Bajo el lema Más y mejor educación, la Presidenta Bachellet ha propuesto en su Mensaje del 21 de mayo las siguientes medidas en el ámbito de la educación:
— Desde 2008 se destinarán al año 650 millones de dólares adicionales para la educación escolar, “con lo que el financiamiento total al sistema escolar excederá, por primera vez en nuestra historia, los 5 mil millones de dólares”.
— Aumento de subvención general en un 15 por ciento, “desde 1990 no se ha dado jamás un reajuste extraordinario de esta subvención”.
— Aumento en los aportes de la Subvención Preferencial para los niños y niñas más vulnerables “mientras mas niños y niñas pobres eduque una escuela, más recursos recibirá”.
— Aumento en un 10% de la subvención rural en 4.500 en establecimientos rurales en todo el país, con especial énfasis en zonas aisladas.
— Creación de un fondo de apoyo al mejoramiento de la gestión municipal en educación, de 100 millones de dólares para facilitar la salida de los profesores en edad de jubilar y la renovación de la planta docente.
— Envío al Congreso del proyecto de ley que crea la Superintendencia de Educación.
— Para fomentar la lectura, se distribuirá a 400 mil familias un “maletín literario” con textos de literatura chilena y universal.
— La Mandataria anunció que apoyará la implementación de un nuevo currículo en educación técnico profesional, que responda a las demandas del mundo del trabajo.
— Adelantó además, que se triplicará el número de jóvenes que viajen en las giras de estudio, donde este año participaron 6 mil 500, “porque queremos que nuestros jóvenes, sobre todo los de escasos recursos, también conozcan las maravillas de nuestro país”.
Ver texto completo del Mensaje en lo relativo a educación más abajo
Ver discurso completo del 21 mayo 2007 aquí.
1. Más y mejor educación
Amigos y amigas:
Haremos un nuevo esfuerzo de inversión social, que lo vamos a concentrar en nuestras hijas y nuestros hijos. En los jóvenes de Chile.
Desde 1990 hemos avanzado mucho, tanto en infraestructura como en cobertura educacional. Pero digámoslo claramente: la educación que reciben nuestros hijos no es todo lo buena que debiera ser. No es todo lo que la familia, los jóvenes esperan, necesitan y merecen.
Y hoy vengo a plantear un gran esfuerzo nacional para garantizar la calidad educacional. Y lo digo solemnemente ante este Congreso Pleno y ante todos los ciudadanos y ciudadanas: este es el compromiso central de mi gobierno. Dar una mejor educación debe ser nuestra gran apuesta de futuro como país. Es el desafío de toda nación moderna, que aspira a integrarse a la sociedad globalizada del conocimiento.
La transformación para asegurar la calidad de la educación se sostiene en tres pilares: un nuevo marco regulatorio, una nueva superintendencia y, sin duda, un nuevo esfuerzo financiero. Así tendremos reglas no discriminatorias, más recursos para la calidad de la educación y una institucionalidad que permita asegurarnos que estos recursos van acompañados de mayor control, pero a la vez de mejores resultados.
Hemos enviado al Congreso un proyecto que deroga la antigua LOCE y que propone una nueva Ley General de Educación.
Esta ley ha generado un sano debate propio de una sociedad democrática. Se debate por ejemplo acerca de la forma jurídica que debiera regir a los sostenedores de colegios. Pero permítanme decirlo: choca mi conciencia ver que algunos sostenedores lucran a costa de la subvención, mientras sus alumnos no reciben condiciones de mínima dignidad. Lo que todos queremos, y podremos discutir la forma y los instrumentos, es que los recursos públicos se inviertan en una educación de calidad.
Se debate también acerca de la posibilidad de no discriminar ni seleccionar alumnos de enseñanza básica en los establecimientos que reciben subvención estatal. Pero permítanme, ¿es propio de una ética integradora que con recursos públicos se excluya a parte de nuestros niños, especialmente a los más vulnerables?
Con todo, lo central es que nadie discute el propósito de esta ley, que es y debe ser el afianzamiento jurídico para la calidad de la educación, para todas y todos en nuestra patria.
En el segundo pilar también vemos avances. Esta semana ingresará al Congreso el proyecto de ley que crea la Superintendencia de Educación. Pido al Parlamento un análisis acucioso, pero también una aprobación rápida. Porque ninguna ley general y ningún aporte financiero servirán si no se cuenta con los más modernos instrumentos de fiscalización.
Trabajamos también en hacer los ajustes constitucionales para que el mundo municipal pueda cumplir esa tarea del mejor modo posible y en esto impulsaremos todos los modelos de gestión que sean útiles, sin prejuicios y de acuerdo a cada realidad específica, entendiendo que Chile es muy diverso y que sus condiciones para garantizar una educación de calidad no son iguales. Como único norte, la educación de calidad.
El tercer pilar de la reforma de la calidad se construye sobre una fuerte convicción: es imperativo invertir más en educación. La calidad tiene su precio, y ese precio lo tenemos que pagar como sociedad. Tendremos un piso financiero a la altura de las exigencias que nos hemos planteado. Será un verdadero punto de inflexión.
Vamos a destinar, a partir del próximo año 2008, 650 millones de dólares adicionales para la educación escolar.
De qué estamos hablando, porque las cifras a veces cuesta dimensionarlas. Significa que el próximo año el financiamiento total al sistema escolar excederá, por primera vez en nuestra historia, los cinco mil millones de dólares. Es el mayor esfuerzo que hemos hecho en la educación de nuestros jóvenes.
¿En qué vamos a invertir estos recursos?
Primero, a partir de enero de 2008 la subvención general aumentará en un quince por ciento. Desde 1990 que jamás se ha hecho un reajuste extraordinario a esta subvención. Al mismo tiempo, estableceremos mayores requisitos de rendición de cuentas y compromisos de resultados. Y lo quiero decir derechamente: vamos a colocar mucho más dinero, pero queremos que cada peso se invierta bien.
Segundo, los niños y niñas más vulnerables recibirán un mayor aporte. Hoy día existe en el Parlamento una ley de Subvención Preferencial, pero vamos a enviar una indicación a este proyecto que aumente esta subvención para quienes estudian en establecimientos con más de quince por ciento de alumnos vulnerables. Mientras más niñas y niños pobres eduque, más recursos recibirá la escuela.
Esta subvención significará un gran apoyo para la educación pública. Porque siete de cada diez niños en condición de vulnerabilidad asisten a una escuela municipal.
Solicito a los parlamentarios aprobar el proyecto de ley que se encuentra en el Congreso y la indicación que enviaremos, para que podamos contar con estos recursos a la brevedad posible.
Tercero, apoyaremos la educación rural, aumentaremos en un diez por ciento la subvención rural, poniendo especial énfasis en escuelas pequeñas, ubicadas en zonas aisladas y que atienden preferentemente a niños y niñas vulnerables. En el país hoy día existen más de cuatro mil 500 establecimientos rurales. Estos establecimientos están presentes en más del 80 por ciento de los municipios y todos ellos se beneficiarán con este mayor financiamiento.
Y cuarto, haremos un especial esfuerzo para apoyar a los municipios, porque la educación pública es la base del sistema educacional. Por ello crearemos un fondo de apoyo al mejoramiento de la gestión municipal en educación. Se trata de una inversión significativa: 100 millones de dólares para que los municipios puedan hacer frente a las exigencias que plantea este esfuerzo nacional.
Estos recursos servirán para fortalecer la calidad en los establecimientos municipales, para facilitar la salida de los profesores en edad de jubilar y la incorporación de nuevos maestros a la planta docente.
Apoyaremos a cada una de las comunas que utilicen este fondo, firmando convenios de desempeño. Un sólo compromiso nos guía: mejorar la calidad de la educación.
Todos estos cambios implican que dos de cada tres pesos nuevos que se inyecten al sistema educativo nacional serán asignados a los municipios.
Pero no sólo en la escuela se aprende. También en el hogar, y es claro que la lectura precoz y la lectura a lo largo de toda su vida es un elemento central en el aprendizaje y en el desarrollo de habilidades y capacidades. Y leer en el hogar, en familia ojalá, y tener espacios de familia es una herramienta clave para el desarrollo congnitivo y emocional. Muchos niños y niñas vulnerables no alcanzan actualmente niveles satisfactorios de comprensión lectora. Para fomentar la lectura crearemos un programa de bibliotecas familiares. Así, entregaremos lo que hemos llamado un maletín literario a 400 mil familias, que contendrá libros de literatura chilena y universal.
Seguiremos avanzando en la disponibilidad de computadores en los colegios. Al año 2010 nos hemos fijado como meta un computador cada diez niños –que es lo que hoy día tiene un país como España–. Esto nos requiere instalar 220 mil equipos en tres años. Y de aquí a 2008 habilitaremos siete mil aulas con proyector y computador portátil, porque queremos ir cerrando la brecha digital en educación.
Una cosa más: hoy, cerca de 400 mil alumnos asisten a colegios técnicos profesionales y su proceso formativo muchas veces tiene escasa conexión con el mundo del trabajo. Apoyaremos la implementación del nuevo currículum de la Educación Técnico Profesional, de modo tal que la formación responda a los requerimientos reales del mundo del trabajo y los deje en muy buenas condiciones para luego tener su inserción laboral.
Por ello he instruido al Ministerio de Educación que ponga en práctica un programa para que las prácticas profesionales de los alumnos que egresan cuenten con un apoyo permanente por parte de los liceos.
Amigos y amigas: cumpliré mi promesa. Mejoraremos la calidad de la educación.
Es posible hoy porque tenemos bases que antes no teníamos y porque los nuevos instrumentos legales nos permitirán una precisa rendición de cuentas, un preciso sistema de evaluación de desempeño, una precisa fiscalización de los recursos.
Pero es nuestro compromiso, porque como nos recordaba permanentemente nuestra Premio Nobel, Gabriela Mistral, el futuro de los niños es siempre hoy y a ellos nos debemos abocar.
Finalmente, quiero mencionar unas palabras respecto de la educación superior. Aquí también estamos avanzando. Dimos un paso crucial, como fue la Ley de Aseguramiento de la Calidad en la educación superior.
Hemos avanzado también en equidad. Este año, el 86 por ciento de los estudiantes que postularon a beneficios en las universidades del Consejo de Rectores recibieron algún tipo de ayuda, sea becas o crédito universitario. Y de ellos, ocho de cada diez obtuvo beca o crédito por el 100 por ciento del arancel respectivo.
En total, los beneficiarios de ayudas estudiantiles en este sector suman más de 240 mil, o sea, un tercio del total.
Queremos pensar la educación superior del siglo XXI donde la educación pública tenga un rol destacado. Por ello convoqué al Consejo Asesor Presidencial para la Educación Superior, con participantes de altísimo nivel, que incluye sin duda a rectores, académicos y estudiantes y miembros de la comunidad estudiantil y educativa en general, y en el mes de octubre, el Consejo entregará sus propuestas que nos lleven a garantizar mayor calidad y, a la vez, equidad en el acceso a la educación superior tanto técnica como universitaria.
Tenemos tareas pendientes. Pero podemos hacer más. Por eso, el año 2008 duplicaremos las becas Nuevo Milenio dirigidas a los estudiantes que inician estudios técnicos superiores.
También vamos a abrir las oportunidades para que nuestros jóvenes técnicos conozcan y se formen en los países más avanzados. Crearemos durante este año una beca para estudios de perfeccionamiento en el extranjero: para que un técnico en turismo pueda aprender de la experiencia española, para que los que manejan cultivos de peces puedan avanzar en Noruega, para que los técnicos agrícolas puedan capacitarse en Australia.
Firmaremos convenios con instituciones extranjeras y priorizaremos los estudios de nuestros técnicos en áreas que sean de la mayor relevancia para el desarrollo de Chile. Al finalizar mi gobierno, más de 500 jóvenes técnicos habrán realizado una pasantía o se habrán perfeccionado en el extranjero.
También queremos oportunidades para aquellos que han tenido dificultades en el camino. Para jóvenes con estudios incompletos, que son hoy casi tres millones. Por ello, ajustaremos la subvención que permite completar estudios o aprender un oficio. Las competencias y destrezas de nuestros jóvenes son las que nos van a permitir avanzar por la senda del desarrollo.
En educación de adultos, con el programa Chile Califica, este año estamos beneficiando a 67 mil personas, llegando a 400 mil hacia el fin de mi gobierno.
En definitiva, estamos abriendo puertas, poniendo recursos, invirtiendo en el capital humano de nuestro país y este esfuerzo nos permitirá dar un salto en nuestro desarrollo y brindar más oportunidades a nuestra gente.
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