Mujer de palabra fácil y pensamientos profundos, trabajar con ella fue siempre una experiencia enriquecedora, tanto por sus aportes profesionales como por su profunda calidad humana. La educación chilena sufre una irreparable pérdida con su partida. Pero su legado estará siempre presente a través de sus múltiples estudios y publicaciones que servirán de guía a las generaciones venideras.

Socióloga de profesión, decidió desde muy joven enfocar sus energías en el mejoramiento de la educación desde el mundo de la gestión, planificación y la elaboración de políticas educacionales.  Consagró su trabajo a la educación y gracias a ella nuestro país pudo avanzar enormemente en distintas áreas. Destacan sus aportes al mejoramiento de la calidad de la Educación Superior chilena, partiendo desde la Corporación de Promoción Universitaria (CPU), su labor como evaluadora de políticas de educación y su análisis de las distintas versiones de los proyectos de la LOCE.

Dentro y fuera de Chile
Pero, sin duda, su aporte más importante fue la instalación en Chile de procesos de aseguramiento de la calidad en una perspectiva de respeto por la autonomía de las instituciones, ejercida en un contexto de responsabilidad. Desde el Consejo Superior de Educación, contribuyó a ordenar y con ello legitimar en Chile la opción de la creciente educación superior privada que en 1990 era vista con gran recelo. Gracias a esa tarea, las instituciones que alcanzaron su autonomía durante la década de los noventa demostraron su capacidad para aportar al sistema y al país a través de procesos de evaluación rigurosos y sistemáticos.

Porque lo hizo bien y porque estas cosas se saben y traspasan fronteras, María José Lemaitre tuvo también un destacado rol internacional, siendo la única persona de América Latina dos veces elegida presidenta de la Red Internacional de Aseguramiento de la Calidad. Su participación como consultora hizo posible que la experiencia de aseguramiento de la calidad implementada en Chile guiara buena parte del desarrollo de esta actividad en muchos países de América Latina, en África Oriental, y en una diversidad de otros lugares tales como Azerbaiyán, Palestina o Georgia.
En 2009 asumió la dirección ejecutiva del Centro Interuniversitario de Desarrollo, CINDA, red de prestigiosas universidades latinoamericanas, españolas e italianas, cargo que mantuvo hasta su partida.

La Fundación AEQUALIS, su Directorio, Secretaria Técnica y todos sus colaboradores, agradecemos el cariño y las enseñanzas que recibimos de esta gran maestra durante parte importante de su vida, lo que nos ayudará a seguir trabajando por el bien de la Educación Superior en nuestro país.