Una reacción inicial frente al ejercicio de clasificación y ranking dado a conocer ayer por El Mercurio y el Grupo de Estudios Avanzados UNIVERSITAS SpA. se resume en breves líneas a continuación:
CLASIFICACIÓN: Un aspecto interesante de esta clasificación de universidades es que intenta reconocer, al menos parcialmente, la diversidad institucional de nuestro sistema. En esta dimensión hay un progreso y los autores han hecho bien. Pero aun así el esquema de clasificación propuesto es muy estrecho para expresar toda la diversidad existente. Dentro de cada categoría hay instituciones demasiado diferentes. No toma en cuenta que el mercado de la educación superior no es nacional e integrado sino regional y local y que, al nivel del pregrado, no todas las instituciones compiten con todas las demás. No hay suficiente énfasis en la composición social del alumnado, la cual siempre refleja proyecyos muy distintos entre institucionrs elitistas, por ejemplo, e instituciones socialmente no-selectivas. Tampoco revela en toda su magnitud el impacto de las diversas formas de financiamiento de las instituciones y la importancia de los subsidios fiscales acumulados a través de décadas, los que son determinantes, por ejemplo, para las llamadas universidades de investigación y doctorados. Tampoco logra esta clasificación dar cuenta de las diversas culturas internas ni de su dinamismo relativo durante los últimos diez años, etc.
RANKING: El cuanto al ranking presentado tiene para mí las mismas limitaciones que la mayoría de los rankings elaborados con base a los intereses de las instituciones y los académicos y no de los estudiantes. Supone que hay una sola forma de entender la calidad y que los rankings pueden servir como un proxi de esa calidad. Me parece que la literatura especializada a nivel internacional hace rato demostró que tales supuestos no se sostieen. Lo que Chile Chile necesita con urgencia son rankings personalizados y generados de acuerdo a las preferencias de los propios alumnos que deben elegir una carrra. El “ranking alemán” cumple con ese propósito y por eso se ha convertido en el modelo más interesante y atractivo en la actualidad. Al emplear este método, no hay la posibilidad de generar un ranking único articulado en torno de una dimensión supuestamente única de calidad. Hay tantas calidades como resultan de la combinación de variables que cada estudiante usa al momento de elegir su carrera. En esa dirección, pienso, debiéramos avanzar nosotros también.
Ver sitio del ranking con toda la información disponible aquí
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Trabajo del Grupo de Estudios Universitas y “El Mercurio”
Ranking de universidades causa masivo interés: sitio web suma 50 mil visitas
El ministro de Educación valoró la clasificación de instituciones elaborada según su proyecto educativo.
El Mercurio, 30 de noviembre de 2012
El Ranking de Calidad de las Universidades Chilenas 2012, elaborado por el Grupo de Estudios Avanzados Universitas y publicado ayer por “El Mercurio”, causó un inmediato y masivo interés. La noticia fue la más leída del día en EMOL (alcanzó casi 100 mil visitas) y el sitio web especial con todos los detalles del estudio (www.emol.com/educacion/ especiales/rankinguniversidades/ 2012) bordeó los 50 mil visitantes.
“Un interés de esta magnitud demuestra que los jóvenes, y el público en general, están ávidos por información clara y confiable sobre el sistema universitario, que les ayude a elaborar su propio juicio, sobre bases objetivas, con respecto a la elección de una universidad (…) En todo caso, la respuesta nos gratifica enormemente, porque nuestra intención era precisamente ayudar a los jóvenes”, afirma Ana María Martínez, investigadora de Universitas.
El ministro de Educación, Harald Beyer, valoró la publicación, que junto con el ranking propone una nueva forma de clasificar las universidades, ya no distinguiendo entre planteles tradicionales y privados, sino diferenciándolas en cuatro grupos, según su proyecto educativo.
“Entre los desafíos de la política de educación superior se encuentra revisar la forma en que se asignan los recursos a las instituciones. Diversos países se han movido en la dirección de asignarlos en función de la complejidad o el grado en que proveen bienes públicos las diversas instituciones. Para ello, es importante clasificar a las instituciones de acuerdo a esas características. Por ello, el ejercicio que en esta dirección realiza ‘El Mercurio’, con el apoyo de Universitas es bienvenido. Es una dimensión que es necesario abordar ahora que se eleva la presión ciudadana por asegurar el mejor uso posible de los recursos públicos en educación superior”, afirmó Beyer.
Por su parte, el investigador José Joaquín Brunner, de la U. Diego Portales, afirmó que “un aspecto interesante de esta clasificación de universidades es que intenta reconocer, al menos parcialmente, la diversidad institucional de nuestro sistema. En esta dimensión, hay un progreso y los autores han hecho bien”. Pero también planteó reparos: “El esquema de clasificación propuesto es muy estrecho para expresar toda la diversidad existente. Dentro de cada categoría, hay instituciones demasiado diferentes. No toma en cuenta que el mercado de la educación superior no es nacional e integrado, sino regional y local y que, a nivel de pregrado, no todas las instituciones compiten con todas las demás. No hay suficiente énfasis en la composición social del alumnado, la cual siempre refleja proyectos muy distintos entre instituciones elitistas, por ejemplo, e instituciones socialmente no selectivas”.
Ana María Martínez hace ver que Universitas “está muy abierto a las criticas constructivas que esperamos recibir, pero también esperamos que estos resultados sean motivo para algunos de una sana autocrítica”. En ese sentido, hizo ver que “esta información llega en un momento en que el país vive una crisis de desconfianza en el sistema educacional. No es coincidencia que algunas de las universidades cuestionadas son las que presentan los puntajes más bajos del ranking “.
Entre los planteles, también hubo reacciones. Mientras algunos destacaron en sus respectivos sitios web la posición alcanzada en el estudio, otros salieron a explicar por qué no fueron considerados en la lista, la que sólo incluyó aquellos acreditados y que hubiesen reportado sus datos al Servicio de Información de Educación Superior (SIES) del Mineduc. Entre los que aclararon su situación estuvo la U. Mayor: a través de una carta pública, el rector Rubén Covarrubias afirmó que el plantel “en una decisión que fue compartida con nuestra comunidad, no entregó información al SIES por cuanto solicitaba datos personales de nuestros académicos, estudiantes y egresados, en una flagrante extralimitación de las atribuciones del ministerio”.
Añadió que está en conversaciones con el Mineduc para solucionar esta situación: “La Universidad Mayor entregará la información al SIES este 2012 y podrá verse reflejada en el ranking 2013”.
“Debe celebrarse el ranking realizado. Es positivo, más allá de las dificultades de elegir los indicadores y las ponderaciones de los mismos, que la población interesada pueda comparar a distintas instituciones”.
HARALD BEYER,
MINISTRO DE EDUCACIÓN.
“Un aspecto interesante de esta clasificación de universidades es que intenta reconocer, al menos parcialmente, la diversidad institucional de nuestro sistema”.
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER,
INVESTIGADOR DE LA UDP.
Ranking de calidad universitaria
El Mercurio, opinión editorial, Viernes 30 de Noviembre de 2012
En momentos en que el sistema nacional de aseguramiento de la calidad de la educación superior atraviesa por una grave crisis, la información respecto de la docencia que se imparte en los planteles universitarios adquiere especial importancia. El sistema chileno creado hace seis años se basa en una Comisión Nacional de Acreditación y en un registro de información sobre las instituciones que lleva la Dirección de Educación Superior del ministerio. Los datos que publican estos organismos, aparte de sus cuestionamientos recientes, son múltiples y complejos, de modo que su análisis no resulta fácil para un estudiante interesado en examinar sus opciones de carrera.
No obstante, los padres de familia y sus hijos necesitan información relevante para poder seleccionar la universidad en que cursarán sus estudios profesionales. El problema se presenta en términos parecidos en todos los países, pues la decisión sobre los estudios universitarios puede tener hondas repercusiones y justifica un análisis cuidadoso que no es simple. Atentos a las necesidades informativas del público, los primeros en buscar una solución al problema fueron los medios de comunicación, y hace 30 años una revista estadounidense comenzó a efectuar un ranking de las mejores universidades de ese país. El método fue duramente criticado por los académicos, pero muy celebrado por el público. Con el tiempo comenzaron a aparecer nuevos escalafones y registros de calidad universitaria por todo el mundo. Los académicos gradualmente se han dado cuenta de que esta forma de orientar al público tiene un efecto significativo en los planteles, y en vez de quejarse por lo que consideraban métodos superficiales, han comenzado a contribuir con ideas y propuestas a su perfeccionamiento.
En Chile, un grupo de distinguidos especialistas encabezados por el ex rector de la U. Católica Pedro Pablo Rosso ha realizado un pormenorizado estudio de 49 universidades chilenas, y mediante el análisis de información pública, proporcionada por las propias universidades al sistema de información del ministerio y por la Comisión Nacional de Acreditación, ha elaborado un ranking sobre la calidad de la educación de pregrado. Es esta dimensión de las universidades la de mayor interés para los alumnos que ingresan al sistema y, además, la única que tienen en común todos los planteles de educación superior en Chile. Este diario ha entregado en forma exclusiva a sus lectores un completo informe acerca del trabajo de este equipo académico, lo que será de especial interés para las más de 250 mil familias que tendrán a un miembro postulando para ingresar a una carrera universitaria en las próximas semanas.
El ranking proporciona una visión de conjunto sobre la calidad de la enseñanza, pero además examina a las universidades según la clase de actividad académica que desarrollan, siguiendo las categorías de clasificación definidas en el sistema europeo. Algunas instituciones se han planteado como misión sólo dar enseñanza superior de calidad, en tanto otras incluyen la investigación y la generación de nuevos conocimientos. En esta oportunidad, se ha avanzado también en la definición y análisis de algunos indicadores clave de ciertas carreras de especial relevancia en Chile, como derecho, medicina, ingeniería comercial, ingeniería civil industrial y pedagogía básica.
El conjunto de la información será de valor para los postulantes universitarios, sus familias y las propias universidades, que podrán compararse con sus pares mediante parámetros objetivos. Por cierto, como todo ranking académico, siempre será susceptible de observaciones y mejoramientos, como ha ocurrido con los mejores trabajos comparativos en todo el mundo. Pero, precisamente por la vital importancia nacional de las universidades y su futuro, un diario de alcance nacional necesita disponer de un referente con “datos duros”, sin perjuicio de su natural perfectibilidad en las versiones venideras, a cuyo respecto, por cierto, está abierto a todas las propuestas de mejoramiento que se formulen. Ellas pueden contribuir valiosamente a la maduración de un sistema imparcial y ecuánime que oriente al público sobre la calidad de las universidades.
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Cruch respalda labor de CNA y pide que no sea reemplazada
Postulan que el organismos, más allá de la investigación que lleva la fiscalía, ha cumplido adecuadamente con su labor.
por Marcela Andrés, La Tercera, 30 de noviembre de 2012
Describiendo el trabajo de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) como un “aporte”, el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), que reúne a las universidades públicas y tradicionales, salió ayer en respaldo de la cuestionada institución a cargo de certificar la calidad de los planteles de educación superior. Esto, en medio de la investigación de la fiscalía contra Luis Eugenio Díaz, ex presidente, formalizado por los delitos de cohecho y tráfico de influencias, entre otros, por irregularidades en los procesos de acreditación.
Juan Manuel Zolezzi, rector de la Universidad de Santiago y vocero del Cruch, recalcó que no tienen cuestionamientos sobre la actual composición de la CNA y que “el sistema ha operado con un grado satisfactorio, dentro del cumplimiento de su misión, que no es otro que el de garantizar la fe pública de la calidad de la educación”,
Como prueba, por ejemplo, manifestaron que los alumnos chilenos que han ido a cursar estudios al extranjero han tenido buenos resultados. Respecto del futuro de la CNA, Zolezzi postuló que “crear una nueva agencia no tendría sentido, lo que hay que hacer es mejorar y corregir las debilidades que el sistema tiene”. Sobre este punto, recordó que el proyecto de ley que creó la CNA tuvo más de 800 indicaciones e incluso en dicho debate se optó porque la acreditación fuese un proceso voluntario.
Respecto de los hechos que se investigan en torno a la gestión de Eugenio Díaz, el rector Zolezzi planteó que si “alguien monopoliza el poder en la comisión, como fue aparentemente lo que ocurrió, eso no libera a los otros comisionados, pero de alguna manera da una explicación de por qué las cosas no se pudieron detectar tan a tiempo. Había una cosa que llamaba la atención: durante la presidencia del señor Díaz se acreditaron todas aquellas universidades que decían no se iban a acreditar nunca”.
En cuanto a las peticiones de los alumnos de la U. del Mar, que temen el cierre de la institución privada y se han acercado al Cruch en busca de soluciones, la entidad manifestó que el consejo tiene la voluntad “de evaluar y analizar respuestas específicas a estudiantes que se han acercado o pudieran acercar a ellas, siempre dentro de sus posibilidades reglamentarias y exigencias académicas, analizando las situaciones caso a caso”. Zolezzi precisó que en Magallanes, Arica e Iquique, donde se han iniciado acercamientos, han notado diferencias “notables” de aprendizaje y que no podrán dar solución a más de 200 alumnos.
PSU
Recordando que este domingo se realiza el reconocimiento de sala para dar la PSU, el rector Zolezzi recomendó a los estudiantes que “para dar una muy buena prueba hay que comer y dormir adecuadamente, evitar el carrete el fin de semana, porque esas cosas inhiben el poder tener un buen desempeño”.
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