Documento elaborado por INVERTEC y Fundación Chile bajo la dirección de CORFO, Subgerencia de Programas de Desarrollo, 2001
Informe (Parte I) disponible como Download file [pdf]
Informe (Parte II) disponible como Download file [pdf]
Capítulo 1 El mercado de la educación
Capítulo 2 Dimensionando la industria educativa chilena
Capítulo 3 Oportunidades para el desarrollo de la industria educativa

En el mundo entero la educación está dejando de ser concebida como una actividad centrada en un grupo de edad específico, provista a través de los medios tradicionales de la institución escolar. Empieza a entenderse, en cambio, como una empresa colectiva que sirve a un número cada vez mayor de personas de distintas edades, a lo largo de la vida, y que provee una amplia gama de oportunidades de aprendizaje a través de diferentes medios.
Dentro de los cambios que trae consigo el desplazamiento de la educación en estas nuevas direcciones, uno de los más significativos es el surgimiento de la industria educacional en el nivel internacional. Esta comprende el conjunto de organizaciones dedicadas a proporcionar bienes y servicios de enseñanza, capacitación y aprendizaje al mercado, con criterio comercial y motivo de ganancia.
Sus actividades incluyen tres clases principales de productos:
• Programas de contenido curricular, conducentes habitualmente a un grado o título, o a la demostración de una competencia en los niveles preescolar, K-12, terciario, de postgrado, de educación especial y de adultos o de capacitación empresarial. Pueden ser ofrecidos sobre una base presencial, a distancia, o a través de modalidades mixtas.
• Bienes educacionales, consistentes en materiales, equipamiento y productos para el proceso de enseñanza y aprendizaje. Incluyen textos, material didáctico, equipos científicos o para la enseñanza vocacional, hardware y software educativo, videos, productos multimedia, conexiones a redes electrónicas, etc.
• Servicios, de variado orden y que son requeridos para el funcionamiento de un sistema de redes de enseñanza y aprendizaje, con diversos grados y modalidades de institucionalización. Entre ellos: servicios de información para los usuarios, preparación para pruebas y exámenes, programas tutoriales o de reforzamiento, perfeccionamiento de docentes, clases privadas de apoyo, certificación de competencias, administración de procedimientos de acreditación, evaluación de desempeño, consultorías de gestión escolar, entrenamiento de personal directivo y administrativo educacional, servicios de gestión delegada de establecimientos educacionales, etc.
De acuerdo a la definición de actividades de la industria, sus principales componentes o actores pueden clasificarse en tres tipos:
1. Establecimientos educacionales privados “for profit” que ofrecen programas curriculares oficialmente reconocidos.
2. Organizaciones y empresas que se especializan en la oferta de programas educacionales y de capacitación, incluyendo elementos coadyuvantes como diseño de currículum, identificación de necesidades de formación, evaluación de resultados, etc.
3. Empresas proveedoras de bienes y servicios para el mercado educacional, sea que se trate de empresas de la propia industria o de otros sectores industriales que proporcionan dichos bienes o servicios como complemento de sus productos principales, o como productos independientes
Del lado de los consumidores de la industria educacional se encuentra la parte principal de la mayoría de los sistemas escolares K-12 del mundo, que opera con financiamiento público y sin criterio comercial de ganancia, junto a empresas, gobiernos, organizaciones del tercer sector, individuos y familias.
El mercado de la industria educacional en el nivel mundial ha sido estimado gruesamente en dos billones de dólares (millón de millones), lo que representa alrededor de un 7% del PGB global. La cifra que proviene de sumar el gasto público en educación de todos los países y de una estimación respecto del gasto adicional de los privados en educación preescolar, K-12, terciaria y capacitación dentro de las empresas.