El exitoso, pero controvertido, modelo educativo de Hong Kong
«No se puede trasladar el sistema sin cambiar a los padres, los profesores y la arquitectura de la clase», afirma un experto
El Reino Unido, como España, está reformando el sistema educativo. Michael Gove, su ministro de Educación, como José Ignacio Wert, insiste en la necesidad de centrarse en «materias importantes», lenguas, ciencias y matemáticas. Gove, también como Wert, cita los resultados de PISA, y pone como modelos a los países que mejor lo hacen en esas pruebas ya mundialmente célebres.
Ayer, Caroline McClatchey, en la BBC, agrupaba la opinión de tres expertos que corrigen una visión demasiado simple de tres economías a la cabeza de PISA. Uno de ellas es Hong Kong.
Bob Adamson, muchos años profesor en el Hong Kong Institute of Education, llega para la BBC a la siguiente conclusión: «Me parece que el Gobierno del Reino Unido ha cogido la retórica de Hong Kong pero no la realidad. La devolución de poderes a las escuelas se ha visto con frecuencia como uno de los mayores logros de Hong Kong, pero su Education Bureau todavía retiene un montón de competencias. El contexto es importante. No se puede trasladar a cualquier parte el estilo de Hong Kong sin cambiar a los padres, los profesores y la arquitectura de la clase».
Sobre el estilo de Hong Kong, Adamson destaca:
-Allí se trabaja muy duro porque el origen es una sociedad de refugiados sin clases, y el ascenso social y la movilidad se consiguen por la educación.
-No hay colchón de seguridad social, lo mejor es invertir en la educación de los hijos.
-El término «madre tigresa» es quizá demasiado duro, pero la insistencia en que los hijos hagan los deberes y las quejas si la escuela no pone muchos deberes es algo normal.
-El 70% de los chicos en secundaria reciben clases particulares o instrucción adicional.
-Hay que seguir un currículo. Hay que estudiar un libro. Y hay que prepararse duramente para los exámanes. Si a los once años haces una buena prueba, irás a una prestigiosa escuela de secundaria. Chino, inglés y matemáticas son las asignaturas más importantes.
-Los alumnos han de estudiar bajo presión y pensando en los exámenes. El estilo es tradicional: memorizar y entender, pero también memorizar.
-Hay didáctica detrás de todo. Nada se deja al azar.
-El espacio falta en Hong Kong. Así es que las clases son de 42 niños.
-Prima el silencio. La idea de que los chicos pueden aprender con el debate y con la actividad no se acoge bien del todo.
Andreas Schleicher, vicepresidente de Educación y consejero especial para asuntos de Educación del secretario general de la OCDE, el hombre detrás de las pruebas de PISA, había escrito antes sobre la grata impresión que le había causado el sistema educativo de Hong Kong. En su artículo, casi solo había alabanzas.
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