Según noticia publicada hoy en El Mercurio, parece haberse puesto en marcha –sin mayor ruido, discusión ni conocimiento público– tal vez uno de los programas más ambiciosos y “heterodoxos” del Gobierno en el sector educación. (Ver la información de prensa más abajo).
Se trata de un Programa en apoyo, supervición e intervención –de prekinder a cuarto básico– que incluye a 1.120 colegios municipales y privados subvencionados, entre los más vulnerables y con más bajos resultados del país, que se inscribiron para participar.
El Programa abarcaría 5 áreas: aplicación del currículum escolar, fomento de un buen clima interno, buen uso del tiempo, desarrollo profesional de los profesores y monitoreo permanente de los logros de los estudiantes (se aplicarían mediciones estandarizadas cada cinco semanas).
De la información de prensa se deduce que se trata de un Programa con las siguientes características, que lo tornan paradojalmente hetorodoxo y sorpresivo si se se atiene uno a la doctrina educacional del actual gobierno y al programa Tantauco que el Presidente Piñera ofreció al país:
1.- Es un programa altamente centralizado
2.- Donde el Mineduc se haría cargo, en la práctica, de una suerte de intervención de los colegios
3.- Los cuales serán asistidos por tres aseores o inspectores del Ministerio encargados de velar por el cumplimiento de las medidas impulsadas por el Mineduc en las 5 áreas señaladas
4.- Los equipos docentes de los colegios trabajarían sobre la base de un estricto marco regulatorio de actividades mandatado por el Mineduc
5.- En efecto, según la noticia de prensa: “Los equipos docentes de las escuelas ya recibieron un manual estratégico, pruebas para los estudiantes, pautas de corrección y programación anual tanto en Lenguaje como en Matemática. A los niños se les envió una agenda ilustrada”.
6.- Es decir, a semejanza de lo que se hace en países máximamente centralizados como Cuba, o en países con un fuerte control central de los microprocesos escolares, como algunos asiático, los equipos docentes y directivos de los colegios participantes en el Programa, supervisados por los tres asesores técnicos del Ministerio, tendrán que sujetarse a una muy rigurosa planificación y ejecución.
Si bien el diseño propuesto, según se da a conocer hoy por El Mercurio, se aparta tajantemente de la filosofía educacional de inclinación neoliberal del gobierno, y amplía –profundizándolo– un enfoque impulsado desde el comienzo por los gobiernos de la Concertación (recuérdese el programa de las 900 escuelas), para dotarlo de la necesaria legitimidad y resguardarse de posibles errores o fallas de implementación, cabe plantearse las siguientes cuestiones:
a) El Minduc debería informar en detalle sobre las bases conceptuales y prácticas del Programa. A primera vista, la página del Mineduc no parece estar cumpliendo, en este caso, con esta mínima obligación…
b) Debería el Mineduc, asimismo, informar sobre qué evidencia nacional e internacional se inspiró para el diseño de este Programa y en qué medida aprovechó y cómo buscará perfeccionar y/o alterar el programa de las 900 escuelas e incorporar las lecciones que éste arrojó
c) En particular, interesa a la comunidad de investigadores y expertos conocer los manuales que conducirán todo este esfuerzo y cómo serán aplicados en la sala de clase: debrían estar públicamente disponibles y explicarse cómo fueron preparados, qué expertos y profesores contribuyeron a su elaboración y qué metodología se usó para testear su efectividad
d) Asimismo, resultará del mayor provecho para la comunidad escolar y la opinión pública conocer los fundamentos que llevaron al Mineduc a optar por un esquema altamente centralizado y regulado –o sea, de comando y control– en el caso de este importante Programa y cómo tal diseño se compatibiliza con la idea de reforzar la autonomía de los colegios y el desarrollo de sus capacidades endógenas
e) En relación con lo anterior, interesa también conocer cómo se han reclutado, preparado y certificado a los asesores técnicos del Mineduc que ejercerán el rol clave de supervisar la implementación del Programa en la sala de clase y, en especial, cuáles son las funciones precisas que deberán abordar, su dependencia administrativa y quiénes serán los “guardianes de estos guardianes”
f) Además, conviene que se dé a conocer a la brevedad las formas de intervención “de” y “en” las escuelas en cada una de las cinco áreas en que operará el Programa, con suficiente detalle para poder formarse una idea precisa de la viablidad y consistencia del Programa en su conjunto y en relación con el resto de la agenda de reforma que impulsa el Mineduc
g) Asimismo, es importante entender la manera cómo estas intervenciones se combinarán con las acciones ya desencadenas por el plan de la Subvención Escolar Preferencial (SEP) y con aquellas por desencadenarse con la próxima instalación y puesta en funcionamiento de la Agencia de Calidad
h) Por último, es importante que el Mineduc ponga en conocimiento de la ciudadanía y de la comunidad escolar y académica especializada el presupuesto de este Programa y la forma cómo se irá monitoreando y evaluando –por organismos independientes– su desarrollo y aplicación.
En suma, estamos ante una de las medidas concretas, prácticas, ya en curso, más importantes y ambiciosas del gobierno en materia educacional. El Mineduc aparece haciendose cargo –si la información de prensa es correcta– de una amplia esfera de decisión y gestión de los colegios bajo la forma de una detallada conducción de la labor de los profesores en la sala de clase.
Asume, a su turno, el desafío y la responsabilidad directa –del Mineduc– de mejorar los puntajes de estas escuelas y de sostener a futuro (¿cuantos años?) su mejoramiento.
Todo esto es del mayor interés educativo, académico, profesional, ideológico y político y el Mineduc está en deuda en cuanto a informar ampliamente y dar cuenta de las opciones que orientan este Programa, de modo que su novedoso, sorprendentemente heterodxo, diseño ingrese prontamente a la esfera de la deliberación pública como corresponde en cualquiera democracia madura.
Personalmente, por mi parte, considero esta iniciativa de alta trascendencia por su contenido, potencial impacto (positivo o negativo) y, sobre todo, implicancias desde el punto de vista de la política pública educacional del país, por lo cual hago énfasis aquí, justamente, en la necesidad de disponer de todos los antecedentes para así poder transitar desde esta primera reacción a un análisis más detenido y en profundidad.
Asesores técnicos del ministerio: 1.120 colegios con bajo Simce reciben apoyo para subir rendimiento
ALEJANDRA MUÑOZ C., El Mercurio, 13 de marzo 2010
Poco más de 1.100 colegios municipales y particulares subvencionados de todo el país comenzaron a recibir apoyo especializado del Ministerio de Educación (Mineduc) para mejorar sus resultados de aprendizaje.
Los establecimientos -que en total reúnen a 233 mil estudiantes- fueron seleccionados debido a que presentan alta matrícula, pero sus resultados han sido persistentemente bajos en las mediciones de cuarto básico.
El Plan de Apoyo Compartido se enfocará en los cursos de prekinder a cuarto básico y deberá duplicarse en 2012, una de las condiciones puestas por la Concertación para aprobar la reforma educacional.
Cada establecimiento será ayudado por un equipo de tres asesores técnicos ministeriales.
La idea es que en conjunto con la propia comunidad escolar aborden cinco áreas: la aplicación del currículum escolar, el fomento de un buen clima interno, buen uso del tiempo, promover el desarrollo profesional de los profesores y monitorear permanentemente los logros de los estudiantes.
Los equipos docentes de las escuelas ya recibieron un manual estratégico, pruebas para los estudiantes, pautas de corrección y programación anual tanto en Lenguaje como en Matemática. A los niños se les envió una agenda ilustrada.
Según la jefa de Educación General del Mineduc, Verónica Abud, “se llamó a 1.300 colegios y se inscribieron 1.120. La invitación se les hizo a los sostenedores y a los directores, porque necesitamos que los dos se comprometan”.
Los colegios participantes en el plan deberán aplicar una prueba de diagnóstico a sus alumnos en las áreas de Lenguaje y Matemática.
A partir del aprendizaje, observado por el Mineduc, se trabajará por cinco semanas, tras lo cual se aplicará una medición estandarizada a todos los estudiantes. Este proceso se desarrollará durante mayo.
“Con los resultados iniciaremos la segunda etapa, que se llama Respuesta a la Diversidad de Aprendizaje. Tendremos que mandar material de apoyo para el grupo de niños que no está alcanzando lo que debería. Allí nos haremos cargo del desnivel”, dijo Abud.
Cada cinco semanas
Destacó que hay buen material didáctico en el Mineduc, pero luego deberán mirar experiencias exitosas en los sectores privados nacional y extranjero.
Las mediciones estandarizadas se aplicarán cada cinco semanas, para que tanto los colegios como el Mineduc vean cómo avanzan los niños.
A partir de los resultados, se establecerán metas de acuerdo con los logros del Simce por establecimiento, comunales y regionales. Este proceso, sostuvo Abud, ayudará para que en 2012 pueda aplicarse el primer Simce para segundo básico.
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