Las familias asumen más gastos en educación por los recortes públicos
El dinero que dan los hogares ha subido un 28% durante la crisis mientras que el de las Administraciones cae un 15%, según un informe de la Fundación BBVA
“Una mayor dependencia de la educación del gasto de las familias condiciona la igualdad de oportunidades educativas porque los hogares con ingresos elevados y mayor nivel de estudios de los padres gastan porcentajes muy superiores en formación”, reseña el estudio Cuentas de la Educación en España 2000-2013. Recursos, gastos y resultados, elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y presentado este jueves. A principios de febrero era la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) la que alertaba en otro informe de que los alumnos con menos recursos tienen tres veces más posibilidades de quedar rezagados en sus estudios.
El gasto público para educación en España se redujo 7.000 millones entre 2009 y 2014 y ha repuntado en 2015 hasta situarse en 41.164 millones de euros, según las estimaciones provisionales que ofrece el informe.Las familias desembolsaron un total de 12.766 millones de euros en 2013 (último dato oficial disponible), con un aumento de 2.716 millones en los años más duros de la crisis.
Tasas y clases extraescolares
El incremento se debe principalmente al dinero que destinan a pagar las clases extraescolares de los hijos, los libros y el transporte escolar en las primeras etapas educativas y al incremento que experimentaron las tasas universitarias de los campus públicos a partir de 2012.
No todos los hogares se comportaron igual, según las conclusiones del informe. El gasto de las familias se duplica cuando los hijos estudian en centros concertados (con financiación pública y privada) y se cuadruplica cuando acuden a centros privados no concertados. La cantidad también está estrechamente relacionado con el nivel educativo de los padres. Las familias con progenitores con mayor formación “pueden pagar hasta seis veces más por los estudios primarios y superiores de sus hijos”, ha resumido en la presentación Francisco Pérez, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y codirector del informe con Ezequiel Uriel Jiménez, profesor investigador del Ivie. España “ha alcanzado unos niveles muy altos en acceso a la educación pero no en las condiciones en las que esa educación se recibe”, ha alertado Pérez.
Hogares a la cabeza de Europa
El esfuerzo de las familias españolas les sitúa a la cabeza de los países industrializados del entorno. Su gasto representa el 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB), un porcentaje superior a la media europea (0,4%) mientras que el gasto que destina el sector público (el Estado y las autonomías, que tienen transferidas el grueso de las competencias educativas y son las que más deben aportar) es “claramente inferior” al de la UE (3,8% frente a un 4,6%).
Un fondo de reserva como para las pensiones
“La caída del gasto público en educación ha ocasionado tensiones no deseables en actividades de esta naturaleza al poner en riesgo la estabilidad financiera del sistema educativo”, subraya el trabajo. Los investigadores recomiendan a España crear un fondo de reserva en educación “para garantizar su estabilidad financiera” similar al que existe para las pensiones. Pérez propone, por ejemplo, que se acuerde entre las Administraciones un porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB). “Este es un buen momento para hacerlo porque tenemos la experiencia de lo que nos ha dolido asimilar las consecuencias de no haberlo previsto”, considera.
Entre otras medidas, el informe recomienda que España concentre los esfuerzos financieros en incrementar los recursos de apoyo a los alumnos con mayores dificultades para obtener resultados formativos y en los centros con entornos desfavorables, a promover el acceso a la educación infantil (solo uno de cada dos alumnos menor de tres años va a la escuela, en un ciclo que no es obligatorio) y a reforzar la educación primaria.
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