Una acusación constitucional es la que arriesgaría el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, si “de aquí a diciembre no se presenta un plan concreto” para enfrentar la crisis educacional que atraviesa nuestro país.
Así lo dijo el presidente de la UDI, Javier Macaya, quien ha sido uno de los que ha levantado las alertas debido a las preocupantes cifras respecto a los estudiantes: 50 mil alumnos no se matricularon de 2021 a 2022.
Esta misma preocupación es la que ocurre en el actual diálogo constitucional, según señala el ex convencional Fernando Atria, quién se refirió al plebiscito del 4 de septiembre. Asegurando que no se rechazó el contenido de la propuesta constitucional, ya que la gente sigue queriendo derechos sociales. Es sobre esto que en Palabras Sacan Palabras conversamos con el ex ministro y académico de la Universidad Diego Portales, José Joaquín Brunner.
Esta entrevista de Atria…¿Qué mirada tiene usted?
Yo creo que se rechazaron varias cosas, la principal fueron los contenidos que se le ofrecieron al pueblo para que votara. Sobre el proceso que llevó al producto también estuvo comprometido.
¿Qué le parece lo que dice Atria?
Me parecen interesantes las entrevistas de académicos, pero ese juicio me parece equivocado. Creo que en realidad Fernando está mostrando lo que fue su falta de liderazgo y de su grupo, el Frente Amplio. Pudieron haber hecho una dirección más integradora sin perder el perfil que querían darle, pero perdieron muy temprano el poder liderar. Ahora está todo el mundo lleno de explicaciones y está bien, pero los resultados son los que conocemos hoy.
Surgieron grupos nuevos, democratas, amarillos… ¿Mira con atención estos grupos? ¿Qué opina de ellos?
Miro con atención todo el espectro y me sigo sintiendo parte de la izquierda. Ese es mi domicilio político cultural. Miró con interés el papel del socialismo democratico, es muy interesante, haberle dado un cierto respiro a un gobierno que estaba bastante golpeado. También veo con interés la creación de estos grupos, lo que tenemos por el momento es una enorme fragmentación, pero hay que tener coaliciones fuertes y que tengan una capacidad de gobernabilidad.
¿Lo mira de analista o para participar?
Como observador comprometido, pero desde el trabajo intelectual, técnico, ese es el papel que me gustaría desempeñar en este tiempo.
Hablemos un poco de educación ¿Como define la situación? La violencia en los colegios emblemáticos, la supuesta no uso de Aula segura…
Yo creo que en realidad toda esta potencia discursiva, nos aparta de la realidad. Están los instrumentos que hay y hay que usarlos todos. Después de la destrucción del mejor liceo que había en Chile. No podemos seguir discutiendo, hay que discutir el propósito de las cosas. Si estamos decididos tendremos que usar todos los mecanismos posibles, si algunos se pueden mejorar hay que hacerlo, pero no podemos estar en estos juegos de acusaciones.
¿Cuál sería el fondo?
El Aula segura y el reglamento de convivencia son instrumentos para un fin. No está nada claro si hay que rescatar este conjunto de liceo, hay que erradicar la violencia que hay dentro de ellos. Cuando estemos de acuerdo hay que discutir qué solución se usara. Prender la ropa con bencina a un profesor, eso tiene que ser tratado con otras reglas. Son las reglas del derecho penal, ahora todos dicen que están de acuerdo por qué seguimos discutiendo.
Hay que rescatar este conjunto de liceos… ¿A que se refiere?
Estaba hablando de los emblemáticos, hay que apoyarlos a todos.
¿Detrás de esto existe una idea política de no defender estos liceos emblemáticos?
Ha habido mucho abandono de las fuerzas que uno supondría que nos tienen que defender. Estos liceos emblemáticos han sido dados a su suerte. Acá tenemos que aclarar y trabajar en el camino los instrumentos que tenemos.
Ese instrumento en Aula segura y que las autoridades dicen de no usarla, pero no se propone una ley que la reemplace ¿Qué se hace en ese caso?
Tendríamos que tener una buena evaluación de la ley, nadie sabe cuáles han sido los resultados del uso de esta ley. No se porque no se ha hecho un buen diagnóstico.
Con la deserción escolar, se habla de una acusación constitucional al ministro de educación…
La pérdida de los aprendizajes, el desertismo y el daño que se ha hecho a una generación a un grupo de estudiantes que no se recuperarán en la próxima década y estamos discutiendo sobre una acusación constitucional. Puedo tener un pensamiento u opiniones, pero me parece completamente descarriado cuando partimos de oposición en medio de esta situación crítica y deciden si se ponen a estudiar si es mejor acusar al ministro.
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