Un interesante Foro se ha abierto en el Portal EducarChile sobre Educación 2020.
La pregunta que motiva el debate es:
¿Resulta posible lograr que el 20% más pobre de los estudiantes tenga la misma calidad de educación que el 20% más rico en el año 2020?
Responden Juan Eduardo García Huidobro, Decano de la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado, y Marcela Cubillo, Diputada UDI.
Ver las respuestas de ambos más abajo.
Seguir el Foro ciudadano aquí.
Juan Eduardo García Huidobro
Académico de la U. Alberto Hurtado. Ex presidente del Consejo Asesor para la Calidad de la Educación
Yo estoy un poco atravesado con la propuesta “Educación 2020”. Creo en los sueños. La buena política tiene mucho de ellos; sin sueños no se cambian las realidades. Hacía mucho tiempo que no aparecía un sueño en educación que capturara en forma tan inmediata la imaginación y la voluntad de miles de personas, y, por lo tanto, hay que ser cuidadoso para no matarlo.
Desde otro ángulo, lo que se oye de 2020, tiene un dejo de simplificación que paraliza. La meta es irreal, no es posible lograr que en 12 años el 20% más pobre pueda acceder a una educación de igual calidad que el 20% más rico. Uno debería determinar mejor lo posible y admitir que lo que sí se podría conseguir, y ya es mucho, es que la calidad y las remuneraciones de los docentes que enseñan en el 20% más rico y más pobre sean equivalentes.
Lo otro que complica es que la iniciativa posee un foco excesivo y unilateral en los profesores, desconociendo otras cosas muy centrales, como el ambiente educativo de los colegios, los graves problemas institucionales de la educación municipal, la extrema segregación social de nuestro sistema educativo.
Es valioso resaltar la importancia de los profesores y buscar caminos para lograr que los estudiantes más talentosos sigan la carrera docente. Lo malo es que el proyecto parece sugerir que “el” gran problema de Chile es que tenemos malos profesores, lo que es injusto; se da a entender que si se cambian los profesores, jubilando a los actuales y trayendo otros desde el extranjero o desde otras profesiones, se soluciona el problema. ¡Me temo que no es así!
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Marcela Cubillos
Diputada de la república por Ñuñoa – Providencia.
¡Sí se puede!. Para lograrlo es necesario poner el foco en tres cosas:
1. El alumno. Es el alumno el centro de nuestros esfuerzos en materia educativa, por eso defendemos el derecho de ese alumno y de su familia a elegir la escuela donde quiera educarse. El hecho que la subvención preferencial sólo la pueda llevar el niño a determinadas escuelas es una limitación que no se justifica. Si ese niño vulnerable prefiere ir a un colegio de su comuna con mejores resultados, pero que no ha celebrado un convenio con el MINEDUC, ¿por qué impedírselo? Se debe dar siempre la opción a ese niño de elegir el mejor colegio sin importar si es estatal o particular subvencionado.
2. El financiamiento. La Alianza hizo en 2007 una completa propuesta que fijaba la subvención con criterios técnicos conforme a lo que nosotros llamábamos un modelo de escuela eficiente. Es urgente saber de verdad cuánto cuesta una subvención para dar educación de calidad y poner como prioridad que el gobierno la fije conforme a esos criterios.
3. Dignificar y fortalecer la carrera docente. Para esto es esencial modificar el estatuto docente para poder dar incentivos a los buenos profesores. Urge un sistema eficiente de evaluación docente y programas de capacitación.
En definitiva, sí se puede, pero sólo si se aborda la educación con criterios técnicos poniendo el acento en el alumno, el financiamiento y los profesores, pero no en los aspectos ideológicos que sólo dividen y retardan los avances. Buenas escuelas, sin importar quién es el dueño; familias con derecho a elegir escuela; y profesores cada vez más capacitados, respetados y bien remunerados, pero evaluados con estándares proporcionales de exigencia.
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