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Las universidades “cota mil” a que ayer se refiere Carlos Peña en otro Blog, siguiendo la polémica suscitada por el artículo Extranjeros en su País publicado por el Padre Felipe Berríos S.J. en el diario El Mercurio del día 3 de enero –y que en una semana suscitó más de 450 comentarios– buscan dar nombre a un grupo de universidades que aparentemente compartirían ciertos rasgos comunes, tales como:
• una localización en la parte alta (rica) de la ciudad,
• un reclutamiento de sus alumnos fuertemente selectivo desde el punto de vista social (es decir, por la cuna, el capital cultural familiar y las trayectorias escolares) y, por ende,
• un fuerte grado de homogeneidad entre pares (intenso capital social del tipo “bonding” a que se refiere Robert Putnam, con un bajo énfasis en cambio en el desarrollo de capital social de tipo “bridging”),
• una vocación (por consiguiente) inevitablemente elitista,
• una singular cultura que, derivada de los rasgos anteriores, socializa a los graduados de estas universidades convirtiéndolos en parte de una minoría alienada (“extranjeros en su país”).
Las universidades que bajo esta caracterización se vienen presto a la cabeza, independientemente de si se hallan o no emplazadas en la pre cordillera metropolitana, son aquellas estilo Los Andes, Adolfo Ibáñez, del Desarrollo, Finis Terrae, Gabriela Mistral…
De hecho, rectores y profesores de algunas de estas universidades han reaccionado al calor de este debate, como en los casos de las Universidades Adolfo Ibáñez, de Los Andes y del Desarrollo.
No se ha reparado suficientemente durante esta discusión, sin embargo, en las dificultades que entraña una adecuada categorización de las universidades chilenas. En efecto, si nos limitamos únicamente a aquellas aparentemente aludidas con el nombre “cota mil”, surgen de inmediato una serie de preguntas:
• ¿Son ellas efectivamente parte de un grupo distintivo?
• ¿No hace ninguna diferencia, acaso, su carácter mayormente confesional o secular?
• Las concepciones de mundo, o ideologías, que subyacen a sus diversos proyectos, ¿son todas ellas uniformemente conservadores, o elitistas, o pro-valores-empresarios, o de reforzamiento de la distinción cultural bourdiana?
• ¿Y poseen estas instituciones verdaderamente una similar composición social? (Parece evidente que no es así, al menos si se reviven las viejas categorías de análisis que distinguen fracciones y estratos dentro de la clase burguesa y se aplican a la nueva topografía social de la Región Metropolitana…).
• ¿Y tienen ellas un mismo grado de selectividad académico-social? (Es bien sabido que no ocurre así; unas sí, otras no… Por su lado, aún las más selectivas de este grupo lo son en menor grado que las Universidades de Chile y Pontificia Católica de Chile).
• ¿Su rasgo de relativo “cierre” social” no lo comparten acaso con otras universidades, ubicadas ciudad-abajo y no en la pre cordillera urbana?
En fin, la columna de Felipe Berríos ha tenido la virtud no sólo de desatar una polémica válida e interesante, sino de paso ha puesto al frente un vacío en los estudios sobre la educación superior de nuestro país. Cual es, que no contamos con una caracterización refinada de nuestras instituciones de educación superior ni disponemos de unas tipologías que nos permitan entender mejor su fisonomía y funciones en la sociedad.
Las categorías que usamos para dichos efectos –tales como universidades públicas o privadas; confesionales o laicas; conservadoras o progresistas; pluralistas o pastorales; de clase alta, media o baja; “cota mil” o de los barrios republicanos, etc.– pertenecen todas a la clase que Ulrich Beck llama categorías zombis. Esto es, “aquellas categorías que en algún momento se murieron pero siguen vivas y nos impiden percibir la realidad tal como es”.
Es un desafío, por tanto, que debiera interesar ante todo a los académicos que nos ocupamos de analizar los sistemas de educación superior.
Recursos asociados
Sociología crítica y políticas públicas (A propósito de algunos textos de Bourdieu), 30 marzo 2008
El sistema de educación superior en Chile: un enfoque de economía política comparada, 16 noviembre 2007
Nuevo libro: Guiar el Mercado. Informe sobre la Educación Superior en Chile, 14 agosto 2005, p. 197 y ss.
Informe sobre la Educación Superior en Chile: 1980-2003, Andrés Bernasconi y Fernando Rojas, 2005, cap. 4 [PDF, 1.1 MB]
La difícil tarea de clasificar universidades, Andrés Bermnasconi, 2006 [PDF, 125 KB]
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