Mariana Aylwin: “Faltó sintonía política del Gobierno con las demandas estudiantiles”
La ex titular de Educación cuestiona también el rol que jugaron los políticos de oposición. “Les faltó coraje para encauzar las propuestas de los jóvenes”, subraya. Para 2012, proyecta que continuarán las movilizaciones, porque “el movimiento estudiantil no se ha debilitado en lo absoluto”.
Miércoles 21 de diciembre de 2011| por Patricia Schüller G. – foto: Nación.cl
La ex ministra de Educación, Mariana Aylwin, ha seguido de cerca el conflicto estudiantil. A pocos días de la llegada del nuevo año, y en el momento de hacer balances, mira el vaso lleno y rescata aspectos positivos que ha dejado esta movilización de 7 meses.
“Puso la agenda educacional en primer plano y obligó al mundo político a buscar respuesta a los problemas que existen y que son consecuencia de los cambios que se han producido en el último tiempo”, señala.
El Gobierno “no tenía claridad acerca de lo que tenía que hacer, especialmente en educación superior. Había anunciado el año de la educación superior y las reformas anunciadas eran mínimas”, añade.
Y en este sentido, el conflicto impulsó, dice, algunos proyectos que “sin duda son un avance. Hay más recursos para ayudas estudiantiles (menciona el Crédito con Aval del Estado). Se ha avanzado en el ámbito de la educación preescolar que estaba bastante olvidada por el Gobierno. El próximo año habrá que discutir reformas tan importantes como la educación pública, la Superintendencia de Educación Superior, los cambios en la Agencia de Calidad”.
El balance de lo que ha dejado la movilización, en general, es “positivo –apunta- en términos de lo que se puso en el tapete”.
No obstante, reconoce que todo ello ha tenido “un costo bastante grande para el sistema escolar y para los que organizaron las tomas. Ha sido un costo irreparable para los alumnos que han perdido casi un año de clases”.
LO QUE FALTÓ
– ¿Qué falto de parte de las autoridades en esta negociación con los estudiantes?
– Faltó sintonía política del Gobierno con las demandas. Se demoró demasiado en darse cuenta de éstas. Todas las propuestas desde el Acuerdo Gane, que anunció el Presidente Piñera, pasando por las 21 medidas que luego dio a conocer el ministro Felipe Bulnes, eran respuestas que estaban en un nivel que no tenían ninguna sintonía con las demandas estudiantiles.
Mariana Aylwin pone el acento en que también la oposición tuvo falencias en el momento de plantearse las propuestas estudiantiles.
“Le faltó coraje para encauzar las demandas de los estudiantes –subraya. Los jóvenes hicieron una tremenda movilización social, con mucho apoyo popular y estaban cumpliendo su rol de plantear sus demandas. Pero no todas las propuestas del movimiento social son las que el mundo político tenía que asumir. Para eso existe el mundo político, para hacer una intermediación, y creo que no lo está haciendo”.
Sin embargo -agrega- a propósito de la Ley de Presupuesto, se generó “un debate que fue importante y se llegó a acuerdos que significaron avances”.
DIRIGENTES ESTUDIANTILES
– ¿Continuarán en 2012 las movilizaciones estudiantiles?
– El próximo año van a estar presente. El movimiento adquirió una fuerza que no ha perdido.
Y destaca especialmente el papel que jugaron los dirigentes que comandaron el movimiento tales como Camila Vallejo y Giorgio Jackson.
Los estudiantes que los reemplazaron en sus respectivas federaciones, indica, “también son buenos y tengo la impresión que cuentan con legitimidad, porque tienen un apoyo popular significativo”. En este sentido, “el movimiento estudiantil no se ha debilitado en lo absoluto”, remarca.
María José Lemaitre y el conflicto estudiantil: “Por primera vez se cuestionó el modelo”
La secretaria ejecutiva del Centro de Desarrollo Interuniversitario (Cinda), y con una vasta trayectoria en el ámbito educacional, valora el rol que tuvieron los líderes estudiantiles y el respaldo ciudadano conseguido. Sin embargo, teme que la movilización rebrote en 2012. “Puede resurgir porque el Gobierno no tiene en su agenda repensar el modelo”, sostiene.
Miércoles 21 de diciembre de 2011| por Patricia Schüller G. – foto: Esteban Garay
Su vasta trayectoria en el ámbito de la educación le permite a María José Lemaitre, directora del Centro de Desarrollo Interuniversitario (Cinda), mirar en perspectiva lo que ha sido la movilización estudiantil que por 7 meses ha atrapado la atención del país entero.
“Ha sido un conflicto que, si bien en su desarrollo fue adquiriendo una relevancia un poco sorprendente, estaba en germen desde hace mucho tiempo. Esta inconformidad con la forma en cómo se organiza la educación superior va mucho más allá de este tema puntual. La manera cómo se estructura el modelo de gestión, el rol del Estado, el manejo de la sociedad es lo que de alguna manera explotó”, remarca a Nación.cl.
Lemaitre, socióloga de profesión, fue secretaria ejecutiva del Consejo Superior de Educación. Desde enero de 2010 encabeza el Cinda que es ampliamente reconocido en el país por sus proyectos de innovación en acreditación de la educación superior, aseguramiento de calidad académica y coordinación simultánea con las 40 mejores universidades de Iberoamérica. Además es presidenta de la Red Internacional para el Aseguramiento de la Calidad para la Educación Superior, que agrupa a más de 100 países.
“LOS JÓVENES ESTÁN AHÍ…”
– ¿Qué rescata de esta movilización estudiantil?
– Que por primera vez formalmente, y con mucho respaldo ciudadano, se cuestiona el modelo. Un modelo en que el Estado fue relegado hacia los márgenes del sistema, dejando que las decisiones, que las políticas se fueran tomando en una lógica privada. No hablo sólo de las universidades privadas sino que de una manera de tomar decisiones, de orientar un sistema en el cual lo que prima es el interés de grupos identificables. Lo más importante es que se dice ‘esto no es lo que necesita Chile’. Se establece que se necesita una mirada de país, de que alguien se haga cargo de hacia dónde va la educación superior. Lo más importante, entonces, es que este movimiento abre temas que estaban cerrados como son la reforma tributaria o la desmunicipalización.
Para Lemaitre, lo más destacable es el rol que han jugado los líderes del movimiento.
“Nos pasamos tanto tiempo diciendo que los jóvenes no estaban ni ahí. Encuentro maravilloso que ahora estén no sólo ahí, sino que en el corazón del cuento y con un discurso tan bien pensado. Nos guste o no lo que dicen los jóvenes, lo están diciendo de una manera espectacular”, señala.
REBROTAR “CON FUERZA”
– En concreto, ¿qué han ganado los estudiantes?
– Ganaron en la reducción de los intereses (en el Crédito con Aval del Estado, por ejemplo). Pero nada de eso resolverá el problema. No me extrañaría que la movilización pueda rebrotar con fuerza en algunos meses más, porque no se trata sólo de cuánta plata se le pone al sistema. Es la lógica con que éste funciona lo que ha sido cuestionado.
– ¿De qué manera puede resurgir la movilización?
– Podría ser tema de las campañas de las elecciones parlamentarias y presidenciales, por ejemplo. Puede resurgir, porque el Gobierno no tiene en su agenda repensar el modelo, no lo puede hacer, va contra todos sus principios.
MIRADA A LARGO PLAZO
– ¿Qué está faltando en el ámbito de la educación superior?
– Que exista una instancia que sea capaz de pensar la educación superior con una mirada a largo plazo. Es decir, desde el desarrollo de la educación superior, desde la formación técnica a los doctorados, pasando por la investigación. Pero que observe de una manera integral, con un diseño de política en el cual haya espacio para decir éstas son las prioridades nacionales, esto es lo que vamos a hacer. Y no como lo hemos hecho hasta ahora.
– ¿Esta instancia debería depender del Mineduc?
– No puede ser una subsecretaría de educación superior. Tiene que ser algo en que se garantice cierta estabilidad. El Ministerio de Educación no tiene memoria histórica, cambia el ministro y cambia todo. Empezamos a encargar los mismos estudios otra vez. Este es el gran pecado que tenemos.
María José Lemaitre añade que cuando se mira los países “que realmente se han desarrollado se observa que ellos tienen lo que denominan un plan maestro, que establece dónde quieren estar en 10 años más. Nosotros no tenemos idea acerca de dónde queremos estar (en materia educacional), en dónde vamos a poner nuestra energía”, subraya.
AUTOCRÍTICA
La directora ejecutiva del Cinda se queda pensando y hace un mea culpa:
“Reconozco que nunca proyectamos la educación superior, en el mediano y largo plazo, con las transformaciones que estábamos introduciendo. No vimos la enorme cantidad de familias que salieron de la pobreza, que hoy están en la clase media y que se sienten abandonadas. Nos llenamos la boca con que tenemos un millón de estudiantes, pero ¿nos preguntamos qué pasaría con ellos cuando egresaran?, ¿si tendrían trabajo? Este tipo de reflexión, de ir más allá de las acciones, de las políticas de corto plazo, es una tarea pendiente”.
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