Académico Cristián Bellei: “El SAE reduce la discriminación y es un sistema más justo”
Frente a las críticas surgidas por el sistema de la admisión, el investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), afirmó que si “queremos una educación fortalecida, hay terminar con las lógicas del mercado”.
Osciel Moya Plaza
“La educación pública en Chile ha sido dañada por el sistema de mercado que se creó en los ´80”, expresó el sociólogo e investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, Cristián Bellei, en respuesta a la viralizada crítica del empresario Andrónico Luksic que afirmó que la educación pública fue abandonada en el marco de la implementación del Sistema de Admisión Escolar (SAE), por los casos de apoderados que se apostaron en los establecimientos para conseguir un cupo para matricular a sus hijos.
“No sé si Luksic estaría de acuerdo con eso, porque toda la evidencia científica demuestra eso, entonces todos los esfuerzos que se han hecho para eliminar las dinámicas del mercado y tener una educación pública que se organice como un compromiso público con el derecho a una buena educación, como se hace en los países desarrollados, supongo que el empresario los debe conocer, deberían ser políticas que él y quienes estén preocupados por la educación pública, respalden” , continuó el experto.
“Si queremos una educación pública fortalecida, hay que terminar con la lógica de mercado, del voucher, desmunicipalizar la educación y fortalecer la Nueva Educación Pública”, acotó Bellei quien, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, analizó el proceso que se ha dado en la asignación de los establecimientos educacionales con el SAE, dada la polémica que levantaron los sectores políticos que se oponen al sistema y que incluso llevaron a parlamentarios de RN a pedir al gobierno “terminar con la tómbola”.
Fueron los diputados Diego Schalper y Paula Labra, de Renovación Nacional (RN), quienes llegaron el viernes hasta La Moneda para reunirse con la ministra secretaria general de la Presidencia (s), Macarena Lobos, con la finalidad de solicitarle al Ejecutivo el patrocinio a un proyecto de ley que modifique el actual Sistema de Admisión Escolar (SAE).
“El Sistema de Admisión Escolar actual no da para más. Y no da para más porque no logra satisfacer la principal preocupación de los padres, que es poder elegir la educación de sus hijos. ¿Cómo es posible que a la entrada de los colegios tenga que haber un verdadero campamento masivo de gente tratando de inscribir a sus hijos?”, señaló Schalper.
Contrario a estas opiniones políticas, Bellei afirmó que el SAE es un sistema mejor que al que había antes de su implementación. Recordemos que esta fórmula permite a padres y apoderados postular a sus hijos a establecimientos públicos y particulares subvencionados a través de la web, implementado desde el 2015 en el contexto de la Ley de Inclusión Escolar.
“Yo pienso que es mejor, porque hay dos razones fundamentales por las que considero que es mejor. Lo primero es que sistema anterior era enormemente discriminatorio, había mucha evidencia de que los sistemas directamente administrados por las escuelas, sin regulaciones públicas o con regulaciones que no se podían cumplir, los niños con necesidades educativas especiales, niños con familias de menos recursos o con padres que tenía características que las escuelas no querían, como la religión, madres solteras, había muchas razones por las cuales había discriminaciones en el proceso de admisión y muchas eran lesivas a la dignidad de los niños y sus familias y algunas de ellas, de los derechos de los niños”, precisó.
En ese sentido explicó que el SAE quiere resolver esos problemas y en eso, es “infinitamente superior al anterior”.
En segundo lugar, explicó, está el tema de la eficiencia. “En el sistema anterior las personas o los medios de comunicación se olvidan que también había colas y muchísimas más, el sistema era ineficiente y hacía que las familias tuvieran que ir a someterse a todos los procesos de postulación de cada una de las escuelas, con distintos criterios, distintas fechas, distintas exigencias y las familias las describían como un verdadero vía crucis, donde tenían que andar en una y otra escuela, y en ninguna los niños estaban asegurados, generaba mucho estrés y había mucho desgaste de recursos y tiempo, y en ese sentido, el sistema era muchos más ineficiente. Hoy día el sistema es menos discriminatorio y es mucho más eficiente”, expresó el investigador.
No obstante, afirmó que al SAE le falta mayor información para que todas las personas le saquen el mayor partido, que resuelva los casos especiales, como el de la familias que se cambian de ciudad, migrantes o con hijos con demanda de educación especial y que las listas de espera estén vinculadas a la postulación de las familias y que no tengan que hacer la fila en un establecimiento para conseguir un cupo. Bellei puntualizó que si se incorporan estas propuestas, el SAE podría ser mucho mejor.
De todas manera, afirmó que lo que hace el sistema “es reducir la discriminación y en ese sentido, es un sistema más justo. Ahora el tema más de fondo, que el SAE no va a resolver y que tampoco lo hizo el anterior, es la percepción que tiene muchas familias chilenas de que la gran mayoría de las escuelas no son buenas o no son apropiadas para sus hijos, y por esos se concentra la demanda en pocas escuelas. Hay ciudades donde hay dos o tres escuelas que concentran el 40, 50 por ciento de las postulaciones y no es que el sistema de admisión vaya a resolver eso. Lo que se necesita es hacer más justicia, mejorar el resto de las escuelas para mejorar la percepción de que hay solo una o dos escuelas razonables y que el resto son a las que hay que evitar. Ese es el problema especial de percepción, de escasez de ofertas válidas de posibilidades razonables”.
“Mientras no cambiemos esa percepción, que es válida, objetiva y en buena parte está basada en una realidad, el sistema SAE o cualquier otro va a seguir generando más frustración que satisfacción. Si tenemos 10 cupos y 100 postulantes, bajo cualquier sistema, van a haber 90 con frustración y 10 con satisfacción”, apuntó Bellei.
Filas en los establecimientos
A partir de los hechos que se registraron y que alcanzaron notoriedad mediática, Bellei precisó que hasta el momento no hay una estadística del MINEDUC sobre la magnitud de las filas de apoderados apostados en los establecimientos para conseguir cupos. “Lo que tenemos como evidencia casuística es que en algunas ciudades fueron bastantes, en otros muy pequeños y en otros inexistente. Yo no he visto un panorama nacional sobre esto. Lo que sí es que hay que entender que las colas, por decirlo así, congregan personas de muy distinta situación”, indicó el investigador.
Bellei agregó que la inmensa mayoría de las personas fue asignada en la primera o segunda instancia del SAE, que es un sistema centralizado pero basado en las preferencias de las familias y en ese sentido, el asignador de cupos es muy eficiente, porque determina el establecimiento a partir de lo que la familia postula, en una cierta cantidad de escuelas, con tiempo y que postulan bien.
Sin embargo, explicó que en muchos casos hay familias que no se enteran, son familias migrantes, familias que no conocen bien el sistema o que se enredan con la plataforma o que postulan a muy pocos establecimientos, o a uno solo y de alta demanda. “Para todos esos casos, el sistema no es eficiente y en la cola puede haber muchas familias que no le sacaron el mejor partido sistema”, indicó.
Por otro lado, sostuvo que existe otro grupo de familias que tienen situaciones especiales, como querer compatibilizar horarios con la escuela o que, por ejemplo, por el tema de alimentación buscan establecimientos. Y existe un tercer grupo que son los disconformes y que probablemente es una parte importante y creciente que son personas que si bien postularon no quedaron en la escuela que ellos querían y entonces como ven cerrado el ingreso por la plataforma, recurren a los establecimientos, por orden de llegada, para acceder a un cupo. El caso de los disconformes es el más difícil de resolver, precisó.
El académico de la Universidad de Chile afirmó que algunas estimaciones del Ministerio señalan que en ciertas ciudades las personas se agolparon en colegios de alto prestigio, pero también el sistema permite cambiarse de escuela y es una proporción muy importante. “El año pasado, un tercio de las postulaciones de gente que se quiere cambiar de escuela y este año subió a 41 por ciento. Cuatro de cada 10, dos de cada cinco personas que postulan, y no es que necesiten una escuela que no tienen, sino que está postulando porque se quieren cambiar, que puede ser por razones de calidad, creen que en la escuela en la que están no es tan buena, y es probable que cuando se trata de establecimiento de alto prestigio, sea la razón por la que las personas estén haciendo una cola y eso no lo resuelve el SAE”, expresó el experto.
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