José Joaquín Brunner: “El costo que cubre la gratuidad está mal estimado por el gobierno”
Miércoles 4 de octubre de 2017
El ex Ministro de Estado asegura que esto producirá “que un conjunto de universidades van a ir internamente debilitando sus capacidades de desarrollo”. Además, se refirió a la actual crisis política de La Moneda.
¿A dónde apuntan sus críticas por el monto que anunció el gobierno en materia de gratuidad universitaria para el próximo año?
En primer término, una vez más, por tercera vez, el financiamiento de la gratuidad parcial queda en mano de una glosa presupuestaria, que se discute en circunstancias especiales, con una enorme presión por aprobar lo que viene indicado por el Ejecutivo.
Cuando a esta altura es claro que el subsidio le causa severos problemas a un grupo de universidades, porque está mal calculado el costo real de las carreras que esas instituciones imparten.
Y lo segundo, más grave, es que deja otras vez a todas las universidades con un horizonte extraordinariamente inmediato, ya que lo único que se puede saber es lo que va a ocurrir a partir de enero del próximo año hasta diciembre de 2018, porque no es claro que este gobierno vaya a lograr hacer aprobar una ley de educación superior que genere un acuerdo amplio dentro del país y del sistema de educación superior.
A eso cabe considerar que es muy probable que haya cambio de signo político en el próximo gobierno.
Independiente de quien sea elegido como gobernante para el período de la próxima administración, la educación superior va a entrar en un mal pie, con una glosa financiando su presupuesto para el 2018. Y exista o no exista ley, es una norma que no va a tener ningún grado real de acuerdo.
Piense usted que en el último ejercicio, fueron invitados a la Comisión de Educación del Senado 31 personas, grupos, organizaciones, a exponer su opinión sobre el proyecto, y entiendo que 30 de los participantes en esta instancia fueron extremadamente críticos con el proyecto.
¿En términos prácticos, cómo se ven golpeadas las universidades con este tema, ya que es muy probable que tengan que seguir reduciendo costos o partidas como la investigación?
Eso ya ha estado ocurriendo en las universidades. Varias de ellas, dado que el costo que cubre la gratuidad está mal estimado por el gobierno, se han visto en la necesidad inmediata de empezar a reducir gasto de distintas maneras. Y lo más importante se da por el lado de la investigación, donde el gobierno se había comprometido a compensar los recursos que las universidades iban a dejar de percibir una vez que se estableciera la gratuidad, a través de un fondo especial para financiar investigación en determinado tipo de instituciones emergentes, que ya han creado una base sólida de investigación, pero que están en plena fase de crecimiento.
Esto es como cortarle el alimento a una persona que está empezando a crecer, lo que genera problemas en lo inmediato. Aunque estos problemas son de mayor impacto al mediano plazo, porque las universidades han tenido que suspender inversiones de mediano o largo plazo, por ejemplo, en infraestructura, que son años que cuesta recuperar.
Lo mismo pasa con profesores jóvenes que regresan a Chile con buenos doctorados, y que no han podido ser contratados en universidades, porque están teniendo que limitar las contrataciones.
¿Y qué carga está suponiendo para el sistema la creación de estas nuevas entidades estatales en regiones?
Por el momento, dentro del volumen, uno se da cuenta que este es un enorme sistema, de una gran complejidad, con 1 millón 200 mil alumnos. Y el hecho que se creen dos pequeñas universidades, en Rancagua y en Aysén, y un número de CFT, de los cuales, desgraciadamente no sabemos nada porque no ha habido una pública presentación del grado de desarrollo en el que se encuentran, qué tipo de carreras ofrecen, y cómo aportan a la productividad.
De modo que ese gasto combinado no significa un monto relevante dentro del presupuesto. Si acá el tema es la distribución general de los recursos, porque de por sí los recursos en volumen han estado creciendo, pero no de la forma en que se esperaba que se hiciera, ya que el gobierno no ha obtenido toda la recaudación que esperaba tener por la vía del crecimiento y de la reforma tributaria.
Son las formas de distribuir esos recursos los que están generando severos problemas, y la discusión de las prioridades que sigue pendiente. Dónde es que el gobierno debiese estar invirtiendo sus recursos en este momento. Más en los niños en condiciones de pobreza que llegan a una muy pobre educación temprana, preescolar, y luego con una educación básica y media de mala calidad. Es ahí donde debiese invertir el gobierno los recursos; o por ejemplo, destina recursos a la gratuidad educacional de los sectores medios, cuando ese dinero podría perfectamente destinarse a la primera prioridad que mencionaba antes, y esos jóvenes tener una combinación de beca con un crédito rediseñado.
¿Considera irresponsable por parte del gobierno destinar una millonaria cifra en gratuidad, cuando existe un elevado déficit fiscal?
Sí, pero esa es una discusión macroeconómica más general. Las proyecciones son efectivamente moderadas; no es que se esté presentando un presupuesto completamente desbocado. Pero sí hay que tener claro que va a aumentar el déficit fiscal.
Dentro de esas restricciones, y aceptando que por el momento el gobierno tiene la idea de que puede seguir estirando un poco la cuerda y llegar a 3,9%, cuando todo el mundo había discutido que la mejor alternativa era 3%, y definida la apuesta del gobierno, me parece a mí el que se aumenten los recursos especialmente en educación, corresponde a un buen criterio, pero la forma en cómo se distribuyen esos recursos dentro del gran universo de la educación, no me parece que tenga una correcta racionalidad desde el punto de vista de cómo eso recursos pueden tener una mayor efectividad social.
¿Esto podría llevar a que cierren algunas universidades en un mediano plazo?
El problema es más grave que ese, porque si hubiese algún cierre producto de esto, se crearía dramáticamente un momento en que la opinión pública, el país, y particularmente el gobierno de turno tendrían que reaccionar frente a un hecho tan visible como ese.
No va a ocurrir así; va a ocurrir que un conjunto de universidades van a ir internamente debilitando sus capacidades de desarrollo, empeorando gradualmente su calidad, no pudiendo contribuir al desarrollo social y económico a través de la investigación, porque la investigación va a ser también más limitada. Es decir, va a ser un problema poco visible, aparentemente poco dramático, lo que lleva a que el gobierno no lo tome en cuenta ni en serio.
El momento político
¿Cómo interpreta esta nueva pugna al interior de La Moneda y la decisión de Mahmud Aleuy de congelar su continuidad en el gobierno?
Ratifica y muestra, especialmente con la última explicación de la Presidenta Bachelet, de que el gobierno ha reducido su capacidad de gobernabilidad de una manera bastante impresionante.
El conflicto que se instaló a propósito de la desautorización a Aleuy, por un lado, y por otro, el conflicto transversal y público entre el subsecretario encargado de estos asuntos, con el Ministro PC de Desarrollo Social, muestran que la autoridad presidencial no está resolviendo problemas que son del todo evidentes.
Tratar de justificar la situación diciendo que el subsecretario está cansado y necesita tomarse vacaciones, cuando cualquiera que haya dirigido no solo un gobierno, sino que cualquier organización, sabe que las vacaciones se negocian, y que este no era precisamente el momento para que el subsecretario del Interior se tome vacaciones, considerando que tiene un papel clave.
De modo tal, que me parece lamentable, porque no solo muestra un menor grado de gobernabilidad que el Ejecutivo está teniendo en estos meses finales, sino que además es tomarse muy livianamente a la opinión pública. Es decir, darle una explicación al país que no admite fundamentos racionales.
¿Se ha impuesto la postura del Partido Comunista en esta administración?
A esta altura creo que ella está escuchando a quien sea, pero está escuchando poco, y está escuchando mal. Da lo mismo si está escuchando un poco más a este o a otro. Está escuchando mal en el sentido de que frente a problemas que la opinión pública concibe de gran envergadura y complejidad, como es el problema de La Araucanía, el tipo de explicaciones que se viene a dar, son completamente disonantes con esas realidades.
Carlos Cuadrado S./El Muro
Foto: Agencia Uno
0 Comments