Necesaria mirada de largo plazo Lorena Meckes Facultad de Educación ? CEPPE Universidad Católica de Chile, El Mercurio, 16.04.2013
La larga trayectoria de mediciones SIMCE en Chile y la participación en pruebas internacionales permiten ponderar los resultados a la luz de las tendencias de años previos, sin caer en celebraciones o depresiones por algunos puntos que suben o bajan cada año. El alza que muestran los resultados 2012 en Matemáticas reafirma la tendencia a la mejora ya observada en el SIMCE desde 2006. Además, confirma el aumento que mostró esta misma generación cuando cursaba el 8º básico en 2010 y rindió la prueba internacional TIMSS. En esa oportunidad, Chile mostró un alza de 29 puntos en Matemáticas desde la última medición, que había sido en 2003. Valdría la pena estudiar el tipo de experiencias de aprendizaje que tuvo esa generación de estudiantes y el currículo al que fue expuesta, para que nuestras decisiones de política educacional estén basadas en datos sobre estrategias que hayan mostrado ser provechosas, ya que una mejoría robusta de los resultados de aprendizaje no es noticia de un año, ni puede explicarse como fruto de esfuerzos de corto plazo. Esta acumulación de evidencia y clara tendencia desde 2003 nos permite tener mayor confianza en que estamos ante una mejoría en Matemáticas. Mayor será la solidez de este resultado si se confirma además con los que entregue PISA 2012 cuando publique sus puntajes internacionales. Junto con la buena nueva en Matemáticas en 2º medio, es necesario prestar atención al tercio de estudiantes de 4º básico que aún muestra un nivel insuficiente de comprensión de lectura, y al 38% que no alcanza un nivel elemental en Matemáticas. Muchos de nuestros niños y niñas siguen sin aprender lo que deberían, y esto debe ser foco de la política educacional los próximos años y, sin duda, nuestra mayor preocupación en educación básica. Por primera vez los resultados del SIMCE se entregan en el marco de la nueva institucionalidad del sector que busca evitar que el Ministerio de Educación sea a la vez juez evaluador y responsable de la política educacional. Esta construcción institucional, de larga data y que es fruto de acuerdos políticos laboriosos, pretende que los resultados del SIMCE alimenten la política sectorial e iluminen una mirada de largo plazo para el Estado chileno, sin hacerse parte de la contingencia política. El mayor capital de un sistema de evaluación es su confiabilidad. Es una lástima que el debut de la Agencia de Calidad respecto a entrega de la más importante información de que es responsable no haya pasado en esta oportunidad el test de la distancia respecto a la coyuntura, que es sustancial a su fundación.
Nuevas respuestas para una fase de “meseta”
Gonzalo Muñoz Fundación Chile y Consejo de la Agencia de Calidad de la Educación , El Mercurio, 16.04.2013
La multiplicación de mediciones estandarizadas que está experimentando nuestro sistema escolar trae consigo algunos costos -entre ellos, una presión a veces excesiva y una concentración cada vez mayor de las escuelas y docentes en este indicador-, pero uno de sus valores centrales es que permite contar con series de resultados que invitan a mirar seriamente las tendencias en el tiempo y a no focalizarnos demasiado en el limitado análisis del resultado anual.
En este sentido, la buena noticia del SIMCE 2012 es que se confirma una tendencia al alza en el sector de matemáticas para segundo medio. El aumento en nueve puntos en esta prueba es histórico, y viene a consolidar un proceso de mejora que ya se había evidenciado en el SIMCE en el período 2008-2010, cuando subió 6 puntos. Resultado especialmente positivo si consideramos el poco énfasis que han puesto las políticas de los últimos años en la educación secundaria, y en parte sorpresivo debido a que la prueba PISA no evidenció esta mejora en su última aplicación.
Sin embargo, la principal noticia de este último SIMCE es que todo parece indicar que nuestro país está enfrentando una fase de “meseta” en sus resultados de aprendizaje, lo que se expresa en el estancamiento evidente en las mediciones de lenguaje (tanto en cuarto básico como segundo medio) y en la estabilización de los resultados de matemáticas en cuarto básico. El SIMCE 2012 no representa un avance sustantivo si miramos las tendencias de los últimos años, tanto a nivel de promedios como de brechas entre dependencias y niveles socioeconómicos.
Chile ha venido mostrando avances muy significativos -así lo indican también las pruebas internacionales- en los niveles de aprendizaje de los estudiantes en los últimos 10 años, pero será cada vez más difícil seguir mejorándolos. Los resultados de cuarto básico, donde se han puesto parte importante de los esfuerzos y programas en los años recientes, así lo demuestran.
Esta “meseta” en los resultados del SIMCE debiera motivarnos a buscar nuevas respuestas de política educativa que permitan iniciar otro ciclo de mejoramiento en nuestras escuelas y liceos. Bajo esta perspectiva, crear una carrera docente potente y atractiva para toda la educación con financiamiento estatal, recuperar y fortalecer la alicaída educación pública, implementar eficazmente y con visión de Estado la nueva institucionalidad de la educación escolar y atacar decididamente la segregación del sistema (que atenta contra la calidad y equidad) debieran ser prioridades esenciales para dar ese salto.
Las dos caras del Simce
En la medición del 2012 hay cambios notables en matemáticas de segundo medio y, por otro, se detiene el lento pero sostenido aumento que tenían los puntajes en lenguaje, tanto en cuarto básico como en segundo medio. Los desafíos en la etapa actual son fundamentalmente pedagógicos.
por Sergio Martinic – La Tercera, 16/04/2013 – 04:00
LOS RESULTADOS del Simce 2012 muestran un aumento significativo en la prueba de matemáticas de segundo medio. Este es un resultado importante, que marca una inflexión en los logros de este sector. En cuarto básico, en cambio, los avances en matemáticas no son significativos, aumentando dos puntos en relación con la medición anterior.
En lectura, los resultados se mantuvieron en el mismo nivel de la última medición, tanto para cuarto básico como también para segundo medio. En este sector de aprendizaje se detiene la tendencia al alza que se venía experimentando desde el 2003. De este modo, los resultados del Simce tienen dos caras. Por un lado, hay cambios notables en matemáticas de segundo medio y, por otro, se detiene el lento pero sostenido aumento que tenían los puntajes en lenguaje, tanto en cuarto básico como en segundo medio. Aquí no hay cambios notables, como tampoco los hay en matemáticas de cuarto básico.
Es muy difícil producir alzas muy fuertes de un año a otro y, por ello, es destacable el avance en matemáticas de segundo medio. Sin embargo, es una señal de preocupación que la tendencia de mejoramiento en lenguaje y matemáticas se detenga en cuarto básico. Es necesario producir cambios de mayor importancia en este nivel por los efectos que tienen en los aprendizajes de los cursos superiores.
¿Cómo avanzar para el logro de mejores aprendizajes? Las tendencias actuales de investigación educativa demuestran que para lograr mejores aprendizajes no existen recetas mágicas ni estos dependen de un factor único. El mejoramiento es el resultado de un esfuerzo sostenido en el tiempo y de la interacción que tienen entre sí distintos factores a nivel del sistema: el establecimiento, el aula y la familia.
Las investigaciones sobre escuelas efectivas demuestran que el aprendizaje depende, fundamentalmente, de lo que ocurre en el establecimiento y en la sala de clases. Entre los factores que demuestran una alta relación con los aprendizajes destacan el liderazgo del director, el clima interno y el grado de cooperación entre sí de los profesores, altas expectativas en cuanto a los resultados académicos de los alumnos, prácticas pedagógicas de calidad y orientadas al aprendizaje y una estrecha cooperación de la familia con los establecimientos a través de distintas formas de participación.
El logro de mejores aprendizajes se garantiza con políticas y acciones que integren y consideren todas estas dimensiones. Para ello se necesitan buenos líderes directivos, profesores bien formados y comprometidos con los aprendizajes de sus estudiantes, y una comunidad educativa presente y activa en el proyecto educativo de su establecimiento. Estamos frente a una nueva generación de desafíos educacionales que requieren una amplia base de acuerdo y de compromiso de los distintos actores comprometidos con la calidad de la educación.
Los desafíos en la etapa actual son fundamentalmente pedagógicos y tienen al profesor como actor principal. Las políticas deben apoyar el mejoramiento de la formación de profesores, generar las condiciones para un mejoramiento de sus condiciones laborales y garantizar su involucramiento en el diseño y ejecución de respuestas a los problemas de aprendizaje que aún afectan a una importante proporción de nuestros estudiantes en el país.
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