Francisca Jara , El Mercurio, 14 junio 2014Lejos del fervor futbolístico de las horas previas al debut mundialista de Chile, ayer los mil directores y sostenedores que llegaron al congreso nacional de la FIDE en Pucón tenían en su foco de atención a dos expertos en educación y ex ministros de Estado. José Joaquín Brunner y Harald Beyer se convirtieron así en referentes: les pidieron fotos, se acercaron a conversar con ellos, y, cuaderno en mano, anotaron los argumentos y cifras con que ambos fundaron su análisis de la reforma educacional.

En un salón repleto, Brunner habló por más de una hora cuestionando fuertemente el diagnóstico que sirvió de base para el proyecto de ley que termina con el lucro, copago y selección. “Me preocupa vivamente que hayamos perdido la unidad en torno a un diagnóstico que compartimos durante 20 años, y creo que la tarea es lograr reconstruirlo, o de lo contrario no vamos a tener políticas en común”, advirtió el académico de la UDP.

A su juicio, el gran problema de la calidad de la educación no está en cómo se organiza el sistema de proveedores, sino que en el hogar y la escuela. Esto lo reforzó señalando que entre un tercio y la mitad de los niños del país no lograron los niveles esperados en el último Simce.

Horas después de la ovacionada presentación de Brunner, Beyer tomó la palabra, acompañado de una serie de cifras sobre el país y las naciones de la OCDE. Aseguró que “la educación en Chile no está en crisis. Tenemos muchas cosas que cambiar, pero no estamos en crisis. Se está cuestionando todo lo que se está haciendo; sin embargo, los resultados no permiten sostener la idea”, aseguró el director del CEP, coincidiendo con Brunner respecto de que los problemas del sistema no pasan necesariamente por el financiamiento compartido o el lucro.

“Hay que terminar con el bullying a la educación subvencionada; (…) hay que dejarlos trabajar tranquilos, aunque exigirles cosas”, afirmó entre aplausos.

1.- Fin al copago

“Nos metemos en una discusión técnica perdiendo el horizonte”, dijo Brunner. A juicio del investigador, “el fin del copago está mal planteado, ya que este no es más que un problema de diseño, de economía política”. En su opinión, el término del financiamiento compartido va a perjudicar a entre 300 mil y 600 mil niños, que es la cifra de quienes están en los colegios que tienen más copago. Eso podría generar migraciones no deseadas de algunos grupos aumentando la segregación que se busca combatir.

Exactamente lo mismo planteó Beyer, quien propuso, al igual que Brunner, que la transición no sea de 10 años fijo, como propone el Mineduc, sino que el aporte de las familias solo termine una vez que los recursos públicos logren reemplazar completamente a los privados. Para esto, señalaron los dos, es clave aumentar la subvención escolar.

2.- Sin selección

“Tal como está el actual proyecto de ley, es posible que la quema del libro de clases ya no sea una falta gravísima, entonces ¿qué autoridad van a tener los colegios?”. En medio de aplausos, Beyer criticó las cláusulas que impiden la expulsión de alumnos y el fin a la selección.

En su opinión, la idea de que los colegios que seleccionan por mérito no dan aporte a sus alumnos es un “mito”. Esto lo argumentó con estudios que muestran que el Instituto Nacional sí ha logrado que sus alumnos tengan mejor desempeño que otros que tenían buenos resultados y no ingresaron al liceo.

“Esto es como que el Estado hunda sus propios buques insignes”, agregó, por su parte, Brunner, quien calificó la propuesta del Gobierno de que los liceos emblemáticos puedan elegir entre los alumnos del 20% mejor de sus colegios como “arbitraria”.

3.- Término al lucro

“La calidad no depende del lucro, lo importante es igualar la calidad de las oportunidades”, afirmó el académico de la UDP. Criticó, además, el énfasis del Gobierno en decir que la educación tiene que ser un derecho, asegurando que no es algo en que el sistema no haya creído antes. “Yo sufriría como una insolencia total que me digan que primero debo confesar y decir que creo en la educación como un derecho y que además tengo que pedir disculpas porque no lo he demostrado lo suficiente en las últimas décadas”, dijo, en medio de un aplauso cerrado.

Aseguró que más que obligar a colegios con lucro a dejar de serlo, el Estado debería regular el uso de la subvención y aumentar sus potestades fiscalizadoras.

En esa línea, Beyer remarcó que los excedentes de los sostenedores son menores y que la excesiva regulación puede terminar asfixiando al sistema. Así, criticó que el presupuesto 2014 para planes de mejora de calidad sea de US$ 170 millones, mientras que el ministro Eyzaguirre estima en US$ 200 millones al año la compra de colegios.

”Aquí se está cuestionando todo lo que se está haciendo en educación; sin embargo, los resultados no permiten sostener la idea de una crisis”.

”Se dice con mucha liviandad que Chile tiene las mayores brechas educacionales, pero Alemania, Hungría y Francia tienen mayores brechas”.
HARALD BEYER
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS PÚBLICOS

”Si el Transantiago fue dañino, este (proyecto) sería fatal”.

”El problema principal de Chile es que entre un tercio y la mitad de los niños y jóvenes, en cualquier dominio del conocimiento, no logran alcanzar los estándares mínimos esperables”.
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER
INVESTIGADOR DE LA UDP