Paul Krugman, economista, profesor de Princeton University y columnista desde el año 1999 del New York Times, escribió hace unas semanas un polémico artículo sobre por qué la empresa Toyota había decidido instalar su nueva planta automotriz en Ontario, Canadá, en vez de algún estado del sur de los EE.UU. ¿La razón? Aparentemente, la baja calidad de la fuerza de trabajo en este último país, en comparación con la calidad del capital humano disponible más al norte.

La capacidad de un país de atraer inversión extranjera directa, que en el caso de Chile es además el principal motor de transferencia tecnológica, depende efectivamente, en medida importante, de la disponibilidad de trabajadores, técnicos, profesionales y gerentes provistos de los conocimientos, competencias y habilidades requeridos para asegurar la productividad de dichas inversiones.
Suele afirmarse en algunos círculos que Chile corre el riesgo de perder su atracción para los inversionistas externos debido a la baja calidad de su capital humano.
Por el contrario, los datos no acompañan esta aseveración.
Por lo pronto, Chile ha sido, durante los últimos 20 años, uno de los países con mayor inversión directa extranjera en relación al tamaño de su producto, según muestra el World Investment Report (1991-2004) de la UNCTAD.
En seguida, los resultados de la Primera Encuesta de Opinión Empresarial sobre América Latina, organizada por el Consejo Superior de las Cámaras de Comercio Españolas el año 2001, y que abarcó a 197 empresas de ese país con inversiones en América Latina, destaca como una de las mayores fortalezas comparativas de Chile, precisamente, la calidad de su capital humano.
Un 72% encuentra buena o muy la la cualificación del capital humano de los funcionarios chilenos, un 77% la de los empresarios chilenos, y un 70% la de los trabajadores chilenos, conhtra 40%, 44% y 33%, respectivamente, para el promedio de los países latinoamericanos encuestados (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, México, Perú y Venezuela).
A su turno, la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio (AMCHAM) han dado a conocer recientemente los resultados de la Encuesta a Multinacionales con Plataforma en Chile [pdf], en la cual, entre los tres primeros factores invocados para haber optado por Chile se mencionan, en orden decreciente, “estabilidad económica” (86%), “seguridad” (82%) y “buena calidad de los profesionales” (77%).
Respecto de los factores que los encuestados multinacionales quisieran ver mejorados en Chile se menciona, en orden de prioridad, “manejo del idioma inglés” (59%), regulaciones laborales (36%) y la “baja oferta de técnicos calificados” (23%).
En suma, a la luz de estos antecedentes, parece difícil sostener que Chile estaría ante un eminente riesgo de perder atracción para los inversionistas extranjeros debido a la mala calidad de su capital humano. Por el contrario, éste es valorado por los inversionistas como uno de los factores positivos.
Lecturas asociadas
El desafío de la calidad y equidad en la educación chilena, de Dante Contreras y Gregory Elacqua, 2005 (Expansiva) [pdf]
Productividad, desigualdad y capital humano: los complejos desafíos de Chile, de Harald Beyer, Estudios Públicos, N° 97, 2005
Innovación en Chile, ¿dónde estamos?, de Daniel Lederman y William F. Maloney, 2004 (Expansiva) [pdf]
Capital Humano en Chile, de José Joaquín Brunner y Gregory Elacqua, 2003
El olvidado capital humano, de Eduardo Bitrán, 2002 (Expansiva)
Chile: Informe sobre capacidad tecnológica, de José Joaquín Brunner, 2001 [pdf]