José Joaquín Brünner: “Me parece que este ha sido un gobierno flojo”
Lunes 7 de agosto de 2017
El ex ministro agrega además que a diferencia del economista Sebastián Edwards -quien dijo que apoyará a Piñera-, el ex ministro de Estado afirma que su historia y trayectoria le impiden respaldar el proyecto que encarna el empresario de centroderecha.
En la entrevista que publicó ayer El Mercurio, el economista Sebastián Edwards afirmó que respaldará en la elección presidencial de noviembre a Sebastián Piñera, cruzando la vereda política que hasta hoy lo ligaba con la centroizquierda.
El académico insinuó además que son varios los intelectuales de izquierda liberal que también podrían hacer lo mismo. Uno de los más representativos de ese mundo es precisamente José Joaquín Brünner, quien en conversación con EL MURO afirmó tajante que no existe ninguna posibilidad de que vote por Piñera ni en primera ni en segunda vuelta.
Indicó que el 19 de noviembre votará por Carolina Goic, y que de no pasar ella al balotaje, evaluará qué hacer, pero probablemente irá a sufragar pero se abstendrá.
El investigador de la Universidad Diego Portales opina que la crisis de la DC es una crisis profunda que afecta a toda la centroizquierda, tanto a nivel local como internacional. Piensa que una derrota electoral del oficialismo podría ser el fin de un ciclo.
Siendo un intelectual de izquierda al igual que Sebastián Edwards, ¿usted estaría dispuesto, como lo está el economista, a votar pos Sebastián Piñera en segunda vuelta?
No, en absoluto.
¿No comparte su postura?
No es que no comparta su postura; es que no tengo esa opción ni esa elección que él ha hecho. Eso no es para estar o no de acuerdo con las palabras de alguien. Porque es un señor que dice `yo estaba con Lagos, y ahora estoy con Piñera´, y explica por qué lo piensa así.
Yo no estoy en esa línea. Estoy totalmente en el cuadro de la centroizquierda, de una izquierda moderna, socialdemócrata, que hoy efectivamente está sin mucha alternativa electoral. Y por lo tanto, mi opción fue públicamente apoyar a Carolina Goic, en el sentido que abría una perspectiva, creando una cierta posibilidad de mantener el ímpetu de reformas en posiciones de centroizquierda.
Y ahí estoy, voy a seguir así. Voy a votar por Carolina Goic llegado el momento. Y me parece que en mi caso, en mi historia, es algo coherente con una trayectoria de casi 50 años por la lucha de un determinado tipo de ideas en el campo político cultural.
¿Ninguna chance de votar por Piñera?
En cambio, me parece que Piñera, con el respeto que le tengo, y porque me parece una opción legítima, donde gente como Edwards piensa votar por él, está absolutamente fuera de mi horizonte político electoral.
Pero si se queda sin candidato en segunda vuelta, ya sea porque pasa al balotaje Alejandro Guillier o Beatriz Sánchez, ¿por quién se inclinará? ¿O en ese caso se va a quedar en la casa?
No, jamás me quedaría en la casa. No lo he hecho desde los 18 años, y no es este el momento para hacerlo. Todo lo contrario, iré a votar, y ahí tendré que decidir en la segunda vuelta si es que hay desde el lado de la centroizquierda alguna propuesta que sea razonable por la cual uno pueda efectivamente votar, pensando que está apostando a un progreso del país, a una estabilidad de su sistema político, a la profundización de cierto tipo de ideales democráticos.
Claro, si hay un candidato que en ese momento, en la segunda vuelta, represente eso, voy a ir felizmente a votar por esa alternativa, si es que existiera. Y si no existe, bueno… tendré que decidir en ese momento qué es lo que hago, y muy probablemente será abstenerme en ese caso.
Es decir, ¿usted no cruza la vereda como Sebastián Edwards?
No me parece, porque en mi caso no es una vereda, es una historia completa, que a alguna gente le cuesta entender. Yo no soy de aquellos que piensa que si sale Piñera, ganará una especie de alternativa neoliberal y de capitalismo salvaje, como dicen algunos de mis compañeros de la Nueva Mayoría.
No pienso para nada que eso sea cierto. Ese es un análisis completamente equivocado. Creo que Piñera representa legítimamente una posición relativamente moderna de las derechas democráticas en el mundo, como las hay en España, o las puede haber en otros países de Europa.
¿Usted no lo estigmatiza?
Para nada. Me parece que es una alternativa que dignamente una gran cantidad de gente puede estimar que es la alternativa que corresponde en este caso votar. A mí, por razones de mi propia historia y visión de lo que el país necesita, no me parece que sea una alternativa convincente. Por eso no votaría por esa alternativa
¿Usted ve a los “progresistas con progreso” de la DC votando por Piñera en segunda vuelta?
No creo. Pero no es algo que hayamos conversado, por lo tanto, estoy especulando. Me parece difícil, porque si hay casos como el de Edwards, tiendo a pensar que son excepcionales.
El futuro de la DC
Ya que votará por Carolina Goic en primera vuelta, ¿en qué pie considera que queda su candidatura y el partido después de lo ocurrido en la última junta nacional de la DC?
Cualquiera sea el resultado de aquí a noviembre, todos los partidos de centroizquierda o izquierda quedarán en una situación compleja, obligados a mirar de frente la realidad, cosa que hasta aquí no se ha querido hacer. Y a reflexionar sobre cuál es la forma de rearticular un proyecto democrático de centroizquierda para el futuro.
De modo tal, que no me parece que eso tenga ninguna relación con lo que está ocurriendo con Goic y la DC. Eso es parte de un cuadro del conjunto de la centroizquierda, que hoy efectivamente está en crisis.
No veo que haya habido ningún cambio importante a propósito de lo que sucedió en la junta, y no me parece que la centroizquierda en sus distintas expresiones, desde el centro hacia la izquierda, que cree en una alternativa socialdemocrática, haya dado señales de estar, o recuperándose, o conquistando vitalidad, o de tener un programa real para renovar la política en Chile. No creo eso.
¿Usted piensa que Carolina Goic salió fortalecida de la junta, considerando el quiebre que tuvo después de esa instancia con parte de la directiva y de la bancada de diputados?
Miro estas cosas más allá de la coyuntura. Son procesos muy de fondo los que están ocurriendo. La DC, de hecho, igual como lo que constituyó la centroizquierda en su momento, en el amplio abanico de la Concertación, en realidad está en una crisis de profundidad, no en una crisis coyuntural de si puede ganar o perder una elección.
Está efectivamente en una encrucijada, en el mejor sentido de la palabra. Es decir, aquí se puede terminar un ciclo histórico para esa centroizquierda, o puede todavía prolongar su sobrevivencia, pero en condiciones precarias; o podría, pero no lo veo en este momento posible, recrearse a sí misma.
Eso requeriría una reflexión que no está presente, y por lo tanto, esto va a tomar mucho más tiempo que lo que toma una elección presidencial. De hecho, son años por delante los que necesitará la centroizquierda en Chile, como en otras partes del mundo, para encontrar una nueva articulación de ella misma con la sociedad que ayudó a crear.
Porque finalmente son las propuestas socialdemocráticas las que han modernizado, y han sido después de la Segunda Guerra Mundial, las que marcaron el rumbo de las democracias capitalistas. Para bien o para mal.
En sus mejores momentos, eso ha sido así. Cambiaron la visión de cómo se gobierna, y hacia dónde debiesen ir las sociedades capitalistas democráticas, para aumentar la equidad, o las posibilidades de progreso de las personas. Ese proyecto está agotado, y por lo tanto, este sector que ampliamente uno identifica como de centroizquierda, que se propone reformas graduales, está ante una enorme encrucijada histórica.
Ahora, volviendo a hablar de Chile, estamos lejos de haber encontrado siquiera el camino de una renovación, tal como se inició la renovación de lo que se denominó la renovación socialista en un tiempo, pero que quedó atrapada dentro del siglo XX. No fue capaz de dar el salto y proponer una nueva configuración para el siglo XXI.
¿Se contagió de lepra la Nueva Mayoría?
Me parecería una mala metáfora. No veo qué podría ser la lepra, ni que se haya contagiado.
En el sentido de que se está comenzando a desmembrar.
Bueno, podría efectivamente desmembrarse, pulverizarse, atomizarse, podría implosionar después de una derrota, si es que así ocurriera en la próxima elección. Pero de no suceder eso, porque también podría ganar; esas son las paradojas de la situación actual, como finalmente la elección va a ser muy estrecha, podría ganar. Pero no me parece que pueda hacer un gobierno muy distinto, o superior al que tenemos actualmente. Y me parece que este ha sido un gobierno flojo, un gobierno que no ha tenido ni perspectiva histórica ni gestión en la coyuntura. Es decir, no ha logrado hacer avanzar al país con algún nivel de profundidad.
Y no me parece que la política que viene en torno a Guillier, con una especie de Nueva Mayoría debilitada, porque va a ser más débil de la que tenemos hoy, justamente por la situación de la DC, vaya poder ofrecer un mejor gobierno. Todo lo contrario, va a ofrecer más o menos el mismo tipo de equipos que han conducido el último período, y eso me parece que no va a dar un gobierno capaz de crear un rumbo.
Si hoy fuera la elección, ¿gana Piñera?
Sin duda, me parece que cualquier análisis realista, hecho con los elementos que hoy tenemos en la mesa, llevaría a pensar que efectivamente es la coalición de centroderecha la que tendría que ganar en primera o segunda vuelta.
Carlos Cuadrado s./El Muro
Foto: Agencia Uno
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