UNAM prepara designación de su nuevo Rector
Septiembre 17, 2023

La UNAM desvela a los 17 candidatos para su rectoría

Entre los aspirantes a sustituir a Enrique Graue están los directores de las facultades de Derecho y Medicina, el secretario general o la secretaria de Desarrollo Institucional. En la primera lista para liderar la universidad más grande de México, solo hay cinco mujeres

Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, en Ciudad de México, el 23 de enero de 2023.El edificio de rectoría de la UNAM, en Ciudad de México, en enero de 2023.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha desvelado este miércoles los nombres de los 17 aspirantes a su rectoría. En esta primera lista solo hay cinco mujeres propuestas para sustituir al actual rector Enrique Graue. Entre los candidatos para liderar la universidad más grande de México están los directores de las facultades de Derecho y Medicina, el secretario general o la secretaria de Desarrollo Institucional. El nuevo titular deberá tomar posesión el 17 de noviembre para un período de cuatro años al frente de la casa de estudios.

El proceso para elegir al nuevo rector o rectora de la UNAM ya tiene nombres y apellidos. Este martes, la universidad ha dado a conocer en un tuit a los aspirantes que han superado las primeras condiciones: ser mexicano de nacimiento, tener más de 35 años pero menos de 70, llevar más de 10 años como docente o investigador de la UNAM, y “ser un personaje distinguido en alguna especialidad y gozar de estimación general como persona honorable y prudente”.

Uno de los candidatos es Germán Fajardo, director de la facultad de Medicina y presidente de la Academia Nacional de Medicina de México, quien el lunes escribió en su perfil de redes sociales: “Les comparto que después de escuchar sus opiniones decidí inscribirme para participar como aspirante a la Rectoría de nuestra UNAM. El compromiso es con la comunidad universitaria, en particular los estudiantes y por ello tenemos la vista puesta en el futuro”. Fajardo fue subsecretario de Salud en el sexenio de Felipe Calderón. Los últimos rectores de la universidad desde 1999 —tanto Graue como José Narro o Juan Ramón de la Fuente— han sido médicos.

También sobresalen nombres como el de Leonardo Lomelí, quien ocupa ahora el cargo de secretario general de la UNAM pero también fue director de la facultad de Economía; el de Raúl Contreras, titular de la de Derecho, o William Lee, que es el coordinador de Investigaciones Científicas. Patricia Dávila, secretaria de Desarrollo Institucional, también ha dado un paso adelante en la carrera por liderar la UNAM.

La universidad más prestigiosa de México nunca ha tenido a una mujer como rectora. La bióloga fue directora de la Facultad de Estudios Sociales (FES) de Iztacala desde 2012 a 2020, después fue coordinadora general de Estudios de Posgrado de la UNAM hasta que, en 2021, Graue la nombró secretaria. En una entrevista con el periódico Excelsior, la investigadora, que ha trabajado 37 en la UNAM, apuntó: “Veo un rector o rectora de a pie, que camina, que va, que habla. Lo más importante es trabajar mucho con los alumnos. O sea, la razón de ser de todos nosotros son los alumnos”.

Los otros candidatos que componen la lista son Luis Álvarez Icaza, secretario administrativo, coordinador de Eléctrica y Computación, y hermano del senador independiente Emilio Álvarez Icaza; la coordinadora de Humanidades, Guadalupe Valencia García; la directora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de León, Laura Acosta; el director de Evaluación Institucional, Imanol Ordorika; el director del Centro de Enseñanza para Extranjeros, Alberto Vital; el exrector de la FES Cuautitlán Jorge Alfredo Cuéllar; la investigadora en genómica María Esperanza Martínez Romero, quien en 2020 ganó elpremio L’Oreal-Unesco por su trabajo sobre el uso de bacterias respetuosas con el medio ambiente; Héctor Hernández, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias; Sergio Alcocer, investigador del Instituto de Ingeniería; Ambrosio Velasco, del Instituto de Investigaciones Filosóficas; la catedrática de la Facultad de Artes y Diseño Luz del Carmen Vilchis Esquivel, y el profesor de Derecho Daniel Trejo Medina.

Será la Junta de Gobierno de la UNAM quien elegirá al nuevo titular de la rectoría. Los siete hombres y ocho mujeres, que conforman el máximo órgano de deliberación de la universidad, iniciaran a partir de hoy la primera valoración de los candidatos. El 12 de octubre darán a conocer la lista definitiva de aspirantes y a partir del 23, iniciarán las entrevistas.

El pasado 1 de septiembre, la Junta informó que realizó un “proceso inédito” en el que se reunió con las comisiones universitarias de los Consejos Técnicos y Académicos, además de con los integrantes de la Defensoría de Derechos Universitarios, Igualdad y Atención a la Violencia de Género para “escuchar opiniones sobre el perfil deseado de la persona que ocupará la rectoría y enriquezca su conocimiento de las propuestas que se presentan”.

La carrera por la sucesión ha estado marcada por las preocupaciones en torno al futuro de la autonomía universitaria frente al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y otros actores políticos. “En los tiempos que están por venir es posible que sigamos escuchando voces que quisieran moldear a su manera la forma en la que la Universidad Nacional toma sus decisiones y se gobierna a sí misma”, dijo Graue en agosto, en la última reunión que presidió del Consejo Universitario, después de haber estado al frente de la UNAM en los últimos ocho años.

  1. La UNAM ha estado constantemente en la diana del Gobierno de López Obrador desde que llegó al poder en diciembre de 2018. El presidente ha dicho que la comunidad universitaria “se cundió de derechismo” y que se convirtieron en “aplaudidores del régimen de corrupción”, también ha criticado la toma de decisiones de Graue durante la pandemia de covid-19 y el manejo de las acusaciones de plagio contra la ministra de la Suprema Corte de Justicia Yasmín Esquivel.

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  / MIÉRCOLES 6 DE SEPTIEMBRE DE 2023

La universidad necesita una transformación: Imanol Ordorika

El exdirigente estudiantil durante la huelga de 1987 en la UNAM dice que es momento que esta sea dirigida por la izquierda

 

El Sol de México lo entrevistó en la oficina de laDirección General de Evaluación Institucional,ubicada atrás del estadio de CU, en donde es titular.

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A pesar de que transcurrieron 38 años de aquel movimiento estudiantil que dio marcha atrás a la reforma que pretendía el incremento de cuotasy acabar con el pase automático a la licenciatura, el exlíder Ordorika conserva algunas de esas demandas, posturas críticas y se define como externo a los candidatos de grupos del poder universitario.

Plantea un programa de siete puntos: recuperar la centralidad de los estudiantes y la docencia, eliminar los desequilibrios en la infraestructura, atender los problemas de género y erradicar la violencia, así como las desigualdades entre el personal de asignatura, la inseguridad y las formas de gobierno.

Cuestiona que el proceso que encabezará la Junta de Gobierno no sea transparente ni rinda cuentas a los universitarios y pide que se escuche la opinión del presidente Andrés Manuel López Obrador como egresado, pero sin “darle el peso de una indicación presidencial, sino de una opinión” durante el proceso del relevo en la Rectoría.

El Consejo Estudiantil Universitario se creóen 1986 para protestar contra el aumento de cuotas y la eliminación del pase automático en la UNAM

¿Es momento de un rector o rectora de la izquierda universitaria?

Yo creo que sí. Creo que es momento de que haya una Rectoría que pueda ir un poco más allá en sus propuestas de cambio, de lo que en su momento intentó Pablo González Casanova. Sí es momento de esta posibilidad. Alguien decía que sería la primera vez que un exdirigente estudiantil pudiera llegar a la Rectoría; de alguna manera Jorge Carpizo (exrector 1985-1989), fue no un dirigente, pero sí un activista estudiantil contra la huelga de 1966 que lo logró.

¿Quiénes se disputan la universidad?

Son los tres médicos que ocuparon la rectoría, vienen de la misma preparatoria, siguen siendo amigos, son colegas, tienen la misma profesión. Ellos son un bloque: Juan Ramón de la Fuente, José Narro y Enrique Graue son un bloque, van a ejercer una enorme influencia sobre lo que decida la Junta de Gobierno, o van a tratar de influir en la Junta.

José Sarukhán también va a incidir en el sector de la investigación científica. Lo característico de estas personas es su intención de mantener las cosas como están, que la Rectoría siga funcionando como cuando fueron rectores, que la Junta siga siendo igual, que la persona que queda en Rectoría siga una idea de inmovilidad, no cambio, inercia y conservadurismo.

¿Cómo ve la relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador?

A veces se llega a la confrontación porque no hay claridad en los planteamientos de las partes. Creo que si el gobierno federal tenía expectativas de actuación de la universidad en tal o cual dirección podía haber sido explícito en estas ideas y podía haberse discutido en el conjunto de la universidad… No hace falta subordinarse al gobierno federal. No puede haber una persona en la Rectoría que esté subordinada y sujeta a los intereses, a las opiniones, a las posturas de cualquier persona en el gobierno federal. Esté quien esté en la presidencia de la República.

¿Y cómo tendría que ser la relación con el Presidente?

El Presidente es muy abierto, tiene dichos peculiares en el sentido de que él siempre dice lo que cree y no hace falta desbordarse desde la Rectoría. Pero también hay que tener disposición con respeto y firmeza, al mismo tiempo decir lo que se piensa desde la Universidad. El rector no puede asumirse como representante de sí mismo, tiene que ser capaz de reconocer que al interior hay expresiones y su reto es lograr expresar esa diversidad.

¿La Junta debe escuchar al presidente AMLO en su papel de exuniversitario?

Me imagino que la Junta de Gobierno escucha de manera formal o informal a muchas personas. Me imagino que el presidente podría, en esa condición, aunque no creo que lo vaya a hacer. Pero podría ser hipotéticamente posible y la Junta tendría que darle no el peso de una indicación presidencial, sino de una opinión. Pueden no gustarnos las opiniones del Presidente, podemos no coincidir en su visión sobre la universidad, pero como cualquier otra persona en el país tiene derecho a dar su opinión y nosotros tenemos derecho a discutir su opinión. La opinión en sí, yo creo que no es injerencia. Injerencia es si intenta imponer esa opinión a la Junta o si intenta hacer una modificación normativa en la universidad, eso es injerencia.

¿Qué se puede esperar de la Junta en el proceso?

Yo esperaba que la Junta de Gobierno tuviera más sensibilidad a una petición extendida de universitarios por generar participación y transparencia. La Junta ha extendido el plazo, pero vuelve a hacer procedimientos excluyentes que son, por ejemplo: se dividen en cinco comisiones que operarán desde Ciudad Universitaria, hay que venir a visitarlas desde la FES Cuautitlán, desde el CCH Oriente, desde Ensenada, la ENES León.

Además, la Junta se reserva totalmente el derecho de sopesar, de decantar todas las opiniones que reciba en el secreto más absoluto, no sabemos qué ocurre adentro, no sabemos qué se discute en las reuniones. No sabemos cómo se va a hacer el primer filtro, a qué criterios va a obedecer y, finalmente, no sabremos ni siquiera cuál fue la votación con la que se nombró a las personas que habrá de continuar rumbo a la Rectoría.

Hay requisitos no escritos, uno de ellos que quien es designado debe tener como antecedente haber estado en la dirección de escuela, facultad o instituto ¿Eso no lo descarta en el inicio?

Hay requisitos no escritos como por ejemplo que nunca ha habido una mujer, había un requisito no escrito que decía tiene que ser hombre. Había requisitos no escritos en algún momento dado de que a fuerza tenía que ser un abogado, un ingeniero o un médico. No están escritos, no es legal. No es una cuestión establecida, es un abuso de poder para mantener las condiciones de dominación de los grupos que han sido hegemónicos en la universidad. Esos requisitos no escritos están para ser erradicados por completo. Creo que hay que hacer un llamado a la junta de Gobierno para que no haya más que los requisitos establecidos en la legislación. También hay un requisito, no escrito, de que no puede haber (en la Rectoría) nadie que sea de la izquierda universitaria.

Foto: Daniel Galneana /El Sol de México

Hoy la Junta está integrada, en su mayoría, por mujeres ¿qué puede significar eso?

Casi todas ellas han sido sensibles, pero no volcadas a los problemas de género de la universidad. De hecho, ha realizado nombramientos de mujeres y hombres en escuelas y facultades en atención al consenso de las comunidades. La Junta tiene, además de mujeres, un enorme peso del sector de investigación científica, con una visión de primer mundo que coexisten al interior de la universidad.

¿Cómo llega Imanol Ordorika a esta aspiración de ser rector?

En buenas condiciones, con acumulación de experiencia y conocimiento universitario porque combina la experiencia de un estudiante participativo, en momentos decisorios de la vida universitaria: el movimiento del Consejo Estudiantil Universitario y el Congreso Universitario. Eso me condujo a estudiar la educación superior en México y a la UNAM. Además de 15 años de estar al frente de la dirección General de Evaluación Institucional. Es un perfil completo y difícil de igualar.

¿Qué ha cambiado entre el estudiante Imanol y el funcionario universitario?

Los momentos son distintos, los tiempos y el papel que jugamos es diferente. Yo era un estudiante que representaba a miles de estudiantes en laUNAM, me dirigía a ellos en el contexto de la movilización. En el Congreso Universitario había una lógica más propositiva. Si alguien recuerda el debate central del Congreso que fue sobre la Ley Orgánicafue entre el hoy exrector José Narro, como secretario general de la UNAM y yo planteando un cambio en la Ley. Hoy mi participación hará que tenga que enfatizar las propuestas y el diagnóstico de los problemas que veo, quizás hay un elemento de continuidad es la pasión y la defensa de la universidad, de su autonomía, de su gratuidad.

¿Qué demandas conserva de aquellos años como líder estudiantil?

La idea de que la universidad y la educación superior es gratuita es algo que está en el artículo tercero constitucional y demuestra que fueron triunfantes, ahora hay que ponerlos en práctica en la UNAM de manera inmediata. La necesidad de ampliar la participación de la comunidad universitaria en la toma de decisiones y en el nombramiento de autoridades, también es vigente y se puede hacer en el marco de la ley actual. A diferencia de como se presentaba la discusión en el año 90, el objetivo no es la ley sino la transformación de la UNAM, dentro de la universidad como se hizo en 1944 en un Consejo Universitario Constituyente.

¿Hay que meter a la universidad en el proceso de transformación?

Sí y eso está en juego en la sucesión de rector.

En el contexto nacional, ¿la UNAM necesita una cuarta transformación?

La universidad necesita una transformación largamente esperada que ha pasado mucho tiempo y hemos dejado que la inercia y la defensa del estado actual de las cosas no nos permite cambiar, que necesitamos atender temas desde antes. No necesitamos una sucesión de cambios, sino que lo que le hace falta a la institución.

No se trata de reviviral CEU, tuvo un ciclohistórico, nos marcó como generación, pero noexiste en este momento

¿Cuáles son los temas centrales de aquel movimiento estudiantil, vigente que se deben presentar ante la Junta de Gobierno?

Un tema central en los últimos 40 años es la construcción de la universidad de investigación, que es exitosa, con frutos positivos. Esa apuesta estratégica tiene implicaciones al colocar a los estudiantes y a la docencia en un segundo plano. Hay una estratificación de la universidad en términos de sus funciones, cuando en realidad somos una universidad que forma profesionistas, científicos y artistas. En un recorrido por los centros e institutos de investigación estamos en una institución de primer mundo, mientras que en las facultades, preparatorias o CCH la infraestructura está deteriorada. En aquellos años planteamos la importancia de recuperar la centralidad del estudiantado, esta es la parte central del proyecto de cambio para la universidad

¿Cambio o transformación?

Yo uso la palabra cambio, por la carga simbólicade la cual es importante tomar conocimiento, tenerla como referente y plantear la naturaleza de los cambios que se tienen que dar en la universidad.

¿La aspiración a la rectoría es un proyecto individual?

No es solo un proyecto individual sino colectivo de académicos de diferentes generaciones, estudiantes y trabajadores, capaces de construir una opinión colectiva en la dirección de que es necesario el cambio.

En este momento vemos a varios de aquellos exlíderes universitarios en espacios de poder de la política ¿es el momento del CEU al poder como decía una de las consignas?

Si se ve como un tema generacional sí se puede ver que quienes fuimos parte de esa generación estamos en la edad, trayectoria y oportunidad de aspirar a distintos cargos de responsabilidad pública en diferentes ámbitos. No quiere decir que hay un sello. El CEU fue una experiencia, dejó una manera de pensar la política universitaria y nacional, enfatizando el diálogo y el ejercicio de los derechos a la libre expresión de ideas, la manifestación pacífica, la argumentación fundada. Han pasado más de 30 años de eso y hemos hecho algo más.

Algunos fueron a estos espacios de la cuestión electoral, otras en el ejercicio de la política compitiendo en candidaturas. No se trata de revivir al CEU, tuvo un ciclo histórico, nos marcó como generación, pero no existe en este momento. Muestra que al interior tenía diversidad, funcionarios priístas, del INE, integrados en Morena y los que permanecemos en la universidad y acompañamos a (Cuauhtémoc) Cárdenas en 1988 y otros, que nos hemos ajustado a los contextos históricos. Aquello no fue un jugueteo juvenil, sino que con mucha seriedad le planteó al país una manera de hacer política.

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Imanol Ordorika ve reacción “histérica” sobre autonomía

Afirma que no está en riesgo y esa idea de los aspirantes desplaza la preocupación por el cambio interno que requiere la Máxima casa de Estudios.
LAURA TORIBIO | 13.09.2024 
Con una cercanía personal con Claudia Sheinbaum, Imanol Ordorika, aspirante a la Rectoría de la UNAM, ve con esperanza que una mujer, pero además universitaria, llegue a la Presidencia de la República, pues considera que puede haber un mayor entendimiento de la importancia de la educación superior pública en el país.

 

Estamos yendo a un escenario con dos candidatas que se van perfilando, las dos son egresadas de la Universidad, entonces yo creo que esos rasgos darán más sensibilidad y más posibilidades para que las universidades, no sólo la UNAM podamos contar con más recursos y más apoyos del gobierno federal y los estatales”, plantea.

En entrevista con Excélsior, Ordorika comparte que la relación con Sheinbaum, con quien coincidió en el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) hace más de tres décadas, es cercana y de mucho cariño, aunque desde hace tiempo no la ha visto.

Tenemos cercanía pero no diría que es una cercanía política, porque estamos en distintos proyectos, estamos en lugares diferentes y a eso, yo le tengo mucho respeto. Su actividad fundamental profesional ha sido la academia, en la UNAM, entonces yo creo que esos rasgos darían más sensibilidad y más posibilidades para que las universidades tengamos más apoyo”.

En el caso de Xóchitl, no la conozco personalmente, pero me parece que tiene una trayectoria interesante que muestra el papel de la Universidad en la movilidad social en nuestro país, y que seguramente ella también podría ponderar la importancia de una institución como la UNAM para que generara esa posible movilidad en otras personas. Entonces también eso puede ser un tema favorable a la simpatía y empatía con las universidades públicas de México”, espera

En este contexto, Ordorika, quien actualmente encabeza la dirección general Evaluación Institucional de la Universidad, señala que la relación con los diferentes niveles de gobierno debe ser de respeto mutuo, pero nunca de subordinación.

La no subordinación me parece que es un punto clave, la capacidad de interlocución también es otro; tener mucha capacidad de diálogo y para el diálogo tiene que haber firmeza de parte de la Universidad en temas, por ejemplo, como el presupuesto universitario; acaba de mandarse la propuesta de presupuesto federal y en la propuesta hay un incremento de 0.9% en términos reales al presupuesto de la UNAM, entonces hay que decir con firmeza: no es suficiente y sentarnos a discutir”.

Mejorar las condiciones del personal de asignatura, que es uno de los elementos de mayor desigualdad que se viven en la actualidad en la UNAM, es una preocupación central y eso no se puede hacer si no logramos convencer a las autoridades gubernamentales de que es necesario contar con apoyos financieros para poder dar esos pasos”, advierte.

Sobre la presencia de candidatos a la Presidencia en el contexto de la sucesión presidencial de 2024, adelanta que no sólo son bienvenidos sino que estarían invitados a exponer a la comunidad universitaria sus propuestas.

Creo que podría abrirse incluso un debate dentro de la Universidad Nacional, éste podría ser uno de los espacios de debate, en las elecciones en Estados Unidos las universidades son uno de los espacios en los que habitualmente se realizan los debates presidenciales; no pasa nada, si una de las candidatas decide que quiere hacer un acto en Ciudad Universitaria, por qué tener miedo a lo social y lo político”, cuestiona.

LA AUTONOMÍA

Ordorika, habla de una reacción un poco “histérica” en las últimas semanas desde la Universidad hacia el tema de la defensa de la autonomía

Los primeros enunciados de la mayoría de las personas aspirantes a la Rectoría son de que hay que hacer una defensa a ultranza de la autonomía, que hay que cuidar la Ley Orgánica de 1945, y la verdad es que no están en riesgo, no ahora, y esa idea de que estamos en peligro, hace que empiecen todas y todos los aspirantes con ese tema y a desplazar la preocupación por el cambio interno que se requiere en la Universidad”.

Y yo creo que si de repente hubiera una intentona seria, no la locura individual de uno o dos diputados, sino una iniciativa de fuera, de cambiar las normas de funcionamiento de los universitarios, son sus comunidades las que pueden detener un proceso de éstos, pero no está en el escenario, no es una amenaza que está en este momento. La autonomía es algo que todas y todos en la Universidad estamos dispuestos a defender y cómo se defiende la autonomía, ejerciéndola con responsabilidad”, aclara.

NUNCA IMPONDRÍA MI VOLUNTAD

Con un diagnóstico de una UNAM profundamente  desigual y con desequilibrios entre sus propios campus, que se ha  alejado progresivamente de la sociedad en momentos cruciales, Ordorika dice  que su formación, primero en las ciencias y luego en las ciencias sociales como especialista en educación superior, pero además su papel como histórico dirigente del movimiento del CEU contra el llamado Plan Carpizo, que entre otras cosas, impulsaba el aumento de cuotas, es un rasgo que le permitiría promover la discusión entre la comunidad y nunca imponer su voluntad.

Desde los orígenes de mi vida en la Universidad, todas las actividades que he desarrollado se han construido de manera colectiva, a partir del diálogo y de la construcción de consensos y amplios acuerdos; no sería de ninguna manera, un rector que intentaría imponer su voluntad a la comunidad universitaria, como ha ocurrido muchas veces, sino alguien que puede plantear temas a discusión, generar los espacios necesarios para que se dé esa discusión, promover que los órganos establecidos en la legislación universitaria fueran una parte sustancial de esa discusión,  sobre temas como el crecimiento de la UNAM,  los temas las formas del ingreso a la Universidad. Yo tengo propuestas, pero estas propuestas, la idea es que sirvan para abrir una discusión y para enriquecerse en un proceso de intercambio de universitarios, porque hay que entender que la reforma de la Universidad sólo es posible si cuenta con el apoyo de la mayoría del profesorado, del sector de investigación, de las y los estudiantes y del sector de las y los trabajadores”, afirma.

LASTRES

Crítico del papel de la Junta de Gobierno, en la que recae el nombramiento del rector, Ordorika quien tiene como eje central de su propuesta un cambio sustantivo en la Universidad, para atender “lastres” como la violencia de género, la inseguridad, y el que se haya dejado a los alumnos en un segundo lugar de importancia, confía en que los 15 notables tengan la sensibilidad de percibir lo que  ocurre en la comunidad,  y sean capaces de reconocer propuestas serias y viables,  en bien de la Universidad

Yo no dije que la Junta esté limitada en inteligencia. Tomarán la decisión de manera cerrada, pero creo que haría mal la Junta en actuar en una lógica de descalificación a priori, de quien sea una persona crítica en la UNAM porque entonces es descalificar el sentido mismo de ser parte de la Universidad”, concluye Ordorika.

*Enrique Graue recordó que la UNAM recibe recursos extraordinarios por transferencia tecnológica. Foto: Tomada de UNAM Global TV.

PROPONEN ESTÍMULOS PARA CIENCIA, INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA

Tras advertir que durante este sexenio no se ha estimulado la ciencia, la  innovación y la tecnología, el rector de la UNAM, Enrique Graue, adelantó que la máxima casa de estudios  prepara una propuesta en la materia que será presentada por su sucesor o sucesora.

Es importantísimo que se generen los estímulos fiscales, los fondos de riesgo para que la industria pueda utilizar mejor el saber de las universidades”, dijo Graue

Durante la ceremonia de premiación del Programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación 2023, el rector  destacó que en los  últimos ocho años, académicos de la UNAM obtuvieron 341 patentes con el apoyo de la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica, registros otorgados por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

En este contexto, reiteró  que la transferencia tecnológica también es una de las formas por las cuales la Universidad acrecienta sus recursos extraordinarios.

El día de ayer (martes) tuve la oportunidad de revisar la propuesta que hará la Universidad en los meses por venir para poder estimular  la ciencia, la innovación y la tecnología en el próximo sexenio por venir. Todos estamos conscientes de que éste no ha sido un sexenio que se haya caracterizado por estimularla. La  propuesta universitaria,  que en su momento, presentará quien ocupe la titularidad de la Rectoría,  sí la vuelve a contemplar”, expuso.

Por Laura Toribio.

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