Reportaje-entrevista Brunner en su hora más crítica contra la política educacional del gobierno publicdad el 11 de mayo 2007 en el diario
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Brunner en su hora más crítica contra la política educacional del gobierno
“Nadie puede esperar que cambiar la LOCE o tener una Superintendencia va a incidir tan directamente en los aprendizajes como las otras cosas que no se han hecho“.
“Lo peor que podría ocurrir, y puede ocurrir, es terminar con distintos instrumentos legales que no fueran coherentes ni convergentes entre sí“.
Por Jéssica Henríquez D.
Viene llegando de Argentina tras inaugurar un congreso educacional y ya va saliendo hacia Europa para evaluar el sistema de enseñanza superior española.
Sin embargo, el ex ministro e investigador educacional José Joaquín Brunner sigue de cerca cada paso que da el gobierno en materia educacional y el debate que han generado los resultados del último Simce, donde se reveló que el 40% de los alumnos de 4° básico apenas logra aprender los contenidos mínimos.
Cuando ya está a punto de lanzar el libro donde analizará, junto a otros importantes investigadores, la proyectada nueva Ley General de Educación (ver recuadro en pág. 25), conversó con “La Segunda”.
“Recién podríamos hablar en serio doblando la subvención”
-¿Le sorprenden los resultados del Simce?
-Uno debe preguntarse qué cosas hemos hecho realmente como país, que sea de suficiente magnitud, como para provocar cambios reales en los resultados. ¿Hemos aumentado de manera dramática la inversión por alumno? No. Tenemos un gasto promedio de $30 mil a $35 mil por escolar, cuando sabemos que recién podríamos empezar a hablar en serio con una subvención pareja para todos los alumnos del doble de ese monto. Por encima de eso, diferenciada”.
Continúa:
-¿Hemos reducido de manera dramática el número de alumnos por sala en cursos que atienden a los niños más vulnerables del país? Por cierto que no. Ahí sigue habiendo 40 niños por aula y no se pueden obtener los resultados que uno quisiera con ese número de escolares con dificultades.
-¿Hemos hecho una innovación radical en la formación de nuestros profesores de lectoescritura o Matemática del primer ciclo, que es donde el 40% de los niños no logra los dominios básicos? Tampoco.
-¿Nos hemos tomado en serio el problema de mil o dos mil colegios que no logran salir no de puntajes mediocres, sino de estar por debajo de la escala? No.
Por eso, dice, “si no hemos hecho ninguna de esas cosas, ¿por qué esperamos que se produzca un salto en los aprendizajes?”.
“Difícil” enmendar el rumbo
-¿Dentro del gobierno está así de claro el diagnóstico?
-No sé qué tan claro está, porque en este minuto la política educativa está demasiado concentrada en los instrumentos legislativos y en el marco institucional. Nadie puede esperar que cambiar la LOCE o tener una Superintendencia va a incidir tan directamente en los aprendizajes como las otras cosas que no se han hecho.
-¿Se está errando el camino?
-Se está concentrando la atención, tiempo y energía en trabajar sobre el marco institucional, lo cual en parte se explica por la movilización que hubo el año pasado. Pero eso debiera ser complementario en abordar los problemas de fondo que no están en la ley y que no tienen que ver con la regulación del sistema, no tienen que ver con incluir o no a los operadores con fines de lucro o sacar dos años más o menos en la selección de alumnos… Tienen que ver con cuestiones propiamente pedagógicas de funcionamiento del sistema, con el gasto por alumno que es un indicador elemental para después exigir mejores resultados.
Lucro: “fue un planteamiento equivocado”
-¿Hay problemas de prioridad?
-Uno siempre en política debe trabajar en varios frentes y ahora estamos trabajando nada más que el frente de temas legislativos, que además está bastante desordenado. Aquí no hay sólo una iniciativa legal (LGE), sino 4 ó 5 más que están en el Parlamento que a todas luces demorarán un par de años en concretarse. Entonces queda la pregunta de, ¿cuál es la consistencia de todo esto?.
-¿Se puede aún enmendar rumbo?
-Creo que es muy difícil en lo que resta de este gobierno, porque ya tiene una agenda semiconsolidada y tal cantidad de iniciativas legislativas institucionales que en realidad su mayor preocupación de aquí al final del gobierno va a ser cómo les da consistencia a estas distintas iniciativas. Lo peor que podría ocurrir, y puede ocurrir, es que uno terminara con distintos instrumentos legales que no fueran coherentes ni convergentes entre sí, lo que al final significa que tendríamos una institucionalidad contradictoria.
-¿Qué piensa de haber introducido el tema del lucro en la Ley General de Educación?
-Fue un planteamiento equivocado, porque lo que el gobierno ha dicho es que quiere buscar cómo regular mejor a los proveedores de educación, en cuanto a los requisitos para serlo, las cuentas que deben rendir y los compromisos pedagógicos que van a asumir. Si uno es consecuente con esas tres cosas, no necesita entrar en el terreno de cómo se constituyen jurídicamente en sostenedores. Si están bien establecidas las regulaciones, el tener o no fines de lucro no guarda relación con la calidad. Bastaría haberse concentrado en las regulaciones principales y no irse por una rama que al final lo único que produjo es una tormenta de discusiones que tanto el gobierno como el resto de la sociedad sabemos que es de muy difícil aprobación. Además de que personalmente creo que no debiera ser aprobado, cualquiera que haga un cálculo político razonable de las fuerzas que inciden en estos temas debiera saber que eso no tenía ninguna posibilidad de éxito.
Libro de debate: “No tiene ningún carácter polémico ni conspirativo”
Sólo dos semanas demoró el grupo de académicos encabezados por José Joaquín Brunner en tener listo un libro que analiza la Ley General de Educación y que entre sus autores cuenta a expertos de diversas tendencias.
“Somos gente con trayectoria en investigación educacional que buscamos hacer un aporte, sin ningún carácter polémico ni conspirativo, con la idea de contribuir al debate”, afirma
El libro será dado a conocer la próxima semana. En él cada autor aborda bajo su firma un tema específico. Entre los autores se cuenta a Mariana Aylwin (ex ministra), Carlos Peña (rector de la Universidad Diego Portales), Claudio Orrego (alcalde de Peñalolén), Abelardo Castro (ex decano de Educación) y los investigadores Jorge Manzi, Alejandra Mizala, Harald Beyer, Cristian Cox y Loreto Fontaine.
“No es una propuesta alternativa, sino un conjunto de planteamientos sobre los temas principales contenidos en el proyecto de Ley General de Educación y asuntos que rodean a esta iniciativa, como es la Superintendencia, el régimen de financiamiento y la gestión escolar”, dice.
Uno de los grandes ausentes del libro es Patricia Matte (directora de la Sociedad de Instrucción Primaria), quien no pudo sumarse porque cuando recibió la invitación “tuvo que asumir una responsabilidad pública de representar en esta suerte de gabinete en las sombras de Educación por parte de la Alianza”.
“El gobierno debiera liderar y, ciertamente, no lo está haciendo”
Descontento con la forma como está actuando el gobierno se manifiesta José Joaquín Brunner. “Es un actor que debiera liderar y, ciertamente, no está conduciendo el debate y el proceso de toma de decisiones como me gustaría”.
Entre otras cosas, dice, porque tiene la tendencia de sólo proponer debate, abrir discusiones y generar deliberaciones. “En Educación, por ejemplo, eso se hizo con una comisión asesora de la Presidenta. Uno esperaba el momento de la decisión con una propuesta de gobierno, pero el gobierno presentó un conjunto de instrumentos que se deben debatir en el Parlamento. El punto es ¿en torno a qué el gobierno quiere conseguir acuerdos? ¿En torno a qué se juega?”.
Y ejemplifica diciendo que en la Ley General de Educación, “donde aparece claramente el tema del lucro referido a los colegios particulares pagados, el gobierno se apresura en decir no es eso lo que queremos, ese punto lo vamos a retirar una vez que lleguemos allá. Sobre la no selección de alumnos dicen que aparece hasta 8° básico pero en realidad podría ser menos… Entonces uno se pregunta ¿qué es lo que realmente quiere proponerle el gobierno al país para lograr acuerdos?”.
Recalca: “El camino de proponer ideas para el debate e irlas revisando en el proceso es impecable desde el punto de vista democrático, pero desde el punto de vista de la efectividad de la democracia, no funciona”.
Para Brunner, lo que está ocurriendo “tiene mucho que ver con las dificultades de arribar a sólidos acuerdos dentro de la Concertación. Con el fenómeno de dispersión de opiniones, de personalización de los liderazgos y debilitamiento de los partidos que ha ocurrido últimamente… ¿cómo se entiende con la oposición, si no logra concitar un mínimo orden de apoyo dentro de la Concertación?
-¿Está agotada la Concertación?
-Creo que ha llegado a una situación límite. Si ha agotado su ciclo como capacidad gobernante, está por verse. Pero qué duda cabe que hoy la capacidad gobernante de la Concertación, que fue su gran carta de triunfo a partir de 1990, esta mellada, debilitada, dispersa y desordenada. La Concertación vive un fenómeno de pérdida del sentido de responsabilidad gobernante y cuando pierde eso, pierde su principal capital que es el ofrecer una clarísima visión de conducción al país. Ahora la Concertación en la práctica se ha separado del gobierno y constituye una suerte de oposición fraccionalista a sus iniciativas, discute cada una de las políticas en sus fundamentos públicamente, lo que es una suerte de abandono de la responsabilidad gobernante y pone en duda la capacidad de seguir en el poder después de la próxima elección.
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