La académica que apareció en la franja del Apruebo y firmó una declaración a favor de la nueva Constitución junto a otros tres premios nacionales, responde además a las fake news del Rechazo sobre la educación y apuesta a que la nueva Constitución “sea el inicio de la revaloración de la profesión docente”.

Nolfa Ibáñez Salgado, Premio Nacional de Educación 2021, tiene claro su voto el próximo 4 de septiembre. La educadora diferencial apareció en la franja del Apruebo con un mensaje a favor de la Nueva Constitución porque “fija el camino para que una educación pública, gratuita, centrada en la formación humana, se haga realidad”.

Egresada del Pedagógico y la primera educadora diferencial en recibir el Premio Nacional de Ciencias de la Educación, Ibáñez ha sido reconocida como parte de las “mujeres bacanas” por su mirada sobre el sistema educacional diferencial, promoviendo la inclusión y sobre todo una gran valoración hacia la diversidad.

En esta entrevista con El Desconcierto, la académica valora la propuesta de la Convención Constitucional, y responde las fake news del Rechazo que hablan de la educación en la nueva Constitución como un “Transantiago” o que busca “sacarle los patines” a los niños y sus familias que optan por la educación subvencionada.

– Profesora, ¿por qué aprueba?

Porque la educación es mucho más que un servicio, mucho más que la entrega de contenidos, ya que incide en la formación humana y ciudadana de niñas, niños y jóvenes, y esta propuesta constituye una real oportunidad de tener una educación de calidad como un derecho.

– ¿Cómo se gestó su participación en la franja del Apruebo? ¿Le gustó la experiencia?

Me llamaron por teléfono, me consultaron y yo accedí. No conocía a quienes me llamaron, no he pertenecido nunca a un partido político, pero sé que si gana el Apruebo la educación mejorará en este país. Fue una experiencia de hacer público mi pensamiento al respecto.

– ¿Cómo imagina la educación en la práctica, a futuro, con una nueva Constitución en funciones?

Si las y los integrantes de las comunidades educativas tienen la necesaria autonomía para decidir las estrategias que lleven al logro de los objetivos de aprendizaje del currículo (currículo que espero cambie), tendremos por fin una educación contextualizada en los mundos de vida de las y los estudiantes. Esto es, una educación que, efectivamente, considere la diversidad y confíe en quienes hacen la educación.

 – ¿Cómo toma los temores sobre libertad de enseñanza, el rol de los privados o la existencia de los colegios subvencionados que se han expresado desde el mundo del Rechazo durante este proceso?

No veo ese peligro. La propuesta establece claramente que todos los establecimientos formarán parte del Sistema Nacional de Educación. La provisión mixta siempre ha existido y en la propuesta se consagra la libertad de enseñanza

– Por ejemplo, el exministro de Educación Raúl Figueroa dice que la propuesta “deja a la deriva a dos millones de familias que optaron por la educación subvencionada”, “crea niños de primera y segunda categoría” y que “hay un abandono de la educación parvularia”. ¿Miente el exministro?

Creo que está equivocado. La educación chilena es una de las más inequitativas y mercantilizadas del mundo. La propuesta de Nueva Constitución es la oportunidad de cambiar eso.

– A nivel de Universidades también hay reparos. Los planteles del llamado G9 han cuestionado la “mirada binaria” que “puede ser muy dañina para el largo plazo del sistema educativo y de generación de conocimiento en el país”. ¿Qué piensa de estos temores?

Pienso que son infundados. Si la educación superior estatal y pública cuenta con un financiamiento basal adecuado, sin duda la generación de nuevo conocimiento en nuestro país dará un salto cualitativo, positivo, en la generación de nuevo conocimiento en las ciencias, las artes y la tecnología.

– Para los docentes, sus colegas, ¿cómo les cambiará la vida con la nueva Constitución?

Espero que sea el inicio de la revaloración de la profesión docente. El cambio educativo depende principalmente de quienes hacen la educación día a día en las aulas, más que de leyes o reglamentos. El que seamos considerados por primera vez en la Constitución de la República constituye, a mi juicio, un reconocimiento de aquello.

– Usted ha centrado su mensaje en la importancia de formar en el respeto y reconocimiento del otro como un legítimo otro. ¿Cómo se expresa esa tesis en la Nueva Constitución?

Primero que nada por la consagración de los derechos fundamentales y por el término del rol subsidiario del Estado en la educación, lo que, espero, permitirá que niñas, niños y jóvenes de distintos grupos sociales, culturales y también económicos, se encuentren al alero de la educación pública.

– Y el área diferencial a la cual usted ha dedicado su vida, y que ha permanecido invisibilizada, ¿cómo se verá beneficiada con la nueva Constitución?

La educación diferencial y la educación parvularia las entiendo como parte del Sistema Nacional de Educación de la propuesta de nueva Constitución la que, además, especifica: “Toda persona tiene derecho a la igualdad (…) y la no discriminación”  ( Art.25). Con esta propuesta, sería posible hacer coherente el discurso educativo con la práctica.

– La declaración que usted firmó con otros premios nacionales (como Beatrice Ávalos, Abraham Magendzo e Iván Núñez) y académicos señala que el marco normativo que entrega la actual Constitución de 1980 ha desencadenado una enorme crisis del sistema educativo”. De ganar el Rechazo, ¿vislumbra alguna mejoría en el ámbito educativo o solo la mantención del modelo?

Creo que se mantendría, con el peligro de profundizarse.

• Vea la aparición de Nolfa Ibáñez en la franja del Apruebo: