumir el poder. Dos, la gestión del proceso de reconstrucción. Y eso va a durar prácticamente todo el periodo de Gobierno.
J. E. Y tendrá que continuar durante el siguiente mandato…
J. J. B. Es cierto. Piñera ya ha dicho, por ejemplo, que tenía pensado un gran plan de inversión en materia hospitalaria. Eso tendrá que ser modificado, porque va a haber que hacer esa misma gran inversión, pero en la reconstrucción de los hospitales que han sufrido devastadores consecuencias. En el terreno político, supondrá un cambio en el clima de convergencia y de acuerdos. Es muy difícil imaginar que un país pueda realmente hacer frente a la emergencia sin un gran espíritu de unidad y de acuerdo.
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Jorge Edwards: «No hay ningún peligro de involución pinochetista en Chile»
Poco antes de la toma de posesión del nuevo presidente conservador, dos intelectuales chilenos descartan cambios en política exterior, aunque creen que el seísmo le obligará a replantearse su programa
El escritor Jorge Edwards (derecha) y el académico José Joaquín Brunner, ambos chilenos, ayer en la Casa de América
CARMEN MUÑOZ | MADRID, ABC, 10/03/2010
Con el reciente terremoto en su país como telón de fondo, dos reconocidos pensadores chilenos de diferentes tendencias ideológicas coincidieron ayer en Madrid en que el regreso de la derecha al poder, de la mano de Sebastián Piñera, no representa ningún riesgo de involución democrática. El escritor Jorge Edwards y el académico José Joaquín Brunner intervinieron ayer en la Casa de América para explicar el viraje ideológico y los retos del Gobierno que mañana toma posesión. En muchos aspectos, como Brunner puntualiza en esta entrevista, lo que les separan son «matices».
Poco antes del debate, el Premio Cervantes 1999 advirtió a ABC que «no habría votado por el centroderecha si pensara que podía haber algún vestigio del pinochetismo». El intelectual liberal recordó que fue «uno de los enemigos más activos» del dictador e insistió en que «no hay ningún peligro de involución de tipo pinochetista hoy en Chile».
«No son hijos de Pinochet»
El socialdemócrata José Joaquín Brunner, que fue ministro secretario general de gobierno con Eduardo Frei, asegura por su lado que aunque no lo votó, «Piñera no es una amenaza a la democracia, no son los hijos de Pinochet los que llegan al poder». El sociólogo y analista político considera además que «no es un Gobierno que venga a desmantelar los múltiples beneficios sociales que impuso la Concertación» (coalición en el gobierno durante las últimas dos décadas). Brunner se muestra convencido de que los procesos por las violaciones a los derechos humanos «van a seguir su cauce».
Los dos pensadores coinciden también en que la tragedia del terremoto es una oportunidad para buscar el consenso con la oposición. Edwards, que representará al Ejecutivo en un consejo de cultura, estima que «todo su programa se tiene que replantear, ahora tiene que ser de reconstrucción y hay que hacerlo con una especie de unidad nacional». Para realizar bien la reconstrucción, Brunner señala que el empresario conservador deberá emprender «una profunda modernización del Estado». El ex ministro piensa que el «homogéneo» Ejecutivo «va a tener que ser particularmente cuidadoso con los conflictos de intereses» empresariales.
Ambos consideran que no habrá grandes cambios en política internacional, y coinciden en que Piñera sólo matizará el discurso hacia Cuba o Venezuela. Edwards, ex embajador en Cuba, cree que la muerte del disidente Zapata es un «escándalo político». Brunner, por último, lo considera «un hecho más que confirma la política dictatorial en materia de derechos humanos».
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“Piñera podría endurecer política hacia Cuba y Venezuela”
Reporte 360, Madrid, 9 marzo 2010
A dos días de que Sebastián Piñera tome posesión como presidente de Chile, el ex ministro del Gobierno de Eduardo Frei (1994-2000), José Joaquín Brunner mencionó sobre la política exterior que, a partir de ahora, “puede haber matices del discurso” ante Cuba y Venezuela
Madrid, EFE- El presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, no introducirá “grandes cambios” en la política exterior de su país, aunque podría endurecer su postura ante Cuba y Venezuela, afirmó este martes el ex ministro chileno José Joaquín Brunner.
“No creo que se vaya a producir un cambio de lo que tienden a ser históricamente los parámetros gruesos de la política internacional de Chile”, dijo Brunner en una entrevista, durante su visita a Madrid para participar en una conferencia en la Casa de América.
“Puede haber en el discurso un mayor énfasis en la proclamación de valores democráticos y de derechos humanos frente a un régimen como el cubano y el Gobierno de (Hugo) Chávez en Venezuela”, indicó el ex responsable gubernamental, al calificar esos gobiernos como “una suerte de caudillismo populista”.
En las relaciones vecinales con Argentina, Perú y Bolivia, el Ejecutivo de Piñera “va a seguir el cauce histórico” y “no va a haber ahí grandes modificaciones”, aseveró Brunner.
Además, subrayó, la “alianza con Brasil va a ser históricamente un eje. Chile siempre ha mirado a Brasil y ha tenido un muy buen entendimiento”.
Según Brunner, el presidente electo “buscará mantener muy buenas relaciones” con Estados Unidos y Canadá, así como con la Unión Europea (UE) y con el Asia-Pacífico.
Piñera se convertirá el próximo jueves en el primer jefe de Estado chileno de la derecha legitimado democráticamente en más de medio siglo, al tiempo que romperá con veinte años de gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia, que aglutinó a la oposición contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Sin embargo, el terremoto que ha asolado Chile y ha dejado casi 500 muertos obligará a Piñera a “repensar” su programa gubernamental “a la luz de la exigencias de la etapa de emergencia, que es la inmediata, y luego la etapa de reconstrucción, que va a marcar buena parte de su Gobierno”, opinó el antiguo ministro.
Asimismo, el líder derechista “va a tener un cuadro político de relaciones con la oposición distinto”, ya que “la oposición también tiene que reaccionar otorgándole al Gobierno todo el apoyo necesario para gestionar bien la emergencia y la reconstrucción”.
Preguntado sobre la idoneidad de la alternancia política acaecida recientemente en Chile, Brunner respondió: “Yo, que no voté por Piñera y he votado y sigo votando por la Concertación, no lo veo para nada con malos ojos”.
“No soy de aquellos -continuó- que piensan que este cambio significa una suerte de amenaza política para el país. Creo que la democracia es así. Son veinte años, que es un enorme periodo en democracia para que una coalición esté en el Gobierno”.
“El pueblo -concluyó- ha elegido a otro Gobierno y me parece que eso le va a introducir un dinamismo, una cierta revitalización tanto al Gobierno como a la Concertación, que se va a ver obligada a repensar su papel en la sociedad chilena desde la oposición”.
Acerca de las diferencias entre la derecha democráticamente elegida y la derecha pinochetista, Brunner aseguró no albergar “ninguna duda que ésta es otra derecha distinta que está dispuesta a jugar con toda la incertidumbre del régimen democrático”.
Aunque el Gobierno de Piñera “va a estar muy marcado por el sismo”, el antiguo ministro de la Concertación considera que también tiene por delante otros desafíos, como “la modernización del Estado” y la “enorme necesidad de modernizar la gestión pública”.
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Permitirá democracia “estable y consolidada” que Piñera supere retos
Madrid, 9 Mar (Notimex).
La democracia en Chile es “estable y consolidada” y ello permitirá al presidente electo Sebastián Piñera superar desafíos pendientes y los nuevos retos surgidos tras el terremoto del 27 de febrero pasado, coincidieron hoy aquí expertos.
El escritor chileno Jorge Edwards, el ex ministro José Joaquín Brunner y el ex embajador español José Antonio Martínez de Villarreal, destacaron aquí que la democracia de Chile es “estable y consolidada” para permitir entrar en ese proceso.
En un evento en Casa de América de la sección “T+: Lecturas desde la ruptura ideológica”, los tres participantes analizaron la situación en que la Concertación perdió el poder en las recientes elecciones en Chile y cómo una alternancia que iniciará el gobierno en dos días “es benéfica para el país”.
Edwards, quien confesó que votó por Piñera por creer en la necesidad de la alternancia y por desestimar los acercamientos de la Concertación con los comunistas chilenos, reconoció que existen los conflictos de intereses (empresariales) señalados a Piñera y su equipo.
No obstante, expuso que eso debe mostrar “la virtud de la eficiencia empresarial para recuperar el dinamismo económico que se ha perdido en los últimos años con la Concertación y hacerlo sin perder el control político”.
Aseguró que mucha gente le pregunta por qué dejó de votar a la Concertación y dijo que no se ha vuelto de la derecha política, ni busca ser embajador ni ministro.
“He creído en la necesidad de una alternancia en el país, y en que una democracia moderna como la chilena se puede dar esa oportunidad de continuar con su crecimiento”, expuso.
“Tengo un innato optimismo en que con Piñera se pone la culminación al trabajo de la Concertación, que ha sido estupendo”, agregó.
El ex ministro del gobierno de Eduardo Frei, José Joaquín Brunner, recalcó que con el gobierno de Piñera se prevé “la continuidad” de lo realizado por los anteriores gobiernos, pero “con énfasis en ordenar la acción ante la devastación del terremoto”.
Comentó que ante los efectos sociales, económicos y de infraestructuras, se observará la gestión del gobierno muy enfocada a la salud, la educación, la vivienda y las obras públicas.
Expuso que sí existe el riesgo “de fusiones” entre el poder público y empresarial, en el que también influyen sectores culturales y con el favoritismo de los medios, y eso no tanto de Piñera sino como de algunos de sus ministros.
Refirió que el nuevo gobierno deberá ser cuidadoso en el proceso de reconstrucción del país de la exclusión social y la seguridad ciudadana.
“Pero sobre todo seguirán con los acuerdos para que la sociedad se siga desarrollando en un horizonte de los próximos 10 a 20 años”, abundó.
Martínez de Villarreal remarcó que aún quedan retos pendientes en el país sobre las que deberá trabajar Piñera, como las diferencias en la distribución de la riqueza, “toda vez que el cataclismo puso de manifiesto que los pobres son los peores parados en la catástrofe”.
El embajador español añadió que el terremoto trastocó mucho al país y será determinante al menos en los tres primeros años del gobierno de Piñera, que tendrá como prioridad la reconstrucción del país.
Consideró que en unos días se verá lo que marcará la dirección política del país, con la salida de la presidenta Michelle Bachelet y la llegada de Piñera a la presidencia.
“Bachelet y Piñera escenificarán lo que vendrá para Chile en los próximos años. Soy optimista con Chile, y quizá sea una prueba de humildad, pero creo que el país tiene mucho futuro brillante como ha sido en los últimos años”, abundó.

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