Ya de regreso en Chile, retomo hoy el seguimiento del conflicto educacional, resaltando las tomas de posición y argumentos más relevantes de los últimos dias.
En la prenta etapa, y tras dias de estancamiento del conflicto y de pruebas simbólicas de fuerza, los actores se preparan ahora, nuevamente, para negociar. Al centro reemergen, otra vez, los asuntos del financiamiento universitario, los subsidios para instituciones y estudiantes, los recursos fiscales, los aportes estatales y su modalidades de asignación y distribución.
A continuación crónicas sobre la coyuntura del conficto, declaraciones de actores, opiniones y argumentos. Al final, dos entradas de interés sobre costos de las universidadea y cómo se justifica su incremento según algunos rectores.
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El texto fue visado por el Presidente Sebastián Piñera en una reunión desarrollada ayer en su casa:
Gobierno envía carta a Confech y da garantías de que llevará al Congreso acuerdos con estudiantes
El texto fue leído en la asamblea de la Confech realizada en la Universidad Católica del Norte. En ella se condiciona el diálogo, a través de una mesa de trabajo, a que los alumnos retomen sus clases.
RIENZI FRANCO, El Mercurio, 25 septiembre de 2011
Antes de despegar la noche del viernes desde Boston, Estados Unidos, con destino a Santiago, el Presidente Sebastián Piñera citó al ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter; de Educación, Felipe Bulnes, y al vocero del Ejecutivo, Andrés Chadwick, a una reunión en su residencia en el sector de San Damián, en la comuna de Las Condes.
El objetivo de la convocatoria, que se concretó ayer sábado, fue informar al Mandatario sobre el avance de las negociaciones del Gobierno con los estudiantes para retomar el diálogo a través de la instalación de una mesa de trabajo, la que semanas atrás se suspendió al no existir acuerdo entre las partes. Fue así como minutos antes del mediodía de ayer comenzaron a llegar los secretarios de Estado hasta la casa del gobernante (ver fotos). En ese instante, Piñera visó la carta que el ministro Felipe Bulnes envió después a los dirigentes estudiantiles para que fuera leída en la asamblea que ayer realizó la Confech en la Universidad Católica del Norte, en Coquimbo (ver nota relacionada).
En este contexto, Piñera fue informado por sus ministros sobre el avance del conflicto estudiantil. Más tarde, el Jefe de Estado dijo -al participar de la entrega de subsidios a la clase media en la comuna de Cerrillos- que “estamos contentos y optimistas, porque creemos que muy próximamente vamos a tener muy buenas noticias”. Y agregó que “es muy necesario que los jóvenes se reintegren al año escolar y es muy necesario que la reforma educacional avance en nuestro Congreso”. Trascendió que el optimismo del Presidente se basó en la información que sus ministros le entregaron en torno al inminente retorno a clases de los alumnos movilizados por ya más de cuatro meses.
Diseño de La Moneda
Fue el miércoles pasado cuando el Gobierno comenzó a delinear la estrategia para destrabar el conflicto estudiantil. Y lo hizo a partir de las declaraciones que -ese mismo día- la dirigenta de la Confech, Camila Vallejo, dio a TVN. En ellas, por primera vez reconoció la posibilidad de que los estudiantes vuelvan a clases sin deponer las movilizaciones.
A partir de ese hecho, fue el propio Chadwick quien replicó a Vallejo, y calificó como un “gesto potente” el regreso de los estudiantes a sus aulas. En paralelo, el ministro Bulnes comenzó de inmediato a tender puentes con los dirigentes para afianzar una salida a las movilizaciones. Fruto de estas conversaciones -que se mantuvieron hasta la noche del viernes- es que se materializó el documento que fue entregado a los estudiantes.
Según trascendió, éste consta de una “garantía recíproca” que se traduce en una condición relevante para La Moneda y para los alumnos, con el fin de que vuelvan a clases. Así, el Gobierno se compromete a abrir el “espacio, tiempo y ritmo legislativo” para que, vía indicaciones, se puedan introducir las sugerencias de los estudiantes y a las que se llegue a acuerdo en las mesas de trabajo. Éstas tienen por objeto mejorar los proyectos de ley sobre educación que ya fueron enviados al Parlamento.
La medida tiene la finalidad de evitar que el trámite de las iniciativas legales -como la rebaja del interés del Crédito con Aval del Estado y la que crea la Superintendencia de Educación- entorpezca el avance del diálogo. Asimismo, el Ejecutivo entregará “facilidades de ciertos plazos” a los jóvenes para mitigar el impacto del cierre del semestre académico y, además, incluir “todos los temas” en la mesa de trabajo conjunta, lo que comprende el debate sobre el lucro y su fiscalización en las universidades.
Todo esto se plasmó en el documento que fue acordado ayer en la reunión encabezada por el Presidente Piñera. El interés del Gobierno es que cuanto antes se pueda dar cierta normalidad al año escolar y poner término a las tomas de los colegios y casas de estudios superiores.
Los tres puntos
La última propuesta del Gobierno consta de tres ejes:
1 “La agenda de trabajo legislativo será manejada en cuanto a sus urgencias y ritmos de tramitación de manera de permitir que los acuerdos que se alcancen en las mesas de diálogo puedan ser incorporados en los respectivos proyectos de ley”.
2 “Los debates de las mesas de diálogo serán transparentes. Así, se levantarán actas públicas para que la ciudadanía pueda conocer los temas tratados y las posiciones de los participantes”.
3 “Para evitar la pérdida del año escolar y los semestres académicos, y en función del retorno oportuno a clases de los estudiantes, el Ministerio de Educación empleará los mejores esfuerzos y adoptará las medidas posibles para reprogramar los calendarios escolares de todos los establecimientos afectados por las tomas”.
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Invitación del Ministro de Educación a retormar el diálogo y oferta sustantiva
Santiago, 24 de septiembre de 2011
Estimados dirigentes de la Mesa Ejecutiva de la Confech:
Bajo el entendimiento que la reprogramación de las actividades académicas, tanto
escolares como universitarias, supone el retorno de los alumnos a clases en forma
oportuna de manera de no poner en riesgo el año escolar y los semestres universitarios;
y asumiendo, por otra parte, la voluntad que en este mismo sentido han manifestado
públicamente los estudiantes en los últimos días, el Gobierno, con el objeto de facilitar
este proceso de normalización de las actividades académicas y la instalación de las
mesas de diálogo, otorga las siguientes garantías:
1.- La agenda de trabajo legislativo será manejada en cuanto a sus urgencias y ritmos de
tramitación de manera de permitir que los acuerdos que se alcancen en las mesas de
diálogo puedan ser incorporados en los respectivos proyectos de ley.
2.- Los debates de las mesas de diálogo serán transparentes. Así, se levantarán actas
públicas para que la ciudadanía pueda conocer los temas tratados y las posiciones de los
participantes.
3.- Para evitar la pérdida del año escolar y los semestres académicos, y en función del
retorno oportuno a clases de los estudiantes, el Ministerio de Educación empleará los
mejores esfuerzos y adoptará las medidas posibles para reprogramar los calendarios
escolares de todos los establecimientos afectados por las tomas (trabajando con cada
establecimientos y sus sostenedores la recalendarización de la actividades para alcanzar
las 38 a 40 semanas de clases que corresponde) y trabajara con el consejo de Rectores
de las Universidades para ver las holguras máximas para el cierre del primer semestre
académico, de manera que no se arriesgue la ejecución del segundo semestre (de 16
semanas como mínimo) y por ende, las ayudas estudiantiles.
En cuanto a la Agenda Sustantiva:
El gobierno reitera su voluntad de avanzar en el diálogo abierto y franco en todas las
materias que han estado en el debate público en materia de educación.
En especial, el gobierno valora los avances logrados en materias, como:
– La Reforma Constitucional, que garantice a todos los ciudadanos el derecho
fundamental a una educación de calidad.
– La desmunicipalización de la educación y su sustitución por un sistema público
y descentralizado
– El fortalecimiento de la educación técnica, tanto en su nivel secundario como en
su nivel de educación superior, mejorando la pertinencia de los currículos,
regulando la existencia de seguros adecuados para las prácticas profesionales
habilitantes y fiscalizadas, fomentando la formación de docentes del ámbito
técnico profesional, etc.
– El fortalecimiento de las universidades estatales y tradicionales via aportes basales.
– La necesidad de incrementar los recursos destinados a la subvención escolar, así
como considerar matrícula y asistencia para su pago.
– La garantía del cumplimiento de la ley en materia de prohibición del lucro en las
Universidades.
Asimismo, el gobierno reitera su mayor voluntad de impulsar y participar en un amplio
diálogo acerca de las demás materias en debate público, como el lucro en la educación
escolar y técnico profesional, los criterios de asignación de recursos públicos
adicionales a las instituciones educativas y el financiamiento compartido, entre otras.
Sin otro particular, los saluda atentamente
Felipe Bulnes Serrano
Ministro de Educación
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Confech se alista a retomar mesa de diálogo tras negociar nueva propuesta con el gobierno
Los estudiantes secundarios aceptan las garantías que el ministro de Educación Felipe Bulnes hizo llegar ayer vía e-mail.
por Pablo Cádiz, Rocío Montes, Jorge Poblete, La Tercera, 25 septiembre de 2011
En un intento por dar una nueva señal de flexibilidad, el gobierno dio ayer un paso crucial en la búsqueda de una solución al conflicto educacional: poco antes de que comenzara la asamblea de la Confech en Coquimbo, el ministro Felipe Bulnes envió a los estudiantes una carta vía e-mail ofreciendo tres condiciones clave para retomar la mesa de diálogo.
Los estudiantes debatieron durante toda la tarde la propuesta del Ejecutivo, pero la discusión se suspendió tras el apagón de luz de las 20.30 horas. El martes se reunirán por la mañana en la Universidad Católica para definir la respuesta definitiva. Todo indica, sin embargo, que están a sólo un paso de aceptar las condiciones ofrecidas por el gobierno, lo que allana el camino para que el Ejecutivo y los estudiantes comiencen a trabajar en conjunto.
Pasado el mediodía el Presidente Sebastián Piñera había dado luces respecto de que el conflicto estudiantil comenzaba a descomprimirse: “Próximamente creo que vamos a tener muy buenas noticias. Estamos muy contentos y optimistas”, señaló ayer el Jefe de Estado tras entregar subsidios habitacionales en Cerrillos.
La confianza de Piñera tenía fundamentos: a eso de las 11:00 horas de ayer, antes de partir a la actividad, se había reunido en su domicilio con los ministros Rodrigo Hinzpeter, Andrés Chadwick y Felipe Bulnes.
Los cuatro analizaron los escenarios que se podrían producir durante la tarde en la asamblea de la Confech y, sobre todo, el texto que el ministro Bulnes le iba a hacer llegar a los estudiantes. En la carta, visada desde el viernes por el propio Presidente, el gobierno cedió en un punto crucial para los jóvenes: está dispuesto a reprogramar los calendarios escolares y dar holgura para el cierre del primer semestre en las universidades (ver recuadro). Todo esto no garantiza, sin embargo, cuándo se retomarán las clases del segundo semestre.
De acuerdo con los dirigentes, la propuesta del gobierno fue el gesto político fuerte que esperaban. Pero también hubo un asunto de plazos: quieren que las mesas de diálogo se establezcan esta misma semana y, de esa forma, incidir en la Ley de Presupuesto que el Ejecutivo debe enviar antes del 30.
Aunque todavía no han elegido a sus representantes para las instancias de diálogo, todo indica que se tratará de la mesa ejecutiva de la Confech. Ellos mismos fueron los que llegaron a La Moneda el 3 de septiembre a hablar con el Presidente.
Todo decantó el viernes
La puerta se abrió el miércoles, luego de que el Presidente Piñera y el ministro Bulnes decidieran en conjunto dar una señal de flexibilidad y extender el plazo para salvar el año escolar. Esa misma jornada, tras el anuncio, el titular de Educación sostuvo una reservada reunión con los representantes de los estudiantes secundarios. Estos acercamientos, señalan altas fuentes del gobierno, fueron los que permitieron allanar el camino hacia los dirigentes de la Confech, que durante la semana ya habían dado señales de querer llegar a un pronto acuerdo.
El viernes por la noche se produjo una reunión clave. El ministro Felipe Bulnes sostuvo un encuentro con representantes de los secundarios y de la Confech. También estaba presente el senador socialista Juan Pablo Letelier, quien ha sido un actor importante en las negociaciones.
Los estudiantes reiteraron su petición de que se reprograme el calendario de actividades académicas definido por el Ejecutivo. Como condición para la conformación de las mesas de diálogo, solicitaron que se flexibilizaran los tiempos de la agenda legislativa y que los debates sean transparentes. La idea de los representantes estudiantiles era que el gobierno pusiera por escrito todo lo que se había negociado esa noche.
Pese a que por momentos la discusión se entrampó, finalmente llegaron a buen puerto. El ministro, en conjunto con los estudiantes, negoció las ideas centrales del ofrecimiento que el gobierno haría por escrito. Los jóvenes se comprometieron, a cambio, a realizar las gestiones para ablandar a los sectores ultras del movimiento.
El sábado, muy temprano, Felipe Bulnes terminó de afinar los últimos detalles de la propuesta. Una vez que la finalizó, la analizó junto al Presidente Piñera, quien dio su visto bueno. Después de la reunión que el Mandatario encabezó en su residencia, el texto finalmente fue enviado a los estudiantes que se alistaban para comenzar la cita de la Confech en Coquimbo,
Paralelamente, los secundarios han tenido reiteradas reuniones con dirigentes de la oposición: quieren asegurarse que la Concertación apoye la decisión del gobierno de atrasar el envío del proyecto de ley sobre desmunicipalización que tenía como plazo el 30 de septiembre. Los mismos secundarios, ayer, aceptaron las condiciones del Ejecutivo para dialogar.
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Plazos perentorios en educación
Opinión editorial, La Tercera, 25 septiembre e 2011
EL ACTUAL escenario de movilizaciones estudiantiles, que se extiende desde hace cuatro meses, comienza a imponer una serie de urgencias que obligan a los distintos actores involucrados a tomar decisiones contra el tiempo. Ello, principalmente, porque se terminan los plazos para evitar que los alumnos de colegios en toma pierdan el año escolar, y para que las universidades puedan cerrar el primer semestre académico.
En estas circunstancias, adoptar definiciones bajo presión se ha vuelto inevitable, pero es de suma importancia para todos los interesados -en rigor, para el país- que eso no signifique actuar en forma precipitada ni poner en entredicho el principio de autoridad implícito en el rol del gobierno o de los rectores de las universidades. Por ejemplo, el fin de semana pasado el Presidente de la República y el ministro de Educación señalaron que, habiéndose cumplido los plazos fijados -que ya habían sido extendidos una vez- 70 mil escolares tendrían que repetir el año, pero tres días después el gobierno anunció un nuevo plazo para inscribirse en el programa de emergencia para salvar el año. Por otro lado, algunos rectores han confundido su rol al apoyar abiertamente las movilizaciones y hacer propuestas que arriesgan prolongar la crisis en lugar de abreviarla.
Este tipo de decisiones sugieren que el sentido de urgencia ante la crisis está prevaleciendo por sobre la responsabilidad y la voluntad de diálogo que ofrecen la única vía de avanzar en este proceso.
Las decisiones que se tomen para abordar la contingencia generada por el conflicto educacional no deben llevar a cursos de acción que provoquen en el futuro mayores problemas que los que se intenta resolver hoy. Al respecto, es particularmente importante que quienes tienen funciones de autoridad en sus respectivos ámbitos cumplan el rol que se espera de ellos asumiendo con responsabilidad sus obligaciones.
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Víctor Pérez (U. de Chile), Ignacio Sánchez (U. Católica), Juan Manuel Zolezzi (Usach) y Álvaro Rojas (U. de Talca) en “El Mercurio”:
El duro balance de los rectores a 136 días del inicio de las movilizaciones
El Mercurio, 25 septiembre de 2011
Salvo el de la Universidad de Chile, que dice que las movilizaciones sólo significan beneficios, los rectores de las universidades Católica, de Talca y de Santiago aseguran que el paro ha traído graves costos para las instituciones, como la pérdida de recursos, calidad y prestigio, que podrían verse reflejados en el proceso de postulación del próximo año. Además, analizan las fórmulas para cerrar el primer semestre y evalúan el rol del Gobierno y del movimiento estudiantil durante la crisis.
Cecilia Derpich y Gabriel Pardo
Lo primero que preguntan es cuántas personas participaron en la marcha de los estudiantes que terminó pocas horas antes. Es jueves en la tarde y los rectores de cuatro de las principales universidades tradicionales llegan hasta “El Mercurio” para debatir sobre las movilizaciones estudiantiles, que hoy cumplen 136 días desde la primera manifestación del 12 de mayo, que convocó a 50 mil personas.
A la hora de la reunión la cifra no está clara. 100 mil dicen los estudiantes, 60 mil la Intendencia. Víctor Pérez, de la Universidad de Chile; Ignacio Sánchez, de la Universidad Católica; Juan Manuel Zolezzi, de la Universidad de Santiago, y Álvaro Rojas, de la Universidad de Talca, bromean sobre los cálculos, hablando hasta de teorías matemáticas para llegar a resultados tan distintos.
Se relacionan con la complicidad de ser viejos conocidos -los cuatro han formado parte del Comité Ejecutivo del Consejo de Rectores- y durante la reunión están de acuerdo en la mayoría de sus diagnósticos sobre las necesidades de la educación superior en Chile: la falta de acceso, los problemas de calidad y equidad, la preocupación por la falta de entendimiento.
“El problema es que en Chile hay un sistema de educación público que no garantiza la calidad”, dice Rojas. “Calidad y equidad, que tienen que ver con acceso y financiamiento, son puntos claves”, agrega Sánchez. “El principal problema es que algunos han visto esto como un tema sectorial y no relacionado al tipo de país al que uno aspira”, afirma Pérez. Y Zolezzi advierte: “hay un conflicto de entendimiento respecto de lo que debe ser la educación. Si vamos realmente a instruir a jóvenes o sólo a capacitarlos para producir”.
Sin embargo, a la hora de evaluar los efectos que han tenido los cuatro meses de tomas y paros en las universidades, surgen las diferencias.
Una visión es la del rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, para quien las movilizaciones sólo han traído efectos positivos. “Creo que estas movilizaciones sólo significan beneficios, en la medida en que se produzcan las reformas al sistema de educación superior que toda la ciudadanía está esperando. Por años hemos venido denunciando que la situación es insostenible, por lo tanto yo soy optimista de que esto se va a traducir en beneficios concretos para la educación superior, y para la educación superior pública, en particular”.
Luego, al ser consultado si ve algún efecto negativo para su universidad, responde:
-Esto hay que mirarlo desde una perspectiva de futuro, y yo creo que los dirigentes de la FECh han mostrado liderazgo indiscutible en todo este proceso. Estamos muy orgullosos de nuestros dirigentes estudiantiles, por el liderazgo que han asumido, y por la claridad de sus planteamientos. Soy optimista de que de todo este proceso vamos a salir fortalecidos como Universidad de Chile, como sistema de educación superior, tradicional, que son las universidades que forman parte del Consejo de Rectores, y como país.
Para el resto de los rectores, en cambio, si bien las movilizaciones han servido para visibilizar los problemas de la educación en Chile, también han traído aparejadas una serie de consecuencias negativas para los planteles. Unas que están comenzando a verse ahora, como la pérdida de recursos. Otras de mediano plazo, como los efectos en el proceso de admisión del próximo año. Y otras de largo plazo, como los efectos en la calidad de las universidades, sobre todo en las que vivían momentos complejos antes de las tomas.
El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, valora que el movimiento significará mejoras, pero que lamentablemente “esas mejoras, van a pasar o están pasando por dañar a las instituciones públicas”.
Y enumera los puntos que considera son los más complejos. El primero es que, a su juicio, ningún estamento de la universidad tiene derecho a tomarse los espacios universitarios. “Creo que los estudiantes pueden tener perfectamente derecho a paralizar, a manifestarse, a no ir a clases, pero me parece que las tomas son antidemocráticas e ilícitas. Me llama profundamente la atención que en nuestro país haya existido una aceptación de éstas”. En segundo lugar, plantea los complejos efectos que cree pueden traer las tomas y paros para las familias y instituciones con menos recursos, particularmente en las regiones. “Los que más sufren son los más pobres en la familia, en los estudiantes, y también en las instituciones más pobres. Hemos visto instituciones de regiones, estatales, que están con serios problemas de subsistencia, y también de prestigio. Probablemente, eso no va a ser lo que va a afectar a las instituciones de la Región Metropolitana, o a los que tienen una calidad diferente en distintos aspectos, pero pensemos un poco cómo vive una universidad estatal de una región en donde tienen tres o cuatro instituciones privadas que durante estos cuatro meses han estado funcionando normalmente. Y hay que pensar en la elección no solamente de este año, sino que también futura, de esas familias con alumnos talentosos, con mayores o menores problemas socioeconómicos. La pregunta es, ¿van a seguir apostando por estas instituciones?”, plantea.
Para Juan Manuel Zolezzi, rector de la Usach, si bien los dirigentes han logrado poner sobre la mesa temas como la calidad y el lucro en la educación, también han tomado decisiones que han perjudicado a las universidades. “Una paralización o una toma en una institución siempre es un perjuicio. En nuestra universidad hemos dejado de recibir recursos del pago directo de los alumnos de aproximadamente dos mil millones de pesos”, dice.
Y agrega que si bien los logros que ha tenido el movimiento en lo instrumental -como la Superintendencia de Educación o el financiamiento basal- han sido “de marca mayor”, aún falta lo más importante, que es ponerse de acuerdo en el entendimiento sobre la educación. “Qué es lo que vamos a entender como país sobre la educación, no es un tema que se esté discutiendo en este minuto”.
Para Álvaro Rojas, rector de la Universidad de Talca, las consecuencias del movimiento son especialmente negativas para las universidades regionales. “Cuando uno empieza a ver los efectos del corto plazo, tiene que diferenciar que es muy distinto soportar el movimiento estudiantil desde una universidad metropolitana con 200 años de historia, con espaldas muy gruesas, a un sistema regional, público, reciente, nuevo, frágil, en un país cada vez más centralista como Chile. Hay efectos sin duda, como el no pago de aranceles, del no pago del crédito solidario, gastos en campos clínicos que no se utilizan, gastos en honorarios que no se utilizan. Hay efectos que son severos y que se van a ver fuertemente expresados para el año 2012 y para las universidades frágiles especialmente. Nosotros no hablamos desde la bonanza metropolitana, hablamos de la pobreza de las regiones, que están evidentemente más complicadas. Digo esto, pero aclaro que no quiero decir ‘el conflicto genera tal daño económico así que, muchachos, vuelvan a clases’. Ese no es el tenor de la respuesta que debemos dar como responsables de la sociedad”.
Las fórmulas para cerrar el semestre
En las próximas semanas, uno de los temas que coparán la agenda, según adelantan los rectores, es cómo se realizará el cierre del semestre, cuya fecha límite se ha calculado para el 7 de octubre. En esto, la realidad entre las universidades e incluso entre las carreras es diversa. Hay algunas que estuvieron paralizadas entre tres y cuatro semanas, mientras que hay planteles que ya llevan 8 meses. Hay universidades que tienen sistema semestral y otras que son anuales. Y además, según indican los rectores, dentro de una misma universidad, hay diferencias respecto de cómo se han asumido las movilizaciones las distintas carreras.
Por ello, los rectores plantean que lo importante es aplicar un criterio de flexibilidad, de acuerdo a los sistemas de cada casa de estudio, pero donde se cuide la calidad y desmienten además que se esté pensando en fórmulas como cerrar un solo semestre este año y dejar tres para el próximo.
“El modelo es complejo porque hay 25 instituciones y dentro de cada institución es compleja la situación porque no todas las facultades responden a lo mismo. Tenemos que hacer confianza en cada rector, en los decanos y particularmente en los profesores, para velar por la calidad de la docencia. Cada profesor tendrá que ser creativo para recuperar, ya sea de forma presencial o virtual, los contenidos y tomar los exámenes correspondientes. Lo que no me gustaría ver es que hay instituciones que tengan cierres de semestres acelerados con porcentaje parcial de las materias y los contenidos”, plantea Ignacio Sánchez, quien asegura que todas las carreras tendrán sus semestres cerrados al 7 de octubre y que las que paralizaron entre tres y cuatro semanas (Teatro y Música) cerrarán sus segundos semestres el 15 y 20 de enero.
Álvaro Rojas, comparte el diagnóstico de la heterogeneidad entre las universidades. En el caso de la Universidad de Talca, explica que muchas de sus carreras tienen ramos anuales y otras semestrales y que los quintos años están funcionando normalmente. Por ello apuestan a una fórmula que complemente la garantía de la enseñanza con la flexibilidad, que permita que el primer semestre se cierre dentro de la semana entre el 9 y 11 de octubre y el segundo en los primeros días de febrero, garantizando tres semanas de vacaciones para los profesores.
“Hay que generar los espacios para que los estudiantes se puedan movilizar y que, al mismo tiempo, puedan seguir avanzando en sus estudios”, dice Rojas.
Según plantea Juan Manuel Zolezzi, en la Universidad de Santiago han optado por una mecánica de construcción de acuerdos entre las facultades y los alumnos, donde lo más importante es que los objetivos de aprendizaje estén asegurados.
“Están todas las materias en internet y por lo tanto todos pueden tener acceso para ese material. Hoy, por ejemplo, había clases en la universidad y estamos en proceso de cierre. Y yo creo que esa es la mejor manera porque permite entender que hay una necesidad por parte de la institución de llegar a determinadas fechas y un entendimiento por parte de todos los académicos de ver que los estudiantes están participando en toda esta mecánica. En este caso, si quedaban dos pruebas se puede reducir a una, cosas de ese estilo. Y yo diría que vamos a estar dentro de la fecha del 7 de octubre y que vamos cerrar el segundo semestre a fines de enero.
Mediados de octubre es la fecha de término de semestre que entrega Víctor Pérez. “La Universidad de Chile se basa en el mérito, en la calidad y en la excelencia. Y por lo tanto, el cierre del semestre tiene que darse respetando esos criterios. Estamos en permanente contacto con las directivas estudiantiles para ver cómo compatibilizamos la movilización activa con el establecimiento de las actividades docentes. Con la movilización activa estamos entendiendo que existan los tiempos y los espacios protegidos para las movilizaciones y para el debate”, asegura.
Juan Manuel Zolezzi
Rector de la Universidad de Santiago.
22.000 Cantidad de alumnos en su universidad
20.000 Cantidad de alumnos movilizados que declara
Ignacio Sánchez
Rector de la Universidad Católica.
25.000 Cantidad de alumnos en su universidad
Cantidad de alumnos movilizados que declara:
“Todas las carreras están desarrollando sus actividades normalmente, independiente de su participación en las movilizaciones”.
Víctor Pérez
Rector de la Universidad de Chile.
28.000 Cantidad de alumnos en su universidad
Cantidad de alumnos movilizados que declara:
“Toda nuestra universidad está movilizada, bajo diferentes modalidades”.
Álvaro Rojas
Rector de la Universidad de Talca.
7.000 Cantidad de alumnos en su universidad
Cantiadad de alumnos movilizados que declara:
“Cinco mil están sin clases y 2 mil siguen sus cursos con normalidad, pero movilizados”.
Liderazgo tardío del Gobierno y estudiantes a los que les falta capitalizar sus logros
Rojas: Los estudiantes han tenido el gran acierto de haber puesto temas que estaban muy en el corazón de la sociedad chilena, y que si bien se percibían por parte de las comunidades, no habían sido expresados tan explícitamente. Poner el tema de la educación pública y del lucro en el debate nacional es un acierto. Además, se salieron de las medidas instrumentales; más crédito, más fondos, más recursos a las universidades, y pusieron temas sustantivos. Pero creo que ahora llegó el tiempo de sentarse a capitalizar sus logros y definir temas que son de corto y de largo plazo. Es tiempo de sentarse a tener un diálogo donde se puedan generar otras instancias. Respecto del Gobierno, creo que fue un acierto de él poner los temas de fondo de educación pública, y que explícitamente haya reconocido que la educación pública merece un nuevo trato y que las universidades regionales son importantes para el país. Sobre los errores del Gobierno, creo que se generaron expectativas sin conocer las fuerzas subterráneas que estaban detrás de la educación superior. Creo que ahí ha habido un desconocimiento.
Pérez: Creo que este conflicto debió haber sido resuelto hace mucho tiempo. El tema de las desconfianzas explícitas e implícitas nos ha jugado en contra y creo que nosotros como rectores hemos hecho desde el comienzo un llamado a la generosidad, a buscar los acuerdos, a buscar los puntos de encuentro. Si todos los actores políticos, sociales, estudiantiles, universitarios hemos dicho que el sistema de educación superior debe tener una reforma profunda, entonces la pregunta es: ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para construir el que seamos parte de la solución y no parte del problema? Y creo que ahí, mirando hacia adelante, tenemos que dar muestras de generosidad y de consistencia.
Sánchez: Creo que el Gobierno tardó en entender cómo venía de fuerte este movimiento ciudadano. Sus propuestas iniciales fueron un poco más tibias y se fueron reforzando en el camino. Desde el punto de vista del movimiento estudiantil, yo diría que uno de sus aciertos ha sido poner el tema sobre el tapete y provocar una situación muy importante para él. Pienso que en el último mes y medio debiéramos haber ido cerrando temas, no cerrándolos en el sentido de ir dejándolos para otra vez, sino que capitalizándonos, entrando a mesas de trabajo.
Zolezzi: La verdad es que alguien abrió la puerta de las expectativas, y a mí me queda la gran duda de cuál era el proyecto; ¿qué pasó con Tantauco por decirlo de alguna manera? ¿Qué pasó con el proyecto? Por otra parte, creo que el Gobierno ha tenido el acierto de pasar de una situación muy delicada a una situación, yo diría, en que está un poco más favorecido; yo creo que el cambio de ministro ha tomado un empoderamiento. Él ha dicho “no nos pidan gobernar de una manera distinta, somos un gobierno de derecha”. Eso está claro. Pero yo pienso que un gobierno debe gobernar, y eso significa dialogar. Y sobre los estudiantes, creo que esto de entusiasmarse, creer que todo es posible y, bueno, es propio de la juventud, pero después uno se da cuenta de que hay cosas que no tienen nada que ver.
Reconocen errores y aciertos de los rectores en el conflicto
Zolezzi: Los rectores hemos jugado un rol que en un principio fue mucho más protagónico que el que hemos tenido últimamente. En ese sentido, y lo digo sin soberbia, creo que se pierde una oportunidad, ya que hay conocimiento acumulado en las universidades, los rectores somos una expresión de eso. También hemos tenido muchos defectos. Hemos tenido dificultades en manejar los conflictos y eso a veces nos hace no ser tan espontáneos como quisiéramos ser. En muchos casos somos el “jamón del sándwich”, entonces muchas de las cosas que se dicen afuera tenemos que amortiguarlas hacia adentro (de las universidades), y muchas de las cosas que se dicen adentro tenemos que amortiguarlas para afuera.
Pérez: Yo creo que la valoración de la actitud de los rectores tiene que darla la comunidad universitaria. Hemos participado activamente en haber colocado sobre la mesa también los temas oportunamente. Nosotros como Universidad de Chile venimos hace varios años planteando el tema del nuevo trato entre el Estado y las universidades estatales.
Sánchez: Siempre hemos tenido la voluntad de participar aunando posiciones. En algún momento dijimos que podíamos ser puente y nos dijeron que eso no se necesitaba. Nos hemos mostrado disponibles a colaborar. No se ha tomado en cuenta muchas veces nuestra voluntad, pero creo que es destacable como hemos asumido eso. Como autocrítica, creo que nos ha faltado firmeza y rayar la cancha a los distintos actores, servir de baranda a este puente, y saber cuáles son los límites de la convivencia. En varios momentos de estos cuatro meses deberíamos haber sido más independientes para tomar decisiones y haber sido más firmes.
Rojas: En una primera etapa, expresamos nuestras perspectivas respecto de la reforma y tendía a pensar que éramos más parte del problema que de la solución. En una segunda etapa fuimos parte de la solución y de hecho avanzamos en varios temas que hay que ver cómo se concretan. Hoy estamos en una situación donde los interlocutores son los estudiantes y no los rectores. Creo que hay una ausencia que es lamentable, ya que hay muchos puntos donde podemos avanzar.
Llaman a “sentarse a la mesa” a dialogar y honrar compromisos
-¿Cuáles son los caminos que sugieren para terminar con el conflicto estudiantil?
Zolezzi: Creo que la solución del conflicto pasa por no restarse de la conversación, del diálogo. Hoy, independientemente de las cinco o cuatro medidas o garantías, yo llamaría inmediatamente a un diálogo, explicando por qué no se pudo una medida o la otra. Los rectores hemos ofrecido una alternativa para avanzar en esa línea convergente y tener a los estudiantes movilizados, pero al mismo tiempo solucionar el problema de su situación académica.
Pérez: Es hora de honrar los compromisos que hasta ahora se han planteado. En algún momento dado, el Gobierno señaló la importancia del tema de la Superintendencia, y creemos que eso tiene que traducirse en algo concreto en el corto plazo, al igual que el nuevo trato entre las universidades estatales y el Estado, las nuevas ayudas estudiantiles y créditos, y una ley que regule el lobby en Chile. Los distintos actores deben empezar a honrar compromisos; es lo único que puede dar credibilidad hacia adelante.
Sánchez: El diálogo y la participación. No se me ocurre otro elemento que sentarse a la mesa a conversar los temas, partiendo por los que nos aproximan más, y después de ese trabajo construir las confianzas para tomar los temas que nos alejan. Y junto con ese diálogo una activa participación de todos los actores: ministerio, Consejo de Rectores, estudiantes, los aportes técnicos de los distintos ministerios cuando se vean las propuestas, y por supuesto, el Parlamento. También hemos dicho que, siendo muy optimistas, esto es un tema de dos o tres años, ya que no hay que legislar con la prisa que haga que se cometan errores.
Rojas: Creo que hay que dialogar, crear mesas de corto y de largo plazo. Me parece que la lógica del gobierno es de negociación; hay temas que son negociables y temas que son para construir de manera conjunta. La gran oportunidad que tiene este gobierno es dotar a este país de un sistema de educación pública, con equidad, fuerte, acorde a lo que el país ha alcanzado en materia económica, y esa equidad no se logra negociando, sino que construyendo un modelo del sistema de educación pública que haga a este país más sustentable.
Unos resaltan voluntad de Bulnes, otros critican su rigidez al negociar
El ministro
Rojas: Bulnes ha mostrado una muy buena voluntad, pero en un rol más de negociador de aspectos instrumentales que de constructor de un gran acuerdo nacional.
Pérez: Ha mostrado voluntad de diálogo. No obstante, el éxito del Gobierno en esta crisis se podrá evaluar en cómo se resuelva en forma permanente este conflicto.
Sánchez: Ha desempeñado un liderazgo muy activo, comprometido y consecuente con lo que ha planteado desde el inicio de su gestión.
Zolezzi: Ha venido a restablecer lo que se llama la disciplina del Gobierno y la coherencia sectorial. Siendo una muy buena persona, es relativamente duro en sus posiciones respecto de un modelo de diálogo y negociación que es completamente distinto al del mundo legal.
Las federaciones
Rojas: Los centros de alumnos han actuado con mucha unidad y gran sacrificio y están a la espera de las respuestas que deben emanar desde el Gobierno.
Pérez: La FECh ha tenido un enorme liderazgo para plantear reformas a la educación superior con calidad, inclusión y equidad.
Sánchez: Hay una mesa de vocería que ha tenido mayor protagonismo; sin embargo, al interior de sus comunidades las federaciones son autónomas, con una creciente influencia de las universidades de regiones. El movimiento se ha radicalizado y así hay dificultad para retomar las actividades académicas.
Zolezzi: El presidente de mi federación ha jugado un rol relevante al interior de la universidad y en el plano externo, dando soporte a distintos dirigentes, consecuente en sus planteamientos y discursos.
Agenda legislativa del Gobierno
Pérez: Este tema ha sido parte de la forma y no del fondo. Creo que es evidente que la reforma debe hacerse institucionalmente con el Gobierno, con los estudiantes, con las universidades y con los parlamentarios.
Sánchez: El deber del Gobierno es avanzar en la solución de los problemas planteados, por lo que me parece apropiado que trabaje en la agenda legislativa.
Zolezzi: Creo que era de los puntos mas fáciles de conceder, pero el temor a que se interprete como cogobierno supera las perspectivas y los desperfila.
Rojas: Más temprano que tarde, estos proyectos adquirirán la velocidad que se requiera, en una fórmula más global y sistémica, que aborde la reforma de la educación en su conjunto.
Estudio revela exorbitante alza en aranceles de universidades tradicionales: hasta 194% sobre el IPC
Radio Bio Bio, Viernes 23 septiembre 2011 | 16:22
Publicado por Christian Leal | La Información es de Gloria Fuentealba • 8326 visitas
Varias son las demandas del movimiento educacional. Algunas, además, tienen matices. En educación superior, uno de los alegatos es por el alto nivel de los aranceles, que ubica a Chile como el país de la OCDE donde las familias más gastan en ese ítem.
Entre las propuestas planteadas, se pueden mencionar aranceles diferenciados, aumentos de las becas, rebaja de los intereses de la deuda. Como trasfondo, se detecta un realidad: lo oneroso que significa estudiar en las universidades chilenas.
No se trata de una consigna, sino que de una verdad que, además, se ha agudizado con el correr de los años.
Los datos indican que los aranceles de las universidades del Consejo de Rectores en los últimos veintidós años, registraron incrementos de hasta 180% por sobre el Índice de Precios al Consumidor. Es así como aranceles que en 1989 costaban 291 mil pesos hoy alcanzan los 5 millones.
Un estudio realizado por Radio Bío-Bío seleccionó cinco universidades tradicionales del país y comparó los aranceles de las carreras más demandadas entre los años 1989 y 2011, descubriendo que los costos anuales han aumentado hasta en un 194% por sobre el incremento del Índice de Precios al Consumidor.
¿Es que las carreras han sufrido ese incremento de costos? ¿Tiene esto relación con la disminución del aporte estatal, lo que ha obligado a las universidades a financiarse cada vez más con las matrículas y aranceles de los alumnos?
Como sea, aranceles tan altos contradicen el discurso del Consejo de Rectores, que asegura pretender un sistema de educación universitario socialmente equitativo. Los actuales costos de ciertas carreras están simplemente fuera del alcance de una familia modesta de nuestro país.
Veamos algunos ejemplos…
En el año 1989, la carrera de medicina en la Pontificia Universidad Católica costaba $ 359.500 pesos anuales, una cifra que con el incremento del IPC hoy debería alcanzar un valor de $ 1.789.985. Sin embargo, esta casa de estudio está cobrando actualmente 5 millones de pesos.
Es decir, un apoderado que tiene un sueldo de 550 mil pesos mensuales podría pagarle la carrera de medicina a prácticamente tres hijos –destinando, claro, más de la mitad de su ingreso- si los valores hubieran subido de acuerdo al alza real del costo de la vida, pero el escenario revela que en la actualidad no podrá pagarle esta carrera ni siquiera a uno de sus pupilos.
Una situación similar se aprecia en la Universidad de Chile. Allí, en 1989, se cobraba $ 291.500 anuales por la carrera de Ingeniería Civil, una cifra que con el incremento del IPC hoy debería alcanzar a $ 1.374. 916, sin embargo hoy el valor es de $ 3.926.000 al año.
Al comparar los actuales valores con los de hace 16 años, es decir entre 1995 y 2011 podemos ver que la tendencia sigue la misma línea. Así lo indican los datos obtenidos en base a la calculadora de variación del IPC del Instituto Nacional de Estadísticas.
Con este sistema de cálculo se puede determinar que la Universidad de Concepción, en el año 1995, cobraba 774.000 pesos (a valor actualizado) al año por la carrera de Medicina, una cifra que en base a la variación del IPC debería tener hoy un valor de $1.453.952. Sin embargo, el precio actual llega a los $4.268.000.
La universidad Técnica Federico Santa María es una de las entidades que tiene mayor demanda en la carrera de Ingeniería Civil. En el año 1995, esa carrera tenía un valor anual de $706.000, equivalentes a 1.326.215 pesos actuales; sin embargo, vale $ 3.400.000.
En tanto, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en el año 1995, cobraba por esa carrera $ 605.968. En valor actual, eso equivale a 1.138.306 pesos, pero cuesta $3.119000. Se podría rescatar que esta universidad por la misma carrera cobra casi 2 millones menos que la casa de estudios mencionada anteriormente.
A partir de estos datos puede cuestionarse el rol mismo de las universidades del Consejo de Rectores como instrumentos de promoción social de jóvenes talentosos, independientemente del ingreso monetario de sus familias.
También el sistema mismo de reajuste de los aranceles, sujeto al arbitrio de las universidades, sin regulación, muy por encima del IPC, que se expresa en la alta cantidad de ex alumnos –ahora profesionales- endeudados.
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Rectores dan su explicación de por qué en Chile es caro educarse
La mayoría apunta a que los aranceles son la base de su financiamiento, pero hay más…
La Segunda, 16 septiembre de 2011
Seis rectores de universidades -públicas y privadas- se atrevieron a abordar el espinudo tema de por qué los aranceles chilenos son tan caros.
El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, es tajante: Los altos costos “tienen que ver con la calidad y la complejidad de la institución (…) y Chile tiene un número muy limitado de universidades de alta complejidad y calidad”.
Reconoce que su plantel cobra entre un 15% y un 20% más que el sistema estatal (aunque menos que el sistema privado), pero agrega: “Tenemos menos de un 7% de aporte estatal en nuestro presupuesto”. Y explica que deben financiar profesores de alto nivel académico (con jornada completa, estudios en el extranjero y un alto nivel de publicaciones) y preocuparse por ofrecer una infraestructura adecuada. Y aunque “algunas facultades de nuestra universidad pueden ser deficitarias en lo económico, sin embargo por su relevancia y valor educacional tenemos que invertir en ellas”.
Incluso, dice, muchas veces “tenemos que suplementar los recursos que ofrece el Estado para investigación y para becas, lo que implica inversiones muy significativas”.
Y plantea que ” si se piensa que fijar los aranceles va a ser la solución, se pueden cometer grandes equivocaciones porque pondría en jaque las pocas universidades complejas de alta calidad que tiene el país. Se podría terminar ‘mediocrizando’ o ‘nivelando la cancha para abajo’ del sistema universitario chileno”.
Usach: Financiar la investigación
El rector de la Usach, Juan Manuel Zolezzi, agrega que “en el caso de los planteles complejos se necesitan aranceles altos para financiar investigación “, porque “los subsidios que entrega el Estado van a las personas (los investigadores), no a las instituciones. ¿Cómo se financia entonces la infraestructura y el staff para la investigación?”.
Por eso, “no me explico que universidades que no tengan investigación tengan aranceles tan altos”. Y en forma irónica, añade “¿ve que en Chile pagar más caro da la sensación de que recibirá algo mejor? La gente cree que calidad son grandes salas, comodidades, estadios, áreas verdes y niñas bien vestidas dando la bienvenida. Pero no es así. ¿Cómo se mide la calidad? Prácticamente no se mide, porque los parámetros se basan en procedimientos y no en resultados”.
En su rol de presidente del Consorcio de Universidades Estatales asegura que como el Estado no les entrega todos los recursos que requieren, cuando suben los aranceles, lo hacen para financiar proyectos de infraestructura, hacer mejoramientos de laboratorios o modernizar equipos. Incluso algunos incrementos permiten que una carrera prorratee costos de otra más compleja.
“Falta sincerar absolutamente los costos reales, falta que la autoridad encargue un estudio serio que permita determinar el costo real de cada carrera”, pide.
U. de Conce: “Si baja el aporte basal…”
El rector de la Universidad de Concepción, Sergio Lavanchy , agrega que “cuando baja el aporte basal (del Estado) a las universidades en términos absolutos, como ha ocurrido los últimos 20 años, obviamente que las universidades se ven obligadas a paliar este déficit subiendo los aranceles “.
Además, señala, los aranceles son hoy el principal recurso de libre disposición de las universidades y por esta vía ellas pueden hacer aumento de remuneraciones: “Todos los fondos concursables que viene del Estado tienen nombre y apellido, son destinados a proyectos específicos y no se pueden gastar en otra cosa”.
Lavanchy explica que hoy existe sólo un camino para bajar los aranceles: “Bajar la calidad, pero no estamos dispuestos. Podríamos cambiar todas las jornadas completas de profesores por jornadas parciales y bajaríamos los gastos, pero no es lo que queremos”.
Agrega: “Ahora las universidades con carreras en el área de la Salud estamos enfrentados a la licitación de los campus clínicos para nuestros internos. Ya hemos hecho los cálculos y si eso se concreta, vamos a tener que destinar mucho dinero ¿De dónde lo sacamos? ¿Dejamos de modernizar la biblioteca? ¿Dejamos de pagar los sueldos o subimos los aranceles a las carreras de la Salud?”. “¿Se da cuenta que cualquier mejora en la universidad pasa por los aranceles?”.
U. A. H.: Transparencia total
Mientras, el rector de la Universidad Alberto Hurtado, Fernando Montes (sj) afirma que “se les pide a las universidades que tengan investigación, extensión y docencia. Y los dos primeros no debieran financiarse con aranceles. Ahí hay algo estructural que habría que corregir”.
En todo caso, señala “lo que encuentro más delicado es que caiga sobre las familias el costo de la educación superior, en otros países el Estado financia hasta la totalidad”.
Y finaliza: “Debería hacerse total transparencia del costo total de las carreras, porque ahí las universidades sin fines de lucro no tendrían por qué cobrar más que lo necesario para los gastos ordinarios de las carreras, más la mantención del local”.
U. de los Andes: bajo aporte estatal
El rector de la Universidad de los Andes, Orlando Poblete , señala que la educación superior es cara porque “la universidad es la entidad que cuenta con los profesionales más y mejor cualificados de la sociedad”, lo que implica una alta inversión. Asimismo, “si se quiere estar a la vanguardia del conocimiento, la innovación y el desarrollo, se requiere de profesores a jornada completa, no “profesores taxi”, que puedan realizar investigación. Por lo demás, la actividad investigativa requiere de una gran cantidad de fondos para ejecutarla. Otro elemento considerable es la infraestructura”.
Y agrega que si la universidad tiene un costo alto para las familias chilenas “se debe a que en nuestro país el Estado destina una cantidad de recursos menor a la de otros países, como lo certifican los estudios de la OCDE, según los cuales las familias aportan el 80% del gasto en educación”.
Y explica que para la Universidad de los Andes, que no cuenta con aportes directos del Estado, los aranceles representan el 90% de los ingresos institucionales, “de manera que hay que manejar muy bien los recursos para poder entregar una educación de calidad y conseguir muchas donaciones para destinarlas a infraestructura y becas”.
UDD: 95% de ingresos proviene del pregrado
El rector de la Universidad del Desarrollo, Federico Valdés , señala que “Las universidades privadas en Chile dependen prácticamente sólo de los aranceles para su financiamiento. Normalmente más del 95% de sus ingresos provienen de lo que pagan sus alumnos de pregrado. A diferencia de las del CRUCH, que reciben aportes directos del Estado para financiar sus actividades, la investigación y la extensión que realizan se financia básicamente con lo que pagan los alumnos de pregrado. Además, algunas universidades privadas -entre las que se encuentra la UDD- ofrecen carreras como Odontología y Medicina, que son tremendamente deficitarias y deben ser subsidiadas por las demás. Así es como para poder dictarlas, la UDD ha debido construir dos clínicas odontológicas en La Florida y Concepción, a un costo de 10 millones de dólares cada una, y un pabellón en el Hospital Padre Hurtado”.
Agrega que “asimismo, aumentamos cada año la planta académica, buscando siempre contratar a profesores e investigadores con posgrados” que tienen rentas más altas.
“Finalmente, nuestra universidad ofrece un gran número de becas a los alumnos, lo que es financiado sólo parcialmente con donaciones”.
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