Entrevista en torno al debate abierto por el Presupuesto del año 2008 en materias de ciencia y tecnología, publicada en el diario La Segunda, viernes 26 octubre 2007.
Acompañada de opiniones sobre el papel de los Rectores de Universidades en aquel debate.
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Recursos asociados
Cobertura de prensa del actual conflicto
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¿Motores de innovación?, J. J. Brunner, La Tercera
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Entrevista úblicada en La Segunda, 26 octubre 2007
Brünner y baja en fondos para Conicyt: “Nada más alejado de las recomendaciones del Consejo”
Esto “tiene una sola cabeza y una sola decisión: el gobierno (…) y, hasta el momento, no se ha dado ninguna justificación satisfactoria”.
“No se entiende por qué si hay este clima de incertidumbre en la comunidad científica, que por primera vez los lleva a manifestarse, el gobierno no dice con claridad qué propondrá el lunes para resolver los problemas”.
Consejo: “Tenemos que asumir una parte de responsabilidad, porque no estamos explicando suficientemente las políticas”.
Por Marlén Eguiguren E.
Tras varias semanas de polémicas por la baja en el presupuesto de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), con encendida protesta del mundo científico que se queja del “desmedro de la ciencia básica frente a la investigación aplicada”, el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC) -responsable de la estrategia nacional en la materia- salió a aclarar las dudas.
El académico José Joaquín Brünner y miembro del organismo que preside el ex ministro Nicolás Eyzaguirre, quiere “derribar mitos”. Y parte con el primero: “El presupuesto y su merma, tiene una sola cabeza y una sola decisión: el gobierno”. Y agrega que el Consejo había recomendado exactamente lo contrario: que se aumentaran los recursos en el Presupuesto 2008.
Sin embargo, atenúa la gravedad de estos desencuentro que atribuye a que “por primera vez el país se tomó en serio los aspectos que van desde la ciencia básica hasta la innovación, y está tratando de invertir fuertemente en esto”. Brünner considera estas polémicas como parte del proceso que redundará en una estrategia sólida de innovación.
Sin embargo, hace su propia autocrítica, y reconoce que el Consejo ha estado “muy alejado” de la discusión. “Es algo que revertiremos, porque no ayuda a clarificar y profundizar las políticas de cara al futuro”, anticipa el ex ministro.
-¿Cómo explica, en este marco, el recorte a los fondos para Conicyt?
-Es un error incomprensible, que no es acorde con la política de expansión en los recursos que se venía siguiendo. Poner una especie de freno al crecimiento no tiene explicación y, hasta el momento, no se ha dado ninguna justificación satisfactoria al respecto. Todo lo contrario, el gobierno mismo ha dicho que espera corregir esta situación.
-¿Qué cree usted que pasó?
-Finalmente el presupuesto y su merma tiene una sola cabeza y una sola decisión: el gobierno. No puedo juzgar cuáles fueron las consideraciones que tuvieron para, en un presupuesto expansivo en general, decir que no lo expandirían a Conicyt lo suficiente para que pueda mantener la dinámica que traía en los últimos años. No lo entiendo.
-Se ha dicho que Conicyt no podía seguir manteniendo sus tasas de expansión.
-Es al revés: el país decidió hacer un esfuerzo en todo este continuo de la ciencia, tecnología e innovación y que Conicyt haya tenido una expansión interesante durante los últimos años, no implica que haya que frenarla. Todo lo contrario, hay que fortalecer esa institución.
-La comunidad científica decidió protestar públicamente hoy, ¿cree que se justifica?
-Con el prestigio que tienen los científicos dentro de la sociedad, me parece perfectamente bien que se expresen colectivamente. No se entiende por qué si hay este clima de incertidumbre en la comunidad científica, hay un conjunto de preguntas que, por primera vez, los lleva a manifestarse en la calle, el gobierno no dice con claridad qué propondrá el lunes para resolver los problemas.
-Eric Goles dijo que los científicos en este momento son como los “parias” de la sociedad, ¿está de acuerdo?
-Me parece bien sorprendente ese juicio, porque nunca los científicos habían tenido acceso a la cantidad de recursos como los últimos años. Yo mismo, como investigador en educación, puedo decir que nunca como ahora había habido mayor atención para fortalecer la investigación. Nunca había habido tanta plata para programas de doctorados, y por eso nadie está de acuerdo con que se bajen.
Eyzaguirre: “El cumple un rol fundamental”
-Como Consejo de Innovación, ¿recomendaron en algún momento esta merma?
-Por cierto que no, nada más alejado de las recomendaciones del Consejo. De hecho, habíamos recomendado todo lo contrario: fortalecer conjuntamente los distintos pilares en los cuales se basa la actividad innovativa, que entre otros, supone que el país cuenta con una plataforma sólida de conocimiento básico. Está en todos los documentos que se han dado a conocer en el Consejo de Innovación.
-En la página web del Consejo consta que usted dijo que no existe una “tradición de innovación” en el país y que se debe fomentar. ¿No se habrá interpretado eso en desmedro de la ciencia básica?
-Qué duda cabe que en Chile ha habido distancia entre lo que hacen las universidades y lo que demanda el sector productivo. Hoy todo el mundo tiene claro que se debe fortalecer, pero eso no significa desmerecer o debilitar uno de los polos que es la ciencia básica.
Toda esta separación entre ciencia básica y ciencia aplicada es bastante artificial, porque la ciencia es un continuo que hay que desarrollar armónicamente.
-¿No quiere el Consejo alejar la ciencia básica de la estrategia de innovación, como sostienen algunos científicos?
-Nada más alejado de todo lo que hemos discutido en el Consejo. El problema es que eso no hemos logrado transmitirlo y, por lo tanto, tenemos que asumir una parte de responsabilidad: como Consejo, no estamos explicando suficientemente las políticas ni dando los argumentos que apoyen las recomendaciones que estamos haciendo.
-¿Por qué han tomado esa actitud?
-Me hago una autocrítica. El Consejo debiera tener un papel de comunicación pública más activa y de mayor envergadura, porque estamos haciendo un cambio muy grande en las políticas en esta área y se legitima con los argumentos. Hay que explicar por qué el Consejo recomienda las cosas que recomienda y evitar que se produzcan malos entendidos.
-¿Es malo para esa estrategia el excesivo bajo perfil que mantiene el presidente del Consejo, Nicolás Eyzaguirre, quien no sale a defender esta estrategia?
-No voy a criticar al presidente del Consejo del cual soy miembro. Me parece que él cumple un rol fundamental y esa decisión no es sólo suya. El Consejo debe tomar una decisión colectiva de asumir una actitud mucho más proactiva de comunicación.
-¿Están evaluando eso?
-Estamos empezando a conversarlo a propósito del tipo de debate que se ha generado en el último tiempo, que no ayuda a consolidar ni al Consejo en su papel recomendatorio, ni a aclarar y profundizar las políticas de cara al futuro, que es cuando vendrán las decisiones importantes.
-¿No siente que se han tomado mucho tiempo y el debate los ha superado?
-Este país está con una tendencia a generar debates confusos, estamos en una etapa de confusión generalizada, y eso está ocurriendo también en torno a este tema. Pero estamos concientes de que tenemos que tener un rol comunicacional más activo para que efectivamente se legitimen nuestros argumentos y despejen los malos entendidos.
Conflicto con los rectores
-¿Cree que han dejado de lado a las universidades en la elaboración de esta estrategia de innovación, como alegan tanto rectores como científicos?
-Los rectores tienen la posibilidad, a través de sus múltiples organismos, de incidir directamente en la discusión y en la formulación de las políticas de innovación. Que no estén directamente representados en el Consejo, no significa que no esté representada la parte más vital de las universidades que son sus académicos, por lo tanto su voz está muy presente.
Nos resulta sorprendente que ellos, que dirigen universidades tan poderosas y que tienen una voz muy importante, sientan que no tienen canales para incidir sobre las discusiones que se hacen. Por el contrario, tienen múltiples canales a través del Consejo de rectores, del consorcio de universidades estatales, los propios consejos de las universidades, etc.
Por lo tanto, tampoco es que participen muy activamente en términos de proponer ideas de fondo para encaminar la institucionalidad y la estrategia de innovación. Cada cual tiene que asumir sus responsabilidades, contribuir positivamente y no poner obstáculos en el desarrollo de algo que todavía es nuevo y, por lo tanto, frágil.
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