¿Fue una decisión apresurada?: El análisis sobre la selección escolar en medio de la crisis educativa en el país
A seis años de la implementación de la Ley de Inclusión Escolar, distintos actores vinculados al tema han planteado sus dudas sobre la pertinencia de la medida, considerando las características del sistema educativo chileno.
Osciel Moya Plaza
El hecho de terminar con la selección para acceder al sistema escolar, sin haber ido acompañado del mejoramiento de la infraestructura y las condiciones en los establecimientos, podría no haber sido una idea acertada. Al menos, así lo considera la alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino, protagonista de la Revolución Pingüina que hoy, como jefa comunal, ha tenido que enfrentar los enormes problemas que vive la educación pública en la comuna, agudizada por el abandono y las malas gestiones de administraciones anteriores.
Hace unos días, en declaraciones a Radio y Diario Universidad de Chile, la alcaldesa afirmó que el fin de la selección debió haber esperado un poco más porque “haberlo sacado de plano sin haber ido mejorando las condiciones de todos los colegios para tener una situación ideal creo que fue apresurado” porque la crisis de la educación persiste y las familias que no pueden optar a un colegio de mejor calidad, se quedan sin la esperanza de entrar a la universidad.
A seis años desde la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión que eliminó el financiamiento compartido, el lucro en la educación y prohibió que los recintos educacionales seleccionen a los alumnos por su rendimiento académico, por su condición económica, entre otros motivos, hoy han surgido distintas voces que cuestionan la implementación de la medida, principalmente en los denominados “liceos emblemáticos”.
Para el presidente del Colegio de Profesores Metropolitano, Mario Aguilar, la “no selección en el sistema escolar es un principio que se debe buscar, es decir un sistema educacional que sea democrático, justo y que cumpla con su finalidad de garantizar el acceso universal y la educación como un derecho”.
En los países donde hay buenos sistemas educativos, se tiende a que el acceso sea universal, pero “eso supone un sistema educacional, sobre todo público, más o menos parejo en términos de lo que ofrece como buen servicio, como buena educación. Eso en Chile no ha estado y por tanto, este intento de término de la selección que se ha hecho que ya lleva revisado en varios aspectos, porque evidentemente tiene varias dificultades y varios problemas”, indicó.
En el caso de los liceos emblemáticos, destacó Aguilar, “la situación crítica que han vivido en los últimos tiempos, no hay suficiente evidencia para reportar y asegurar con plena certeza que el único factor sea el término de la selección. Creo que es temerario afirmar eso, hay algunos sectores que lo han hecho con un simplismo excesivo, porque hay una serie de factores y el principal en mi opinión es el abandono durante tanto tiempo. Nada nos asegura que de haberse mantenido el sistema de selección que tenía anteriormente, estos colegios no estuvieran igualmente en crisis porque su crisis tiene aspectos más de fondo, con aspectos más vinculados al deterioro de su infraestructura, al agotamiento de un paradigma educativo, incluso. Hay una actitud contestataria (de los estudiantes) frente a una visión educacional que sólo busca el rendimiento y eso se da no sólo en los liceos emblemáticos. Entonces hay una cuestión más bien multifactorial”.
El dirigente de los docentes afirmó que el haber terminado con la selección, que tenía sesgos bastante discriminatorios, “puede ser un factor que modificó el perfil del alumnado, pero eso no significa que hoy esos colegios no tendrían igualmente dificultades y que estuvieran a lo mejor en una situación parecida a la que están. Me parece que es absolutamente liviano esa relación tan simplista de que como se terminó esta selección, estos colegios se vinieron abajo. Creo que estos colegios ya venían en una situación de crisis creciente desde hace bastante tiempo”.
Esos problemas que se tienen que revisar, tienen que ver con que al ser un sistema desigual en condiciones, en infraestructura, en recursos materiales, “los pocos colegios que aparecen con una situación de ventaja, que se está empezando a producir también con los bicentenario también y con algunos particulares subvencionados que tienen un cierto prestigio, la presión que hay por el ingreso a esos colegios es muy grande y se producen situaciones a mi entender inaceptables, casi vejatorios, como es ver a los padres haciendo filas, durmiendo en la calle”.
En su opinión, la solución es que todos los colegios puedan tener un nivel y condiciones similares y por lo tanto evitar el colapso por la presión sobre unos pocos colegios por la matrícula donde hay colegios que tienen relación de 1 a 10, es decir, por cada cupo hay 10 postulantes. “Esa brecha es la que tiene que disminuir y por otro lado, ciertos niveles de selección que no tengan carácter discriminatorio, ni de tráfico de influencias, deberían permitirse en los colegios en función de los perfiles que los colegios tengan”. En ese sentido, ejemplificó con establecimientos con sellos para preparar deportistas donde se debiera seleccionar alumnos con perfil deportivo o también en los colegios artísticos.
Si se trata de un colegio que tiene un nivel académico determinado, “también podría seleccionar, pero que esa selección no sea discriminatoria. Ese es el punto fundamental que habría que establecer, de manera tal que las familias no se vean sometidas a estas situaciones casi bochornosas, (…) pero que sea un sistema abierto, justo, claro y transparente, porque eso no existía antes, donde corría mucho el contacto, el pituto, si tenía contacto con el alcalde de la comuna que aseguraban el cupo y situaciones a las que no habría que volver de ninguna manera”.
Abandono histórico
Por su parte, la diputada PC e integrante de la Comisión de Educación, Daniela Serrano, afirmó que no es el momento de sacar conclusiones apresuradas sobre los efectos que ha tenido el fin de la selección porque la educación pública vive un abandono de décadas.
“Hay que recordar el abandono histórico que ha tenido en los últimos 30 años la educación pública que claramente después de la pandemia esto se hizo mucho más notorio. Si hay algunos que buscan hacer que la medición a través del PAES y sus resultados, están sacando conclusiones que a mi parecer son bastante apresuradas, entendiendo que esos resultados son específicos de algunos estudiantes y no se está evaluando la transversalidad y sobre todo, los indicadores que nos hablan de que las y los estudiantes que vienen de los liceos públicos, claramente están en una situación de desventaja en comparación a otros estudiantes que vienen de una educación de origen particular”, expresó la legisladora.
Serrano afirmó que lo importante es ver “cómo vamos a fortalecer los mecanismos para que la educación pública siga ensanchándose. Todo esto, primero porque en cuanto a eliminar la selección nos abre otro desafío que quizás está más invisible, pero que con la pandemia se ha hecho notar hoy día que es la ampliación de la matrícula, que es una realidad. Por tanto, el problema no es sólo una selección o haber terminado con este proceso de selección, sino que no se habla de un déficit de matrícula del cual también nos tenemos que hacer cargo. Por eso creo que hay que evaluarlo dentro de una integralidad y no tan sólo con algún resultado parcial o específico en este momento”.
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