“Nuestra misión, como institución de Iglesia en un contexto plural e inmerso en el mundo de la cultura, cuida que el hombre no deje de lado la temática de Dios como interrogante esencial de su existencia. Es nuestro rol procurar la integración de esta pregunta en su búsqueda de la verdad, en la creación del conocimiento y en la gestación de la cultura. Esta y otras razones hacen que, para quienes confesamos la fe católica, nos resulte de especial relevancia generar espacios de diálogo donde creyentes y no creyentes nos encontremos, para hablar de la fe y de las consecuencias que ella conlleva en nuestras vidas y en vista al bien común”, explicó en la misiva el rector Ignacio Sánchez.

Con esta convicción, SS. Benedicto XVI ha impulsado una iniciativa novedosa que ha llamado “Atrio de los gentiles”. El nombre se remonta a poco antes del inicio de la era cristiana, cuando el rey Herodes inició grandes obras de renovación y de reconstrucción del Templo de Jerusalén. En dicho lugar sagrado había un espacio en el que todo el mundo podía entrar, era donde los rabinos y maestros de la ley escuchaban las preguntas sobre Dios y procuraban contestarlas mediante un intercambio respetuoso. Este era el atrio de los gentiles, un lugar en que todos podían recorrer y permanecer sin distinción de cultura, lengua o confesión religiosa. Era un espacio de encuentro. Pero, al mismo tiempo, no escondía su realidad de ser la antesala de lo sacro, del lugar donde el hombre y Dios se encontraban.

Inspirada en esta iniciativa, que ya ha encontrado resonancia en diversas ciudades e Iglesias del orbe, como París, Barcelona, Asís y Estocolmo, entre otras, que la Pontificia Universidad Católica de Chile realizará este año el primer “Atrio de Santiago”. Lugar de encuentro para creyentes y no creyentes. En este espacio se buscará dialogar sobre temas de interés común, indispensables para una sana convivencia de la sociedad, para el desarrollo de los pueblos y para asumir una responsabilidad solidaria sobre la justicia y la paz.

“El Atrio de Santiago será un lugar de encuentro entre las ciencias, el arte y las humanidades, un espacio de reflexión sobre problemáticas fundamentales del hombre como son la sustentabilidad, la relación entre política y verdad, las artes y la belleza como huellas del Creador, la literatura y su nostalgia de Dios, la justicia y la paz, la economía y el auténtico desarrollo”, afirma el rector Sánchez y agrega: Lo que buscamos es evidenciar, desde la academia y con excelencia, los elementos comunes, dentro de las legítimas diferencias, que nos permitan profundizar sobre los problemas concretos de la convivencia humana para asumir con responsabilidad los desafíos comunes de la sociedad, del estado, y la humanidad”. Se trata que este Atrio de Santiago sea un lugar de encuentro y de diálogo, un espacio de expresión para quienes no creen y para los que se hacen preguntas sobre su fe; una ventana abierta al mundo, a la cultura contemporánea y a las voces que en estos ámbitos resuenan con insistencia.

“Esta oferta novedosa, que se enmarca dentro del Año de la Fe, quiere relevar nuestra identidad católica. Nace de lo más hondo de lo que creemos, con la confianza que podemos adentrarnos en la inmensidad de la verdad sin ningún temor, buscando comprenderla y acercarnos cada día más a ella. Es una invitación a un camino bello, atractivo y humanizante. Queremos que al Atrio de Santiago sea, para muchos, un lugar donde los hombres puedan, en cierta manera, acercarse a Dios sin conocerlo y antes de haber encontrado el acceso a su Misterio; y que para otros sea un lugar donde, a través de la cultura, se profundice en la fe que moviliza y da sentido a nuestra vida”, concluye el rector.

Nicole Saffie, [email protected]