Entrevista sobre educación superior
Abril 21, 2008

udp.gif
En el sitio de la Universidad Diego Portales (UDP) se publica hoy 21 de abril una entevista sobre el estado actual y desafíos de la educación superior chilena.

Ver a continuación la introducción y más abajo el texto completo de la entrevista.

José Joaquín Brunner, experto en políticas educacionales:
“El sector privado de la educación superior es un jugador vital sin el cual no se explicaría la masificación de oportunidades educacionales”

La flexibilización de las mallas curriculares; la validez del grado académico, así como el aporte que ha realizado la educación superior privada, son algunos de los temas que el investigador del Instituto de Ciencias Sociales (ICSO) de la UDP, analiza en esta entrevista.

Por Natalia Opazo Gana
Periodista

Sin duda que los últimos tiempos han sido de fuertes remezones en el terreno de la educación. La entrega del informe del Consejo Asesor Presidencial, el caso subvenciones y la suspensión de la ministra de la cartera por dicho conflicto en el Congreso, son sólo ejemplos de la arena movediza en la que se desenvuelve a todo nivel la educación.

José Joaquín Brunner, académico e investigador del ICSO y experto en la temática, es enfático al señalar que parte del problema está en la administración del ministerio, pues el Estado tiende a centrar sus mayores esfuerzos a nivel escolar, por ello, a medida que los integrantes del sistema crecen, la cabeza de éste aparece como insuficiente en sus esfuerzos para lidiar con el aparato universitario.

De ahí que el funcionamiento del mundo universitario, y su actualización, sea uno de los temas prioritarios en la investigación docente, pues los fenómenos de cambios que está viviendo la educación superior a nivel de estudiantes, estatutos, condiciones de acceso, oferta de conocimiento y procesos de organización, requieren una preocupación especial no sólo del Estado, sino también de quienes están dentro de ella: las universidades, sus académicos y alumnos.

La necesidad de una modificación curricular

Para abrir nuevamente el debate en torno a este tema, durante la inauguración del año académico de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación de la UDP, José Joaquín Brunner dictó la conferencia “Cómo las universidades responden a los nuevos desafíos de su entorno: visiones comparativas”, y destacó, entre otras cosas, la iniciativa internacional, especialmente en el continente europeo.

Durante el encuentro con académicos y autoridades de la UDP, el investigador hizo un repaso por el nuevo escenario del sistema universitario, se refirió a la diversidad que existe hoy en día entre la masa de jóvenes -muchos de ellos provenientes de los últimos tres quintiles socioeconómicos-, que ingresan a la universidad, motivados especialmente por la amplia oferta de casas de estudios; programas de becas y beneficios que cada una posee; e hizo hincapié en la necesidad de que el sistema los provea de nivelación de aprendizaje que les ayude a progresar en sus carreras, porque de lo contrario “esos alumnos terminan desertando muy tempranamente, con un enorme costo para ellos pero también para la universidad”

Recursos asociados

J. J. Brunner, Los negocios y el lucro universitarios, 20 abril 2008

J. J. Brunner, Opinión sobre el Informe del Consejo Asesor Presidencial para la Educación Superior, 16 abril 2007

J. J. Brunner, Cómo las universidades responden a los nuevos desafíos: visiones comparativas, 8 abril 2008

J. J. Brunner, Chile: State, markets and institutions in Higher Education, 19 marzo 2008

J. J. Bruner et al, Coloquio sobre la marcha de la educación superior en Chile, 24 enero 2008

J. J. Brunner y D. Uribe, Mercados universitarios: El nuevo escenario de la educación superior, noviembre 2007 (libro, texto completo disponible)

brunner2.jpg José Joaquín Brunner, experto en políticas educacionales:
“El sector privado de la educación superior es un jugador vital sin el cual no se explicaría la masificación de oportunidades educacionales”

La flexibilización de las mallas curriculares; la validez del grado académico, así como el aporte que ha realizado la educación superior privada, son algunos de los temas que el investigador del Instituto de Ciencias Sociales (ICSO) de la UDP, analiza en esta entrevista.

Por Natalia Opazo Gana
Periodista

Sin duda que los últimos tiempos han sido de fuertes remezones en el terreno de la educación. La entrega del informe del Consejo Asesor Presidencial, el caso subvenciones y la suspensión de la ministra de la cartera por dicho conflicto en el Congreso, son sólo ejemplos de la arena movediza en la que se desenvuelve a todo nivel la educación.

José Joaquín Brunner, académico e investigador del ICSO y experto en la temática, es enfático al señalar que parte del problema está en la administración del ministerio, pues el Estado tiende a centrar sus mayores esfuerzos a nivel escolar, por ello, a medida que los integrantes del sistema crecen, la cabeza de éste aparece como insuficiente en sus esfuerzos para lidiar con el aparato universitario.

De ahí que el funcionamiento del mundo universitario, y su actualización, sea uno de los temas prioritarios en la investigación docente, pues los fenómenos de cambios que está viviendo la educación superior a nivel de estudiantes, estatutos, condiciones de acceso, oferta de conocimiento y procesos de organización, requieren una preocupación especial no sólo del Estado, sino también de quienes están dentro de ella: las universidades, sus académicos y alumnos.

La necesidad de una modificación curricular

Para abrir nuevamente el debate en torno a este tema, durante la inauguración del año académico de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación de la UDP, José Joaquín Brunner dictó la conferencia “Cómo las universidades responden a los nuevos desafíos de su entorno: visiones comparativas”, y destacó, entre otras cosas, la iniciativa internacional, especialmente en el continente europeo.

Durante el encuentro con académicos y autoridades de la UDP, el investigador hizo un repaso por el nuevo escenario del sistema universitario, se refirió a la diversidad que existe hoy en día entre la masa de jóvenes -muchos de ellos provenientes de los últimos tres quintiles socioeconómicos-, que ingresan a la universidad, motivados especialmente por la amplia oferta de casas de estudios; programas de becas y beneficios que cada una posee; e hizo hincapié en la necesidad de que el sistema los provea de nivelación de aprendizaje que les ayude a progresar en sus carreras, porque de lo contrario “esos alumnos terminan desertando muy tempranamente, con un enorme costo para ellos pero también para la universidad”

¿Parte de la diversidad entonces implica modificaciones en los planes curriculares?
Sí, abrir oportunidades reales para que los estudiantes se puedan movilizar y vayan construyendo su propia trayectoria de aprendizaje dentro de la universidad a través del método más conocido, que es el de acumulación de créditos de aprendizaje, es decir, tenemos que tender hacia carreras ojalá de una duración adecuada a la formación. Es probable que hoy las disciplinas estén sobrecargadas de contenidos y eso es algo que responde bien a la diversidad de alumnos; cuando uno tiene de todo un poco, un currículum extraordinariamente rígido, uniforme e igual para todos es como pretender vestir a todos con exactamente el mismo traje, y eso es lo que ya no se puede hacer en las universidades porque son muy variopintas desde el punto de vista del ingreso y los alumnos que admite.

¿Es posible alcanzar un mayor nivel de especialización de las profesiones a través de las mallas de pregrado?
No, definitivamente no. Eso está cada vez más claro. Los países con mayor tradición universitaria como Inglaterra y EE.UU. se están moviendo hacia una formación de pregrado que es más generalista, sabiendo que las especializaciones son muchas, crecientemente detalladas y se adquieren en buena medida en la práctica profesional, por lo tanto, lo que se requiere es una muy buena base de formación general para luego aprovechar los cambiantes conocimientos especializados que todas las profesiones producen hoy en día.

Desde este punto de vista, lo que se necesita es una revisión a fondo de los planes curriculares, de manera de asegurarse que en los primeros tres o cuatro años los estudiantes obtengan una formación general de calidad y adquieran competencias que les permitan seguir aprendiendo a lo largo de la vida. Una vez terminado eso debieran examinar un primer postgrado.

¿Está Chile caminando hacia esa tendencia?
Algunas universidades se están moviendo en esa dirección, tanto privadas como con aporte fiscal. Éstas intentan definir cuáles son estas competencias genéricas de aprendizaje que todos los alumnos, cualquiera sea su opción vocacional, tienen que tener y en ese sentido sí se puede decir que Chile, tímidamente, se está empezando a mover en esa dirección.

Primer grado con sentido académico

¿En qué estado se encuentra la valoración del título de pregrado por sí solo en el mundo laboral?
Lo que pasa es que no tenemos experiencia de eso todavía, y ese es un problema que están enfrentando ahora los países europeos en virtud de este proceso que se llama “Proceso de Bolonia” -nueva dimensión europea de la enseñanza superior que supondrá que las naciones tendrán un sistema comparable, estructurado en titulaciones de grado (de tres a cuatro años), masters oficiales y doctorado- y que implica la revisión de toda su estructura curricular, en el que el primer grado entregado llevaría el nombre de bachillerato. Este bachillerato o licenciatura no siempre tiene el debido reconocimiento del mercado laboral porque es una innovación, y por lo tanto, la capacidad de señalizar del grado, del certificado, no está bien entendida en el mundo del trabajo.

Las innovaciones siempre requieren de transiciones y acá en Chile existe una clara noción del título profesional universitario, al cual se le reviste de muchos sentidos simbólicos entre otras cosas; nunca se le ha dado importancia al grado académico, y no hay mayor noción de lo que podría significar una licenciatura y mucho menos, algo como el bachillerato. Al contrario éste se usa más como grado interno dentro de la universidad, como una formación general de dos años que le permite después al estudiante cambiarse a la carrera propiamente profesional, pero en realidad esta no es la idea de lo que se está discutiendo en el mundo. Lo que se busca es tener un primer grado que tenga sentido académico, pero a la vez lo tenga también en el mercado laboral.

¿Están las universidades chilenas más cercanas a esta tendencia generalista que vive la educación superior en Europa y EE.UU?
La idea es adoptar una arquitectura general de grado, pero dentro de eso cada universidad hace su propia estrategia y define sus propios contenidos. Yo creo que en el estado actual en el que se encuentra el sistema, hay grandes dificultades. Las universidades han aprendido a competir entre sí, pero tienen dificultad para colaborar entre ellas, y la realidad del sistema requiere las dos cosas: competencia, pero en ciertas cosas también cooperación.

El mero hecho de que no exista en Chile un organismo representativo de las universidades como tienen todos los países ya dice algo al respecto. Hay un consejo llamado de rectores que agrupa a menos de la mitad de las instituciones, lo cual muestra que no hay todavía suficiente conciencia de esta necesidad de emprender, en conjunto, cierto tipo de acciones que no pueden realizarse si no es de manera mancomunada.

¿Falta una visión más de gremio en ese sentido?
Falta más una visión de colaboración, porque de gremio podría apuntar a la mera idea de que hay ciertos intereses corporativos que defender, lo cual es legítimo, pero la verdad es que además del aspecto gremial está la elaboración de proyectos conjuntos o propuestas de carácter nacional, donde efectivamente las universidades hasta acá no han sido capaces de hablar con una sola voz.

La evolución del sistema privado

¿En qué pie se encuentran las universidades privadas frente a las estatales hoy? Tomando en cuenta que la tendencia ya no las muestra como la ‘segunda opción’ de muchos.
Obviamente que el sector privado universitario–como aporte a la educación- goza cada vez de una mayor legitimidad y es más atractivo. Luego vienen todas las diferencias internas que se dan en su interior como ocurre también en las universidades que tienen aporte fiscal. Todas las casas de estudio son distintas, hay algunas que hoy día compiten efectivamente por los mejores alumnos, otras están iniciando interesantes actividades de investigación, cosa que es difícil de hacer cuando no se tiene el apoyo financiero directo del Estado y va a demorar un buen tiempo hasta consolidarse, pero qué duda cabe que actualmente el sector privado de la educación superior es un jugador vital sin el cual no se explicaría la masificación de oportunidades educacionales.

La gran cantidad de recursos que hoy circulan tienen en su gran mayoría origen privado y lo que hace falta es una política más consistente desde el Estado al conjunto del sistema, reconociendo que tiene que tratar a todas las universidades a través de su mérito y de manera igualitaria cuando, por ejemplo, son acreditadas. Ya no se puede seguir haciendo una división entre las formas de propiedad y de gestión que tienen las universidades, porque eso al final no es lo relevante.

En ese sentido ¿Ayuda o perjudica al sistema la aparición de estos rankings aparecidos cada cierto tiempo?
Los rankings son inevitables en el sistema competitivo que tenemos en Chile y en otras partes del mundo. Lo que ocurre es que si ese es el único medio de información, más la publicidad de las universidades, efectivamente estamos en un problema. El mercado de la educación superior de pregrado necesita niveles mayores de transparencia, y eso debiera estar dado por un estatuto público de obligación de las instituciones de información sobre determinados aspectos, de la misma forma como estamos haciendo estatutos de transparencia para que los organismos públicos den a conocer sus procesos sobre una serie de cuestiones.

Esta es una tendencia que en muchos países se hace también respecto del sistema universitario, sea para públicas y privadas. Acá no existe eso, por lo tanto, los ranking pueden llegar a tener un peso exagerado dentro de la imagen que la gente se va formando de la realidad del sistema: en cómo opera, qué ofertas va presentando y sobre las instituciones, etc. Creo que son un aporte, lo que pasa es que debieran estar contrastados y contrapesados por otro tipo de información que las universidades deben estar dispuestas a entregar y que el Estado tiene la obligación de requerir de ellas; así como el Estado tiene que mejorar su propia información sobre el sistema de educación superior, por el momento bastante pobre.

0 Comments

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

PUBLICACIONES

Libros

Capítulos de libros

Artículos académicos

Columnas de opinión

Comentarios críticos

Entrevistas

Presentaciones y cursos

Actividades

Documentos de interés

Google académico

DESTACADOS DE PORTADA

Artículos relacionados

Disminuida asistencia a colegios

CONTINÚA LA TENDENCIA A LA BAJA EN LA ASISTENCIA A CLASES: SÓLO EL 68% FUE AL COLEGIO EN JUNIO CIAE, 22 de Julio de 2022 El Monitoreo Escolar en Pandemia de junio indica que la asistencia diaria a los establecimientos educacionales fue de 68% en promedio, continuando...

Share This