Alzas históricas en SIMCE, pero con llamado de atención en género y segundo medio
De acuerdo a los entregados por la Agencia de la Calidad de la Educación, existe una mejora en los resultados de cuarto básico, tanto en lectura como en matemáticas, pero importantes desafíos en sexto básico y segundo medio, así como en brecha de género. Investigadores del CIAE y académicos del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile entregan algunas pistas para analizar los resultados.
Avances en cuarto básico, con foco en los grupos socioeconómicos bajo y medio bajo
Los estudiantes de 4° básico lograron puntajes históricos en las evaluaciones de lectura y matemática, los más altos desde 2002. En lectura, el puntaje promedio aumentó 6 puntos, alcanzando 278, mientras que en matemática subió 5 puntos, llegando a 264.
Para el director del CIAE y académico del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile, Juan Pablo Valenzuela, estas son noticias para celebrar:
“La mejora a nivel mundial siempre es paulatina y lenta y estable. Sin embargo, en el SIMCE de cuarto básico teníamos un gran deterioro producto de la pandemia. Pero ya el año pasado teníamos una recuperación casi completa y este año no solo se cerró la brecha de la pandemia, sino que también se superó el nivel de aprendizaje previo a ésta”.
Si bien prácticamente todos los grupos socioeconómicos tuvieron alzas, destacan la de los estudiantes de niveles socioeconómicos bajo y medio bajo, con incrementos de 8 y 9 puntos en matemáticas; y 7 y 9 puntos en lectura respectivamente. “Estos resultados dan cuenta de que hay más equidad, porque la brecha entre niveles socioeconómicos bajos y altos se ha acortado. Es decir, es una mejora con equidad”, sostiene Valenzuela.
En cuanto a los factores que explican esta alza, los expertos sostienen que hay que investigarlos, pero que la evidencia anterior permite entregar algunas pistas: “Un resultado tan notable requiere mucho más estudio para explicarse. Mi hipótesis sería que han sido los esfuerzos focalizados en los estudiantes con mayor rezago lo que está dando sus frutos, el antecedente más directo es obviamente todo el trabajo de recuperación post pandemia”, sostiene el investigador del CIAE, Cristian Bellei.
Para Valenzuela, estudios como el monitoreo COVID-19, realizado en conjunto con la Escuela de Gobierno de la UC, dan algunas pistas: “En promedio, cada establecimiento desarrollaba 3 innovaciones de enseñanza-aprendizaje.Tenemos comunidades educativas de alta innovación, cuyo trabajo está dando frutos”, sostiene Valenzuela.
Bellei añade también algunas políticas educativas, como la Ley de Inclusión o la Nueva Educación Pública, que han establecido medidas de apoyo a los sectores medio-bajos y bajos. “De hecho, son estos sectores los que en verdad alcanzan su máximo histórico. Esto es consistente con la evidencia de los años 90 en los que hubo muchos programas focalizados, y también con evidencia internacional. Algo que los colegios y las políticas educacionales saben hacer relativamente bien es ‘subir el piso’ del sistema escolar”, agrega Bellei.
Baja en sexto básico en matemática
En este nivel educativo, que no se rendía desde 2018, se registró una disminución de 6 puntos en matemática, mientras que en lectura los resultados se mantuvieron (1 punto de descenso, lo cual no es estadísticamente significativo). En este nivel, el 37% de los estudiantes no maneja los contenidos mínimos en lectura y matemáticas, registrándose, además, en este último grupo un alza de 5 puntos respecto de 2018.
“Esos estudiantes estaban en segundo básico cuando comenzó la pandemia. Entonces durante gran parte de su ciclo básico, estuvieron en pandemia y es la generación que probablemente tuvo un efecto más negativo, producto de esa emergencia. Se requiere políticas especiales para estas generaciones, las que hasta ahora no han existido”, sostiene el investigador del CIAE y profesor del Instituto de Estudios Avanzados en Educación, Xavier Vanni.
Para Soledad Estrella, investigadora asociada del CIAE, este resultado plantea un desafío crítico: “6° básico es una etapa clave en la transición hacia contenidos que requieren mayor abstracción en la asignatura de matemática. Es fundamental analizar si la caída se debe a factores en la progresión curricular, cambios metodológicos o brechas en la enseñanza post-pandemia”.
Se mantienen resultados en segundo medio, pero no se revierte la baja
En segundo medio, se mantuvieron los resultados en lectura y matemáticas respecto de 2023, pero no se logró revertir el deterioro de una década cuando los resultados comenzaron a bajar después del peak de 2012. “Si bien los resultados se mantienen relativamente estables, lo hacen desde un nivel relativamente bajo, por lo tanto, en ese nivel, la mitad de los estudiantes no domina los contenidos mínimos y eso es un desafío urgente a nivel país”, explica Xavier Vanni.
Cristian Bellei agrega algunas características propias del nivel: “Mover los logros de un adolescente que acumula ya 8 o 10 años de escolaridad es mucho más difícil que los de un niño que está entrando a la escuela. En este grupo etario, el desencanto y desenganche con la educación formal, y el atractivo de otras formas de socialización como las redes sociales, parecen estar teniendo un efecto importante en su disposición y desempeños, pero insisto, esto es aún una hipótesis en el caso chileno”.
Los expertos sostienen, además, que la Educación Media que no ha habido políticas exclusivas para ella en los últimos años. “No hay políticas y acciones exclusivas para Media ni para esas brechas en específico que se generaron por la pandemia. Estos resultados indican que pidamos con urgencia qué se va a hacer para esos grupos en particular. Este es un desafío de Estado”, sostiene Valenzuela.
Se mantiene y acrecienta la brecha de género en matemáticas
Uno de los resultados más preocupantes es que la brecha de género se mantiene -o incrementa- en Matemática para todos los niveles analizados. Así, para 4° básico, mientras los hombres subieron de forma significativa a 271 puntos promedio, seis más que en 2023 y alcanzaron su mejor promedio histórico; las mujeres sólo subieron cinco puntos en relación a 2023. De esta forma, la brecha de puntaje a favor de los hombres, que antes de la pandemia era de entre 3 y 4 puntos, se mantiene en 13 puntos.
Similar situación ocurre en sexto básico, donde las mujeres presentaron una caída significativa en su puntaje (-10 en comparación con el escenario prepandemia de 2018), llegando a los 240 puntos frente a los hombres, quienes promediaron 249. En II° medio, la brecha se mantuvo en 9 puntos en favor de los hombres y no se logró recuperar los niveles prepandémicos, cuando la brecha había logrado cerrarse a 4 puntos (2018).
Para la investigadora del CIAE y académica del Instituto de Estudios Avanzados en Educación, Lorena Ortega, esta situación contradice la tendencia de otros países de América Latina, donde sí se han ido cerrando las brechas. “Vemos en evaluaciones internacionales como PISA, que, mientras los países de la región venían sistemáticamente mejorando la brecha, aún siendo negativa, sólo Chile aumentó después de la pandemia”.
Entre las razones, Ortega señala que es necesario investigarlas, pero que la evidencia arroja ciertas pistas: “Por ejemplo, esta brecha es particularmente notoria en grupos socioeconómicos más aventajados, y además hay un aumento de la ansiedad en matemáticas en las niñas”. De allí que, según la experta, sea necesario “continuar investigando, diseñar políticas e iniciativas que mejoren el rendimiento, la motivación y actitudes de las matemáticas tanto a nivel nacional como de escuela”.
Coincide Juan Pablo Valenzuela: “Estos resultados nos arrojan que debemos poner la prioridad en equidad de género, tanto en lectura como en matemáticas, pero aún más en esta última, para, al menos, revertir y volver a la condición de igualdad de género que teníamos previo a la pandemia. Esa es una tarea que no estamos abordando y que tenemos que hacer con urgencia”.
Avances en educación pública, en especial los SLEP
Prácticamente toda la educación pública -establecimientos municipales y todos los Servicios Locales de Educación- tuvieron alzas en cuarto básico (lectura y matemáticas). Los SLEP que se instalaron en 2018 y 2019 de entre 7 y 10 puntos en matemáticas y 6 y 9 puntos en lectura. En segundo medio -al igual que en el resto del sistema- los resultados fueron más estables: los SLEP instalados en 2019 tuvieron las mayores alzas -6 puntos en lectura y 7 puntos en matemáticas-, mientras el resto se mantuvo.
“La idea de que la educación pública ha sido un fracaso no es correcta, porque los establecimientos están avanzando y lo están haciendo más que el promedio y que el promedio de los establecimientos municipales”, sostiene Xavier Vanni.
Desafíos para las políticas públicas
Para los expertos, uno de los principales desafíos que deja esta evaluación es responder a las brechas de género y al segundo ciclo de educación básica y educación media.
“Considerando estos tres niveles educativos, el crecimiento en SIMCE Matemáticas de 4° básico es prometedor, pero el retroceso en 6° básico y el estancamiento en II° medio son señales de alerta para las políticas públicas y para todos los actores interesados en la enseñanza de la matemática en las aulas escolares”, afirma Soledad Estrella, investigadora asociada del CIAE.
En materia de lectura, por ejemplo, Carmen Sotomayor, investigadora del CIAE y profesora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación, señala que ha habido esfuerzos importantes de parte de la sociedad civil y del Estado en el aprendizaje inicial de la lectura, pero que además hay que enfocarse en el resto del sistema educativo, pensando en estrategias para incentivar la lectura en distintos medios impresos y digitales y en articulación con la escritura y la oralidad. “También tenemos que comprender mejor cómo están leyendo nuestros jóvenes y adolescentes, porque según estudios realizados en el CIAE, los estudiantes leen, pero en formatos digitales y textos más breves, y tienen grandes dificultades para leer libros completos, que les toman más tiempo y concentración”, señala. Agrega que “también observamos que existe una fuerte presencia de lo oral como forma de comunicación (por ejemplo los audios a través de Whatsapp), lo que hace que lo escrito se practique menos en las nuevas generaciones”.
En matemáticas, Soledad Estrella, “las caídas significativas en los puntajes sugieren que no se están implementando estrategias efectivas para mejorar los aprendizajes matemáticos”. Agrega que “dado que segundo medio es un nivel fundamental para la continuidad educativa y el acceso a estudios superiores, es urgente revisar los enfoques de enseñanza de la matemática, los recursos educativos que se otorgan y la pertinencia curricular para fortalecer estos magros resultados de aprendizajes”.
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