Gratuidad en Educación Superior vía Impuestos a la Acumulación de Capital Humano: Propuesta Inconveniente
Ricardo Espinoza, University of Maryland
Sergio Urzúa
University of Maryland, NBER y ClapesUC
30 de Marzo 2015
Resumen
Este documento analiza técnicamente la propuesta de financiar la gratuidad en la educación superior chilena mediante un impuesto a los graduados. Discutimos las dificultades técnicas de su implementación, sus distorsiones e incentivos indeseados. Concluimos que el costo de la transición desde un modelo como el actual a uno en que los graduados futuros financien vía un impuesto especial a los estudiantes presentes, generaría un déficit fiscal de cerca de US$ 20.000 millones de dólares en los primeros 13 años de operación del sistema. Además, en base a ejercicios de simulación basados en un simple modelo empírico, demostramos que la opción del impuesto sería financieramente conveniente sólo para un tercio de los alumnos (respecto de la alternativa de un crédito).
Palabras claves: Gratuidad, educación superior, impuesto a graduados, políticas educacionales, responsabilidad fiscal.
Bajar el documento aquí: http://clapes.uc.cl/wp-content/uploads/2015/03/Gratuidad-en-Educacio–n-Superior-vi–a-Impuestos-a-Capital-Humano_v11-2.pdf
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Impuesto a titulados generaría pérdidas al fisco por US$ 20.000 millones en 13 años
Análisis de investigadores chilenos da cuenta de problemas para financiar la gratuidad. Según estudios, gratuidad costaría US$ 5.000 millones y US$ 8.000 si se agrega el factor calidad.
por Daniela Muñoz , La Tercera – 09/04/2015 – 02:15
La gratuidad en educación superior, financiada mediante un impuesto a los titulados, es vista como una “propuesta inconveniente” por los investigadores Sergio Urzúa y Ricardo Espinoza. En un documento plantean dificultades técnicas en su implementación, distorsiones, incentivos indeseados y un déficit para el fisco que podría llegar a los US$ 20.000 millones en los primeros 13 años de operación del sistema.
Los investigadores sostienen que se puede inferir que esta política implicaría que los primeros ingresos para financiar la gratuidad llegarían a las arcas fiscales después de varios años de haber comenzado el sistema. Esto sería después de que la primera generación de titulados comience a trabajar.
En el documento señalan que en un sistema de ese tipo los ingresos alcanzarían a cubrir los costos cuando existe una suficiente cantidad de graduados, con cuyos impuestos se logre financiar la educación de los alumnos vigentes. “Esto implica que desde su implementación hasta que llegue ese momento, 13 años según nuestros cálculos, los costos superarán a los ingresos, generándose así un déficit, cuyo peso recaerá sobre el fisco”. Y ese monto lo calculan en US$ 20.000, de acuerdo a un impuesto del 8,5% del sueldo de los graduados.
Para Urzúa y Espinoza una mejor alternativa de financiamiento de la educación superior es mediante créditos. Patricio Espinoza explicó que “esto no significa que el sistema actual de créditos sea perfecto, pero aplicando mejoras resulta mucho más conveniente que impuestos de por vida”.
Espinoza añadió que “si yo como alumno quiero estudiar una carrera determinada y hay dos tipos de universidades -una gratis que cobre un impuesto al salir y otras donde se paga el arancel anual- al analizar económicamente y comparar me doy cuenta que sería más caro tener una educación gratuita hoy porque me van a sacar una fracción muy grande de mi sueldo. Esto será mucho mayor al costo del programa y a haber tomado la opción de un crédito”.
De acuerdo al análisis de Urzúa y Espinoza, un impuesto podría significar un descuento del 8,5% del sueldo de por vida, costo mucho mayor que pagar un crédito con un interés del 6% por los años que un estudiante pacte con un banco.
Los autores creen que la gratuidad “es una política regresiva” y por esto estiman que es “errada”, según indicó Espinoza.
Además, plantean que los costos llegar%
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