Ministro Lavín y su carta de navegación: ¿qué pasa?
Marzo 21, 2010

lavin032010.jpg El hecho de que ni el Ministro Lavín, ni el Ministerio que él preside, hayan dado a conocer hasta ahora una agenda para los próximos cuatro años, más allá de la coyuntura de emergencia, crea un vacío que empieza a ser llenado por diferentes propuestas y versiones que, supuestamente, corresponderían a la visión e intención del Ministro.
Hoy aparece una de tales anticipaciones en El Mercurio, que recoge parcialmente algunos puntos del Programa Tantauco para educación: ¿por qué estos y no otros? ¿los demás objetivos se descartan? ¿cuánta coherencia hay en el diseño sugerido? ¿existen los recursos para financiar las propuestas seleccionadas? ¿esta “versión” corresponde efectivamente a la visión e intención del Ministro? ¿qué se hará en educación temprana y en educación superior durante los próximos años, materias casi no mencionadas por los asesores y voceras que aparecen como fuente del reportaje? ¿y qué ocurrirá en materias de ciencia tecnología?
Cabe preguntarse, además, ¿es conveniente que la agenda para nuestro sector sea perfilada por asesores y voceros sin que se de a conocer directamente qué piensa en realidad el Ministro?
En fin, hay múltiples dudas que pueden plantearse a partir de estos “llenados del vacío”.
Mientras, no termina aun por constituirse el equipo completo de directores de división del Mineduc; nada se ha indicado respecto a quien presidirá y cómo se integrará el Consejo Nacional de Educación; aún no se nombra a las cabezas de Conicyt, y la crucial ley que establece la agencia de calidad y la superintendencia de educación se mantiene en el limbo-no-urgente de la tramitación parlamentaria.
A continuación el reportaje de El Mercurio.
La hoja de ruta del ministro de Educación a partir de su día 46: Los “diez mandamientos” de Lavín para después del terremoto
Quizás sea el secretario de Estado con la tarea más apremiante: tener a todos los niños del país en clases antes de 45 días. Pero si lo logra, recién entonces comenzará a trabajar en su verdadero y ambicioso plan para mejorar la calidad de la enseñanza en Chile. Parte de su equipo ya está en eso y esta semana revisó con “El Mercurio” diez nudos clave de su gestión post catástrofe.
Marisol Olivares A.
El Mercurio, 21 marzo 2010
“Modernización” del Estatuto Docente
Existe consenso acerca de que el Estatuto Docente es uno de los frenos para la educación de calidad. Según el ministro del ramo, Joaquín Lavín, “el Estatuto Docente está a punto de cumplir 20 años, y lo más probable es que requiera una modernización”. Sus asesores acotan que eso implica ir a puntos centrales, como que el director del colegio tenga un papel más relevante en su gestión, con mayor autonomía, para, por ejemplo, premiar con un bono a los docentes que tengan buen desempeño, por sobre la antigüedad.
Negociación con el cuerpo docente
En junio de este año, al Mineduc le toca negociar con el Colegio de Profesores y allí piensa abordar asuntos que se arrastran desde la gestión de la ex Presidenta Bachelet. El tema más importante es la aplicación de la Carrera Docente, que se creó con el fin de reemplazar al “estatuto”.
Aquí hay tópicos que están listos para ser puestos en la mesa de negociaciones, como el reajuste de sueldos en base a desempeño de los alumnos. Además, se discutirá el necesario “empoderamiento” y autonomía de los directores de establecimientos.
Simce cada dos años
El subsecretario de Educación, Fernando Rojas, ha tenido a su cargo en estos primeros 10 días revisar la aplicación de la prueba Simce. La idea es tomarla no sólo en cuarto básico, octavo básico y segundo medio, sino también en segundo básico y sexto. “Tenemos que medir en segundo básico si un niño está leyendo en forma correcta; si esperamos hasta cuarto básico ya perdimos mucho tiempo y se nos hace demasiado tarde”, señala. “Preparar una prueba Simce tarda dos años, así que esta tarea tardaría más en gestarse”, señala Carolina Velasco, asesora del Mineduc.
La PSU a revisión
Aunque no se ha pensado en reformularla, ya se encargó una revisión a un país extranjero para que mida los diversos contenidos de la Prueba de Selección Universitaria, tanto en calidad y equidad, como explica la asesora Carolina Velasco. Hasta el momento, señala, “todas las revisiones de la PSU son realizadas por sus autores, y claramente no es lo mismo que un agente externo lo revise”.
50 liceos de excelencia
Una de las grandes promesas del programa de Sebastián Piñera era la creación de liceos de excelencia, “al estilo Instituto Nacional”. Según el ministro Lavín, estos son la mejor herramienta para facilitar la movilidad social y cambiar la realidad de familias de clase media y baja. Al igual que el Instituo Nacional, el criterio de ingreso va a ser de selección, es decir sólo entrarán los mejores. Las nuevas autoridades del Mineduc estiman que ese sistema no ampliará ni eternizará la “brecha” entre los buenos y los malos alumnos. En el ministerio aseguran que esto no significa que al resto de los proveedores de educación no se les exigirá calidad, sino que se premiará a los mejores estudiantes. Planean ubicarlos en zonas urbanas y facilitar el transporte, para que jóvenes que no vivan en la ciudad puedan ir a clases.
Repensar el número de escuelas a raíz del terremoto
El terremoto permitió detectar que en ciertas localidades rurales existían pequeñas escuelas con baja calidad de infraestructura y pocos alumnos. Esto implica un mayor costo para el Estado. Por eso, se va a reestudiar la demanda de escuelas y se reconstruirá con criterios de mayor eficiencia. En Iloca, por ejemplo, existían tres escuelitas de 50 alumnos cada una. Como las tres se cayeron, desde el lunes, sus 150 alumnos partirán las clases en una nueva escuela básica con capacidad para 150 alumnos, que serán atendidos por los profesores de sus antiguos establecimientos. Una decisión transitoria que podría convertirse en definitiva.
Mejorar el sistema de evaluación de becas
El año pasado, Becas Chile fue ampliamente criticado y sus responsables terminaron renunciando. Se objetó el sistema para asignar las puntuaciones a los postulantes y la capacidad de Conicyt para administrar el sistema. Carolina Velasco, asesora del Mineduc, señala que se están corrigiendo las bases y diseñando un nuevo reglamento para que los evaluadores tengan un criterio uniforme para evaluar. Además, Conicyt no va a ser el único organismo evaluador y también se va a tender a beneficiar la carrera profesional, que ha sido ejercida fuera del mundo académico. “Siempre y cuando se respeten las prioridades del país, los méritos académicos y los recursos del postulante”, señala. “Una beca para MBA es algo que no va a estar dentro de los planes, porque son postulantes que reciben mucho retorno en el mundo privado y lo pueden financiar”, señala.
Permanencia de los programas asistenciales
El terremoto dejó un déficit de varios millones de dólares en educación primaria, secundaria y superior. El subsecretario Fernando Rojas confía en la colaboración de la empresa privada y de las ONG, para levantar las instituciones de educación que se han venido abajo, “porque el Estado no va a poder hacerlo solo”, dice. Aunque sabe que para eso habrá que hacer reasignaciones presupuestarias, la idea es que la entrega de becas y programas como “Yo elijo mi PC”, creado por la ex Presidenta Bachelet, se mantengan, al menos por este año.
Mayor subvención escolar
Hasta el momento, la subvención de un niño en un colegio municipal es de $30.000. Diversos estudios han coincidido en que la subvención por alumno debería ser de $72.000, es decir más del doble. El plan del ministro Lavín es ir aumentando paulatinamente este monto. El plan original, señala Fernando Rojas, es “llegar en ocho año más a los $72.000, pero aún no sabemos si lograremos hacerlo después del terremoto”, explica.
La brecha de los contenidos mínimos
El Mineduc señala en su programa educacional los contenidos mínimos que deben entregar todos los establecimientos del país. Sin embargo, existe una ley que flexibiliza a los establecimientos para que entreguen en un 30% diversidad de contenidos. Esto hace inmediatamente que en ciertos establecimientos -generalmente los más pobres- los contenidos mínimos pasen a ser lo máximo que se enseña. En los particulares pagados, en cambio, son apenas la puerta de entrada. Fernando Rojas dice que se debe mejorar esta distinción, para así disminuir la brecha entre estos establecimientos. Una manera de lograrlo es someterlos constantemente a evaluación, tanto de sus alumnos como de sus docentes. Y sobre todo incorporar la idea de que no existe una sola forma de enseñar; que en este proceso debe estar involucrado el niño, el profesor y también la familia, y que los padres sepan en qué colegio está su hijo. “Es distinto que le digan a un papá que el liceo de su hijo sacó 100 puntos en el Simce, a que le informen que en realidad éste contestó cuatro preguntas buenas de 70. Si ese papá maneja esos conocimientos, también tiene derecho a elegir”, dice.
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Un terremoto a la educación
35 días le quedan al ministro Joaquín Lavín para cumplir la meta de que todos los niños chilenos estén en clases.
$300.000 millones es el déficit que dejó el terremoto en la educación primaria y secundaria.
1.260 colegios requieren reparaciones mayores por daños estructurales.
560 mil alumnos en la zona afectada deben readecuarse en otros establecimientos para poder estudiar.
3% de los alumnos de la Región del Maule están en clases.
$58.000 millones es el déficit que denunció el Consejo de Rectores en sus universidades producto de la catástrofe.

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