La Confederación de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) urge al Gobierno a tomar “decisiones para apoyar y salvar la I+D+i”, decisiones que “impidan que se derrumbe el frágil sistema” científico español, y reclaman una “apuesta firme y decidida de aumento en la inversión” en esta materia. El incremento presupuestario para 2014 en I+D+i, 214 millones, les resulta decepcionante ya que “no compensa ni siquiera la caída de 461 millones que sufrió el presupuesto de 2013 respecto a 2012 y, mucho menos, la reducción sufrida en los cuatro últimos años”, recalca dicha organización. “Nuevamente se ha hecho oídos sordos a la reivindicación que, de forma permanente y argumentada, viene realizando tanto la CRUE como los diferentes colectivos representados en la plataforma Carta Abierta por la Ciencia”.
En la universidad, repiten los rectores, se realiza un 60% de la investigación española. Y hacen especial hincapié en la situación agónica en que están los recursos humanos de investigación y desarrollo en España reivindicando que “se impulsen de forma estable y decidida programas que aseguren la incorporación al sistema de un número suficiente de técnicos e investigadores predoctorales y posdoctorales”, señalando, además, que la reducción de capital humano en los últimos años “se refleja ya en la economía y en la productividad de nuestro país”. Advierten que esta merma de personal supone un gran obstáculo para los grupos de investigación que tienen que competir dentro de poco con sus colegas internacionales por los fondos del programa europeo Horizonte 2020. Las universidades, como el resto del sector de I+D, están sometidas a una tasa de reposición del 10%, lo que significa que solo pueden contratar un investigador por cada 10 que se jubilan. Esto es “condenar a la I+D+i de España y con ello a la competitividad de su sistema de innovación y de su tejido productivo, a un desmantelamiento inexorable y a una ruina segura en pocos años”, señala la CRUE en su comunicado.
El crédito extraordinario de 70 millones de euros que el Gobierno ha aprobado para salvar de la quiebra al CSIC es bienvenido por la CRUE, pero la organización recalca el papel crucial que juegan las universidades españolas en la investigación, denunciando que tienen que soportar “la subordinación de los gastos en I+D+i a los objetivos de déficit de la comunidad autónoma en la que cada una se ubica”. Esto se traduce en trabas a la financiación de proyectos estatales, aunque hayan obtenido resultados altos en las evaluaciones.
Los rectores denuncian la “incomprensible falta de coordinación interministerial en los programas de recursos humanos d eI+D+i”, así como “las ingentes trabas administrativas, burocráticas y de gestión que lastran la actividad científica y dañan irreparablemente el sistema de I+D+i”. El comunicado de la CRUE denuncia los retrasos “injustificables” en las convocatorias de programas de recursos humanos y de financiación de proyectos de investigación. La última convocatoria de proyectos del Plan Nacional de I+D+i salió en diciembre de 2011, no se resolvió hasta principios de 2013 y los investigadores no empezaron a recibir el dinero aprobado hasta el pasado verano. La Secretaría de Estado de I+D+i no ha sacado aún la convocatoria de este año, acumulando ya un retraso de más de 10 meses sobre el calendario anual habitual. Tampoco han salido las convocatorias de contratos Ramón y Cajal. Esto “está poniendo en grave peligro la mera supervivencia de muchos grupos de investigación de elevada calidad y, con ello, el mantenimiento de importantes líneas de investigación e innovación”, advierte la CRUE.
“Los enormes recortes presupuestarios han colocado a la investigación en España en una situación gravísima. Solo un cambio de política, radical e inmediato, dirigido a dotarla de un nivel de financiación comparable a la de los países de nuestro entorno, puede evitar que nuestro país pierda, una vez más, el tren de la modernidad y de un futuro de bienestar basado en la innovación y el avance del conocimiento”, advierte la CRUE.
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