Sala cuna universal, desafíos en su implementación
Acceso a oferta: De aprobarse el proyecto, la necesidad de cupos en salas cuna se expandirá fuertemente. Se estima que hoy los cupos libres en jardines públicos alcanzan unos diez mil, apenas un 1,5% de la matrícula total. Sorprendentemente, no existe un registro completo de la oferta privada, en la que se apoya el proyecto actual, ni menos de su distribución geográfica. Es necesario remediar esta situación para identificar zonas donde es posible que haya necesidad de cupos difíciles de cubrir a través de privados.
Acceso continuo y horarios extendidos: A la falta de cupos suficientes, se suma que los jardines públicos no siempre funcionan en horarios o días compatibles con la jornada laboral. Junji e Integra ofrecen programas de extensión horaria que demuestran que la continuidad de la atención puede asegurarse mediante un adecuado sistema de turnos, sin perjudicar la planificación y el perfeccionamiento de educadores. Por cierto, es importante cubrir todos los días laborales del año.
Asegurar la calidad: El proyecto correctamente indica que solo se podrá entregar recursos a establecimientos que cumplan con los estándares de certificación. Lamentablemente, muchos jardines privados y públicos no han logrado cumplir con el proceso o se encuentran aún realizando el trámite de una certificación que es exigente. El plazo para cumplir se ha extendido ya por 13 años y se está considerando volver a extenderlo. Aquello podría evitarse por medio de un sistema más racional de certificación en etapas, que defina claramente las prioridades. También, aumentando los recursos para agilizar las certificaciones y apoyando firmemente a los establecimientos en la tarea. Una señal importante sería que el proyecto requiera la participación obligatoria de los establecimientos en un futuro sistema de aseguramiento de la calidad.
Niveles medios: En su forma actual, el proyecto deja pendiente la cobertura de niños y niñas de 2 a 4 años. Esto va en contra de la evidencia respecto de la importancia de la educación parvularia en estas edades y mantiene un obstáculo relevante a la inserción laboral de las madres.
Resolver las limitaciones del artículo 203 no se logrará de un día para otro, por lo que es razonable diseñar una implementación gradual que vaya haciéndose cargo de los desafíos que conlleva su reforma. Un buen diseño podría lograr otorgar un acceso más igualitario de las mujeres al trabajo y, al mismo tiempo, entregar a niños y niñas una educación parvularia de calidad.
Susana Claro
Andrés Hojman
Andrea Repetto
Escuela de Gobierno UC
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