“Las universidades tienen que convertirse en agentes de transformación social”

Las universidades deben trascender su rol convencional como proveedoras de conocimiento para convertirse en agentes de transformación social. Esto implica participar en investigación transdisciplinaria, formar alianzas comunitarias y alinear sus misiones con los objetivos de desarrollo globales y regionales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2063 [de la Unión Africana].

«La universidad que queremos es aquella que cocrea conocimiento con la sociedad, aborda desafíos apremiantes en colaboración con las comunidades y desempeña un papel proactivo en la construcción de futuros equitativos y sostenibles», explicó la profesora Birgit Schreiber ante unos 30 líderes institucionales, entre ellos vicerrectores, vicerrectores adjuntos, gestores académicos y responsables de políticas de educación superior de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), en Lusaka, Zambia.

«Las universidades ahora son espacios colaborativos, responden mejor a las comunidades y se involucran más con ellas. Quieren que su investigación tenga un impacto social y, por lo tanto, la universidad se renueva y se convierte en un socio en la creación de conocimiento”, afirmó Schreiber, directora estratégica de liderazgo y desarrollo profesional de la Asociación de Universidades Regionales de África Austral (SARUA).

Schreiber intervino en un taller previo a la conferencia de SARUA, titulado “Liderando la Educación Superior en África: Navegando con Impacto”, en Lusaka.

Schreiber destacó que, en una era marcada por “problemas complejos”, las instituciones de educación superior de toda África necesitaban replantear sus roles, reconfigurar sus sistemas y adoptar un liderazgo transformador como motor fundamental del cambio, el impacto y la relevancia continua.

Señaló que los líderes universitarios deben asumir la responsabilidad de abordar los desafíos existentes, como la toma de decisiones éticas, la escasez de recursos, la globalización, la justicia social y las cambiantes necesidades sociales, cultivando un enfoque progresista y aprovechando estrategias colectivas para alcanzar los objetivos institucionales y continentales.

Liderazgo transformador

. El desarrollo del liderazgo, identificado como un factor clave para lograr un cambio transformador a nivel mundial, también ha sido fundamental para que las universidades africanas alcancen su propósito institucional. Contribuye a sus objetivos socioeconómicos y de desarrollo nacionales y regionales.

«Para liderar eficazmente en tiempos de incertidumbre, las universidades deben desarrollar su capacidad de acción colectiva, democrática y equitativa, así como su visión estratégica. Esto implica desmantelar los enfoques jerárquicos para abordar los problemas, explorar escenarios futuros, evaluar riesgos y oportunidades, y diseñar estrategias flexibles que se adapten a las condiciones cambiantes. La visión prospectiva permite a los líderes pasar de la resolución reactiva de problemas a la visión proactiva», señaló Schreiber.

En el corazón de la transformación se encuentran culturas institucionales obsoletas. Los líderes deben fomentar culturas que fomenten la equidad, la confianza, el aprendizaje y la colaboración. El cambio no se impone simplemente; se cultiva a través de las relaciones, las experiencias compartidas y la reflexión colectiva.

En entornos culturalmente diversos, la comunicación intercultural y la adaptabilidad se convierten en competencias esenciales de liderazgo. Comprender los matices de la comunicación de alto y bajo contexto es fundamental para construir equipos cohesionados y entornos inclusivos”, explicó.

Transformación dentro y fuera de las universidades.

Enfatizó que los modelos de liderazgo tradicionales centrados en el control, la jerarquía y la estabilidad no estaban bien preparados para abordar los desafíos actuales. Sin embargo, los modelos de liderazgo arraigados en la igualdad, la integridad, la colaboración y la valentía para impulsar un cambio profundo y sistémico hacia la justicia social eran ahora cruciales. Una gestión eficaz del cambio incluía la asunción de riesgos, la participación comunitaria y la anticipación de los reveses, respaldada por una comunicación eficaz y la alineación de valores.

El cambio transformador dentro de las universidades no se lograría mediante intervenciones aisladas, sino mediante un cambio sistémico que requiere una reevaluación de las estructuras de poder, el desmantelamiento de los modelos de gobernanza jerárquica y la promoción de enfoques pedagógicos relevantes y comprometidos.

Movilizar a las partes interesadas internas y externas, integrar valores en el sistema, identificar y promover a los líderes, capacitar al personal, mitigar la resistencia, anticipar los reveses y gestionar los riesgos eran aspectos esenciales para navegar con impacto y lograr la transformación dentro y fuera de las universidades.

Schreiber señaló que Muchas universidades africanas estaban aplicando buenas prácticas de liderazgo para fortalecer sus instituciones. Hubo ejemplos en Zambia y Zimbabue donde las prácticas de liderazgo ayudaron a alcanzar los objetivos institucionales, a pesar de condiciones difíciles como cortes de energía, salarios mínimos y fondos gubernamentales limitados.

El profesor Paul Gundani, vicerrector de la Universidad Abierta de Zimbabue (ZOU), quien participó en el taller, declaró a University World News que era esencial “que nos alejemos de las jerarquías de poder hacia una democratización del conocimiento, donde las universidades se conviertan en el motor de la creación de una vida mejor para todos”.

En respuesta al llamado de Schreiber de que las universidades deberían ser impulsoras del cambio social, Gundani dijo: “África necesita rediseñar el concepto de universidad con un nuevo enfoque que no sea tomado del Norte y las universidades deben permitir que los estudiantes desarrollen una visión completamente nueva de la vida y generen riqueza comunitaria en lugar de simplemente querer ser empleados”.

Al alinear la institución con las necesidades sociales y adoptar un enfoque pedagógico comprometido, el alumnado y el profesorado de ZOU han creado cursos cortos que abordan los problemas más urgentes de las comunidades circundantes, como el abuso de drogas y sustancias, la educación financiera y el aprendizaje en la era digital.

“Estos cursos abarcan diferentes disciplinas y se crean para ayudar a las comunidades a comprender sus propias vidas, en colaboración con nuestras universidades”, afirmó.

Además de destacar la inclusión del alumnado en el diseño de los cursos, Gundani destacó que esta iniciativa también confirma la importancia del aprendizaje permanente y de la democratización de las tecnologías.

Para lograrlo mediante la enseñanza y el aprendizaje, se está facilitando el acceso a través de aplicaciones en línea como YouTube y WhatsApp.