Párvulos: aprovechar la oportunidad
Mayo 30, 2012

Párvulos: aprovechar la oportunidad
Soledad Concha*, El Post, 30 de mayo de 2012
*Este texto fue preparado en conjunto con Silvia Romero, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, México.

El momento es propicio para diseñar una política exitosa de Educación de Párvulos (EP) en Chile, que tome en cuenta la experiencia internacional. Hay acuerdo transversal en la importancia de invertir en Educación desde el nacimiento hasta los seis años, avalado por estudios longitudinales que demuestran una relación costo beneficio altamente ventajosa, especialmente para los niños más pobres, incluso para los más pequeños (0-2 años). Sin embargo, las posibilidades de errar en el diseño están a la vuelta de la esquina; sobre todo si se construye una política basada en el principio general (y hasta propagandístico) de que basta con proveer de educación inicial para disminuir la brecha entre estudiantes más y menos favorecidos.

He aquí las condiciones mínimas que debería contemplar un diseño de política pública para la Educación Preescolar, según los estudios internacionales más recientes.

1. Para que la EP tenga efectos cognitivos y socioemocionales ventajosos para iniciar la Educación Básica, debe estar garantizada la calidad de la enseñanza que se provea. Lo anterior, según la literatura especializada, consiste en un ambiente cálido, seguro y respetuoso para aprender e interacciones pedagógicas que desafíen a los niños cognitivamente y puedan exponerlos a escuchar y producir discurso rico en vocabulario, amplio e interesante en los temas.

2. Para que la EP tenga efectos a largo plazo para los niños, es decir que no solo tengan ventajas para iniciar primero básico, sino también para continuar en su trayecto educativo incluso hasta los 15 años, es necesario que estos mismos niños reciban una Educación Escolar Básica de calidad sostenidamente en el tiempo. De lo contrario, el efecto positivo generado por la EP se diluye.

3. Para asegurar la atención de quienes más se favorecerían de una EP de calidad, es clave sensibilizar a los padres respecto de la importancia de matricular a sus hijos en estas instituciones y llevarlos de forma regular desde edades muy tempranas. La evidencia señala que los padres con niveles educativos más bajos tienden a no llevar a sus hijos a los centros, a pesar de la disponibilidad. Es posible que lo anterior se deba a una arraigada creencia de que los niños menores están mejor cuidados con su familia.

4. Evitar la segregación escolar por clase social en el nivel EP. Es decir, que en una misma sala de clases deberían convivir niños de distinto origen sociocultural y, por ende, con capacidades cognitivas, socioemocionales y lingüísticas diversas al ingreso. Como consecuencia, las experiencias de los niños más aventajados potenciarán el desarrollo de los menos favorecidos. Este fenómeno, que se conoce como efecto par, impacta tanto el desarrollo de los niños como la calidad de la enseñanza. De hecho, la investigación sugiere que cuando los niños más desfavorecidos asisten a centros homogéneos en su población, los profesores tienden a bajar sus expectativas de desempeño de los menores y, por lo tanto, la calidad de la estimulación y la enseñanza que ofrecen.

La evidencia internacional aquí resumida permite prevenir errores que tienen precedente en nuestro país y fuera de él, en distintos niveles educativos. En primer lugar, alertan frente al diseño de políticas que amplíen la cobertura sin cuidar la calidad simultáneamente. En el caso de México, por ejemplo, la política reciente incentivó la apertura de centros educativos de Educación Inicial (guarderías) conducidos por personal no calificado, lo que seguramente tendrá efectos muy marginales para las familias con un alto costo público. En el caso de Chile, la ampliación acelerada de la cobertura en Educación Superior sin una política de calidad ha tenido como efectos altos índices de deserción de los estudiantes de primera generación en la universidad, además de las consabidas deficiencias en los programas universitarios ofertados.

En segundo lugar, la evidencia resumida señala la necesidad de una política de Estado que no dependa de los períodos presidenciales, de modo que sea posible una mejora en la calidad de la enseñanza de todos los niveles educativos, iniciando con EP. Si el objetivo es acortar la brecha de desigualdades de origen, los efectos producidos por una EP de calidad deben capitalizarse con igual calidad y cobertura en Educación Básica y así sucesivamente. La señalada política debería prever además dos situaciones: la ampliación de la cobertura de la educación pública y la sensibilización de los padres para evitar la autoexclusión de los beneficios de la Educación Inicial. Al ampliar la educación pública inicial y básica de calidad, se promueve mayor diversidad de grupos socioculturales en el aula, lo que a su vez incide positivamente en el aprendizaje de los niños.

Referencias consultadas:
Burger, K. (2010). How does early childhood care and education affect cognitive development? An international review of the effects of early interventions for children from different social backgrounds. Early Childhood Research Quarterly, 25, 140165.
Greenberg, J. P. (2011). The impact of maternal education on children’s enrollment in early childhood education and care. Children and Youth Services Review, 33, 1049-1055.
Henry, G. T., & Rickman, D. K. (2007). Do peers influence children’s skill development in preschool? Economics of Education Review, 26, 100-112.
Magnuson, K., A., Ruhm, C., & Waldfogel, J. (2007). Does prekindergarten improve school preparation and performance? Economics of Education Review, 2007(26), 33-51.
McCarney, K., Dearing, E., Taylor, B. A., & Bub, K., L. (2007). Quality child care supports the achievement of low income children: Direct and indirect pathways through caregiving and the home environment. Applied Developmental Psychology, 28, 411-426.
Vandell, D. L., Belsky, J., Burchinal, M., Steinberg, L., & Vandergrift, N. (2010). Do effects of early child care extend to age 15 years? Results from the NICHD study of early child care and youth development. Child Development, 81(3), 737-756.
Vegas, E., & Santibáñez, L. (2010). The promise of early childhood development in Latin America and the Caribbean: The World Bang

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