La piedra de toque: el lucro en educación
Fernando Montes S.J.
Rector Universidad Alberto Hurtado
El Mercurio, Viernes 24 de Junio de 2011
En el debate sobre la educación superior el lucro se ha convertido en una piedra de toque. Los rectores de universidades no podemos sentarnos juntos porque el lucro nos separa. Para poder avanzar en tal debate es fundamental ir al fondo de las cosas, aclarar conceptos, y analizar objetivamente el conjunto de la situación.
La Real Academia define el lucro como “obtener ganancia o beneficio por algo”. De ser así algunas actividades lucrativas no se ponen en cuestión. Eso hay que precisarlo. Nadie duda que un profesor pueda cobrar por sus clases y su trabajo. Técnicamente hablando él lucra con la educación pero no es eso lo que está en discusión.
Muchos se oponen a que haya instituciones educativas cuyo fin principal sea el lucro. Una empresa comercial al final de año revisa sus resultados y si las cifras son azules la empresa es bien evaluada, por el contrario si son rojas ella anda mal. Una universidad debe ser juzgada por otros criterios; criterios académicos en torno a la educación y formación de sus estudiantes, a la calidad de su investigación y a sus aportes a la sociedad.
La ley chilena determina, sin precisar detalles, que las universidades no deben tener fin de lucro. Desgraciadamente muchas universidades no cumplen cabalmente con la ley. De alguna u otra forma se han convertido en instituciones con fin de lucro, usando subterfugios retiran beneficios sin reinvertir las ganancias en educación, traspasan propiedades y flujos de alumnos, se venden en el mercado, etcétera. Esta situación nos hace mal a todos, perjudica a la autoridad y enturbia todo diálogo. O se precisa o se cambia la ley. No es aceptable burlarla.
Debemos aclarar la ley, dar normas precisas dotando a la autoridad de las facultades para velar por el correcto cumplimiento de tales normas.
El problema sin embargo no se limita a lo que hemos señalado. Existe una cierta hipocresía en la discusión porque no basta con hablar de las instituciones con fin de lucro sino clarificar a fondo todas las actividades lucrativas que se hacen en el seno de las universidades cuyos beneficios en parte no pequeña van a los bolsillos de los profesores como sobresueldos o, dicho de una manera más brutal, son negocios que, usando el nombre de la universidad, hacen los profesores en beneficio propio. Al alero de las universidades que no se declaran lucrativas, existen consultoras y fundaciones que mueven muchos millones de pesos al año. No decimos que esto constituye en sí mismo un acto incorrecto, pero se presta ciertamente a numerosos abusos. Existen varios casos de formalización ante la justicia que involucran a universidades del Consejo de Rectores. Es extraño que haya facultades universitarias que tienen paralelamente fundaciones cuyos directores son profesores de las mismas. Es el caso de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile que tiene una fundación paralela del mismo nombre. Hay empresas cuya propiedad es compartida por los profesores y la universidad produciendo un eventual choque de intereses. Como ejemplo valga decir que la torre del hospital clínico de la UC es en parte propiedad de los mismos profesores. La Universidad de Chile se vio involucrada en el caso de sobresueldos del Ministerio de Obras Públicas, un rector de universidad estatal terminó en la cárcel por una investigación pagada para el registro civil.
Así como hay algunos que piden claridad a aquellas universidades que tienen fin de lucro, creo que es indispensable que se haga una revisión honesta y a fondo de todas las actividades lucrativas ejercidas por las universidades. Que haya trasparencia y si hay lucro que se sincere, se pongan condiciones y se paguen los impuestos como corresponde.
Ryon Braga, experto brasileño:
“Permitir el lucro genera círculo virtuoso”
Por la experiencia de su país, señala que la medida atrae gente “más seria” a la educación, baja en los aranceles y más recaudación de impuestos.
Manuel Fernández B., El Mercurio, 24 de junio de 2011
A Ryon Braga, presidente de la consultora educacional brasileña Hoper, le llaman la atención algunas situaciones que pasan en sistemas educativos que, por ley, no admiten instituciones con fines de lucro. “De repente vemos compra y venta de instituciones sin fines de lucro. ¡Es la cosa más absurda! ¿Quién va a querer gastar dinero en comprar una institución de la que no obtendrá ganancias? Donde hay acciones de compra y venta es porque hay retiro de lucro. Y si hay retiro, entonces todo es una farsa”, afirma.
En Brasil el lucro estuvo prohibido hasta 1996, cuando una ley del presidente Fernando Henrique Cardoso lo permitió y reglamentó. Hasta entonces sólo había un grupo de planteles estatales y gratuitos para la elite estudiantil y un grupo de instituciones privadas sin fines de lucro, dentro del cual unas eran confesionales y otras donde los dueños retiraban ganancias por “vías poco transparentes”.
¿Las fórmulas más comunes? “Las típicas, como que el dueño era propietario del inmueble donde estaba la institución y se la arrendaba a la universidad por un monto altísimo. O que el dueño tenía 35 miembros de su familia contratados en la institución sin que ninguno cumpliera alguna función. O tenían 10 o 12 consultorías fantasmas, que cobraban por no hacer nada”, explica Braga.
En esa situación, la decisión fue transparentar las ganancias. Quince años después, surgieron 1.015 instituciones con fines de lucro, que son las que explican la mayor parte del aumento de matrícula de 1,8 millón a 6 millones de estudiantes ocurrida en el lapso. Un cambio que Braga estima como positivo. “Permitir el lucro ha generado un círculo virtuoso”, asegura. De hecho, actualmente asesora al Ministerio de Educación de Colombia para implementar un cambio similar.
Entre los aspectos positivos del cambio, destaca que hoy la sociedad tiene más control de lo que pasa en las instituciones. “En Brasil había instituciones sin ánimo de lucro cuyos dueños eran políticos, narcotraficantes o líderes del crimen organizado que las usaban para lavar dinero. Prohibir el lucro incentiva a que llegue a la educación gente menos seria. Los grupos serios no se interesan por hacer ese tipo de maniobras para sacar ganancias”, afirma. Además, ingresaron a la propiedad de los principales centros los fondos de pensiones.
Otro efecto fue la disminución de los aranceles, en casi un 50% promedio. La entrada de competencia (inclusive del extranjero) llevó a que los centros optaran por reducir sus márgenes de ganancia, bajando los precios. Como transparentar el lucro implica pagar más impuestos y ganar menos dinero, Braga explica que en Brasil se optó por hacer un trueque: las instituciones siguen sin pagar impuestos, pero el dinero lo deben destinar a becas. “Eso aumentó todavía más la competencia”, explica.
¿Y la calidad? Según el experto, el sector logra rendimientos levemente superiores al de las privadas sin fines de lucro en las pruebas de egreso que aplica el país, lo que ha convertido a Brasil en un caso de estudio. Eso sí, advierte que es relevante tener un Estado que regule efectivamente el nivel de las carreras. Allá tiene la facultad de cerrar carreras mal evaluadas.
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”En Brasil este proceso se hizo más fácil que lo que sería en Chile porque la cobertura del sistema era baja y las nuevas instituciones crearon cupos que antes no existían”
RYON BRAGA, PRESIDENTE DE LA CONSULTORA HOPER
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¿EN QUÉ VAN LAS NEGOCIACIONES GOBIERNO / CRUCH?
Consejo de rectores responde el próximo jueves a propuesta del Mineduc
El gobierno pidió modificaciones en los plazos para la presentación de proyectos de ley.
por Carolina Araya, LA TERCERA 24 DE JUNIO DE 2011
“¡No hay acuerdo, no hay acuerdo, no hay acuerdo!”, gritaba un grupo de 60 estudiantes universitarios, entre ellos los dirigentes de la Confech Camila Vallejo y Giorgio Jackson, que apostados afuera del Mineduc, celebraban que ayer el comité político del Consejo de Rectores (Cruch), no firmara la propuesta que realizó el gobierno el lunes pasado para comenzar a trabajar en la denominada reforma a la educación superior.
La respuesta formal del Cruch, será entregada el próximo jueves en el pleno que se realiza todos los meses. ¿La razón? El gobierno pidió un aplazamiento a algunos de los proyectos de ley que contiene el documento, entre ellos, los que tienen relación con la desburocratización de las universidades estatales y la creación de una subsecretaría de Educación.
Esto, debido a que algunos parlamentarios le pidieron al ministerio, poder conocer a cabalidad los proyectos que se presenten.
“Aquí el gobierno hizo una propuesta distinta en cuanto a modificaciones de plazo y estructuramiento de las mesas de trabajo, así que es por eso que estamos perfeccionando todavía el acuerdo”, dijo el subsecretario de Educación, Fernando Rojas.
Respecto de algunas propuestas que faltarían en el texto, como la creación de una Superintendencia de Educación y de mayores aportes basales para las universidades públicas, el rector de la Usach y presidente del Consorcio de Universidades Estatales, Juan Manuel Zolezzi, señaló que “a mí también me gustan los aportes basales, pero yo, como dije muy claro aquí, tenemos un punto de partida en el cual tenemos que iniciar el trabajo, las conversaciones y esperamos seguir perfeccionando (el documento) en el futuro”.
“Como soy optimista, yo espero que en los próximos días esas posiciones sean resueltas, dado que en este momento no se están incorporado (esos puntos), yo no puedo suscribir”, dijo el rector de la U. de Chile.
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