El tiempo que nos ha tocado vivir está plagado de incertidumbres. El futuro se plantea repleto de desafíos. En esta coyuntura tan peculiar que nos ha tocado vivir, la academia, el ámbito investigador de la sociedad, tiene una responsabilidad particular para tratar de ofrecer soluciones viables a problemas realmente complejos.
Lo intrincado de nuestras sociedades no las hace menos vulnerables y es en este contexto donde encuentran su idoneidad congresos como el que aquí proponemos. Investigadores de todo el mundo son invitados a compartir los resultados de sus investigaciones para tratar cumplir con la labor de la transferencia del conocimiento que va a ser uno de los puntales de este siglo XXI y que es una obligación moral e intelectual.
El propósito de los congresos, desde un punto de vista académico y científico, ha sido siempre el mismo: poner en común los avances del conocimiento que se van realizando paulatinamente en los diversos lugares donde se desarrollan trabajos de investigación y estudio.
Una vez llevada a cabo esa puesta en común, se produce la discusión final y se alcanzan conclusiones que suelen mejorar los resultados iniciales del trabajo.
Pues con una tarea semejante nos proponemos ofrecer un foro abierto a toda la comunidad investigadora (filosofía, ciencias sociales, humanidades, etc.) para intercambiar ideas, opiniones y recursos y, de esta manera, ofrecer a la sociedad más y mejores herramientas para afrontar los avatares que el futuro traerá inevitablemente.
El congreso, ubicado bajo el concepto de “calidad de la formación docente”, está dotado de herramientas para maximizar su relevancia académica, y todos sus contenidos serán de acceso público y abierto.
La participación en los simposios se realizará de manera virtual y en diferido y las propuestas podrán presentarse en español, inglés o portugués.
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