Columna de opinión publicada hoy domingo 16 noviembre 2008 en la sección Educación de El Mercurio.
Es el momento para pasar del conocimiento a la acción
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER
Suele decirse, con razón, que la formulación y aplicación de políticas públicas sectoriales frecuentemente se ve entrabada por la ausencia de una plataforma suficientemente sólida de información y conocimiento.
Por una vez, sin embargo, tal prevención no podría justificarse. En efecto, el país cuenta hoy con la plataforma necesaria para diseñar e implementar una nueva política en el sector de la educación superior.
Recientemente, un miembro del equipo experto de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE) que evaluó para el Gobierno este sector adelantó las conclusiones más importantes de este estudio. Los principales problemas identificados fueron: la desigualdad en el acceso para estudiantes provenientes de orígenes sociales distintos; la segmentación entre instituciones universitarias y no universitarias; los programas inflexibles y basados en prácticas educativas obsoletas; programas de graduación demasiado largos; prácticas de financiamiento institucional obsoletas; falta de foco y financiamiento adecuado para la investigación universitaria, y deficiencias de información y accountability.
Por su parte, la Comisión Asesora Presidencial de Educación Superior entregó al Gobierno en marzo pasado su informe final, que contiene un diagnóstico similar y propone un conjunto de medidas para mejorar la calidad, equidad, efectividad y eficiencia del sistema.
Por su lado, el Centro de Políticas Comparadas de Educación de la Universidad Diego Portales dio a conocer esta semana el libro “Reforma de la Educación Superior”, en el cual se reúnen 17 artículos de académicos y autoridades del sector que abordan los principales desafíos del sistema y sugieren medidas e instrumentos para abordarlos.
Adicionalmente, los agentes llamados a adoptar las políticas cuentan con dos informes del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad y con una propuesta del Consejo de Rectores para el desarrollo de la ciencia y la tecnología y su vinculación con las empresas.
Por último, en el plano internacional, la OCDE acaba de publicar un extenso estudio sobre las principales tendencias de los sistemas y las políticas de educación terciaria a nivel mundial, que contiene un completo registro de las iniciativas que han adoptado los países y las instituciones durante los últimos años para mejorar la calidad de la docencia, incorporar el uso de las nuevas tecnologías de información, aumentar la equidad en el acceso, incrementar la eficiencia de la graduación y hacerla más relevante frente a las demandas del mercado laboral, financiar la investigación y dotarla de mayor impacto en beneficio de la economía y la sociedad, y tornar más efectivas las formas de gobierno y gestión de los sistemas y las instituciones.
En breve, Chile está en mejores condiciones que nunca antes para abordar la definición de una nueva agenda de políticas para la educación superior. El período de discusiones programáticas que se aproxima proporcionará, a su vez, un marco adecuado para adoptar resoluciones. Si se deja pasar esta oportunidad, la educación superior seguirá adelante solo con las inercias del sistema que tienden, inevitablemente, a la conservación del statu quo y la protección de los intereses corporativos.
“El libro (608 páginas) reúne artículos de 20 expertos en el tema.”
Recursos asociados
Libro ‘Reforma de la Educación Superior’ , editado por JJ. Brunner uy C. Peña, dado a conocer hace pocos días.
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