Evolución más reciente del conflicto educacional
Agosto 21, 2011

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Análisis varios de la prensa sobre propuestas del gobierno y, más abajo, diversas columnas de opinión sobre el tema.
Confech se suma a paro de la CUT y conforma mesa por gratuidad en la educación
Tras una reunión en Copiapó, los dirigentes reafirmaron su rechazo a las propuestas efectuadas por el Gobierno para poner término a las movilizaciones estudiantiles
por La Tercera – 21/08/2011 – 01:47
Más de 60 representantes de las federaciones universitarias del país participaron de una nueva reunión efectuada por la Confech en la Universidad de Atacama (UDA), en Copiapó, para analizar las propuestas presentadas durante esta semana por el Gobierno, para poner término a las movilizaciones estudiantiles.
Tras la cita, la vocera de los dirigentes, Camila Vallejo, dijo que “reafirmamos la postura de la CONFECH y ratificamos nuevamente que la propuesta del ministro (Felipe) Bulnes sigue en la misma línea de reafirmación del modelo neoliberal de mercado, por tanto no constituye una solución a este conflicto”.
Además, adelantó que actualmente una mesa ejecutiva trabaja “para dar sustento técnico y económico a nuestra demanda de gratuidad. Ese documento se está trabajando, se va a bajar a las bases durante esta semana y en el próximo CONFECH se va a ratificar”, explicando que requiere aportes de economistas y abogados para dar sustento jurídico a las demandas en curso.
Vallejo, señaló que “el Presidente (Sebastián Piñera) ha dicho, no queremos financiar a los estudiantes más ricos por tanto la gratuidad es insostenible, y nosotros decimos que justamente es cierto, los ricos tienen que pagar, pero a través de una reforma tributaria, para que las grandes empresas paguen educación”.
Ante la huelga de hambre de los estudiantes secundarios, Giorgio Jackson, presidente de la Feuc dijo que están preocupados “ante la indolencia o indiferencia por parte del Gobierno en la situación crítica que están viviendo los compañeros del Liceo de Buin”, enfatizando que “es lamentable” que las autoridades “no puedan dar respuestas ante una demanda que es tan simple como es el derecho a una educación pública financiada por el Estado y de calidad”.
Los miembros de la Confech se reunirán nuevamente el próximo sábado en Temuco.
PARO DE LA CUT
Ambos dirigentes hicieron un enfático llamado a los jóvenes a sumarse al paro convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Jackson señaló que “llamamos a los estudiantes, a los trabajadores, a los profesores, a los distintos actores sociales, a que se sumen este 24 y 25 al paro nacional por las reivindicaciones sociales”.
En tanto, Vallejo indicó que “vamos a seguir movilizados”, por lo que “vamos a sumarnos de manera fuerte a los trabajadores” y ” hacemos un llamado a que el Gobierno escuche las demandas y se abra a entender que hay un momento histórico donde la gente está clamando por cambios en distintas formas de lucha”.
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Un tercio de los estudiantes que accederán a la educación superior en 2012 tendrá becas
El gobierno entregará 113 mil becas, un 75% más que las 64 mil que se otorgaron en 2011, estima el Ministerio de Educación.
por Elizabeth Simonsen, La Tercera, 21 de agosto de 2011.
Isidora García es la mayor de tres hermanas. Su madre es la sostenedora del hogar y gana poco más del sueldo mínimo. Tiene 17 años y estudia en el colegio particular subvencionado San Francisco de Asís de La Florida. “Las tres estudiamos en el colegio. Nos dieron una sola beca, para la más chica, y el resto nos arreglamos para pagar”, cuenta.
Isidora postergó su sueño de entrar a la universidad -para cursar Trabajo Social- y decidió estudiar una carrera técnica que le permita trabajar, para juntar dinero y retomar su idea inicial. “Quería postular al crédito, pero me di cuenta de que no conviene, es muy caro y no quiero amarrar a mi mamá”, dice la joven, quien vive en Puente Alto.
Con un 5,4 de promedio de enseñanza media, ella podría ser uno de los 50 mil nuevos beneficiados que, estima el gobierno, accederán a becas para educación superior en 2012, y que antes simplemente quedaban fuera, principalmente, por motivos económicos. No más del 25% de los jóvenes de los dos primeros quintiles de ingreso -familias con sueldos inferiores a $ 100 mil per cápita- llega a la educación superior, según la Casen. En la clase media baja (familias con ingresos inferiores a $ 159 mil per cápita), la cobertura de la educación superior llega al 32%, pero está lejos de alcanzar el nivel de la clase más acomodada, con siete de cada 10 jóvenes en la educación terciaria.
Las becas -que permiten financiar parte del arancel anual- estaban hasta ahora diseñadas para los alumnos del 40% más pobre de la población. Y también eran limitadas: de los 240 mil que postularon en 2011, no más de 64 mil se las adjudicaron. La situación comenzará a cambiar tras los anuncios del gobierno de ampliar el número de becas hasta el 60% más pobre, y agregar con ello al tercer quintil de ingresos, la clase media baja, que hoy debía optar fundamentalmente al endeudamiento para estudiar.
En 2012 se entregarían un total de 113 mil becas para alumnos nuevos, 75% más que este año, cuando se entregaron 64 mil becas para primer año, según datos entregados en exclusiva a La Tercera por el Mineduc. La cifra representa un tercio de los 320 mil estudiantes que se prevé se matricularán en primer año en universidades, institutos y centros técnicos el próximo año.
Por quintiles
De las 50 mil nuevas becas, casi tres cuartas partes beneficiarán a estudiantes de la clase media baja o tercer quintil de ingresos. Otras 15 mil irán al 40% más pobre, en quienes se focalizaban hasta ahora los recursos. Serán en total, para los alumnos nuevos y renovantes, 248 mil becas. “Recibimos el gobierno con 150 mil becas. Se trata del salto más importante en ayudas estudiantiles en décadas”, dice el jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, Juan José Ugarte.
También habrá avances en cobertura: de los 170 mil jóvenes de 18 años que pertenecen al 40% más pobre del país, el 43% accederá a becas. En 2011, sólo uno de cada tres jóvenes de 18 años accedió a beneficios estatales.
El salto mayor se da en la clase media baja: de los 70 mil estudiantes de 18 años, sólo el 4% accedía a becas, ya que los beneficios estaban diseñados para los más pobres. Ahora habrá 36 mil becas para ellos, con lo que más de la mitad recibirá ayuda. “El 65% de los jóvenes que estudiaban con Crédito con Aval del Estado venía de los sectores más vulnerables del país. Ahora podrán estudiar con becas”, añade Ugarte.
Así, por primera vez desde el 2006, fecha en que se creó el Crédito con Aval del Estado (CAE), se comienza a revertir la balanza del peso de éste en las ayudas estudiantiles que entrega el Estado: desde entonces, hasta tres cuartas partes de las ayudas estudiantiles que daba el gobierno eran para créditos, ya sea el CAE o el Fondo Solidario. En 2011, por ejemplo, sólo el 36% de las ayudas estudiantes fueron para becas. Para el próximo año se espera que la tendencia se revierta por primera vez: el 46% de las ayudas a los estudiantes irá a becas y el 54% a créditos.
Becas técnicas
Casi la mitad de las nuevas becas serán para cursar estudios técnicos. Para ello, los egresados de enseñanza media deberán tener un promedio del colegio de 5 para acceder a centros de formación técnica y de 5,5 para los institutos profesionales. El mismo requisito que se exige actualmente y que cumple algo más del 70% de los estudiantes vulnerables.
No sucede lo mismo con el requisito para recibir la ayuda estudiantil para la universidad: el límite está puesto en 550 puntos en la PSU, algo que en la última rendición sólo cumplió el 20% de los estudiantes más vulnerables. Según los expertos, la PSU, al igual que todas las pruebas estandarizadas, está fuertemente influida por el nivel socioeconómico de los jóvenes. En otras palabras, las escuelas son incapaces de revertir el peso de la cuna y lograr que los alumnos tengan buenos resultados en el examen de admisión a la universidad. Una situación de la que las autoridades, en todo caso, están conscientes. “Estamos usando los mismos criterios de elegibilidad para las becas que operan desde hace años”, explica Ugarte. Pero aclara que “en el acceso, es relevante el financiamiento, pero también la calidad. Hay que hacer un esfuerzo conjunto, no sólo de becas. Estructuralmente, hay que mejorar la calidad de la educación para que más jóvenes puedan acceder a los beneficios”, dice.
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El copago es el sistema que se extiende incluso en las economías más desarrolladas del mundo: Educación gratuita se bate en retirada y universidades europeas salen a buscar financiamiento privado
En la región, la Universidad de Buenos Aires es uno de los escasos bastiones de educación gratis. Sus alumnos ingresan sin pruebas de selección, pero sólo el 4% de ellos se gradúa.
Pablo Obregón Castro, Economía y Negocios, El Mercurio, 21 de agosto de 2011
Hasta hace tres meses, el nombre de la Universidad de Buenos Aires (UBA) no representaba mucho para la mayoría de los estudiantes chilenos. Con el inicio de las movilizaciones y las demandas de gratuidad, algunos dirigentes convirtieron el sistema UBA en el nuevo modelo a imitar: gratis y sin mecanismos de selección.
Con o sin destrezas, todos los que quieran pueden ingresar al primer año de plan común, y si sortean ese primer filtro, pueden seguir la carrera que deseen.
Lo que no se conoce es que esa universidad es reflejo de un modelo que, incluso en Europa, se bate en retirada y que está siendo reemplazado por uno en que el aporte privado se torna cada vez más importante.
Esto, debido a que la gratuidad tiene vicios que en un contexto de masificación de la educación superior son insostenibles para los estados: sólo 4,3% de los alumnos que ingresan a la Universidad de Buenos Aires se titula y, además, lo hace en el doble del tiempo considerado regular, según un estudio de Guillermo Ordóñez, Phd. de la Universidad de California. Las tasas de graduación en los países de la OCDE, en cambio, ascienden al 34,8%, y en Chile, llegan al 25,7%.
“Una universidad con muchos alumnos crónicos y pocos egresados es una universidad de contención social para jóvenes y no una universidad formadora de profesionales de excelencia”, advierte el experto.
Se acaba la universidad para todos
El modelo de financiamiento más exitoso según los resultados académicos y solvencia institucional es el que opera en Estados Unidos. De las veinte mejores universidades del mundo, diecisiete son norteamericanas y todas tienen mecanismos de financiamiento mixto, compuestos por donaciones privadas que permiten construir fondos patrimoniales ( endowments) más el pago de matrículas por parte de los alumnos, baratas en pregrado y caras en posgrado.
El sistema europeo, en cambio, se financia en 80% con aportes públicos, y eso es precisamente lo que ha comenzado a cambiar, incluso en las economías más poderosas del Viejo Continente. El investigador del Centro de Estudios Públicos Harald Beyer recuerda que hace quince años el Reino Unido comenzó a implementar un mecanismo de copago que ha enfrentado resistencias, pero que sigue adelante.
El fin de la universidad gratuita se resolvió bajo el supuesto de que si bien la educación superior genera beneficios colectivos, los estudiantes obtienen altas tasas de rentabilidad individual.
El estudio del académico Nicholas Barr, titulado “Financiar la Educación Superior”, da cuenta de que el mix que se comenzó a implementar en el Reino Unido tiene mucho en común con el modelo chileno: las reformas de mediados de la década en Inglaterra extendieron la cobertura de los préstamos para pagar las matrículas y, además, ampliaron el volumen de esos créditos para cubrir parte del costo de vida de los estudiantes.
Tal como ocurre con el Crédito con Fondo Solidario -reservado sólo para los estudiantes de las 25 universidades del Consejo de Rectores-, la reforma estableció que los profesionales ingleses paguen esos préstamos según los ingresos efectivos que generan en el mercado laboral. Reembolsan hasta el 9% de sus ingresos si éstos superan los US$ 25 mil anuales, y si al año 25 el crédito no se ha pagado íntegramente, la deuda caduca. En Chile, el sistema es más ventajoso, pues los egresados pagan sólo el 5% de sus ingresos anuales y la deuda se extingue entre los años doce y quince.
Alemania -la mayor economía de Europa- también comenzó a introducir modificaciones a su sistema de educación superior gratuita para reemplazarlo por uno que tiende hacia el cofinanciamiento.
Siete estados de ese país introdujeron el copago de la matrícula. Este giro se hizo debido a que los aportes del fisco simplemente se hicieron insuficientes para competir con las poderosas universidades estadounidenses.
El aporte privado
Estados Unidos gasta casi el doble por estudiante de lo que gasta Alemania, pero de todo ese dinero, dos terceras partes provienen de fuentes privadas, en gran parte donaciones.
Tal como advierte el investigador de Libertad y Desarrollo Rodrigo Troncoso, las cifras dan cuenta de que el sistema europeo está pensado para dar educación de excelencia a una minoría, pero la masificación de la educación experimentada durante las últimas décadas ha hecho que las universidades se vean desfinanciadas.
El 54% de los jóvenes de los países de la OCDE acceden a la educación superior, cifra que en Chile llega al 48%, según la investigación “Reforma de la Educación Superior”, de José Joaquín Brunner y Carlos Peña.
Esta situación no es nueva, y ya en 2003, un estudio de la Comisión Europea advertía que los países de la Unión destinaban un 5% del producto interno bruto a la educación, cifra similar al aporte de los Estados Unidos y superior al de Japón, que era del 3,5%. La gran diferencia radica en que el aporte privado a la educación en Estados Unidos y Japón es del 1,2% y del 0,6% del PIB, respectivamente, y en Europa apenas llega al 0,2%.
¿Becas o créditos? Estudiantes pobres son reacios a endeudarse y ven pocas posibilidades de titularse
Cada año, el Estado licita entre los bancos una cartera de alumnos que demandan financiamiento. Debido a las tasas de deserción y a las dificultades de inserción laboral de algunos de ellos, la cartera de clientes por sí sola no es todo lo atractiva que los bancos quisieran.
Por esto, el fisco no sólo garantiza el pago de los créditos eventualmente impagos, sino que también recompra al momento de licitar un porcentaje importante de esa cartera de clientes. En 2009 se licitaron 72 mil créditos, y el Estado compró inmediatamente 49 mil de ellos. El monto de los créditos cursados fue de US$ 181 millones, y debido a la recarga que los bancos exigen, el fisco pagó US$ 184 millones.
Para lograr que las tasas caigan de 5,3% a 2% -que es la promesa del Gobierno- y que la rentabilidad que exigen los bancos se mantenga estable, el fisco debería desembolsar del orden de US$ 43 millones adicionales al año sólo por concepto de recargo, según cálculos de Andrés Lozano, ex integrante de la Comisión Ingresa. Esta comisión es un ente que, cada año, se encarga de licitar la cartera de créditos.
Lozano utilizó los siguientes supuestos para llegar a esta cifra: 100 mil alumnos que estudian carreras de cuatro años y reciben financiamiento por un promedio de $1 millón anual; 55% de esos créditos son financiados por los bancos y el 45% restante lo recompra el fisco con un recargo de 45,1% respecto al precio real. Frente a este escenario, Lozano considera que resultaría más rentable priorizar las becas y no traspasar esos dineros adicionales a las entidades financieras.
Esta idea se fortalece si se considera que los alumnos pobres son reacios a suscribir créditos debido a sus bajas expectativas de titulación. Un estudio de Javier González, investigador del Ceppe de la Universidad Católica, muestra que el 26,3% de los alumnos pobres declara que existe un “alto riesgo” de abandonar su carrera antes de graduarse, porcentaje que baja a 8,1% entre los estudiantes de mayores recursos. A su vez, el 26,2% de los alumnos de menor nivel socioeconómico declara que invertir en una carrera es “un proyecto riesgoso que prefiero evitar”.
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Propuesta educacional del Gobierno genera discrepancias entre senadores
En tanto, la Comisión de Educación escuchó a representantes de establecimientos privados y expertos en el marco del estudio del proyecto que prohíbe aportes estatales a entidades que persigan fines de lucro en la educación.
Diversas reacciones provocó, por parte de senadores de distintos sectores políticos, la tercera propuesta anunciada por el Ministro de Educación, Felipe Bulnes, para solucionar el conflicto estudiantil que se extiende por más de tres meses.
Asismismo la Comisión de Educación realizó una ronda de audiencias con los representantes de establecimientos privados y expertos en el marco del estudio del proyecto que prohíbe aportes estatales a entidades que persigan fines de lucro en la educación.
El Presidente del Senado, Guido Girardi y el titular de la Comisión de Educación, Senador Jaime Quintana, acusaron al gobierno de intransigencia e inviabilizar la mesa de diálogo del Congreso al no plantear el término del lucro y un aumento de financiamiento. Además, insistieron en la falta de voluntad de consensuar una agenda de trabajo con el movimiento estudiantil, que permita determinar los proyectos de Ley que se enviarán al Congreso.
El senador Girardi dijo que el gobierno “está defendiendo al mundo empresarial y éste último, lo presiona para que no tenga disposición para discutir al respecto. Todos los actores están dispuestos a sentarse a la mesa pero lo único que esperan son garantías que el Ejecutivo no está dispuesto a dar”.
Enfatizó que “está tirando por la borda la necesidad de diálogo e insisten en enviar proyectos, lo que es una forma unilateral de responder al conflicto”.
Por su parte, el senador Quintana sostuvo que está “hablando un lenguaje distinto al utilizado por los estudiantes, recogieron mal el mensaje. Ellos dieron un tremendo gesto para restablecer las confianzas al asistir a la Comisión de Educación, pero el gobierno no vio eso”.
Señaló que hay un “diálogo de sordos ya que no entienden lo que está pasando. Los senadores, de manera transversal, hemos cumplido con el rol de hacer entender al gobierno que están en un debate equivocado, es en La Moneda donde está el problema para terminar con el lucro”.
EXCELENTE NOTICIA
En tanto, una recepción completamente positiva a las propuestas entregadas por el Gobierno, dio a conocer el senador Espina, quien destacó que “se rebajó los intereses del crédito con aval del Estado a un 2% anual, lo que equivale a igualarlos a aquellos que tienen los alumnos de las universidades tradicionales, que disponen del fondo solidario; una amplia y completa renegociación de los estudiantes morosos sacándolos de Dicom; y un fortalecimiento de lo que dice relación a la educación pública secundaria y de estudios superiores”.
Añadió que “el avance en esta materia debe ser reconocido por todos los sectores, más aún el gobierno ha resuelto impulsar decididamente la Superintendencia para que se vigile que se cumpla estrictamente con la ley que prohíbe el lucro en las universidades”.
Precisó que “nos alegra sinceramente que el Presidente Piñera acogió cada uno de nuestros planteamientos y haya trasladado el debate al Congreso con proyectos de ley, con puertas abiertas, donde todos puedan hacer sus aportes a estas normas, dando paso a una nueva etapa que significa como mejorar la educación en nuestro país”.
INSUFICIENTES
El integrante de la Comisión de Educación, senador Carlos Cantero, expuso que “el Presidente Piñera está por mantener el sistema y hacerle algunos perfeccionamientos y la verdad es que tengo un pensamiento distinto, por lo cual le propuse un paquete de bienes básicos, que queden definidos como bienes públicos, donde la gente pueda ir con tranquilidad; no es posible que todo se transforme en bien de consumo, más aún con los índices económicos que se manejan hoy”.
Argumentó que “a la gente le resulta incomprensible que mientras más desarrollo y crecimiento económico tiene el país, menos bien público encuentra. Teníamos una buena salud, cuando era niño iba al hospital, hoy ese bien público no existe y lo peor es que la lógica mercantil es poco dignificante de la vida humana, entonces esa es la tensión que tenemos; unos que están por mercantilizar y otros, por estatizar”.
El legislador precisó que “hay una creencia muy fuerte, donde se piensa que el sector privado puede ser un aporte en el ámbito de la educación y la salud y efectivamente, se puede hacer, pero como la derecha ve desde su ombligo el fenómeno social, no hay solución. Nosotros podemos realizar co-pago, cancelar 200 mil pesos por la educación, pero los sectores de clase media y los populares no pueden hacerlo”.
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La nueva beatería
Carlos Peña, El Mercurio, Domingo 21 de Agosto de 2011
Lo más llamativo del conflicto estudiantil es la facilidad con que -a veces sin mayor reflexión- se ha concedido toda la razón a los jóvenes.
Ahora parece que el solo hecho de ser joven concede pureza de intenciones, claridad de objetivos y un sentido infalible de justicia. Como si los jóvenes no fueran humanos -como si estuvieran inmunizados contra la ignorancia y nunca desearan cosas erróneas- gente vieja a la que habría de suponer un cierto espíritu crítico, cae de pronto anestesiada frente al discurso de los jóvenes sin atreverse a reparar en los errores en que incurren y los excesos conceptuales que practican.
El asunto tiene extremos casi caricaturescos.
En la sesión del Congreso a que fueron invitados, y mientras exponía un viejo profesor, entró Camila Vallejo. La sesión se detuvo, el viejo profesor debió callar. Los flashes se encendieron, los parlamentarios se pusieron todos de pie y, más tarde, escucharon como quien asiste a clases mientras la presidenta de la FECH exponía acerca de cómo remediar los males casi definitivos que padece la educación. Algunos incluso tomaban nota.
¿No hay algo torcido en tal inversión de papeles? ¿No andará algo mal cuando los parlamentarios de lado y lado compiten en cuál de ellos se muestra más complaciente con los jóvenes? ¿No será mejor discutir algunas ideas de los jóvenes -esa es la única forma de tomarlos en serio- en vez de plegarse sin más a lo que dicen?
La democracia exige un esfuerzo de deliberación, es decir, un esfuerzo por examinar las razones del otro, pesarlas, oponerse a ellas para ver hasta dónde resisten y sólo al final darle la razón a la que subsista o a la que, luego del debate, concite para sí la adhesión de la mayoría. Pero para que eso funcione -como para que la universidad, la escuela o la familia funcionen- se requiere el cumplimiento de un deber elemental: los profesores deben comportarse como profesores, los padres como padres, los representantes del pueblo a la altura de su dignidad. Si los padres imitan a los hijos, los profesores a los estudiantes y los parlamentarios a cualquiera que pueda votar por ellos, la democracia no funciona.
Deja de ser democracia y se parece a otra cosa.
Por eso lo más preocupante de la situación de hoy no es que los jóvenes salgan a la calle, planteen demandas y las estiren una y otra vez insistiendo en la justicia de sus fines. En eso no hay nada de malo. Lo malo es cuando los más viejos -profesores, parlamentarios- no someten a examen lo que los jóvenes dicen y, en cambio, principian a repetirlo sin mayor reflexión, compiten en subrayar sus ideas y se cuidan de no incomodarlos siquiera en lo más mínimo.
Y es malo, porque lo que los jóvenes esperan no es que se les halague o se les conceda todo. Lo que ellos esperan es que se les reconozca como sujetos racionales y la única manera de hacer eso es, a veces, no estar de acuerdo con ellos o mostrarles los errores en los que incurren. Todos los seres humanos, para experimentarse como sujetos inteligentes, requieren que el mundo y los demás les ofrezcan una cierta resistencia. Esa resistencia ayuda a configurar la propia individualidad y a experimentar la autonomía. Por eso es tan importante tratar a los jóvenes como sujetos responsables -es decir, como sujetos que deben rendir cuenta racional de lo que creen y lo que dicen- en vez de relacionarse con ellos como si fueran personas angélicas que pueden quejarse, demandar, acusar, brincar, saltar y demandar cosas, todo a la vez, sin que nadie se atreva a dudar siquiera un momento de lo que plantean.
Pero -ya se dijo- atender al principio de realidad y exigir reglas de racionalidad para las propias demandas no es tarea de quien las exige, sino de sus interlocutores. Pero -claro está- para eso se requiere de adultos y de viejos dispuestos a no practicar esta nueva beatería con los jóvenes y a no relacionarse con ellos por la vía fácil del simple halago.
Pero adultos y viejos como esos son los que -a juzgar por las imágenes del Senado, cuando lo visitó Camila Vallejo- no tenemos.
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Presidente Sebastián Piñera:
“Muchos políticos han caído en la tentación del populismo y la irresponsabilidad”


El Mandatario entra a fondo en la situación política derivada del conflicto estudiantil. Se define frente a las principales demandas, critica a la oposición, pero también le agradece su apoyo para sacar adelante la agenda legislativa. Y culmina con un llamado: “Cuidemos a nuestro país, cuidemos lo que juntos hemos construido”.

Eduardo Sepúlveda M., El Mercurio, 21 de agosto de 2011
En el primer párrafo, de la primera página, de sus memorias recién publicadas, el ex premier británico Tony Blair dice que el gran infortunio de Estados Unidos es querer ser un país amado, pero saber que eso es imposible. Luego añade que las naciones poderosas no son queridas. Pueden ser admiradas por sus amigos, respetadas por países neutrales, pero deben ser temidas por sus enemigos.
Quizás esta imagen sea también aplicable a los seres humanos poderosos; a los gobernantes.
-Presidente, un jefe de Estado con imagen de poderoso como usted, ¿busca ser querido?
-Todos queremos ser queridos, y especialmente por aquellos a quienes nosotros queremos más. Y, evidentemente, todos los políticos quieren ser populares. Pero yo estoy convencido de que el Gobierno va más allá de los cariños y de las popularidades. Cuando una Coalición por el Cambio como la nuestra llega al gobierno después de 20 años de luchar democráticamente por conquistar ese gobierno, llega con una misión, que tiene que ver no solamente con el programa de gobierno, sino también con ser fiel a nuestras convicciones y principios.
-¿Y qué le pasa cuando ve las encuestas?
-Lo que al final de cada día me produce más felicidad o más tristeza no son tanto las encuestas como esa conciencia interior que a uno le dice si cumplió o no con su misión y con su deber.
Al margen de las complicaciones que enfrenta su gobierno, desafiado desde hace tres meses por un persistente movimiento estudiantil, el Presidente Sebastián Piñera está, en lo personal, contento. Sus dos hijas le acaban de contar que lo volverán a hacer abuelo y su hijo Sebastián le anunció que se casa.
Pero tampoco está como si nada. Reconoce que los momentos que vive como gobernante son difíciles, aunque dice que su optimismo está tan firme como siempre.
-El Gobierno logró eliminar el 7% de la cotización de salud de los jubilados, consiguió un acuerdo para aprobar un posnatal de 6 meses, para crear un ministerio contra la pobreza; de manera inédita militares chilenos desfilan en Perú y en Argentina, mostrando normalidad en las relaciones vecinales; se ve un esfuerzo por eliminar abusos en materia de crédito, el país crece, se crean empleos… pero, Presidente, nada de esto luce. ¿Es sólo un problema comunicacional?
-No. Sólo en parte es un problema comunicacional. Hay muchos elementos que están influyendo. Por de pronto, hay una nueva ciudadanía, más consciente de sus derechos, más empoderada, más impaciente, que nos juzga y que es mucho más exigente con nosotros de lo que era con los gobiernos anteriores. Y no solamente con el Gobierno, también con los parlamentarios, con la Coalición por el Cambio y con la propia Concertación, porque algunos se fijan en nuestros niveles de apoyo y se olvidan de mirar los niveles de apoyo que ellos mismos obtienen, que son inferiores a los del Gobierno.
-El Gobierno ha aparecido cediendo ante demandas planteadas en redes sociales o por movimientos organizados. Sin embargo, algunos críticos estiman insuficientes las concesiones gubernamentales, y otros las ven como señales de debilidad. Casi nadie las considera como muestras de flexibilidad. ¿Por qué?
-Es verdad. Uno escucha opiniones tan contradictorias como que “ha cedido demasiado”, o que “ha sido demasiado rígido”, porque al fin y al cabo, en la política y en el debate público, y particularmente en los últimos tiempos, muchas veces la pasión desborda a la razón, y los intereses oscurecen la verdad. Los movimientos organizados piden muchas cosas. Da la impresión de que quieren que los problemas que se arrastran por décadas se resuelvan todos, aquí y ahora, para todos, y en forma absoluta. Ojalá eso fuera posible. Pero un gobierno tiene que gobernar, y gobernar es escuchar, analizar, evaluar, decidir, y empujar para que las cosas avancen en la dirección correcta. Y eso es lo que el Gobierno ha hecho en educación.
-¿Qué opina del movimiento estudiantil?
-Nosotros hemos escuchado con mucha atención y con mucha buena voluntad al movimiento estudiantil, porque compartimos la esencia y el alma de sus planteamientos, que es que tenemos que tomar el toro por las astas y dar un gigantesco salto adelante en materia de calidad de la educación en todos sus niveles; preescolar, escolar y superior. En consecuencia, tenemos un primer sentimiento de compartir sus demandas y sus objetivos, pero también tenemos un segundo sentimiento que nos dice “en esto hay que avanzar construyendo sobre roca y no sobre arena”, lo cual significa hacerlo en forma seria y responsable.
-¿Qué significa eso en concreto?
-Mire, yo les he planteado a los parlamentarios de la Concertación y al país entero que esto es un tema país, que se arrastra durante décadas, y que es un problema de toda la sociedad, y por tanto no creo que sea ni bueno ni justo que los mismos responsables de todos estos problemas de arrastre sean hoy día los que rasgan vestiduras.
-¿Quiénes rasgan vestiduras?
-Por ejemplo, hoy día se rasga vestiduras por el lucro en las universidades; esta es una ley del año 81, y yo me pregunto qué se hizo durante las últimas tres décadas para hacer cumplir esa ley. El acuerdo de la educación escolar que creaba la agencia de calidad y la superintendencia, el famoso acuerdo de los brazos en alto, que es del año 2006, recién ahora, durante nuestro gobierno logramos aprobarlo. Por ejemplo, los sistemas de becas y de créditos los heredamos de los gobiernos anteriores, y es nuestro gobierno el que está haciendo una profunda reforma y mejoramiento tanto a las becas, al garantizar el acceso a ellas a todos los alumnos de la educación superior pertenecientes a los hogares del 40% más vulnerable, como al perfeccionar profundamente el sistema de crédito con aval del Estado. Y por supuesto esto genera incomprensiones. Lo importante es que este es el primer gobierno que ha tomado el toro por las astas en el tema de la educación y está enfrentando problemas que se venían arrastrando durante décadas.
-¿Usted cree que el movimiento estudiantil es una genuina explosión ciudadana, o hay también un móvil político detrás?
-Por supuesto que la motivación principal de la mayoría de los estudiantes que se movilizan pacíficamente es una genuina preocupación y compromiso por lograr una educación de mayor calidad y de mayor equidad, pero no somos ingenuos, no son esos los únicos intereses. Sabemos muy bien que escondidas detrás de este movimiento estudiantil hay otras motivaciones, mucho menos sanas y transparentes que el tema de la educación; sabemos que algunos están haciendo lo imposible por desestabilizar, destruir, confrontar, de forma tal de lograr sus propósitos, que sí son oscuros, porque nunca los han puesto sobre la mesa, pero que apuntan a crear caos, crisis y anarquía en nuestro país. Por eso es muy importante saber hacer la distinción entre las decenas de miles de estudiantes que marchan y se manifiestan pacíficamente y a veces con mucho ingenio, y los centenares de encapuchados que van a las marchas con un propósito exclusivo de producir daño, destrucción, porque tienen propósitos que nada tienen que ver con la calidad de la educación.
-¿Usted ve que los intentos por desestabilizar al Gobierno provienen de los encapuchados y anarquistas o también de algunas fuerzas políticas?
-Bueno, por supuesto que dentro de las fuerzas políticas ha habido posturas distintas. Lamentablemente sólo unos pocos han sabido mantener posiciones responsables, serias y coherentes, pero muchos políticos han caído en la tentación del populismo y la irresponsabilidad, y curiosamente, y esto es un fenómeno universal, muchas veces los que tienen las mayores cuotas de responsabilidad en la generación de los problemas, son los que menos aportan a la solución de los problemas.
-¿Se refiere a dirigentes de la Concertación?
-Me refiero a todos aquellos que en lugar de contribuir a resolver el problema están contribuyendo a agravarlo; con sus palabras, con sus conductas, con su falta de coherencia, con su falta de responsabilidad. Por eso les pido a los que fueron parte del problema, hagan un esfuerzo por ser también parte de la solución. Porque esto no es un problema de este gobierno; nuestro gobierno lleva recién un año y medio y estos problemas se vienen acumulando y arrastrando por décadas.
-¿Cómo ha visto el rol de otras autoridades, como el presidente del Senado, Guido Girardi?
-Sin juzgar intenciones, veo que su actuación no ha sido coherente, porque primero llama al diálogo y a constituir una mesa de diálogo, y después la desahucia. En segundo lugar, no ha sido ecuánime, porque sus críticas, en mi opinión, son exageradas y poco justas.
-¿El Gobierno está dispuesto a sentarse a una mesa de diálogo con los estudiantes?
-Estamos disponibles para dialogar directamente con los estudiantes; estamos disponibles para dialogar en el Congreso, que es el lugar donde se deben discutir, analizar y aprobar las leyes, pero lo que no estamos disponibles es a renunciar a nuestro derecho y obligación de gobernar. Por esa razón, nosotros escuchamos a todos, pero no renunciamos a nuestro derecho y obligación de gobernar, y siempre pensando en el bien común de todos. Quiero recordarles a los estudiantes que sin duda son muy importantes en la sociedad chilena, pero que también hay otros sectores muy importantes que también tienen necesidades, que también tienen urgencias, y que muchas veces no tienen la capacidad de expresar sus planteamientos con la fuerza e ingenio con que lo hacen los estudiantes. El Gobierno tiene que prestarles atención a los estudiantes, pero también tiene que escuchar a los chilenos que no tienen voz, que es esa inmensa mayoría silenciosa que quiere vivir en paz y progresar en orden. Yo estoy convencido que la mayoría de los estudiantes quiere estudiar, la inmensa mayoría de los chilenos queremos vivir y prosperar en paz, y muchas veces minorías pretenden arrebatarles a las grandes mayorías esos derechos fundamentales. Los estudiantes muchas veces piensan sólo en sus propias necesidades, que son legítimas, pero que no son las únicas.
-¿Por cuánto tiempo más cree que se va a extender el movimiento estudiantil?
-Algunos piensan que esto está planificado desde el primer día, y que van a hacer lo imposible para extender este movimiento para que calce o se enlace con el paro a que ha llamado la CUT para el 24 y 25 de agosto, y posteriormente continúe hasta el mes de septiembre, que tiene fechas muy emblemáticas; como el 4 de septiembre, la asunción del Presidente Allende; el 11 de septiembre, el golpe de Estado y la muerte del Presidente Allende, y que es un fenómeno que está planeado no sólo dentro de Chile. Hemos detectado todo tipo de correlaciones con grupos extranjeros que están contribuyendo a generar este clima de violencia y de desestabilización. Eso va a pasar si predominan los extremismos, si predominan las intransigencias y si se pierde todo sentido de la responsabilidad y del bien común. Yo tengo esperanza en que eso no va a ocurrir, y que vamos a poder llegar a ese Gran Acuerdo Nacional por la Educación que el Gobierno ha propuesto.
-¿Cree posible conseguir ese acuerdo?
-Cuando uno ve la reacción de las cúpulas a las propuestas del Gobierno, uno nota una cierta cuota de irresponsabilidad, porque muchas veces, antes de conocer nuestras propuestas, las rechazan. Hay una cuota de intransigencia, porque se la juegan por el todo o nada, y uno esperaría que después de nueve o diez semanas de movilizaciones podamos reemplazar la intransigencia por el diálogo, reemplazar la violencia por la racionalidad, y reemplazar la confrontación por la búsqueda de buena voluntad. Lo que nos une con los estudiantes es más que lo que nos separa. Estamos todos de acuerdo en que si queremos ser un país desarrollado en esta sociedad del conocimiento y la información, tenemos que mejorar sustancialmente la calidad, la cobertura y el financiamiento de nuestro sistema educacional en todos los niveles.
-Una de las demandas del movimiento es un plebiscito. El senador DC Andrés Zaldívar dijo que es una utopía. ¿Será que el Gobierno no ha tenido éxito en enmarcar la discusión en un ámbito más realista?
-Bueno, por supuesto que en este debate ha faltado más seriedad, más realismo, más responsabilidad. Pero mientras más voluntarismo, populismo o demagogia exista en el debate, más firme y claro tiene que estar el Gobierno en sus convicciones. Yo he escuchado estas peticiones con respecto al plebiscito. Pero, ¿qué vamos a plebiscitar? ¿Si queremos educación de calidad? ¿Si queremos educación gratuita? ¿Y por qué no plebiscitamos también salud de calidad; salud gratuita; viviendas gratuitas…? Y podríamos seguir y seguir, pensando que basta con quererlo para lograrlo. Todos queremos educación de calidad, y salud de calidad, y viviendas de calidad… Y sin embargo no lo hemos logrado. Por supuesto que quisiéramos que muchos de estos bienes públicos fueran gratuitos para todos aquellos que no tienen los medios para acceder a ellos, pero tenemos que ser serios y responsables y distinguir lo que es posible de lo que es imposible, porque de lo contrario lo único que haríamos sería crear falsas expectativas que van a terminar en una tremenda frustración.
-Los estudiantes también están pidiendo asamblea constituyente; una nueva constitución; nacionalizar el cobre…
-Está bien, ellos tienen derecho a pedir lo que estimen conveniente, pero lo que se haga no es una decisión que corresponde tomar a los estudiantes, esa es una decisión que en una sociedad democrática y dentro de un estado de derecho tiene sus canales institucionales. El Gobierno tiene que gobernar para todos: debe escuchar a los estudiantes con atención, pero ellos no son los únicos ciudadanos de este país.
-El tema de terminar con el lucro en la educación es otra de las demandas centrales del movimiento. ¿Por qué está prohibido para las universidades, pero está permitido para los colegios, los centros de formación técnica, los institutos profesionales?
-En primer lugar, las leyes vigentes hay que cumplirlas y por tanto el Gobierno va a cumplir con la ley que prohíbe el lucro en la educación universitaria. Pero yendo al tema de fondo, nosotros creemos en una sociedad docente, no en un Estado docente, es decir, en que coexista la educación pública con la educación particular, y el gobierno tiene un compromiso con ambas: asegurar la calidad de ambos tipos de educación, y asegurar el financiamiento y el acceso de los estudiantes a ambos sistemas. Y también el gobierno tiene que respetar la libertad de enseñanza; que pueda haber distintos modelos educativos, y que los padres y los estudiantes puedan escoger la educación que ellos quieren para sí mismos. Yo no creo en que el Estado tenga el derecho a monopolizar la educación, porque cuando eso ocurre, como se intentó hacer con la Escuela Nacional Unificada, en tiempos de la Unidad Popular, lo que ocurre es que se sacrifica la libertad, la equidad y la calidad, y muchas veces la educación termina siendo más adoctrinamiento que educación. No hay que tenerle miedo a la libertad. ¿Por qué queremos arrebatarles a los padres y a los estudiantes su derecho a elegir la educación de sus hijos o de ellos mismos?
-Pero respecto específicamente del lucro…
-En este modelo de sociedad docente deben coexistir la educación pública y la educación privada, y dentro de la educación privada hay distintos modelos; hay instituciones religiosas que tienen compromiso con la educación, hay instituciones filantrópicas que tienen compromiso con la educación, pero también debe haber un espacio para el emprendimiento privado: ¿cómo no va a ser absurdo que los particulares, las personas, puedan emprender en todos los campos, sin restricciones, y que se les prohíba emprender y aportar en el campo más importante para la sociedad chilena que es el proveer una educación de calidad para todos y cada uno de los estudiantes de nuestro país? Creo que detrás de eso hay mucho ideologismo, y la palabra lucro ya es una palabra obscena, por eso yo más que hablar de lucro, prefiero hablar de no frenar ni matar la capacidad de innovación, ni de emprendimiento.
-¿Y respecto de las aprensiones de quienes no consideran legítimo que los recursos públicos vayan a manos de privados?
-Lo importante es que todos los que quieran incursionar en el sector de la educación tienen que comprender que o aportan educación de calidad o no van a poder subsistir. Y, adicionalmente, quiero decirlo con toda claridad, que los recursos del Estado tienen que ir única y exclusivamente a aquellas instituciones que están aportando educación de calidad, y que además tienen sistemas de gestión y de administración transparentes. Y a eso apuntan las reformas que hemos estado impulsando. Porque, además, si nosotros dijéramos ¿cuál es la consecuencia de las propuestas de los estudiantes? ¿Lo han pensado bien? En nuestro país existen más de tres mil escuelas subvencionadas que están educando a más de un millón de alumnos, que tendrían que desaparecer si esa norma se implementara, y lo mismo pasaría a nivel de la educación superior. Yo aprecio y valoro el aporte de las universidades públicas, y me siento muy orgulloso de nuestras universidades públicas, pero también aprecio y valoro el aporte que han hecho las universidades privadas. Si el hecho de haber pasado de 200 mil estudiantes en la educación superior en la década de los 90, a más de un millón hoy día, en gran medida es gracias a la innovación y al emprendimiento que ha surgido desde el sector privado.
-Aquí ha fijado una posición. Durante este debate hubo quienes plantearon que usted no tenía convicciones ideológicas…
-¿Cuáles son mis convicciones profundas? Primero, yo creo en un concepto de libertad integral, que tiene expresiones en distintos campos. Yo creo que en el campo de la libertad política su mejor expresión es la democracia, y por eso estamos haciendo un esfuerzo por fortalecer, revitalizar, rejuvenecer nuestra democracia. Ahí están nuestras propuestas de inscripción automática, voto voluntario, voto a los chilenos en el extranjero, primarias, iniciativa popular de ley, plebiscitos comunales, elección directa de los cores, e incluso nuestra apertura a discutir una mejor ley de partidos políticos y perfeccionamientos al sistema electoral. También creo en la libertad económica, y creo que su mejor expresión es una economía libre, abierta, competitiva e integrada al mundo. Y por eso es tan importante que esas características se den en la realidad, y no solamente en el papel, y finalmente yo también creo en la libertad social, y eso está profundamente ligado a derrotar la pobreza y a crear una sociedad con mayor igualdad de oportunidades.
-¿Ha modificado de algún modo sus convicciones?
-Esas son mis creencias profundas, y por eso, si usted analiza mi trayectoria, se va a dar cuenta de que esto me ha acompañado desde siempre. Es la posición que tuve cuando tuvimos gobierno militar; la posición que tuve durante la transición, la posición que tengo hoy día como Presidente de la República. Y hay algo más que también es interesante entender; yo creo que la libertad no es solamente derechos. La libertad también significa deberes, y siento que en la sociedad chilena, demasiadas personas están demasiado conscientes de sus propios derechos y se olvidan de los derechos de los demás, y muchas veces se olvidan de sus propias responsabilidades y solamente exigen las responsabilidades de los demás. Por tanto necesitamos restablecer el equilibro entre derechos y deberes.
-El Gobierno ha autorizado prácticamente todas las marchas que se han organizado. Mucha gente las apoya, pero un número no menor las rechaza. ¿Cuál es el límite entre la libertad de expresión, la libertad de reunión y el orden público?
-Nuestra Constitución contempla, dentro de un espíritu libertario, el derecho de los ciudadanos a reunirse, manifestarse y marchar, pero también le entrega al Gobierno la responsabilidad de garantizar que ese derecho a marchar y manifestarse sea respetuoso con otros derechos, como son los derechos de los demás, el orden público, la paz y la tranquilidad social, y por eso el Gobierno tiene la facultad para, buscando compatibilizar todos estos derechos, establecer ciertas condiciones respecto del lugar en que se va a marchar, la forma en que se va a marchar y el tiempo en que se va a marchar.
-¿Cómo está el Gobierno luego del último cambio de gabinete?
-A mí me encanta la Edith Piaf, pero no soy de aquellos que dicen “no me arrepiento de nada”, y estoy consciente de que hemos cometido errores, y que estamos haciendo todos los esfuerzos necesarios para corregirlos. Desde ese punto de vista, el cambio de gabinete apuntó a una necesidad de integrar, coordinar y compatibilizar mejor la capacidad profesional y técnica que requieren los ministros con la experiencia política que también requieren los ministros. Quiero decirle que tenemos un gobierno que está con toda la fuerza y el entusiasmo del mundo a pesar de las dificultades; tenemos claro el norte y firme el timón, lo cual no significa desconocer que a veces cruzamos mares tormentosos, pero aquí no hay un barco a la deriva, hay un barco que enfrenta muchas dificultades pero que tiene la fuerza, las ganas, la voluntad y el entusiasmo de llegar a buen puerto. Mientras mayores sean las dificultades, más importante es que el Gobierno se mantenga sólido.
-¿Confía en que repuntará su popularidad?
-Las encuestas no son los únicos medidores del éxito de un gobierno. Porque con ese criterio, ¿cómo debiéramos evaluar a la Concertación, cuyo nivel de apoyo está por debajo del 20%? En consecuencia, yo creo que es muy importante estar consciente de la sensación térmica que son las encuestas, pero nunca perder de vista el termómetro, que es la realidad. Y nosotros miramos ambas cosas, pero yo le doy mucho más importancia al termómetro que a la sensación térmica. Siento que estamos teniendo resultados muy notables y que espero que la sociedad chilena gradualmente los vaya apreciando.
-¿Y la autocrítica?
-Por supuesto que también somos autocríticos, y dedicamos mucho tiempo a la autocrítica. Pero habiendo tantos que han hecho de la crítica una verdadera profesión, les regalo ese campo a ellos. Prefiero quedarme con la parte positiva y constructiva, porque los países requieren equilibrio. Se requieren algunos que también tengan capacidad de decirles a los chilenos que tenemos un país maravilloso, que sin perjuicio de las dificultades estamos saliendo adelante, que cuando nos comparamos con el resto del mundo la comparación es muy favorable. Quiero aprovechar esta oportunidad de pedir encarecidamente a todos los chilenos, pero particularmente a los que tienen posiciones de liderazgo o que ejercen cargos de elección popular, que cuidemos a nuestro país, que cuidemos lo que juntos hemos construido, que seamos capaces de transitar por los caminos del diálogo y de los acuerdos, que los hagamos con mejor voluntad, con un espíritu más constructivo, con menos intransigencia. También quiero agradecer a la Concertación, por su apoyo en sacar adelante en las últimas semanas proyectos de gran importancia para los chilenos, y a la Coalición por el Cambio, por su enorme respaldo.
“Chile no está inmune a las tempestades que pueden venir desde el frente externo”
-Su gobierno acaba de culminar el primer tercio del período. ¿Cuál es su balance?
-Las grandes prioridades de estos primeros 16 meses fueron, primero, la instalación de un nuevo gobierno luego de 20 años de gobierno de la Concertación; segundo, enfrentar el tema de la reconstrucción. No nos olvidemos que hace solo un año Chile fue golpeado por el terremoto más devastador que hayamos tenido en nuestra historia. Pero además teníamos otra responsabilidad, que era revitalizar nuestra economía, que cada día crecía menos y creaba menos trabajo. Y, finalmente, poner en marcha los 7 ejes de nuestro gobierno. Ahora estamos entrando a un segundo tercio, que además de mantener las preocupaciones anteriores, va a poner un énfasis muy especial en dos valores que yo aprecio en plenitud: Uno, el hacer un esfuerzo para que nuestra sociedad sea más justa, con menos pobreza y menos desigualdades. Y, en segundo lugar, que nuestra sociedad sea más respetuosa. Más respetuosa de los derechos de todos, que no tolere los abusos, que proteja a los consumidores, que proteja a los trabajadores y que tenga los instrumentos necesarios para que esa protección sea verdadera y eficaz.
-¿La reconstrucción en materia de vivienda fue la gran deuda del primer tercio?
-Reconozco que ha habido un retraso en el tema de la vivienda. Pero la reconstrucción ha sido notable en materia de puertos, aeropuertos, carreteras, puentes, embalses, canales, agua potable rural, hospitales y escuelas. Pero también quiero destacar otras cosas positivas: durante el primer semestre de este año, nuestro país creció al 8,4%. Es uno de los mayores crecimientos a nivel mundial. Hemos logrado crear 550 mil nuevos empleos. Los salarios reales están creciendo a un ritmo de entre un 2 y un 3% al año. La inflación, que en un momento se desbordó, hemos logrado contenerla y va a estar dentro del rango programado. Adicionalmente, hemos logrado una notable recuperación en nuestra capacidad de invertir; la inversión creció a más de 20% en el primer trimestre de este año, y ha ido aumentando como porcentaje del Producto Interno Bruto para poder sustentar y garantizar el crecimiento a futuro. Las exportaciones crecieron más de un 10% durante el segundo trimestre de este año, tenemos además una productividad que de negativa pasó a positiva. Y todo esto dentro de nuestras dos anclas: equilibro estructural y limitar el crecimiento del gasto para que no supere al crecimiento del producto.
-¿Y cómo está preparado Chile para enfrentar las turbulencias económicas internacionales?
-Es cierto que el mundo está viviendo tiempos extraordinariamente difíciles. La economía norteamericana no ha podido recuperarse y estuvo al borde de la cesación de pagos; la economía europea está profundamente afectada por la crisis de la deuda, que ya no es la crisis de los países periféricos como Portugal o Grecia, sino que ya está afectando a países como España, Italia e incluso Francia. Es lo que se llama que la crisis pasa de la periferia hacia el centro, e incluso existen temores o advertencias de que la economía mundial podría entrar en una nueva recesión. Por otra parte, los países emergentes que estaban creciendo a dos dígitos, como China e India, han perdido dinamismo y, por tanto, tenemos un cuadro externo mucho más desfavorable del que teníamos hace sólo un par de meses. Por eso yo llamo a cuidar la economía chilena, a cuidar a nuestro país, porque si bien Chile está firme y está protegido, no está inmune a las tempestades que pueden venir desde el frente externo.
-¿Qué puede hacer Chile para protegerse?
-Es muy importante que todos, y muy especialmente los que tenemos liderazgos o cargos de elección popular, tengamos una conducta seria y responsable; que sepamos distinguir entre lo que es populista y lo que es responsable; que tengamos un compromiso por mantener nuestra fortaleza fiscal y nuestros equilibrios macroeconómicos; que sigamos impulsando la agenda de impulsos competitivos, de lo contrario esto será un obstáculo para el crecimiento futuro. Que además respetemos nuestras instituciones y nuestro Estado de Derecho, y que nos demos cuenta de que ya no basta con los pilares del pasado, cuando se pensaba que bastaba con una democracia estable y una economía de mercado para que los países crecieran. Eso ya no es suficiente, y por eso tenemos y estamos construyendo los nuevos pilares del desarrollo, para lo cual pido unidad y colaboración.
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Nueva propuesta del gobierno para la educación
La autoridad hace bien en preocuparse por el acceso al crédito, pero no debe perder de vista la necesidad de ayudar sólo a quienes lo necesitan.
La Tercera, opinión editorial, 21/08/2011 – 06:47
El gobierno presentó esta semana su tercera propuesta para destrabar el conflicto en educación. Esta incluye una serie de medidas que, en conjunto, implican cambios cualitativos y cuantitativos a las dos propuestas anteriores, en términos de ampliarlas y profundizarlas. La iniciativa ha recibido un rechazo de plano de parte de los dirigentes del movimiento estudiantil y de la Concertación, quienes de inmediato la calificaron como insuficiente o “más de lo mismo”. Esta actitud refuerza la acertada decisión de trasladar el debate al Congreso, sacándolo de la calle, para que pueda llevarse adelante una discusión más reflexiva y constructiva de estos temas en el órgano responsable de definir en último término,el marco para el funcionamiento del sistema de educación superior.
El plan del Ejecutivo aborda, entre otras cosas, la situación de los deudores morosos, ofreciéndoles mayores facilidades para repactar sus obligaciones. También incorpora la rebaja del interés en todos los créditos con aval del Estado, de un 6% a un 2%, igualándola a la del crédito solidario, al que sólo acceden los alumnos de las universidades tradicionales. Con esta medida, el gobierno busca enfrentar el alto nivel de endeudamiento en que incurren las familias para costear los estudios superiores de sus hijos, lo que, además de impedir o dificultar el acceso a la universidad de muchos jóvenes -no obstante el notorio crecimiento de la matrícula desde 1981-, impone una pesada carga a quienes piden créditos para esos fines. Hacer más accesible el financiamiento y no discriminar entre instituciones privadas o públicas suponen un paso positivo que ayuda a un grupo importante de alumnos, especialmente los de menores ingresos.
La propuesta también amplía al 60% de los estudiantes la posibilidad de acceder a becas. En un ambiente en el que los proyectos ingresados al Congreso para el posnatal y la eliminación del 7% de los jubilados terminaron rompiendo con criterios de focalización que han guiado por décadas las políticas sociales chilenas, el gobierno debe ser muy cuidadoso al proponer este tipo de ayudas a sectores muy extensos. Es importante que quienes puedan pagar sus estudios superiores, ya sea porque sus familias cuentan con los recursos o porque tienen altas expectativas futuras de ingresos, lo hagan. No sólo porque ello evita que los recursos públicos lleguen a quienes no los necesitan, sino también porque tiene valor para la sociedad que el acceso a la educación superior sea visto como algo que requiere esfuerzo y supone sacrificios, una noción que se contrapone a la exigencia de gratuidad manifestada por algunos sectores. La ayuda debe estar focalizada en aquellos que no pueden sufragar -ahora o en el futuro- dicho costo y no llegar a quienes sí están en condiciones de hacerlo.
El plan del gobierno también supone la creación de nuevos organismos que velen por la calidad de la educación superior. Más que perseverar, sin embargo, en la línea de introducir agencias estatales para certificar la calidad, que es un camino que ya ha sido explorado previamente y que no siempre ha sido capaz de garantizar buenos resultados, podría resultar más conveniente dar prioridad a la entrega de incentivos correctos a las universidades en esta materia. Por ejemplo, un sistema en que el Estado fuera aval de un porcentaje del crédito y la universidad del resto, probablemente haría que los planteles se esforzaran más por ofrecer una educación de calidad, que permita a sus alumnos mejorar sus posibilidades laborales en el futuro.
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Oposición sin liderazgo
Eduardo Engel, Tercera – Reportajes
20 de agosto, 2011
El gobierno se vio más ordenado esta semana, lo cual no es
mucho decir, dada la evidente falta de conducción de los
últimos meses. Finalmente hay esbozos de una estrategia con
cierto grado de coordinación.
Las reformas de la educación propuestas por el gobierno se
traducirán en proyectos de ley que irán al Congreso durante
septiembre, independiente de si los estudiantes participan
en la discusión o no. Un incremento de impuestos para
financiar las reformas ha sido descartado, al menos por el
momento. Y las reformas políticas más importantes, como el
fin del binominal, también han sido desahuciadas por el
oficialismo.
Concertación sin liderazgo
La Concertación, en cambio, sigue sin una estrategia. Los
puntos en que concuerda con los líderes estudiantiles se
han enfatizado una y otra vez, su cercanía afectiva con
las protestas también. Pero son pocos los líderes
concertacionistas que se atreven a disentir de los
planteamientos estudiantiles en temas donde la ciudadanía
intuye que hay diferencias importantes.
Los problemas de calidad y segregación en la educación son
serios y resolverlos es uno de los grandes desafíos que
enfrenta el país. Pero creer que se resuelven poniendo
fin al lucro, simplifica las cosas más allá de lo
razonable y constituye una falsa panacea.
La falta de consecuencia de la Concertación y de los
líderes estudiantiles ante el Colegio de Profesores ha sido
manifiesta. El trabajo que hacen los profesores es crucial,
pero su dirigencia es parte del problema de la mala calidad
de la educación. Todos los trabajadores de Chile somos
evaluados todos los días, todos, menos los profesores que
se niegan a ser evaluados o que su pago esté vinculado a su
desempeño. Por muy impopular que sea, alguien tendrá que
decir que mejorar la calidad de la educación básica y
secundaria requiere de mejoras importantes en la calidad
de los profesores, lo cual requiere más recursos, pero
también una actitud muy distinta del profesorado.
La oposición ha enfatizado las deficiencias de la provisión
privada de educación, ignorando los serios problemas que
tiene la provisión pública. Así, por ejemplo, los líderes
estudiantiles y de la Concertación no han pedido la más
mínima garantía que asegure que los mayores aportes a las
universidades públicas sean bien gastados. ¿A quién y en
base a qué criterios rendirán cuenta las universidades
públicas por cómo gastarán las nuevos recursos que
financiaremos todos los chilenos? ¿Quién asegura una buena
gestión de recursos y reformas que mejoren el gobierno
interno de las universidades? Si la Concertación no plantea
estos temas, ¿quién lo hará?
A lo anterior se agrega que casi ningún líder opositor se
ha atrevido a decirles a los estudiantes que el impacto de
las reformas educacionales se notará sólo después de muchos
años, seguramente décadas. Sin líderes dispuestos a
comunicar este mensaje, tenemos garantizadas protestas
estudiantiles recurrentes y una ciudadanía cada vez más
frustrada.
Y por si todo lo anterior no bastara, son varios los
líderes opositores felices de tirar por la borda todos los
avances en educación de las últimas décadas. Los
rendimientos en las pruebas Simce, Pisa y Timms vienen
subiendo. Tomó tiempo, porque las reformas en educación
toman tiempo en tener efecto, pero finalmente estamos
mejorando. Un sólido estudio de McKinsey destaca a Chile
como uno de los países con mayores avances en educación.
Falta mucho por hacer, de eso no cabe duda, pero el desafío
es cambiar lo que no funciona, no cambiarlo todo como
propone más de un parlamentario concertacionista.
La excepción a la falta de liderazgo en la Concertación fue
la oposición de los senadores Ignacio Walker y Andrés
Zaldívar a los plebiscitos, manifestada durante la semana.
Los restantes parlamentarios de la oposición que se
pronunciaron sobre el tema apoyaron entusiastamente la
idea de resolver temas técnicamente complejos por la vía
plebiscitaria, renunciando así a su rol en una democracia
representativa. Cuesta creer que Walker y Zaldívar sean
los únicos parlamentarios concertacionistas opuestos a
legislar por la vía plebiscitaria.
La gran oportunidad
Para la Concertación va a ser impresentable negarse a
legislar los proyectos que enviará el Ejecutivo al Congreso
para mejorar la calidad y equidad de la educación, aun si
los líderes estudiantiles y del magisterio persisten en la
negativa de participar en el proceso. Si a lo anterior se
agrega que es probable que durante septiembre el movimiento
estudiantil pierda fuerza, la Concertación terminará
perdiendo una oportunidad única para avanzar en temas que
valora y que son importantes para el país. Como las
reformas políticas y una reforma tributaria en serio.
Cuando el gobierno de Ricardo Lagos se vio sumamente
complicado por el caso MOP-Gate, la oposición de aquel
entonces decidió aprovechar la oportunidad para sacar
adelante un plan ambicioso de reformas al Estado. Entre
ellas la creación de la Alta Dirección Pública, que redujo
sustancialmente el cuoteo político en cargos del Estado. A
la Concertación no le gustó para nada esta reforma, pero
estaba debilitada y tuvo que aceptarla.
Es probable que la mano que la Alianza dio al gobierno de
Lagos no haya sido desinteresada. Contaba con que Lavín
sería el próximo presidente y no era atractivo recibir un
gobierno por los suelos. Cabe preguntarse, entonces, por
qué la Concertación no ha sido más proactiva en la
coyuntura actual. ¿No tiene propuestas en materia
educacional? ¿No existen reformas que quiera priorizar para
mejorar la política? ¿Duda de que será gobierno el 2014?
Las reformas políticas son el desafío más importante para
hacerse cargo del fracaso que hemos visto en estas semanas
de nuestra democracia representativa. Partidos políticos
con prácticas poco transparentes, influencia excesiva del
dinero en la política, cortapisas para registro de votantes
y un empate por diseño entre la Concertación y la Alianza
en el Congreso explican por qué la inquietud ciudadana
respecto de la educación no se ha canalizado a través de
los cauces habituales de una democracia. La Concertación
tiene una oportunidad única para avanzar en estos temas,
sobre todo en el binominal, fuente importante de la
sobrerrepresentación de la UDI en la política chilena.
Algo similar ocurre con la posibilidad de una reforma
tributaria. El argumento del gobierno de que las reformas
en educación se financiarán con más crecimiento no resiste
un análisis serio. Una política fiscal responsable fue uno
de los hitos de los gobiernos de la Concertación y debiera
seguir siéndolo. Políticas redistributivas sin sustento
fiscal son de corto alcance y en general terminan mal.
El escenario es propicio para una reforma tributaria
importante que permita reducir las desigualdades de manera
permanente durante las décadas que vienen sin sacrificar
el crecimiento.
Mucho se ha dicho sobre la falta de liderazgo en el
gobierno, menos sobre la falta de conducción en la
Concertación. La coyuntura política actual da una
oportunidad única a la Concertación para avanzar en temas
importantes para el país. Es de esperar que emerjan
liderazgos que permitan aprovechar esta oportunidad.
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Ministro Bulnes y alcaldes de la Alianza analizaron alcances de la desmunicipalización

En una reunión, que se prolongó por más de 1 hora, los jefes comunales conversaron sobre la propuesta del Gobierno y el plan “Salvemos el año escolar” que impulsó el Mineduc. El alcalde Pablo Zalaquett, sostuvo que están de acuerdo en la creación de corporaciones que administren los colegios con malos resultados, pero “ hay que hacerlas de tal forma que sea viables y que mantengan el actual compromiso de los municipios”.

Viernes 19 de agosto de 2011| por Patricia Schüller/Nación.cl/Foto UPI
El Presidente Sebastián Piñera y el ministro de Educación, Felipe Bulnes, encabezaron este viernes en La Moneda una reunión con los alcaldes de la Alianza para analizar la desmunicipalización, que es uno de los 4 puntos que contempla el último plan del Ejecutivo para destrabar el conflicto estudiantil, y el programa “Salvemos el año escolar” que impulsó el Mineduc para que los alumnos de colegios que permanecen tomados puedan terminar el período escolar.
En la reunión, que se prolongó por más de una hora, participaron también el vocero de Gobierno Andrés Chadwick y el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter.
Al término del encuentro, los alcaldes de Santiago y Ñuñoa, Pablo Zalaquett (UDI), y Pedro Sabat (RN), respectivamente, informaron acerca del tenor del encuentro.
El alcalde Sabat indicó que el encuentro buscó “dar un mensaje claro de unidad respecto al tema de la educación en cuanto a lo importante que es que los alumnos vuelvan a clases”. “Reanudemos las clases por favor, es importantísimo que los niños de la educación pública, que son nuestros colegios, no pierdan el año escolar”, destacó.
Zalaquett sostuvo que junto con ver cuántos alumnos se inscribieron en la iniciativa del ministerio, se acordó “hacer un llamado con más fuerza para que los padres y apoderados entiendan que los jóvenes que no se inscriban, de aquí al 31 de agosto, perderán el año escolar y no como dicen algunos, a través de facebook, que quedarían fuera de su colegio”.
Añadió el jefe comunal de Santiago que debe quedar claro que “los alcaldes que se jueguen porque los jóvenes se inscriban en el plan ‘Salvemos el año escolar’ van a tener el apoyo en todos los sentidos, incluyendo lo económico, para tener el financiamiento, para pagar todos los costos, incluyendo los profesores para sacar este programa adelante”.
“CORPORACIONES VIABLES”
Pablo Zalaquett señaló que en la ocasión se analizó la desmunicipalización que establece, que en el caso de las escuelas con malos resultados, sean agencias locales, descentralizadas, las que administren las escuelas.
En este sentido, apuntó el edil, “hay cosas que nos parecen adecuadas y otras que debemos afinar. Nuestro compromiso es ser equipo con el Gobierno para afinar el proyecto de ley que, a más tardar, el 30 de septiembre tienen que entregar al Parlamento”.
Agregó que se deben analizar todavía varios puntos “en virtud de un proyecto que no se presente adecuadamente puede ser más complejo el remedio que la enfermedad”.
Destacó Zalaquett “que estamos abiertos que se creen las corporaciones pero hay que hacerlas de tal forma que sea viables y que mantengan el actual compromiso de los municipios”.
Agregó que los “municipios en Chile nos jugamos, a pesar que nos critiquen por la educación pública, no solamente porque entregamos 170 mil millones de pesos al año para cofinanciar la educación pública, también porque lo hacemos en circunstancias de que no podemos administrar una serie de temas como el amarre que nos produce el Estatuto Docente. En esas circunstancias es clave ver cómo se conforman los directorios, el rol que van a jugar los municipios”.
El alcalde de Santiago indicó que buscan también “que se termine de estigmatizar que la educación pública ha sido mal entregada por los municipios. Al mismo segmento, a nivel de la gente más pobre del país, la educación municipal, en promedio, es mejor que la educación particular subvenciionada. Creemos que manteniendo un sistema mixto a todos aquellos particulares subvencionados que no entregan educación de calidad, ése es el lucro injusto, el mal lucro, que nunca más se le dé fondos del Estado”.
El alcalde Sabat precisó por su parte que “Salvemos el año escolar”, con exámenes finales, “no significa que los municipios tengan los recursos para poder financiar el resto del año. El plan es para aquellos colegios en los cuales no hay clases”, precisó.
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Marcel Claude: “Los bancos no deben seguir en la educación pública”
A juicio del economista, el plan del Gobierno de bajar de 5,6% a 2% la tasa de interés de los créditos para educación superior es una “tontera”, porque profundizará el negocio de la banca con los recursos estatales.
Sábado 20 de agosto de 2011| por Roberto Valencia / Nación.cl
La última propuesta del Gobierno para financiar la educación mediante la disminución de la tasa de interés, de 5,6% a 2%, en los créditos destinados a la educación superior con aval del Estado empeorará la situación de endeudamiento, opina el economista Marcel Claude.
Ello, porque estima que las autoridades no han puesto hincapié en uno de los aspectos que, en su opinión, reproducen el lucro en la educación: Los bancos como intermediarios de los recursos públicos que se aportan a los estudiantes. Tajante, asegura que estas entidades deben salir del negocio que les entrega el hecho de que el Estado sea el aval en los préstamos con fines estudiantiles.
¿La rebaja de la tasa es una solución para alivianar el endeudamiento de las familias con hijos en la educación superior?
-Para nada. Si un estudiante pide un préstamo de $12 millones, con la tasa de 6% terminará pagando $17 millones, o sea son $5 millones de ganancia para la banca, lo que no es menor. Además, en términos de ingresos promedio de la familia y de los salarios de los jóvenes, cuando salen de la universidad, sigue siendo impagable. Es como se me dijeran que adeudo US$2.000 millones y que sólo debo pagar US$1.000 millones. Es una tontera, porque te dicen que en vez de llevar 2 toneladas sobre el hombro, ahora sólo tendrías 1 tonelada para cargar.
-Eso fue planteado por algunos dirigentes del movimiento estudiantil, ¿Por dónde pasa la solución entonces?
-La propuesta del Gobierno sigue siendo lo mismo. Algo que lleva a poner helado a uno, es ver la insistencia en poner más subvenciones para los colegios particulares y los bancos, porque van a incrementarse los créditos que se hacen a los estudiantes y eso es más negocio para la banca. Estructuralmente, no cambia absolutamente nada del actual modelo que existe, cuando éste es el principal problema.
-Si es así se inyectarían más recursos en los subsidios que operarían los bancos, con lo que aumentarán las promociones de créditos y, por ende, el endeudamiento.
-Claro, esto es comparable a la crisis sub prime de Estados Unidos, se está creando una burbuja. Para que la gente entienda lo que significa: Es prestarle plata a gente que no puede pagar, eso fue causa de una crisis financiera. Lo peor es que en educación esto lo está promoviendo el Estado; le prestan plata a los estudiantes porque no tiene ningún costo para el sector financiero; el banco sabe que, como existe un aval del Estado, igual se les pagará. Y piensan que ojalá no le pague el estudiante, porque el gobierno está comprando esta deuda con cargas del 40% a 50%.
Esto lo señaló el Banco Mundial en su momento…
-Sí, según un estudio, el Crédito con Aval del Estado le ha costado al gobierno más de US$2.000 millones desde el período en que entró a operar este sistema y la banca ha ganado US$500 millones a través del cobro de la tasa de interés.
-A su juicio, ¿eso explicaría que la Asociación de Bancos no se pronuncie en este debate?
-Creo que si se hace una reforma tributaria, a los bancos también hay que ponerles la proa, porque son los que han ganado mucho dinero. Cerca del 30% del PIB chileno (US$60.000 millones) es por endeudamiento con la banca y ésta tiene que empezar a colaborar con el desarrollo de Chile, bajando la tasa y pagando impuestos. El 90% de los chilenos no tiene para terminar el mes, por lo que se mantiene con los préstamos de la banca que presta la plata, pero que te revienta con los intereses.
-¿Se debe sacar a los bancos?
-Los bancos no deben seguir en la educación. El Estado, en vez de endeudar a los estudiantes, debe poner más plata como aporte basal en las instituciones universitarias.
-El gobierno estudia una eventual rebaja de la tasa máxima convencional, ¿cree que ayudaría en algo esto dentro del debate?
-Ayudaría. Esa tasa es usurera y el problema es que la Asociación de Bancos quiere subirla. Esa es una medida para enfrentar el problema del endeudamiento de los hogares en educación, pero además se deben revisar las comisiones que cobran los bancos porque son más caras que las tasas de interés.

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