En la sesión ordinaria de marzo, los académicos de número, José Joaquín Brunner Ried y Patricia Matte Larraín, analizaron la actual crisis que vive el sistema educacional en Chile.

La sesión de marzo de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales tuvo como ponentes invitados a los académicos de número, José Joaquín Brunner Ried y Patricia Matte Larraín, quienes reflexionaron sobre las problemáticas que actualmente enfrenta la educación en nuestro país.

El primero en intervenir fue el académico José Joaquín Brunner, quien explicó que en Chile “las causas invocadas para justificar una tan prolongada crisis abundan, sin embargo, rara vez se alude a otro elemento crítico: la gobernanza del sistema escolar. Pienso que debe ser explorado, sobre todo, respecto al periodo reciente, durante los cuales la educación ha sido un tópico de alta tensión”.

“La enorme complejidad del sistema escolar chileno desborda la arquitectura, las dinámicas, los mecanismos y los actores de un gobierno de tipo ministerial-estatal, el que se halla permanentemente superado. El Gobierno y sus políticas, con su implícito estado-docetismo, sencillamente no están en condiciones de dar gobernanza al sistema”, afirmó.

Para finalizar, Brunner expresó que “las extremas oscilaciones ideológicas, típicas de una guerra cultural, que antes revestía un carácter religioso y que ahora opone a doctrinas políticas excluyentes, impiden articular una gobernanza coherente de nuestra educación escolar. Esto es, una que está a la altura de la complejidad del sistema escolar y de sus desafíos”.

Luego fue el turno de la académica Patricia Matte, quien describió como la Sociedad de Instrucción Primaria de Santiago (SIP), con sus 22,700 alumnos y 17 colegios ubicados en sectores vulnerables de la Región Metropolitana, “ha logrado salir adelante, preservar su ideario y, aunque le ha sido difícil, mantener sus resultados académicos”.

“¿Qué hace la diferencia en la SIP? Existe un equipo claro con sentido de propósito; con valores y principios definidos desde el comienzo de su involucramiento en la institución; con una cultura específica y propia que incluye la excelencia, el orden, el respeto y la disciplina; y una propuesta de valor que se centra en brindar una educación de excelencia, en contextos diversos y con una calidad de equipo docente de alto estándar”, agregó.

Para finalizar, Matte aseguró que el modelo de la Sociedad de Instrucción Primaria de Santiago no es replicable en los establecimientos públicos, debido a que no observa, a nivel de los líderes educacionales, “este tema como preocupación central, tampoco, y con gran sorpresa de mi parte, vi a los nuevos servicios locales de educación algún interés en replicar experiencias exitosas”.