Desde hace rato que el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), que agrupa a las universidades estatales y a un grupo de universidades privadas confesionales y no confesionales –instituciones todas que reciben un aporte fiscal directo del Estado– se halla sujeto a turbulencias internas y externas.
Hoy, el Rector Pedro Rosso de la PUC, en entrevista al diario El Mercurio, revela que el CRUCH está parlizado por sus querellas internas; “ahogado en sus propios propblemas” [ver texto completo más abajo].
Muestra que en el seno del CRUCH coexisten hoy diversos grupos: 1) el de las universidades estatales agrupadas en el Consorcio de Universidades Estatales (CUE), dentro del cual claramente coexisten, a su turno, tres sub-ghrupos: (i) las dos más antiguas universidades estatales de la Región Metropolitana (UCH, USACH); (ii) dos universidades estatales metropolitanas especializadas (UMCE y UTEM) y (iii) las universidades estatales regionales; 2) el grupo denominado Cruz del Sur, que agrupa a las universidades privadas subvencionadas por el Estado con mayor desarrollo de capacidades de investigación (PUC, UDEC, UAUSTRAL, UTFSM y PUCV); y 3) el grupo de las universidades privadas subsidiadas por el Estado de carácter regional, las cuales son todas católicas (UCNorte, UCMaule, UCSantísima Concepción y UCTemuco).
Por distintas razones, todas ellas de la índole de la gestión de las universidades estatales, varias de ellas enfrentan asimismo diversos tipos de dificultades, ya sea presupuestarias –según señala el diario electrónico de la Radio de la UCH– o bien por un mal manejo de recursos que se investiga judicialmente.
En general, las orientaciones e intereses de los distintos grupos y subgrupos señalados más arriba son diversos y, en muchos casos, contradictorios. Asimismo, la disputa entre ellos por fondos del Estado ha venido acrecentándose durante los últimos años; en especial, desde el momento que el Rector Victor Pérez (UCH) –hoy debilitado dentro de su propia Universidad y ante la opinión pública “ilustrada”– enunció su tesis de un “nuevo trato” del Estado con las universidades estatales, tesis que viene a poner fin a la tradicional alianza entre las universidades del CRUCH.
En respuesta, las universidades privadas subsidiadas por el Estado de mayor trayectoria de investigación y prestigio decidieron crear la Red Cruz del Sur, cuyo portavoz es el Rector de la PUC.
Desde fuera, el CRUCH es percibido de manera crecientemente crítica, viéndose afectado por una errática conducción y una progresiva pérdida de reputación desde hace ya varios años.
Se denuncia su falta de representatividad, al excluir a las universidades privadas sin subsidio del Estado que se hallan acreditadas. Esto hace aparecer al CRUCH como una suerte de cartel u órgano que se ocupa solo de defender un trato privilegiado de sus miembros con el Estado. La mala conducción del CRUCH quedó patente especialmente durante el largo proceso que llevó a la sustitución de la PAA por la PSU y, en general, se manifiesta por el nulo peso del organismo en el debate de políticas públicas.
Al interior de la comunidades académicas, el CRUCH es considerado irrelevante desde ya hace tiempo, como mostró una encuesta realizada hace algunos años entre directivos universitarios.
Por último, el Informe reciente de la OCDE sobre la educación superior chilena concluye que el CRUCH debe dar paso a un nuevo organismos representativo del conjunto de las universidades acreditadas del país, enunicado a esta altura obvio pero que, igual, despertó reacciones múltiples.
La máxima autoridad de la Universidad Católica cuestiona a la entidad que agrupa a las universidades tradicionales
Rector Pedro Pablo Rosso: “El Consejo de Rectores está ahogado en sus problemas”
En el aniversario 121 de la UC, criticó la “paralización” del organismo y admitió que transita por una crisis. Además, afirmó que requiere de un “liderazgo transformador”.
M. Gracia Dalgalarrando
El Mercurio, 19 junio 2009
Ni el medio siglo que lleva la Universidad Católica perteneciendo al Consejo de Rectores amilana a Pedro Pablo Rosso en su diagnóstico: la institución que agrupa a los 25 planteles tradicionales -16 estatales y 9 privados- transita por una crisis que no sólo tiene dividido a sus miembros, sino que, según el rector, incluso es vista por la sociedad como una entidad obsoleta.
Rosso defiende el rol de calidad e investigación de la nueva red universitaria Cruz del Sur -que reúne a las universidades Austral, Federico Santa María, Católica de Valparaíso, de Concepción y Católica de Chile- y cuestiona la posición de las estatales, que en aras de un “nuevo trato” exigen más recursos por parte del Estado.
-¿Cómo evalúa la inserción de Cruz del Sur en el panorama universitario?
“Creo que ha sido un paso muy positivo y necesario porque son cinco universidades que tienen muchas cosas en común, como su investigación intensiva y estudios avanzados. Compartimos una visión de los desafíos y de los problemas que tiene el sistema universitario chileno, y no nos sentíamos representados por un Consejo de Rectores que en este momento las universidades estatales dominan numéricamente. Tampoco compartimos la agenda que tienen. Lo que pretenden de un trato enteramente distinto respecto a aportes del Estado, nos parece que no corresponde”.
-¿Cómo piensa usted que se van a plasmar estas dos visiones en la nueva conformación de la mesa directiva del Consejo de Rectores?
“Creo que la legitimidad de una directiva surge de la adhesión de las bases. En este momento, de parte de las universidades estatales no hay voluntad de diálogo, nosotros estuvimos tratando de acordar que hubiera una mesa directiva de consenso y eso no se logró. Acá se produjo una división entre quienes opinábamos que debía ser una mesa de consenso y la opinión de las universidades estatales, que tenían una elección decidida”.
-Por mucho que las estatales sean mayoría, las privadas dentro del Consejo representan un número importante de planteles. ¿Se sintieron pasados a llevar?
“Creo que el Consorcio de Universidades Estatales probablemente no ponderó debidamente el impacto que iba a tener (dentro del Consejo) esta iniciativa del nuevo trato en los términos que lo plantearon, y por lo mismo están privilegiando el éxito de esa estrategia por sobre toda otra consideración. Cuando hay agendas que contrastan en temas tan esenciales, por supuesto que institucionalmente se producen distancias. El Consejo de Rectores está fuertemente tensionado, realmente paralizado, por este desacuerdo en torno a la necesidad de elegir una mesa directiva de consenso”.
-¿En qué podría terminar este distanciamiento de los bloques?
“Cuando hay cuestionamientos tan fuertes del Consejo de Rectores, por ejemplo, el informe de la OCDE que lo considera un organismo obsoleto; cuando la propia ministra de Educación dice que el Consejo es una organización superada por los tiempos y que necesita ser ampliada; cuando la percepción general de la sociedad hacia el Consejo de Rectores es de obsolescencia, de defensa de intereses, de un organismo más reactivo que propositivo, creo que para salir de la crisis hay que poner personas nuevas, un liderazgo transformador, un proyecto de futuro y yo no veo nada de eso”.
-¿Esto podría significar el quiebre entre el Consejo de Rectores y las universidades de Cruz del Sur?
“El Consejo de Rectores tiene una base jurídica y las universidades que la integran están contempladas en la normativa respectiva. No se trata de una entidad de la cual uno puede desafiliarse, estamos jurídicamente unidos. No cabe duda que ha adquirido un grado de disfuncionalidad que le impide ser la voz que debiera plantearle al país los derroteros de la educación superior. Está ahogado en sus propios problemas, y por lo tanto incapaz de tener ese rol. El Consejo tiene un capital de experiencia, en cuanto a las trayectorias de muchas universidades y pensando especialmente en la más antigua (Universidad de Chile), que no debiera desperdiciarse. Lo único que puede permitirle salvar la crisis es una directiva de consenso como una primera condición. Y después, una profunda reorganización de cómo opera: tiene que actualizarse”.
PSU complementaria
El primer estudio para implementar un sistema de admisión complementaria en la UC arrojó resultados positivos. La medición efectuada en alumnos de la UC, Usach, U. de Concepción y U. Federico Santa María, además de 17 colegios, valoró positivamente la validez de los instrumentos para determinar el perfil del alumno. El rector Rosso aseguró que los resultados “demuestran que se pueden desarrollar instrumentos de evaluación de otros atributos del candidato que no sean la cantidad de conocimientos que maneja y confirma que estos atributos son menos sensibles a la experiencia educacional previa. Se observa que no hay diferencias importantes entre los estudiantes que provienen de escuelas municipales y aquellos de colegios privados”.
?Pérez dejó de representar a todas las universidades?
Hace menos de un mes, el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, fue confirmado en el cargo como vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores. Frente al nombramiento, la máxima autoridad de la UC afirmó que la figura del vicepresidente ejecutivo “es emblemática dentro del Consejo, tiene la vocería, representa (a las instituciones que lo conforman)”.
Y agregó que, dentro del Consejo, al rector de la Universidad de Chile se le ha objetado su rol frente a la iniciativa que exige un nuevo trato del Estado con las universidades estatales. “Dejó de representar a todas las universidades y se abanderizó con una causa que, por muy legítima que sea, no es la causa de todos”, esgrimió el rector Rosso.
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