El estudio Capital Humano en la Región de Tarapacá, publicado conjuntamente por Javiera Bonnefoy, Gregory Elacqua, Soledad González y José Joaquín Brunner, y editado por Patricia Castillo, ofrece una descripción y análisis de estado actual del capital humano en dicha Región y lo compara a nivel nacional.
Este estudio se realizó mediante un convenio entre la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, a la cual pertenecen sus autores, y la Universidad de Tarapacá, y contó con el patrocinio y apoyo del Gobierno Regional de la región de Tarapacá.
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Anteriormente, la Universidad Adolfo Ibáñez publicó Capital Humano en Chile, estudio realizado por JJ. Brunner y G. Elacqua (2003).
Resumen ejecutivo
El presente Informe realiza una descripción del estado actual del capital humano de la Región de Tarapacá con el propósito de generar una batería de conocimientos y herramientas que permitan realizar un diagnóstico actualizado y pertinente del capital humano y del sistema educativo de la región. Para ello se compara la Primera Región con la situación del país y, en los casos en que se disponga de información pertinente, con la situación a nivel internacional. En este último caso, se ha utilizado la muestra de países incluida en el Informe Capital Humano en Chile realizado por J.J Brunner y G. Elaqcua el año 20031.
En este informe sobre la Primera Región, el estado del capital humano se describe, en primer lugar, en cuanto a su volumen y distribución –Parte I-.
En segundo lugar, se analiza la formación y desarrollo del capital humano, poniendo especial atención a los resultados de la etapa escolar y a aquellos factores que podrían estar influyendo en dichos resultados – Parte II- .
Por último, se analiza el sistema de educación superior el cual está encargado de formar a los profesionales y técnicos calificados que componen el capital humano avanzado de una población– Parte III-.
El núcleo del Informe está conformado por una exhaustiva revisión de las principales variables que permiten comprender el funcionamiento del sistema educacional de la Región de Tarapacá en todos los niveles. En efecto, en éste se prepara el futuro del país y de la región en particular: su capacidad de asegurar el crecimiento económico de mediano plazo y crear mayores oportunidades para su población.
La metodología utilizada para recolectar dicha información se centró en el procesamiento y análisis de fuentes de información secundarias de organismos públicos nacionales e internacionales tales como, Mineduc y SIMCE, encuesta CASEN, OECD, UNESCO, etc.
El debate con respecto a la educación en Chile pone de manifiesto que, a pesar de los cambios y progresos que ha experimentado el sistema, éste no está en condiciones de responder a las necesidades de más largo plazo que se requieren para asegurar el desarrollo sostenido del país. Uno de los obstáculos más difíciles de superar tiene que ver con la incapacidad que ha mostrado la educación chilena para lidiar y paliar las desigualdades de origen de los alumnos que ingresan al sistema escolar y que luego se insertan o no en el sistema de educación superior. Sin embargo, existen políticas que pueden ayudar a corregir dichos problemas aunque son complejas de implementar dada la naturaleza propia de la educación. Se trata de un proceso en el que interactúan individuos, familias, escuelas, comunidades y sectores del gobierno, por lo que es necesario conocer las dinámicas de todos ellos para lograr un buen funcionamiento. De esta manera, el presente informe contiene información y evidencia sistematizada sobre la situación de la Región de Tarapacá en particular, el país y la situación internacional, de manera tal de identificar los principales problemas de la región y de proyectar posibles modos de acción para enfrentarlos.
Los principales resultados y recomendaciones se encuentran a continuación:
1. Definir una política coherente de largo plazo, de ampliación y mejoramiento del capital humano, que incluya integradamente las políticas de educación fundamental (preescolar, básica, media). En comparación con el país, la Región de Tarapacá presenta indicadores de capital humano mayores. En términos de años de escolarización (o volumen de capital humano) el promedio de años de estudio es superior en la Primera Región que en el país. En términos de su distribución, al comparar los años de escolaridad de la población de los distintitos quintiles de ingreso de la población, ésta es levemente más igualitaria que la del país. Es importante, por lo tanto, mantener los niveles alcanzados por la región y enfatizar en los aspectos más débiles del sistema educativo.
2. Focalizar las políticas educacionales en la calidad de los conocimientos y competencias que adquieren las personas. Dado que la cobertura en los niveles básico y medio es casi completa, importa mejorar los aspectos cualitativos de la educación. Al contrario de lo que se esperaría dados los buenos indicadores de capital humano que presenta la región, al analizar los resultados obtenidos por ésta en la prueba estandarizada SIMCE se observa que logra un desempeño más bajo que el país en la últimas tres mediciones (2002, 2003, 2004). Además, la región presenta una menor proporción de profesionales y técnicos en la fuerza laboral que el resto del país. El examen de los factores que pueden influir en los logros educacionales (nivel de desarrollo y desigualdad, educación preescolar, origen socioeconómico del alumno, etc.) no arroja resultados concluyentes que nos permitan afirmar a qué se deben los resultados escolares que obtiene la Región de Tarapacá.
3. La Primera Región debe poner atención al proceso de descentralización escolar fiscalizando el funcionamiento y gestión de las escuelas particulares subvencionadas. En efecto, es posible señalar que la región presenta niveles de privatización mayores que los del país, producto de las políticas adoptadas durante los años ’80. Mientras a nivel nacional alrededor del 40% de las matrículas corresponden al sector particular, en la Región de Tarapacá más del 50% de la matrícula escolar se concentra en este sector –principalmente en el particular subvencionado. En la Primera Región, al igual que en el país, la privatización de la educación no ha generado los beneficios esperados y las escuelas particulares subvencionadas no han probado ser capaces de lograr mejores resultados que las escuelas municipales. Por el contrario, la alta privatización ha provocado que los estudiantes se distribuyan de manera segmentada, en términos de los niveles de ingreso de sus familias, entre escuelas de distintas dependencias.
4. Poner mayor énfasis hacia el aumento de la cobertura de educación preescolar, ya que la evidencia internacional indica que ésta es un potente instrumento para paliar las desigualdades de origen. Desarrollar una campaña de información sobre los beneficios de la educación preescolar en la Región. Si bien los niveles de cobertura para este nivel educativo son muy similares para la Primera Región y el país, pareciera que en la región los avances se han estancado. La Región de Tarapacá presentaba niveles superiores a los nacionales el año 1990, pero el ritmo de crecimiento ha sido bastante inferior que el del país, con lo que ambos indicadores han llegado a equipararse. Además, la región repite la mala distribución que presenta la educación preescolar entre los quintiles de ingreso a nivel país, con la excepción del quintil de menores ingresos, población para la cual la región presenta mayores índices de cobertura que los del país.
5. Es urgente dotar a la fuerza laboral de un nivel superior de capital humano como condición para empujar otra vez hacia arriba, sostenidamente, la productividad y competitividad de la región y, por ende, del país. De esta manera será posible aprovechar la “ventana de oportunidad” que abren los tratados de Libre Comercio que ha suscrito el país durante los últimos años, y obtener todos los beneficios que ellos puedan reportar. La Primera Región cuenta con una proporción de profesionales y técnicos levemente inferior que la del país. Esto indica que el mayor volumen de capital humano disponible en la región no se debe a una mayor cobertura de educación superior, sino que se explicaría por un mayor promedio de años de educación en los niveles básico y secundario. En el caso de la Región de Tarapacá casi la mitad de la fuerza laboral sólo alcanzó el nivel secundario, y 1 de cada 3 personas sólo tiene enseñanza básica. Sin embargo, al observar el crecimiento de la matrícula de pregrado en la Primera Región, es posible afirmar que más personas acceden a este nivel de educación que hace una década.
6. Promover la acreditación de la formación inicial de los profesores, así como evaluar constantemente el desempeño de estos a través de la evaluación docente. La información sobre ambos aspectos, acreditación de las carreras de pedagogía y resultados de la evaluación docente, es muy precaria. En particular, sobre la última, ha sido imposible recabar información sobre los resultados de los docentes de la Primera Región. Es necesario trasparentar y hacer pública este tipo de información, así como la de los profesores que se niegan a ser evaluados.
7. Recopilar datos regionales sobre temas importantes a nivel local que actualmente no existen. En particular, nos referimos a cuestiones tales como la aplicación de la Jornada Escolar Completa (cómo se utiliza la mayor cantidad de tiempo en el aula), la incorporación de cuestiones propias de la cultura aymará a los programas educativos, los resultados obtenidos por los profesores de la Primera Región en la Evaluación Docente, etc.
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