El ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, junto a la titular de Educación, Adriana Delpiano, presentaron el proyecto de ley que crea el Crédito Estatal para la Educación Superior ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados. 

El titular de Hacienda explicó que el envío del proyecto se enmarca en el compromiso del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, en cuanto a proponer al Congreso un sistema de crédito para la educación superior otorgado y administrado por el Estado, sin la banca privada.

En su presentación, la autoridad económica explicó que la Reforma Educacional (materializada a través de diversas leyes) apunta a hacer universal y efectivo el derecho a una educación de calidad, desde la primera infancia hasta el nivel terciario. 

Agregó que, en Chile, son las familias y no el Estado las que hacen el mayor esfuerzo de financiamiento de la educación superior, mientras que el nivel de los aranceles en este tipo de enseñanza, está entre los más altos del mundo, lo que significa un importante compromiso de recursos para las familias en función de sus ingresos.

De esta manera, sostuvo que la convicción del Ejecutivo apunta a avanzar hacia la gratuidad universal, pero que mientras el país no cuente con la capacidad económica suficiente para ello, es necesario contar con mecanismos para contribuir al financiamiento estudiantil, de tal forma de asegurar que no existan jóvenes que queden fuera de la educación superior simplemente porque no pueden pagarla. 

En este sentido, Eyzaguirre expresó que además de las distintas modalidades de beca que entrega el Estado, es fundamental la existencia de un sistema de crédito que supere las falencias que ha demostrado el actual Crédito con Aval del Estado (CAE). 

Es así como el proyecto contempla que, con el nuevo crédito para la educación superior, cada persona paga de acuerdo a sus ingresos, mientras que quienes tengan ingresos muy bajos o no los perciban, no pagan. 

Se contempla que el nuevo crédito cubrirá el costo total de las carreras, con lo que ya no existirá brecha que los estudiantes o las familias deban financiar con créditos paralelos en el sistema financiero. 

Asimismo, la iniciativa contempla que el nuevo crédito exige la más alta calidad a las instituciones de educación superior, ya que sólo podrán participar del sistema las IES que cuenten con una acreditación avanzada o de excelencia (equivalente a 4 o más años en la nomenclatura actual).