Conductas e ideas políticas
“A derecha e izquierda reina el desconcierto de ideas y una dispersión de las conductas que inhiben cualquier certidumbre”.
Se habla más de una fragmentación de las conductas políticas —en los partidos y el Congreso— que de las tendencias centrífugas de las ideas al interior de los principales bloques, de gobierno y oposición. En realidad, el desorden de aquellas refleja la perturbación de estas.
En el bloque de las derechas se acentúa la pugna entre Chile Vamos, agrupación de tendencias ideológicas disímiles, y los grupos de derecha dura encabezados por republicanos y ultrarrepublicanos a su diestra. En estos días unos y otros se han pasado cuenta mutuamente por sus conductas frente a la reforma previsional, cuando en realidad las discrepancias son de ideas y proyectos de futuro. La declaración del presidente de republicanos acusando una “vuelta de carnero” (conducta) de su homólogo de la UDI, rápidamente escaló a una acusación por falta de principios (ideas) y debilidad para “defender una visión clara y fuerte de derecha” (ideas).
El choque es de ideas e ideales, por tanto; entre democracia protegida e iliberal y una ideología de orden autoritario fuerte y claro en contraste con una derecha moderadamente liberal, con principios de solidaridad subsidiaria y propósito de colaborar en la gobernanza del país.
En las izquierdas el cuadro es similar, solo que más enrevesado en el ámbito de las ideas y menos pronunciado en el de las conductas, por las responsabilidades gubernamentales compartidas. Un sector, la coalición FA+PC, se halla atrapado entre las fantasías frenteamplistas de futuro (la nueva generación, una democracia radical, un neocapitalismo ecológico y fraternal) y los fantasmas del pasado comunista (el orden soviético, la revolución cubana, una economía estatal y un pueblo movilizado).
Sus conductas responden a esta confusión de ideas. El PC solidariza con la dictadura feroz de Bashar Al-Assad (ya instalado en Moscú) y llama a conjugar el poder de “los dos pies en la calle y los dos en La Moneda”. Mientras, el FA conserva los suyos en tierra, mas no sabe hacia dónde ir y adónde quiere llegar: crecimiento versus medio ambiente, ahorro individual o reparto, isapres o Fonasa, crédito estudiantil o impuesto a los graduados, etc.
A su lado, la otra izquierda, la del Socialismo Democrático, vive su propio drama: con una meritoria conducta de ética de la responsabilidad lleva el timón del Gobierno con el beneplácito de Boric (Tohá, Marcel, Van Klaveren, Cordero), al mismo tiempo que sus ideas se mantienen en el limbo (¿renovación socialdemócrata?, ¿nueva matriz productiva?, ¿Estado de bienestar nórdico?, ¿Concertación rediviva?).
En suma, a derecha e izquierda reinan el desconcierto de ideas y una dispersión de las conductas que inhiben cualquier certidumbre respecto del futuro. En cuanto a lo inmediato, nuestra esfera política sigue presa de la fuerza centrífuga que huye del centro.
Muy claro artículo
Gran Razón posee Brunner
Gracias, estimado!
JJ B