Qué desafíos nos plantean los resultados de Chile en la evaluación de competencias en adultos PIAAC?
Octubre 26, 2016

Boletín MIDE Informa – N° 5 – octubre 2016

¿Qué desafíos nos plantean los resultados de Chile en la evaluación de competencias en adultos PIAAC?

En esta columna, escrita por Jimena Negrón y Rafael Varela, ambos profesionales del área de Educación de MIDE UC, se analizan los principales resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Competencias de Adultos (PIAAC) en cuanto a comprensión lectora, matemática, nivel educativo de los participantes y género.

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Rafael Varela, psicólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, jefe de proyectos de MIDE Educación; y Jimena Negrón, psicóloga de la Universidad Diego Portales, jefa de proyectos de MIDE Educación.

El 28 de junio de este año, la OCDE publicó los resultados de la Ronda 2 del Programa para la Evaluación Internacional de Competencias de Adultos (PIAAC por sus siglas en inglés), estudio en el que Chile participó junto a otros países de la OCDE. MIDE UC fue el encargado de aplicar las pruebas en más de 5.000 hogares a lo largo de todo Chile.

PIAAC se aplica a personas entre 16 y 65 años y es uno de los estudios más completos de competencias en adultos. Su foco es evaluar las llamadas “habilidades para la vida” asociadas a la capacidad de inserción y desempeño en la economía global: comprensión lectora, razonamiento matemático y resolución de problemas en ambientes tecnológicos (OECD, 2016a).

Chile obtuvo uno de los promedios más bajos en comparación a los 34 países participantes del estudio. Un ejemplo de ello es que, considerando que las competencias se evaluaron en una escala de cinco niveles, el 85% de los adultos participantes se ubicó en los dos niveles inferiores de comprensión lectora (siendo el promedio OCDE de un 53%) (Mineduc, 2016, pág. 8). Algo muy similar ocurre también en el desempeño de razonamiento matemático, donde un 88% se ubica en los dos niveles inferiores, en comparación con el promedio OCDE correspondiente a un 56% (Mineduc, 2016, pág. 9).

Sin embargo, también hay buenas noticias. El resultado de nuestro desempeño es inverso a la edad de los participantes. De esta manera, los jóvenes (entre 16 y 24 años) tienen un desempeño considerablemente mejor que el grupo de los más adultos (Mineduc, 2016).

PIAAC entrega una gran riqueza de información, que permite analizar estos resultados de habilidades en función de la educación, capacitación, situación laboral, estado de salud, relación y confianza con los otros miembros de la sociedad, actitudes políticas, entre otros, lo que plantea numerosas posibilidades para analizar los resultados y focalizar las iniciativas para implementar acciones de mejora.

Una entrevistadora de PIAAC junto a una encuestada.

Una entrevistadora de PIAAC junto a una encuestada.

Por ejemplo, el factor que se presenta como el más importante al momento de explicar los resultados es el nivel educativo de los participantes. Esta diferencia es más relevante entre los que tienen educación media incompleta y los que la han completado. Sin embargo, cuando se analiza el nivel de habilidad entre quienes completaron la enseñanza media y los que han obtenido un grado universitario, llama la atención que la diferencia entre ambos grupos sea baja (Mineduc, 2016, pág. 12).

Asimismo, al analizar por género se observa que hay una diferencia favorable a los hombres tanto en comprensión lectora como en razonamiento matemático (una de las mayores brechas de género de la OCDE) (OECD, 2016b), que invita a reflexionar sobre el desafío que plantean estos resultados y cómo ellos dialogan con otros estudios realizados a nivel nacional.  En esta línea, cabe preguntarse si el tipo de oportunidades que enfrentan las mujeres a distintas edades les permite seguir desarrollando sus habilidades en igualdad de condiciones respecto a los hombres.

El desarrollo de las habilidades para la vida va más allá de lo aprendido en la educación formal, como la escuela o la universidad. La OCDE nos propone que estas habilidades pueden ser mejoradas también en otros contextos, como el laboral, social y a través de instancias tanto formales como informales (OECD, 2016a). Por ejemplo, un adulto que tiene poca experiencia navegando en internet puede mejorar su aprendizaje a través de un curso de capacitación, pero también a través de alguien cercano a él que tenga la habilidad suficiente para enseñarle, lo que presenta un desafío compartido a nivel social para generar una cultura de aprendizaje.

En algunas semanas, los titulares impactantes y el foco de la noticia habrán cambiado. Sin embargo, la discusión que deja instalada PIAAC y la gran cantidad de información que ofrece para comprender mejor el estado de estas habilidades en distintos ámbitos, nos invita a realizar un diagnóstico cada vez más preciso sobre nuestra realidad y hacia dónde queremos ir. Asimismo, nos llama al desafío que, desde nuestros distintos lugares y roles sociales y laborales, trabajemos conjuntamente en mejorarlas.

Referencias:

Mineduc. (2016). Competencias de la Población Adulta en Chile: Resultados PIAAC – Evidencia Nacional e Internacional para la Reforma en Marcha. Obtenido de Centro de Estudios Mineduc: http://centroestudios.mineduc.cl/tp_enlaces/portales/tp5996f8b7cm96/uploadImg/File/Evidencias/EVIDENCIAS_33(1).pdf

OECD. (2016a). Skills Matter: Further Results from the Survey of Adult Skills. Paris: OECD Publishing.

OECD. (2016b). Chile – Country Note – Skills Matter: Further Results from the Survey of Adult Skills.

 

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