Desde que asumiera la presidencia de un país en plena recesión, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, apostó por revitalizar el sector industrial y manufacturero convencido de su potencial para resucitar la economía. La recuperación de más de medio millón de puestos de trabajo en este ámbito en los últimos cinco años ha demostrado que el fabril es uno de los principales motores para la creación de empleo y Obama está decidido a impulsar esa inercia promocionando una nueva formación profesional que pasa por la promoción de alianzas entre universidades, Administración y empresas que formen a trabajadores altamente cualificados para garantizar la competitividad de la industria estadounidense.
Obama promueve una nueva formación profesional que pasa por la promoción de alianzas entre universidades, Administración y empresas que formen a trabajadores altamente cualificados para garantizar la competitividad de la industria estadounidense
Este miércoles, el presidente ha anunciado durante una visita a la universidad de Carolina del Norte la creación en ese centro del primero de una serie de 15 Institutos Industriales para ayudar a crear puestos de trabajo especializados, en el caso de Carolina del Norte, en el sector tecnológico. En las próximas semanas está previsto que se desvele la ubicación de otros dos centros similares. El desarrollo de estos institutos forma parte de un ambicioso plan para impulsar la formación profesional y el desarrollo de nuevas industrias que Obama apuntó durante su último discurso sobre el estado de la Unión, en febrero del año pasado y para el que asignó una partida presupuestaria de 1.000 millones de dólares. Su ejecución, sin embargo, ni siquiera ha comenzado todavía discutirse en el Congreso, que tiene que dar el visto bueno a la creación de los otros 12 institutos y al proyecto a largo plazo de incrementarlos a 45 en los próximos 10 años.
El presidente ha reconocido este miércoles que impulsará este programa de manera discrecional en todo lo que sus poderes ejecutivos se lo permitan, en una muestra de su determinación por sacarlo adelante con o sin apoyo del Capitolio. “En estos últimos años hemos progresado, las piezas están allí para construir más empleo del que hasta ahora hemos destruido, pero eso nos obliga a actuar, y éste es el año en el que hay que ponerse a trabajar, todos, incluido el Congreso, pero si yo puedo actuar sin él, lo haré, haré lo que sea para impulsar empleos altamente especializados que son los que nos van a hacer crecer”, ha señalado Obama.
El programa de Institutos Industriales del presidente está inspirado en el modelo que Alemania ha estado aplicando en los últimos años. “No quiero que el próximo gran descubrimiento tenga lugar en Alemania o en China, quiero que se produzca en EE UU”, ha reconocido el presidente.
El presidente ha reiterado su interés por que la clase media pueda acceder a la universidad, una aspiración que desde el sector más conservador del Partido Republicano ha sido criticada como snob, pero la política educativa de su segundo mandato no olvida la importancia de reforzar el puente entre el ámbito académico, donde se fomentan las ideas, y el práctico, donde se ejecutan y, en ella, se contempla la necesidad de formar a los mejores profesionales a lo largo de toda la cadena de producción y creación. “EE UU se ha construido a partir de la investigación y la innovación que luego ha aplicado y ha vendido para crear un mundo mejor. Es un círculo virtuoso que tenemos que fomentar”, ha reconocido Obama este miércoles.
El plan de Obama pretende fomentar la sinergia entre el Gobierno Federal, a través de distintos departamentos como el de Comercio o Defensa, que son los que aportan los fondos públicos, en su mayoría, las universidades y empresas privadas –en el caso de Carolina del Norte, John Deere y Delphi-. Este programa, centrado en crear puestos de trabajo específicos para industrias especializadas se complementa con otras iniciativas en la línea de impulsar la formación profesional que la Administración estadounidense está comenzando a aplicar en los centros de enseñanza media.
La transformación del sistema educativo en los institutos que persigue el presidente da preeminencia a la enseñanza práctica frente a la teórica para preparar a los alumnos a la demanda laboral. El programa recompensa a los centros que desarrollen acuerdos de colaboración con las universidades y que refuercen la oferta de asignaturas de Ciencia, Tecnología e Ingeniería.
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