Las cinco claves tras las cuantiosas inversiones en la educación superior nacional: Universidades mueven más de US$ 3.300 millones al año
Juan Hurtado Vicuña ofreció US$ 50 millones por la U. Santo Tomás. Pero no es el único. Inversionistas locales y extranjeros se ven atraídos por este mercado.
MARCELA VÉLEZ A.
El Mercurio, Economía y Negocios, 17 mayo 2009
En un mercado que crece aceleradamente hay espacio para que convivan las instituciones más diversas: por un lado están las públicas, como la emblemática U. de Chile; por otro, las privadas vinculadas a congregaciones religiosas o fundaciones, como la Finis Terrae o Alberto Hurtado; y están las que pertenecen a sociedades privadas.
¿Qué motiva a empresarios e inversionistas a apostar por el mercado chileno de la educación superior? Hay cinco razones poderosas.
1. Un millón de alumnos en 2012
La movilidad social ha permitido un acelerado crecimiento del mercado potencial de estudiantes.
En 1990, había 245.408 alumnos de pregrado. El año pasado sumaron 768.885 y se espera que en 2012 superen el millón. Y son las universidades privadas las que registran el mayor auge. Entre 1990 y 2008, la matrícula en estas instituciones creció 1.131%.
El Ministerio de Educación afirma que en 2008, 240.172 alumnos se matricularon en universidades que no pertenecen al Consejo de Rectores (que reciben aportes fiscales directos). Si se estima un mínimo de US$ 3 mil por arancel anual, son más de US$ 720 millones.
“El mercado de la educación superior ha crecido tanto en este país, que eso permite la existencia de varias universidades con un incentivo económico atractivo”, afirma Jorge Rodríguez Grossi, decano de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado.
El mercado es aún más atractivo. La educación superior mueve en Chile aproximadamente 2,5% del PIB, lo que equivaldría a US$ 3.394 millones este año, explica José Joaquín Brunner, director del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la Universidad Diego Portales.
2. Altos aranceles
Un reciente informe de la OCDE reveló que Chile tiene uno de los mayores costos de educación superior del mundo, pues el arancel promedio en las universidades públicas es de US$ 3.140, lo que equivale al 39% del PIB per cápita estimado a 2009 por el FMI.
“Los programas de pregrado en Chile duran entre cinco y seis años (…) El costo por año académico es aproximadamente US$ 3 mil”, afirmó el fondo de inversión Laureate International a sus accionistas cuando adquirió en 2000 la U. de las Américas.
Un ejemplo del retorno que se puede obtener son los números de Laureate, que también es propietaria de la U. Andrés Bello y el AIEP. En 2006, los ingresos por sus operaciones en Chile sumaban US$ 17,3 millones. Al año siguiente superaron los US$ 19,5 millones.
3. Aterrizaje de grandes fondos
Como explica Brunner, el ingreso de fondos de inversión al mercado de la educación superior es una tendencia aún más importante en países como China e India, tanto que ocupa todo un capítulo especial de la ronda de negociaciones de la OMC.
Hasta cierto punto, es un mercado similar al de otros servicios, en que lo más importante es lograr la fidelidad del consumidor.
Cuando Apollo Group compró la UNIACC, valoró en US$ 14,6 millones la marca y la relación con los estudiantes, lo que equivale al 33% de los US$ 44,5 millones que pagó.
4. Crece con la crisis
La educación superior ha probado ser un mercado anticrisis en el mundo. En México y España, dos de los más afectados por la crisis, las solicitudes para los programas de posgrado aumentaron entre 30 y 58%. “La educación superior es un tipo de demanda que invita mucho a las universidades tipo empresa (…) La enorme mayoría de las familias se ha dado cuenta de que el conocimiento es vital para tener éxito en la vida laboral”, dice Rodríguez Grossi.
5. Un país estable
Cuando los fondos de inversión Laureate y Apollo informaron sobre su incursión en el mercado chileno citaron la estabilidad del país como un factor favorable. “Apollo Global está comprometido a capitalizar el tremendo potencial que existe en la educación, y dado que es conocido por un escenario económicamente estable, sólidas cifras de matrícula y apertura a la inversión financiera, Chile es un excelente lugar para empezar”.
Algunos empresarios en la educación
Carlos A. Délano
U. del Desarrollo
Fundador junto a Carlos E. Lavín, su socio en Empresas Penta.
Andrés Navarro
U. San Sebastián
También fundó la U. Andrés Bello. Presidente de Sonda.
Pedro Ibañez
U. Adolfo Ibáñez
Fundador y vicepresidente del directorio. Dueño de Córpora.
José Rosenberg
U. Autónoma
Uno de los pioneros en el campo. Fundador. Gerente de Rosen.
Juan Hurtado
Ofertó por la UST
Si la U. Sto. Tomás acepta, el presidente de Entel entraría al sector.
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