Internacionalización de la educación: Chile como país de destino
Agosto 2, 2024

Internacionalización de la educación: Chile como país de destino.

julio 29, 2024
Columnas AEQUALIS. 020. Junio 2024

Alejandra Villarzú
Directora Ejecutiva
EspacioTP / Consultora

En las últimas décadas, el número de “estudiantes internacionales” ha ido en claro aumento. El año 2000 había 1.6 millones de estudiantes internacionales; veintidós años después, en 2022, son 6.4 millones los estudiantes internacionales. Chile ha sido, desde 1950, un ávido “consumidor” de programas formativos en países desarrollados. Hoy podría también posicionarse como un referente del lado de la oferta.

La educación como mercado

La fuerte demanda por programas formativos en países desarrollados ha convertido a la educación internacional en un mercado sorprendentemente lucrativo. Es el caso de los grandes proveedores de habla inglesa: Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. Los costos de las matrículas pueden ser, en efecto, 2 veces el costo de un estudiante local. Por ejemplo, hasta 2023, el mercado de la educación internacional en Australia era de 40 mil millones de dólares, y correspondía a la cuarta exportación del país; las ganancias permitían, además, financiar cerca del 30% de toda la investigación académica.

Es justo notar, sin embargo, que las instituciones públicas de países europeos se han mantenido relativamente al margen de esta dinámica comercial, ofreciendo programas de pre y postgrado gratuitos o a costos limitados. Esta tradición política de la educación como un derecho y un bien público es más marcada en Francia y Alemania, mientras que los Países Bajos, Dinamarca y otros tienen hoy sistemas mixtos.

Estudiar para inmigrar

En todos los casos, la educación internacional no es sólo un mercado, sino también el eslabón principal de los proyectos migratorios de millones de personas. Prácticamente todos los países de la OECD mantienen políticas migratorias y educativas coordinadas. Es decir, los estudiantes internacionales desarrollan las competencias que el país de destino necesita, con sus propios estándares educativos, a cambio de alternativas para la obtención de futuras visas de trabajo y facilidades para obtener la nacionalidad. Dentro de los principales países de destino, Alemania mantiene la llamada stay rate más alta: 40% de sus estudiantes internacionales se mantienen en el país luego de finalizar los estudios, ya sea con visas de trabajo, de familia u otras opciones.

Esta coordinación entre políticas migratorias y educativas no está desprovista de conflictos, sin embargo. Este 2024, los principales países de habla inglesa del sector –con excepción de Estados Unidos– han endurecido sus políticas migratorias, y con ello las políticas que regulan a la educación internacional. Según estimaciones de IDP Education Ltd –una agencia de servicios de la educación internacional con base en Singapur– el sector will shrink by 20-25% over the next 12 months, debido a cambios regulatorios en Canadá, Reino Unido y Australia. Incumbentes del sector han declarado que la educación internacional está siendo sacrificada por sus respectivos gobiernos, con el fin de responder a la actual animadversión general contra la inmigración.

El ánimo entre los participantes del sector de la educación internacional es hoy sombría. Pero como dijo un maquiavélico personaje de una popular serie: “Chaos isn’t a pit. Chaos is a Ladder (El caos no es un pozo. El caos es una escalera)” ¿Podrá la actual crisis que enfrentan los países líderes del sector representar una oportunidad para Chile? Datos de los últimos 5 años sostienen esta posibilidad.

Chile, un nuevo país de destino

La distinción entre países de origen y países de destino es, en muchas ocasiones, la continuidad de históricas relaciones de dominación colonial o de más recientes relaciones internacionales entre países del primer y tercer mundo. Francia es tal vez el mejor ejemplo: los principales mercados de la educación internacional en Francia son Marruecos, Argelia, Senegal, Líbano, Túnez y Costa de Marfil, todos excolonias del imperio francés.

Este escenario histórico, sin embargo, está cambiando significativamente. El número de países de destino aumenta año en año, y no siempre se trata de países desarrollados. En 2000, el 70% de los estudiantes internacionales se encontraba matriculado en sólo 5 países de destino: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y Australia. En 2022, en cambio, esta cifra había caído al 45%. Hoy, países como India, China y Filipinas tienen un rol mayor en sus respectivas áreas de influencia.

En América Latina, los dos destinos más importantes de la educación internacional son Argentina (nº12 del mundo) y México (nº15 del mundo). Chile, por su parte, ocupa el tercer lugar de la región (nº21 del mundo), con estudiantes provenientes principalmente de Perú, Colombia y Venezuela, seguido de Bolivia, Ecuador, México, Cuba, Brasil y Argentina. Para el 2022, cerca de 20 mil estudiantes internacionales se encontraban matriculados en instituciones chilenas de educación superior, lo que correspondía al 2% del total de estudiantes, aproximadamente.

Este porcentaje es más bien moderado, si se compara con la proporción en países como Canadá o Australia, en donde 30% y 24% de los estudiantes matriculados son internacionales, respectivamente. Sin embargo, el crecimiento en los últimos 5 años es muy significativo. De hecho, el 2022 Chile fue considerado: the fastest-growing destination for international students in the world.

En este crecimiento, es el sector universitario el que más se ha visto beneficiado, principalmente en sus programas de pregrado. Sin embargo, la Educación Superior Técnico-Profesional (ESTP) también ha logrado cierto posicionamiento. Por lo pronto, del total de instituciones que forman parte de LearnChile –la red de instituciones educativas dedicada a potenciar la internacionalización de la oferta académica nacional–, dos son de educación superior técnico-profesional: Duoc UC e INACAP.

La calidad del sistema de educación superior en Chile, así como el atractivo general del país para posibles proyectos migratorios, son sin duda factores favorables al aumento de la matrícula de estudiantes internacionales. Por otra parte, el sistema de Formación Técnico-Profesional chileno es reconocido a nivel latinoamericano, siendo el Marco de Cualificaciones una de sus políticas más destacadas en la escena regional. La ESTP puede, si se lo plantea, devenir una plataforma de desarrollo de competencias en el Cono Sur, ocupando un nuevo espacio en la educación internacional y en la movilidad sur-sur.

 

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