Durante décadas el Instituto Nacional ha sido asociado a la excelencia académica y es uno de los recintos educacionales más antiguos de Chile. Fundado en 1813, ha sido cuna de presidentes, parlamentarios, empresarios y científicos. Su desarrollo ha estado vinculado directamente con la historia del país. Sin embargo, en los últimos años el recinto ha estado vinculado a hechos de violencia, paros y tomas, siendo la última desalojada esta semana.

“El Mercurio” recopiló una serie de estadísticas referentes a los resultados de las pruebas Simce de Segundo Medio practicadas desde 1998, el promedio PSU desde 2007 y un informe de Resultados Educativos de 2018 elaborado por la Agencia de Calidad de la Educación, que da cuenta de una baja sostenida en los indicadores de convivencia escolar y seguridad al interior del liceo (ver infografía). Para medirlos se realiza una puntuación que tiene como máximo 100 puntos. Por ejemplo, en el ítem ambiente seguro en 2017 llegó a 71, mientras que el año pasado a 61. En el caso del ambiente de respeto pasó de 64 a 59.

De acuerdo al informe de la Agencia, el 53% de los estudiantes de 2° Medio señala que los alumnos del curso se respetan entre ellos, porcentaje que está bajo el promedio nacional, que llega a 64,5%.

Sobre la pregunta de “¿Cuál es el grado de valoración que tienen los estudiantes de su liceo?”, el 61% de los alumnos de ese curso señala que se siente orgulloso, mientras que a nivel nacional el 71,1% de los estudiantes de ese nivel dio esa repuesta.

“En el caso de convivencia escolar, hay una baja de 6 puntos, aunque cuando uno desagrega la información, la dimensión que más cae es la de ambiente seguro, en 10 puntos; mientras que en el caso de Participación y formación ciudadana cae 5. El mayor impacto se lo llevan las dimensiones de sentido de pertenencia (-6 puntos) y Vida democrática (-5 puntos)”, señala el secretario ejecutivo subrogante de la Agencia de Calidad de la Educación, Juan Bravo.

En cuanto al Simce, Lectura y Ciencias son las pruebas que tienen bajas significativas. En el primer caso, pasó de 292 a 269, es decir, una caída de 23 puntos.

Bravo aclara que “si bien hoy el Instituto Nacional vive una situación difícil, cuando uno analiza sus resultados generales, sigue siendo un establecimiento con buenos resultados, que se constata además en la Categoría de Desempeño Alto”.

Pero en los resultados de la PSU también se evidencia una baja. Por ejemplo, en 2012 el puntaje promedio era de 677,5, al año siguiente pasó a 671,9 y en 2016 llegó a su punto más bajo con 642,3. Tuvo un repunte en 2017 al alcanzar 647,4 y el año pasado llegó a 647,1. En el caso de los puntajes nacionales, pasaron de 50 en 2010 a 6 en 2018.

El rector del Instituto, Fernando Soto, manifiesta que las tomas y hechos de violencia tienen una influencia, pero que siguen siendo un establecimiento con un alto desempeño. “Con todas las interrupciones que ha tenido nuestra dinámica escolar desde 2006 en adelante, el Instituto sigue siendo el establecimiento que le entrega más alumnos a la Universidad de Chile, por ejemplo. Se indica que bajamos mucho en nuestro puntajes, por ejemplo en Lenguaje, pero no se dice que bajaron en todo Chile. Entonces, aparecemos como que estamos en el peor momento de nuestra historia y no es tan así. Sin duda que hemos bajado, es indesmentible, pero si se compara con otros establecimientos en gran parte del país, los resultados han bajado en distintas pruebas estandarizadas. En la Agencia de Calidad de la Educación nuestro colegio está catalogado en el más alto estándar tanto en enseñanza básica como en media”, señala Soto.

El organismo encargado de fiscalizar a los liceos y colegios, la Superintendencia de Educación Escolar, registra, desde 2014 hasta 2019, 30 denuncias por maltrato a estudiantes y se han abierto 12 procesos administrativos sancionatorios. Además, la ministra de Educación, Marcela Cubillos, ofició al organismo el 30 de mayo para que “verifique si en la unidad educativa se ha dado cumplimiento de la normativa aplicable y sobre las medidas para garantizar la seguridad de la comunidad escolar y la continuidad del servicio educativo”.

El superintendente de Educación, Sebastián Izquierdo, indica que no hay un aumento de denuncias por los temas consultados por “El Mercurio”, entre ellos el maltrato escolar, y que “velamos por la sana convivencia, que es una preocupación constante, ya que las denuncias a nivel nacional se han incrementado. Es por esto que ponemos también a disposición nuestros mecanismos de mediación, con el propósito de que los conflictos puedan ser resueltos por las propias comunidades educativas. Actualmente, estamos investigando de oficio si existen posibles incumplimientos a propósito de los últimos acontecimientos en que ha estado involucrado el Instituto Nacional”.